Meses después.
En estos meses, exactamente casi dos meses solo dos cosas han cambiado, la Mica volvió con el Jaime, duraron 2 días "solteros" y mi relación con el Nico que ahora era de "amiguis".
Casi se me olvida, el Bestia tiene polola nueva y la presentó ante todos. La mina se llama Andrea y debo hacerla desaparecer del mapa.
Broma, es la mina más tela que he conocido en mi vida. Es tranquila, como que no habla mucho y lo mejor, no me odia por ser la ex, como que me ve como una amiga del Bestia y eso es impagable, cualquier mina cuerda que ve que su pololo tiene una amistad con una ex la odiaría, pero ella no. Me llevaba sorprendentemente bien con ella.
Supondré que recuerdan que al Jaime le dio un ataque de ira y mandó a la mierda a la Panchu, el pololo español de la Panchu, a la Mica, a mí y a todos en general, bueno, las cosas siguen así, evitando a la Mica obviamente. Yo no estoy ni a metro y medio de querer perdonarlo o algo que sea mejorar la relación, cuando nos juntamos, que es casi siempre dado que estamos de vacaciones y ni weones mis queridos amigos vienen a pecharle piscina a mi padre.
Ahora, tiempo actual, nos quedaban 2 semanas de vacaciones y yo, por supuesto no me quedaría de brazos cruzados cagándome de calor en el departamento o tomando sol en el borde de la piscina como lo he hecho desde que salí de vacaciones, no señor.
-Deberíamos salir- comenté mientras miraba las uñas de mis pies pintadas en un perfecto rosado pastel al igual que las de mis manos.
-¿Quieres ir a carretear?- me preguntó la Mica apoyándose en el borde de la piscina y echando su pelo hacia atrás.
-No, hablo de salir de Santiago- suspiré y acomodé la parte de arriba de mi bikini- ir a la playa por ejemplo.
-Podríamos ir a Viña- propuso la Panchu.
-Está asquerosamente lleno de gente- dijo con asco la Rou.
-Y estuvimos ahí- terminé para descartar definitivamente Viña.
-¿Y si vamos a Iquique?- dijo la Kathy sentándose a mi lado
Al principio tenía altas expectativas respecto al viaje, pero todo se comenzó a ir a la mierda de apoco y todo partió por mi amiga Rocío.
-Mía, ¿y si llevo al Naiko?- me preguntó haciéndome ojitos – por favor.
Se suponía que era un viaje de amigas, ya que dos de nosotras somos solteras y los mismos problemas que tenemos en el grupo, pero al parecer a las demás chicas no les molestaba mucho el tema y al final todas fueron con sus parejas.
Eso no me molestaba tanto, pero se unió el Bestia con su polola y el Nico porque todos iban.
Sabía que sería incómodo y no hablo solo por la mala onda que había entre algunos de nosotros. Si no que también el hecho de que todos se sacaban fotos acarameladas con sus parejas mientras yo intentaba conectarme al wifi del aeropuerto.
-¿Lograste conectarte?- me preguntó el Nico y yo negué con la cabeza- no entiendo porque no usas tus datos.
-Porque soy caga- respondí divertida. Miré a nuestro alrededor y metí una mano en mi bolsillo- mira a todos los weones enamorados.
-¿Te gustaría estar así?
-No, primero me mato- fruncí los labios y lo miré- ¿tú?
-Sí, pero la mina se mataría.
-Oh no empieces, ya hablamos de esto.
-Te poni grave al tiro- soltó una risa y me abrazó- era broma.
-Entre broma y broma, la verdad se asoma.
-Y el pico también.
Me limité a reír y negar con la cabeza. Hicimos todos los trámites para poder subir al avión, gracias a todos los dioses romanos, salió todo bien y ningún weon levaba droga, ni el Bestia para sorpresa de todos.
Cuando llegamos tomamos un transfer que nos esperaba del hotel, cordialidad de mi padre la verdad, si no nos hubiera ayudado en eso habríamos tomado un taxi o uber y ahí nos matamos todos por lo caro que saldría.
Digamos que el hotel que nos quedamos era bastante bonito, no era la suite presidencial, pero puta, igual le ponía. Como era obvio las chiquillas querían tener pieza con sus respectivos pololos y adivinen quién quedaba para compartir pieza.
Don Nicolás Gaule.
-¿De verdad no tienes problema en compartir habitación con el Nico?- me preguntó insegura la Kathy- si quieres yo comparto pieza contigo.
La miré alzando una ceja y le regalé una sonrisa.
-No te preocupes, estaremos bien- le respondí segura y besé su mejilla con cariño.
1 hora después.
-Nico, si vas a pasar al baño baja la tapa- le dije mientras salía del baño secando mis manos en la polera. Me detuve al ver lo que estaba haciendo- explícame qué mierda estás haciendo.
Estaba enojada, no, estaba furiosa.
-Sentí ruido en tu cajón y quería ver qué había. Se te encogió el poto que usas ropa interior tan chica.
-Deja mis calzones ahí- dije entre dientes y le quité de manera brusca el calzón que tenía en su mano y lo guardé.
-Vas a tener que controlar tu ira si quieres tener una agradable semana.
-Para eso tienes que dejar de revisar mis cajones.
-No son solo tuyos, compartimos pieza y son tanto tuyos como míos.
-LO ESTOY USANDO YO Y ESO LO HACE MÍO- grité y él me miró con una sonrisa socarrona, disfrutaba hacerme enojar este weon.
-Eri muy linda- me dijo sonriendo y me agarró por la cintura.
Me alejé despacio de él y suspiré tensa.
-No- dije insegura y busqué su mirada. Nos miramos unos segundos y como lo supuse, su rostro era toda seriedad y decepción.
-¿Qué te detiene?
-¿Qué cosa?- me hice la desentendida y él cansado se fue de la habitación dejándome sola.
Nos evitamos los siguientes dos días. Estábamos en la pieza para dormir y usar el baño, el resto del día pasaba vacía. Lo bueno es que nunca pasábamos solos.
-¿No crees que estás grandecita para estos problemas amorosos?- me preguntó la Panchu abrazada al Daniel.
No respondí, entregando así una obvia respuesta.
-Presiento que te sigue gustando- dijo la Mica mirándome fijamente.
-¿Qué comes que adivinas?- respondió la Rou con sarcasmo y soltó una risa.
-Qué simpática- más sarcasmo por parte de la Mica.
Con mis manos tapé mi cara y me eché para atrás en la reposadera.
Esa misma noche salimos todos a comer a un restaurante de mariscos. Todos al ver que las cosas estaban tensas entre el Nico y yo, además de evitar una posible pelea, intentaron mantenernos separados de la manera más piola posible.
-Lamento provocar que estés lejos de la Kathy- honestamente no me daba pena, si no que me alegraba ya que se suponía que era mi mejor amigo y me tenía botada por una perra, también era mi amiga, pero me habla más que el otro weon.
-No te preocupes, te lo debía- me regaló una sonrisa y se la devolví a medias- ¿me vas a contar qué pasó?
-Obvio, pero estás tan macabeo que me tienes media abandonada.
-Creo que alguien está celosa de su amiga- se burló y yo alcé una ceja.
-Pásate más rollos porfa- mi voz de hueca fue impresionante.
-Ay weona- gritó el Edgar y yo me sonrojé.
Comencé a caminar lejos de él con vergüenza y él me persiguió, cuando me alcanzó agarró mi antebrazo y me apegó a él.
-Kathy, yo que tú pongo ojo ahí- le advirtió el Naiko y yo lo fulminé con la mirada.
-Naiko- lo llamó la Rou y él la miró- cállate.
Fue una cena... no incómoda, pero si rara. Ya era un hecho que el Jaime no me hablaba y que tampoco al Daniel, la Fran tampoco le hablaba por lo mismo, ahora se sumaba que el Nico y yo no nos hablábamos.
Dios, con esto queda claro que el Jaime y yo somos los reyes del Drama.
El premio de la academia va para: Jaime y Mía como mejor actor y actriz de Drama.
Mía: Gracias, le agradezco a la vida y a mi embarazo adolescente. Siempre toda la culpa de mis actos es eso, no yo, mi embarazo de hace 5 años.
Jaime: Sabía que algún día se valoraría mi talento, soy Tarantino de YouTube.
Algo así sería si es que ganábamos un premio.
-¿De qué mierda te ríes?- me sacó de mis pensamientos la Mica y yo la miré seria.
-Nada- moví mi cabeza para despertar.
-¿Qué vas a pedir?- me preguntó el Edgar y yo lo quedé mirando extrañada- Mía, ¿qué vas a comer?
Todos me miraban raro, incluso el mesero. Leí la carta rápidamente y analicé los precios y los tragos lo más rápido que pude.
-Quiero un mojito de frambuesa y menta por favor- respondí.
Lo anotó y se fue. Miré al Edgar y le sonreí inocente, él se limitó a negar con la cabeza y reír.