Llegué a mi casa y de inmediato le escribí a Rouse.
-¿Puedes salir?
-claro, nos vemos en el parque que esta a la vuelta de tu casa
Llegué, y ahí estaba Rouse sentada en una banca que estaba bajo un árbol verde y frondoso, me senté con ella y le conversé todo lo que había pasado, desde el primero momento en el que vi a Rouse me había parecido una chica muy interesante y de confianza así que por esa razón se lo conté creo que nos pasamos hablando de toda nuestra vida.
Día 2: Rouse, mi confidente
Oh no! Él de nuevo Okey ¿es mi sombra o que carajos? Sí, ahí estaba el sentado en uno de los columpios, no se si era mi imaginación pero se veía un poco triste
-Caroline ¿estás bien? Parece que viste un fantasma
-Ahí esta...
-¿Qué? Háblame claro ¿sí? Que no entiendo nada
-¡Arley! Rouse es él, el chico que me mando por un tubo más de una vez.
-Acércate, ve e intenta hablar con el se ve que necesita alguien con quien hablar.
Respiré y pense, Caroline tranquilizate, respira... (inhala, exhala) me levanté y fui hacia el ¡sí, otra vez! Por tercera vez para ser exacta.
-Hola, de nuevo te vez algo triste y creo que necesitas una amiga.
-Yo no tengo amigos, y no se quien eres, lo único que quiero es estar solo...déjame en paz.
Okey no tenía porque ser tan grosero conmigo, yo solo quería ser amable y bien esto es lo que me saco por querer ayudarlo.
Regresé a sentarme de nuevo...
-Bravo Rouse BRA-VO me haz hecho quedar como una completa idiota creo que el jamás me hará caso.
-"Nunca te des por vencida"
-Me voy a casa ha sido un gusto pasar la tarde contigo.
Día 3: Arley me vuelve a ignorar.