El gran día había llegado, después de muchos preparativos y nervios, por fin Clarke y Lexa harían lo que llevaban, no una, sino dos vidas esperando.
La noche antes de la boda Clarke y Lexa se habían tenido que separar, y es que pese a ellas insistir en que la boda era por la tarde y que ya se separarían a la mañana, las damas de honor se habían negado en rotundo, así que no les quedó más remedio que pasar esa noche separadas. Clarke fue a casa de sus padres, donde se cambiaría para después ir hasta la playa y Lexa se quedaría en casa acompañada de Luna y Anya.
El día de la boda ambas despertaron con muchos nervios, pero también con muchas ganas e ilusión. Ninguna comió mucho, tenían el estómago cerrado, y total, ya comerían después en el banquete, que como bien se sabe, hay comida para dar, vender y regalar.
Clarke estaba en casa de sus padres esperando a que llegara la peluquera, y maquilladora, para después poder empezar a cambiarse. Aprovechó el momento para pedirle algo a su padre.
- Papá...
- Dime hija.
- Puedo pedirte un favor.
- Claro, ya sabes que sí.
- Podrías... podrías acompañar a Lexa al altar.
Jake frunció el ceño y le preguntó a su hija:
- ¿No era Lexa la que esperaría en el altar?
- Bueno... es que... yo se que ella decidió eso porque... no tenía a nadie que la acompañara. Además yo quiero ver como ella viene hacía mí.
- Lexa se enfadará... - Dijo su padre como si nada.
Clarke se encogió de hombros para contestar a su padre:
- Bueno, mientras diga el sí quiero, que se enfade lo que quiera.
- ¿Sabes qué hija?
- ¿Qué?
- Tu madre y yo consideramos a Lexa como una hija ¿Lo sabías?
- ¿En serio?
- Claro, si hace feliz a nuestra niña ¿Cómo no quererla?
- ¿Entonces lo harás?
- ¿Cuándo le he podido decir que no a mi pequeña?
- Ya no soy tu pequeña, papá. Te recuerdo que voy para los treinta.
- ¿Y? Para mí siempre seguirás siendo mi pequeña. - Dijo Jake con una sonrisa y una mirada llena de amor para su pequeña ya no tan pequeña - Entonces ¿Cómo lo hacemos?
- Pues... La boda es a las seis, Lexa iba a salir de casa media hora antes creo, estate allí antes y... convéncela...
- Que fácil lo ves.
- Mi padre nunca me ha podido decir que no a nada. - Lo picó Clarke.
Jake soltó una carcajada y abrazó a su hija. Justo en ese momento llegaba la tropa: la peluquera/maquilladora y las dos locas damas de honor, además de Abby que andaba revoloteando por la casa más nerviosa que su hija si cabe. Jake dejó a las mujeres para que se arreglaran y fue a ultimar los últimos detalles antes de cambiarse y partir hacia la casa de Clarke, y convencer a Lexa de los cambios de última hora de su hija. Bueno de última hora no, Jake estaba convencido de que Clarke lo había planeado desde el principio pero no había dicho hasta último momento para salirse con la suya, no sabía cómo, pero su hija siempre acababa consiguiendo lo que se proponía.
En casa de Clarke el ritmo no era menos frenético, Luna y Anya intentaban relajar a una nerviosa Lexa mientras la peluquera la peinaba y maquillaba. Poco después de las cinco sonó el timbre y todas se miraron extrañadas ya que no esperaban a nadie. Luna fue a abrir y se encontró con Jake.
- ¿Jake qué haces aquí?
Lexa al oír el nombre del padre de Clarke, salió a medio maquillar, asustada:
- ¿Ha pasado algo?
Jake la miró enternecido.
- No. Nada, me manda Clarke.
- ¿Clarke? ¿Por qué?
Jake meditó como soltarle la bomba a Lexa y acabó diciendo:
- Para asegurarse de que no llegas antes que ella.
Lexa la miró sin entender.
- Clarke quiere que te llevé al altar y...
- Pero...
- Y para mi será un honor. - Terminó de decir Jake su frase interrumpida.
- Yo tenía que esperarla en el altar y ella llegar de tu brazo. - Dijo Lexa sin terminar de entender la situación.
- Bueno... - Dijo Jake pensando lo que diría a continuación. - En realidad creo que el plan siempre fue este, solo que Clarke no dijo nada para que no protestaras.
- Pero... tu eres su padre, tu deberías acompañarla, no a mí. Lo decidimos así porque yo no tengo a nadie que...
- No acabes esa frase. - Dijo Jake serio. - Lexa... para Abby y para mí eres como una hija, una hija que además hace que mi hija sea la persona más feliz del mundo. Así que sí, tienes a quien te lleve al altar.
Lexa con los ojos llorosos se abrazó a Jake que le devolvió el abrazo. Luna interrumpió el dulce momento para decir:
- Nada de lloros que te estropeas el maquillaje.
- Todavía no está terminado. - Dijo Lexa, todavía con lágrimas en los ojos.
- Calla. Venga, venga que se nos acaba el tiempo y todavía queda mucho por hacer. No querrás hacer esperar a Clarke, ¿no?
- Pues... no estaría mal. Por mentirme.
- Anda, anda tira. Encima que lo hace por ti... Con lo que le ha costado organizarlo.
- ¿Vosotras sabíais algo de esto? - Preguntó Lexa mirando acusadoramente a sus amigas/damas de honor.
- Noooo, que va. - Dijeron ambas a la vez.
- ¡Lo sabíais! ¡Lo sabíais y no me lo dijisteis! Como habéis podido. Se supone que sois mis amigas.
- Si lo somos. Y por eso no te dijimos nada, porque tú te hubieras negado y todos queríamos que fuera así. Y ahora ya no puedes hacer nada. - Dijo Anya.
- Os odio...
- Eso no te lo crees ni tú. ¡Venga, venga a ponerse guapas! - Añadió Luna, dando por terminada la charla, y es que al final se les echaba el tiempo encima, suerte que solo faltaba Lexa por terminar de arreglar...
Cuando Lexa estuvo lista Jake volvió a hablar.
- Tengo algo para ti. - Dijo sacando una cajita.
- ¿Más cosas? - Preguntó Lexa abriendo la caja y viendo unos preciosos pendientes verdes.
- Bueno... - Empezó a explicar Jake. - Dicen que hay que llevar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul. Abby quiere que lleves los pendientes que ella llevó en nuestra boda.
- No... ¿No los debería llevar Clarke? - Volvió a preguntar Lexa.
- Clarke ya lleva otra cosa de su madre. Además según Clarke las esmeraldas de los pendientes resaltaran tus ojos...
- Así que otra vez me toca hacerle caso.
Todos saltaron en carcajadas ante el comentario de Lexa.
En la playa ya estaba todo listo. Las sillas, adornadas con rosas blancas. Una alfombra que simulaba pétalos también blancos. El pequeño escenario donde Marcus, el alcalde, se encargaría de casar a las chicas. Los invitados ya estaban todos allí. Y Clarke acababa de llegar junto con su madre y sus dos amigas y damas de honor. Había intentado mantener los nervios a raya pero en esos momentos sentía su corazón a punto de salir del pecho.
- ¿Nerviosa? - Le preguntó Octavia al oído.
Clarke asintió. - ¿Y si no viene? ¿Y si se ha enfadado por el cambio de planes? ¿Y si...?
- ¡Calla! - Le dijo Octavia. - Si se hubiera enfadado, ya lo sabríamos, tu padre está con ella ¿recuerdas? - Clarke volvió a asentir. - ¡Y por supuesto que vendrá! ¿Cómo no va a venir?
El momento había llegado. La marcha nupcial empezó a sonar y Clarke se quedó sin respiración al ver a Lexa.
- Respira. - Oyó que le susurraba Raven.
"¿Respira? ¿Cómo coño se hacía eso?" Lexa estaba guapísima. Lleva un vestido blanco roto, con escote palabra de honor, ceñido hasta la cintura y después caía suelto, pero recto, hasta los tobillos. Un vestido sencillo y sin mucho adorno pero perfecto para Lexa. Llevaba el pelo suelto, liso, pero con varias ondulaciones. Maquillaje natural, sin ser muy recargado, y los ojos... madre mía como le resaltaban los ojos con ese maquillaje. Clarke lo tenía claro, nunca se cansaría de mirar esos ojos.
Si Clarke se había quedado sin respiración, Lexa se había quedado parada, literalmente. Y es que nada más ver a Clarke en el altar se quedó de piedra, parada en el sitio contemplándola, hasta que notó como Jake tiraba de ella para seguir caminando. Clarke estaba arrebatadoramente guapa, o eso al menos es lo que pensaba Lexa. Un sencillo vestido blanco, con unos tirantes finos, y un escote que resaltaba muy bien sus monumentos pero sin dejar ver más de lo éticamente correcto, el vestido contaba con un original cinturón azul que se le ceñía a la cintura y le marcaba las curvas. Clarke iba con el pelo completamente ondulado, con dos mechones lisos a cada lado recogidos en lo que Lexa suponía que era un broche, y no se equivocaba, pero desde su posición no lo podía ver. Igual que ella, iba maquillada al natural, y sus ojos azules quedaban resaltados, no solo por el maquillaje, sino también por el cinturón azul del vestido.
Ninguna llevaba velo, ninguna llevaba cola. En realidad habían ido vestidas y maquilladas de forma muy parecida.
Cuando Lexa llegó a la altura de Clarke, ésta le cogió la mano y le dio un tierno beso en la mano para después conectar sus miradas. Por ellas podrían decir simplemente el sí quiero y largarse con la música a otra parte. Pero había un protocolo que seguir.
Marcus empezó a hablar alabando a las chicas, pero ninguna estaba muy atenta a lo que decía, no podían dejar de mirarse a los ojos con una sonrisa en los labios, mientras el resto de invitados, sobre todo las mujeres, dejaban escapar alguna que otra lagrimilla.
Cuando llegó el turno de los votos ambas parecieron volver del mundo al que se habían ido durante ese rato. Ambas leerían sus votos, bueno, no exactamente leerlos, harían lo que solían hacer y como bien había dicho Raven en la despedida, ellas se decían a veces las cosas cantando. Y ya que la boda no era nada típica y nada era lo típico ¿Por qué no?
Empezó Clarke, que cogió una mano de Lexa entre las suyas:
- Lexa, ya sabes cuánto te he amado, cuanto te amo y cuanto te amaré, pero quiero que sepas que siempre podrás contar contigo y que nunca más vas a que tener miedo porque siempre voy a estar aquí contigo, para siempre. - Y Clarke, dicho esto, intentado mantener las lágrimas a raya, cosa que Lexa no estaba consiguiendo, empezó a cantar.
If you're feeling down or weak
You can always count on me
I will always pick you up
Nothing's ever gonna change
Nothing's gettin' in my way
I will always hold you up
Anything
Come what may
Don't look back forget yesterday
Forget yesterday
It's not where you come from
It's where you belong
Nothin' I would trade
I wouldn't have it any other way
You're surrounded
By love and you're wanted
So never feel alone
You are home with me
Right where you belong
I know sometimes you're feeling lost
It's hard to find your place in it all
But you don't have to fear
Even when you mess up
You always got my love
I'm always right here
Oh, cause
Anything
Come what may
Don't look back forget yesterday
Forget yesterday (ay)
Oooo Oooo (Oooo) [x2]
Don't matter where you've been
Oooo Oooo (Oooo) [x2]
You're here for a reason
Oooo Oooo (Oooo)
Nooo
Cuando Clarke acabó de cantar Lexa cerró la distancia que las separaba para susurrarle un "te amo" y fundirse en un tierno beso con su novia, beso que fue interrumpido:
- ¡Eso no toca todavía! - Dijo Marcus divertido.
- ¿Necesitas insulina? Hoy he traído mucha porque estas dos son demasiado azucaradas. - Dijo Raven ganándose un coscorrón por parte de Octavia y las risas por parte de todos los presentes.
- Ahora es tu turno, Lexa, de decir los votos. - Dijo Marcus.
- Clarke tu me salvaste, no me conocías y aún y así me ayudaste, me diste una vida, unos amigos, una familia. No habrán años suficientes para agradecértelo pero lo que sí que tengo claro que es, que los pienso pasar a tu lado porque todo de mí ama todo de ti.
What would I do without your smart mouth?
Drawing me in, and you kicking me out
You've got my head spinning, no kidding, I can't pin you down
What's going on in that beautiful mind
I'm on your magical mystery ride
And I'm so dizzy, don't know what hit me, but I'll be alright
My head's under water
But I'm breathing fine
You're crazy and I'm out of my mind
'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning
'Cause I give you all of me
And you give me all of you, oh oh
How many times do I have to tell you
Even when you're crying you're beautiful too
The world is beating you down, I'm around through every mood
You're my downfall, you're my muse
My worst distraction, my rhythm and blues
I can't stop singing, it's ringing, in my head for you
My head's under water
But I'm breathing fine
You're crazy and I'm out of my mind
'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning
'Cause I give you all of me
And you give me all of you, oh oh
Give me all of you
Cards on the table, we're both showing hearts
Risking it all, though it's hard
'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning
'Cause I give you all of me
And you give me all of you
I give you all of me
And you give me all of you, oh oh
Cuando Lexa terminó de cantar, Clarke con lágrimas en los ojos fue a acercarse a su chica pero:
- ¡Si os volvéis a besar no os caso! - Dijo Marcus divertido ganándose otra carcajada general. Tendría que terminar rápido porque esas dos estaba claro que se iban a dar el sí quiero. Y antes de dar pie a más arrumacos por parte de las protagonistas del día continúo. - Así que vamos con el intercambio de anillos antes de, como bien a apuntado Raven, muramos todos de un coma diabético.
La encargada de llevar los anillos era Octavia, si, la más cabal de todas, y como el niño o niña que llevaba dentro todavía era demasiado pequeño para hacerlo, que mejor que su mamá.
Ambas habían ido a comprar los anillos, unos simples pero hermosos anillos de oro blanco a juego con los de compromiso que eran de plata. Los grabaron de forma muy simple. Clarke E y Lexa A y la fecha, 23 de Agosto, pero sin año. Uniendo así el amor de dos vidas. Ambas habían decido darse ellas el sí quiero sin la ayuda de Marcus, tenían muy claro lo que tenían que decir.
- Yo, Clarke, te tomo a ti, Lexa, como mi esposa y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad. Prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida. - Dijo Clarke, con emoción en la voz a la vez que deslizaba el anillo en el dedo correspondiente. - Y sí, quiero casarme contigo, no hay nada que desee más.
- Yo, Lexa, te tomo a ti, Clarke, como mi esposa y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad. Prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida. - Dijo Lexa, con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada de la emoción y deslizando también el anillo en el dedo correspondiente. - Y sí, quiero casarme contigo, lo quiero todo contigo.
- Por el poder que me ha sido concedido yo os declaro esposa y esposa. - Dijo Marcus, y viendo las miradas de las dos chicas se apresuró a añadir. - Podéis besaros.
Y un segundo después ambas estaban fundidas en su primer beso de casadas, un beso lleno de amor y promesas. Mientras, los invitados aprovechaban el momento para tirarles pétalos de todos los colores. Y el invitado que dijera que no lloró miente.
Después de la boda, y ya como esposas, se dirigieron al restaurante donde se celebraría el banquete, un pequeño restaurante los dueños del cuál eran amigos de los padres de Octavia y que tenía una terraza exterior, que es lo que las chicas buscaban para ese día, lo querían todo al aire libre.
Al principio hicieron un pica-pica, así todo el mundo podía hablar con todo el mundo, y las recién casadas podían aprovechar el momento para recibir las felicitaciones y charlar con los invitados, no eran muchos, pero eran todos los que tenían que ser, no faltaba nadie.
- Creo que nunca he visto a nadie tan feliz. - Dijo Octavia como si nada a Raven.
- Tú fuiste muy feliz el día de tu boda. - Le dijo la castaña.
- Si pero lo de ellas roza el paraíso. Míralas, se les van a desencajar las mandíbulas de tanto sonreír. Y ese brillo en su mirada... creo que es más intenso que nunca.
- Bueno... Creo que nadie se lo merece más que ellas.
- Tienes razón. - Sentenció Octavia.
Después del pica-pica se sentaron con la comida, a escoger entre carne y pescado. Y cuando terminaron y mientras esperaban el pastel empezó la hora de los discursos. Los padres de Clarke alabaron a ambas chicas, dándole las gracias a Lexa por haber aparecido en sus vidas y darle tanta felicidad a su hija. Octavia dijo que no había nada que le hiciera más feliz que ver a su amiga con esa inmensa felicidad, y que no había nadie mejor que Lexa para ella. Y Raven... bueno Raven dio las gracias por no haber muerto todavía de un coma diabético y felicitó a las chicas por haber encontrado lo que mucha gente nunca llega a encontrar, el amor verdadero y eterno. No si al final resultará que Raven es toda una sentimental.
Y después fue el turno de las chicas de entregar el ramo. Y por segunda boda consecutiva Raven y Luna recibieron el ramo de Lexa como dándoles a entender que ya estaban tardando. Clarke por su parte se lo regaló a Glass y Wells, que si bien se habían prometido, todavía no habían dado el gran paso.
Llegó la tarta, de chocolate, sino Clarke mata, y entre ambas la cortaron.
Después del pastel llegó el turno del baile, y como es tradición las novias lo abrieron. ¿Con un vals? Ni de coña, ellas eran más de comas diabéticos, así que no se les ocurrió mejor canción que "I Don't Want Miss a Thing", era la primera canción con la que habían llorado las dos mientras veían Armageddon, y... ¿Quién no llora en esa película?
Mientras ambas bailaban bien agarraditas no separaban sus miradas ni un solo momento y hablaban en susurros.
- Te amo. - Le susurró Clarke al oído.
- Yo más. - Le susurró también Lexa.
- Esta noche lo discutimos en la cama. - Dijo Clarke con su voz ronca y ganándose una carcajada por parte de Lexa.
I don't want to close my eyes, I don't want to fall asleep,
Cause I miss you baby, and I don't want to miss a thing,
Cause even when I dream of you, the sweetest dream will never do,
I still miss you baby and I don't want to miss a thing
Cantaron ambas a la vez al llegar al estribillo de la canción.
- Empalagosas... - Oyeron murmurar a Raven, haciéndolas sonreír, y por si no le había quedado claro que sí, que eran empalagosas, se fundieron en un tierno beso.
Y así quedó inaugurada la pista de baile. Baile que duró hasta bien entrada la noche, pero las chicas tenían ganas de marcharse, tenían que aprovechar su primera noche de casadas, y lo pensaban hacer, porque al día siguiente, tenían que levantarse pronto ya que se marchaban de luna de miel, así que habían decidido no dormir y disfrutar de su primera noche de casada, ya descansarían en el avión.
- Un momento, un momento. Chicas, antes de que os vayáis a hacer marranadas...
- ¡RAVEN! - Gritaron ambas a la vez.
- ¡Callad, será que no es lo que pasa por vuestra cabecita! Bueno como iba diciendo, antes de que las afortunadas se vayan tengo algo que decir.
- Los discursos ya han pasado Raven. Y por si no lo recuerdas ya has dado el tuyo. - Le dijo Clarke. - ¡Por favor, no le sirváis más alcohol! - Añadió divertida a nadie en particular.
- Bueno no voy a hacer ningún discurso. Miró a la banda, que empezó a tocar una canción.
- ¡Dios! - Susurró Clarke a las pocas frases. - ¿Qué le ha dado?
Y es que Raven estaba cantando, y haciendo el tonto también, Marry You de Bruno Mars. Octavia, que se había acercado a Lexa y Clarke, susurró también:
- Ni idea. Habrá bebido mucho.
Pero a mitad de canción las cosas cambiaron, Raven bajó del escenario, sin soltar el micro y se acercó a Luna.
- ¡Jesús! - Soltó Clarke. - Que va en serio.
- ¿Tú crees? - Le preguntó Octavia. - Ya sabes lo payasa que es.
- Si, va en serio. - Apoyó Lexa a Clarke.
Después del último Marry You, Raven se arrodilló en el suelo y abrió una pequeña cajita que contenía un anillo.
- ¿Quieres casarte conmigo Luna? - Preguntó Raven a una Luna alucinada, bueno alucinada era quedarse corto para todo lo que pasaba por la cabeza de Luna que no se creía lo que acaba de hacer su novia. - Ya nos han dado dos ramos, ¿No crees que significa algo?
- Sí, quiero casarme contigo payasa. - Dijo Luna divertida con lágrimas de felicidad en los ojos.
Raven se levantó y puso el anillo en el dedo que Luna le tendía.
- ¿Y el tuyo?
Raven sacó otra cajita y se la dio a Luna, que fue la encargada de ponerle ahora a Raven el anillo.
Y justo terminado el intercambio fueron a fundirse en un beso, de esos salvajes que ellas se daban, pero no pudieron porque fuero arroyadas por ocho pares de brazos, y es que Clarke, Octavia, Lexa y Anya habían hecho un sándwich con ambas chicas.
- Os dije que iba enserio. - Dijo Clarke al separarse del abrazo.
- ¿Perdona? - Preguntó Raven.
- Bueno es que estábamos comentando si estabas borracha o ibas en serio, pero a mitad de canción Clarke lo tenía claro. - Apuntó Octavia.
- Yo siempre voy enserio. - Dijo Raven consiguiendo una carcajada general.
- No sé si lo sabes Raven, pero hoy era mi día y el de Lexa y te has apoderado de él.
- Calla rubia que tú ya te ibas a hacer marranadas.
- Lo mismo que tú me parece a mí.
- Puede... - Sentenció Raven ganándose otras risas.
Y así fue como la boda llegó a su fin. Las chicas se despidieron de los invitados y pusieron rumbo a su casa, donde les esperaba lo mejor del día, su primera noche de casadas, y pensaban disfrutarla...
Nota: ¡Y llegó el gran día! ¡Espero que lo hayáis disfrutado! Como siempre, las traducciones de las letras de las canciones en los vídeos.
El fic está llegando a su fin, todavía quedan entre 3 y 5 capítulos contando el epílogo, todo depende de lo que vaya saliendo sobre la marcha.
Pero tranquilos tengo otros dos fics Clexa en mente, y como solo escribiré uno a la vez si queréis podeis escoger.
Opción 1: Un fic de temática similar a esté, es decir romántico, por supuesto la historia será diferente.
Opción 2: Un fic apocalíptico pero que no tendrá que ver ni con la historia de Los 100 ni con zombies (me tienen un poco cansada, solo los veo por Alycia, jajaja).