Room n.72

Par Hikarxx

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{Disfruta la noche} ¡Hola gente! Aquí uno de mis primeros proyectos, había dicho al final de mi primer fic q... Plus

Prefacio
Capítulo uno: Veinte minutos
Capítulo dos: Asuntos personales
Capítulo tres: Tonterías
Capítulo cinco: Interrupción
Capítulo seis: Amor
Capítulo siete: Sector tres
Capítulo ocho: El hijo del jefe
Capítulo nueve: Oficial
Capítulo diez: Sangre
Capítulo once: Giro
Capítulo doce: Manos
Capítulo trece: La verdad
Capítulo final: El juicio
Notitas

Capítulo cuatro: Prepárate

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Par Hikarxx


~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~



"JongIn, eres un..."

"¿Qué?, ¡¿Qué soy?!"

JunMyeon entró a su oficina, cerrando de golpe la puerta, para luego quitarse la chaqueta; la cual lanzó al escritorio y finalmente se llevó con casi desesperación las manos al cabello.

"¡Eres un idiota, eso es lo que eres! ¡Un idiota!"

"¿Qué? ¿Por qué?"

Detrás de él, JongIn se encontraba persiguiéndolo como un perro, sudando como un demonio casi al punto de tener taquicardia, el mayor se giró hacia él y lo observó directo a los ojos.


Su rostro expresaba seriedad y frialdad.

"¿Realmente me estás preguntando el por qué? No sé si te diste cuenta de lo que dijiste".

"Estuvo mal, ¿de acuerdo? ¡Puede suceder!"

"No, ¡JongIn! No puede suceder, ¡Joder!"

El chico se quedó en silencio.

Nunca había imaginado que podría provocar esa reacción en alguien como él, siempre tan tranquilo y relajado, cuando en realidad JunMyeon solo estaba preocupado por su reputación y por su trabajo.

JongIn se acercó a él lentamente, bajando la voz.

"Vamos, precioso... Admítelo".

Se detuvo a pocos milímetros del rostro ajeno, situó sus manos en los hombros de aquel hombre y lo observó directamente a los ojos.

"Te gusta".

La mirada de JunMyeon siguió los movimientos de su amante, para luego elevar su cabeza y dejó al descubierto su ceño fruncido.

"¿Qué debería gustarme? ¿A qué te refieres?"

"Te gusta... Que piense en ti, durante esas reuniones idiotas con nuestro jefe".

El más joven deslizó una de sus manos hacia la espalda ajena, viajando desde su estómago hasta la pelvis, plegando sus labios a una de las orejas adversas. Él sabía que no podía hacer eso, él sabía que estaban en medio del trabajo y entonces...

"¡¿Qué?!"

Con extrema indiferencia, se acercó más a él y suspiró con suavidad dentro de la oreja ajena, provocando que Jun se colocara más duro.


Así que puede sentirse bien, muy bien.


"Tú... ¿Realmente pensabas en mí?

"Por supuesto, o mejor dicho... Estaba pensando en cuanto te deseo".

A pesar de que un escalofrío lo golpeó como una descarga eléctrica, JunMyeon posicionó sus manos en los brazos ajenos e intentó detener sus movimientos.

"JongIn, no... Estamos en el trabajo, por favor".

"Solo dime si es que te gusta o no".

"Cla-claro, me gusta, ¿qué-qué clase de pregunta son estas?"


Como si no supieras que me gusta, pensó JunMyeon.


Una mano bajo en su espalda, unos labios descansando suavemente en su cuello y por último su cuerpo contra el escritorio.

JongIn sabía exactamente que la piel de su amante era sensible, sabía perfectamente que él cedería con un simple beso.

"Bésame y te prometo que seré serio".


La oficina está demasiado caliente, otra vez piensa JunMyeon. Al momento que gira su rostro lentamente hacia el menor, devolviéndole la mirada, buscando sus ojos, respirando a toda prisa y acariciando su cabellera.

Para finalmente, tocar sus labios.

"Bien-..."

"Nnh-..."

¿Fue muy fácil convencerlo o estaba demasiado débil ante él?


~ ~ ~ ~ ~ ~ ~


Un par de días después, el Presidente Lee decidió encomendar el caso "Infinity" tanto a JongIn como a JunMyeon, con ayuda de un par de abogados con excelentes habilidades organizacionales y además ellos ya habían trabajado juntos un par de veces. El caso consistía en ganar tres causas diferentes, las cuales le proporcionaría a la agencia más dinero, y ciertamente esta causa fue la más sencilla para los cuatro abogados.

"Escúchame, por favor".

"Deja de coquetearme y entonces escucharé".

Ellos eran entre los más activos dentro de la agencia, no habrían tenido problemas para ganar tres causas en solo seis meses.

En realidad la parte difícil, fue que no estaban adecuadas las causas básicas. De hecho, había tres casos de asesinato aún sin resolver, lo que era bastante serio y lo que significa obtener un largo circulo de enemigos y conseguir más que un par de amenazas de muerte y/o amenazas de exterminar a sus familias, por supuesto que para algo así estaban entrenados.

Pero en realidad, no era así.


"¿Coqueteando? No estoy coqueteando contigo, JongIn ¡Tú eres el que lo está haciendo!"

"Mira quién habla".

"¡Oh! ¡Por favor! No hablemos de esto, ¿está bien?"

Los dos amantes, compañeros, oponentes, inconscientemente enamorados se encontraban en apuros con el primer borrador sobre las decisiones y movimientos que serían tomados durante el caso, la creación de una estrategia que pueda dar un buen resultado con la menor cantidad de riesgo.

Pero como siempre...

"¿Por qué no? Hablemos, estamos solos".

"JongIn, ¿qué mierda? ¿Puedes mantener la seriedad por al menos diez minutos?"

No podían parar de discutir y jugar, como dos niños.

Su manera de trabajar era muy diferente, y era obvio, pero cada oportunidad era buena para mostrar su relación.

"No estoy acostumbrado a trabajar contigo, ese es el problema".

"Yo tampoco, pero nos necesitamos el uno al otro, ahora, ¿estás consciente de la importancia de este caso para nosotros y toda la agencia?"

JongIn mantuvo sus piernas cruzadas, estaba sentado en escritorio de nogal con un bolígrafo entre su nariz y boca, también con su cabello castaño recién lavado.

Era fragante.


"Por supuesto que lo sé, ¿quién crees que soy?"

Con una playera de cuadros blancos y azules, tenis y unos pantalones ajustados, su estilo era muy diferente al de JunMyeon, quién aquel día ocupaba su usual esmoquin y la usual camisa blanca, quién tenía su cabello bien arreglado y quién había intentado cubrir lo más posible las bolsas en sus ojos.

"Entonces para de desperdiciar nuestro tiempo de manera innecesaria e intenta enfocarte en nuestro trabajo".

El aroma a lavanda estaba regado por toda la oficina, las ventanas filtraban un pálido soy que aquel día parecía peligroso y dañino.

"Vuelve al hotel y entonces... Si tú quieres seré más serio contigo".

"¿Qué?"


JongIn lanzó su primer "ataque".


JunMyeon comenzó a dormir en su casa solo por el caso, él se quedaba despierto hasta muy tarde en la noche durante toda la semana, preparando el primer borrador y estudiando las diferentes tácticas que podían tomar. Era ya una semana desde que él y JongIn no se reunían, pero esperaba que el menor pudiese entenderlo.

"Vuelve al hotel y yo seré un buen chico".

"Eres un niñato, ¿lo sabías? Sabes que no paso mis noches de fiesta y emborrachándome".

"La verdad, es mejor que no hagas eso".

Pero JongIn era así.

Como su relación progresaba, la posesión hacia Jun crecía como si fuese moho, entrando despiadadamente en su ambiente de trabajo. Jun hacía su mejor esfuerzo por ocultarlo, pero su apego hacia el abogado frente a él era más evidente que nunca, la certeza de que trabajaban juntos y que podía verlo a todas horas, no ayudaba en lo absoluto.

"¿JongIn?"

"¿Qué?"

JunMyeon se inclinó con cautela hacia el marcador rojo en la mesada, en el lado de la pizarra donde él estaba escribiendo, dio unos pasos hacia adelante. Lentamente, con una sonrisa de medio lado, hasta que se detuvo y posicionó sus manos en el escritorio.

"Estás celoso".

"¿Qué?"

"Tienes miedo de que yo no te quiera más".

"¡Oh por Dios! No actúes como si supieras todo lo que ocurre en mi cabeza".

"Pero, lo sé, JongIn... Estás asustado de que mi ausencia sea porque no quiero estar más contigo".

JongIn quería levantarse y romper literalmente la camisa de ese chico.

El más bajo le enloquecía, le hacía perder sus estribos y hacía que su rabia creciera.

"No estamos juntos".

"¿Y quién está hablando algo sobre estar juntos? Estoy hablando de..."

A pesar que JunMyeon podría tener serias ganas de verlo y esperar para estar con él.

"Me estás haciendo enojar".

"¿Será por qué digo la verdad?

JongIn se puso de pie y se acercó a él, no lo tocó ni por equivocación, pero él podía llegar al punto de lograr besarle si se acercaba un poco más.

Comenzó a sudar como un loco (lo que le sucedía cada vez que estaba particularmente emocionado o nervioso), mirando sus labios, acercándose cada vez más.

"Afortunadamente estamos en tu oficina, idiota, si estuviésemos en nuestra habitación no podrías escapar".

"¿Esto es una amenaza?"

Lo tomó de uno de sus brazos y del cuello, tirándolo como si fuese un muñeco.

"¿Tienes alguna idea de lo que esto significa para mí? Quedarme una semana sin hacer el amor contigo".

JunMyeon sintió que su interior había explotado, entre su estómago y garganta, él lo ocultó tanto como pudo para mantener el control.

"Puedes buscar a otra persona para divertirte, si es que es tan difícil resistir".

La habitación está demasiado caliente, pensó JongIn, al apretar sus ojos en un intento desesperado para contenerse de darle un puñetazo o patearlo en su escritorio y quitarle toda la ropa.

"Tienes razón, sí... Buscaré a alguien más para tener algo de diversión".


No, por favor, no lo hagas. Pensó JunMyeon.


"Genial".

"¡Claro!"

Lentamente tocó su frente, para lograr secar el sudor, dejó a JunMyeon y se sentó en el escritorio.

"Eres tan estúpido".

"Y tú un bastardo, JongIn... Solo lo hice por el maldito caso, deberías saber eso".

El hombre de cabellos rojos se alejó, volviendo a la pizarra, tomó un marcador y comenzó a escribir.

"Pero no, prefieres hacer un drama ¡Como siempre!"

"Tú eres el bastardo aquí, JunMyeon. Era suficiente para ti decirme eso, no necesitábamos llegar a este punto".

"¡Suficiente!"

Nuevamente caminó hacia la mesa y tomó su chaqueta colgada en el perchero.

"¿Sabes qué? Iré por un café y quiero que cuando yo regrese te hayas ido".

"¡Está bien! ¡Huye! Cobarde".

"¡Bien!"

"¡Claro!"

Él abrió la puerta y la cerró de un portazo cuando estuvo afuera, JongIn estaba temblando de la rabia.


Con los ojos perdidos en la manija de metal.


"Eres... Eres solo un..."

En ese preciso momento, la puerta se abrió.

"¡Tú!"

Y JunMyeon reapareció en frente de la puerta apuntando con el dedo índice directo a JongIn.

"¡Pequeño bastardo! Tú y yo, esta noche".

"¿A las ocho?"

"¡A las ocho!"

Unos segundos de silencio, solo para tomar el aire suficiente.

"¡Prepárate JongIn!"

"¡Oh! ¡Tú también!"


Prepárate, JunMyeon. Dijo JongIn entre sus pensamientos.





/////////////////////////////////

HEEEEY.

Después de millllllll años estoy de vuelta, y quiero pedir disculpas, la universidad me colapso y no he hecho más que dormir desde que salí de vacaciones, pero he aquí un capítulo nuevo.

Lamento si hay cosas que no se entienden bien o que quedaron algo raras, recién estoy estudiando para ser una traductora profesional y es mi primera vez traduciendo un fic, así que denme amor. ¿?

Os quiero a todos /A lo española/. Ah ya, los quiero, espero que hayan disfrutado del capítulo. 

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