Pov Christian
De todas las veces en que podrían haber fallado los planes que llevaba a cabo, esta era la peor. En primer lugar , Gail se había dormido, y no la culpaba en absoluto, pero realmente había sido estúpido de mi parte insistir en que llamaran al teléfono de casa teniendo en cuenta que tenia mas de tres personas que estarían despiertas si o si a cargo de la seguridad de mi familia, realmente estúpido. Luego estaba el asunto de que al parecer Ana había estado despierta, lo suficiente como para entender que no estaba en la casa ni en el gimnasio y muy cabreada por ello.
Pocas veces podías ver a un ángel enojado, con Ana habíamos tenido una que otra pelea que fácilmente solucionábamos y solo dos veces que estuvimos sin hablar el tiempo suficiente para extrañarnos, pero lo había escuchado en su voz, estaba furiosa y muy ofendida por no haber sido incluida en los planes. Entonces estaba el detalle de la mentira que había intentado decir sobre la torcedura de pie y seria otro punto para ella cuando llegara, porque sin dudas, aunque no era conocida por su puntualidad, tarde o temprano llegaría la Señora Grey con todo.
Y ahí estaba, no me había dado cuenta de que había entrado por el dolor que sentía mientras me vendaban el brazo, por eso me sorprendí al verla en modo furiosa. Luego hecho a todos y eso dejó de gustarme, joder con lo que me costaba que me respetaran luego de verme jugar con mi hijo o con mi princesa, esta me las pagaría.
Ok estaba molesta, mucho. Incluso, contra su bondadosa naturaleza, le había apurado al medico y me estaba condicionando con tiempo para hablar. Estas perdiendo el control Grey.
- Ana no era necesario que sacaras al personal.- Ahora si que estaba molesto, esto no saldría del todo bien.
- Oh! entonces quieres tener una pelea de matrimonio en público. Te quedan cuarenta segundos.- joder incluso en esa pose de mandona era absoluta y jodidamente caliente. Tal vez si la distraía me libraría del embrollo en el que estaba.
- Te vez muy sexy toda enojada y en plan mandón con todo el mundo.- Dije con lentitud y mirando la manera en que sus ojos refulgían atentos a mi.
- Y tu te vez herido. Te quedan veinte segundos.- joder, por que tenia que ser tan terca.
No pude evitar suspirar y agachar la cabeza. Estaba cansado y mis planes no habían salido del todo bien, pero si contaba de manera correcta como sucedieron las cosas, entonces tal vez habría puesto punto final a todo lo que nos había estado impidiendo ser felices al cien por cien, solo quedaría en Ana la forma en que volveríamos a casa y disfrutáramos de una vez por todas nuestra libertad.
Flash back
Después de que notara el arma de Jack, y a pesar de mis esfuerzos por mantenerlo ocupado conmigo, llegó un momento en que su demencia hizo acto de aparición y simplemente empezó a dar vueltas por su lado del cuarto y mirando de arriba a abajo a Elena, quien permanecía colgada por los grilletes y jadeaba cansada.
- Vaya Grey... finalmente estamos los tres en el mismo cuarto, los tres monstruos en el mismo agujero.- rió fuerte y de manera grosera. - ¿Cuanto van a tardar tus guardias? no tengo toda la maldita noche.- dijo tomando asiento en el diván que estaba mas cerca de su posición.
- Si me permites, voy a llamar a Taylor.- dije sin demasiada emoción y tomando mi teléfono, aunque era una farsa y mi jefe de seguridad ya estaría enterado por los comunicadores. Fue entonces en que las cosas comenzaron a salir mal.
Cuando tomé el teléfono de mi bolsillo, me levanté y fije mi mirada en Jack, no le perdería de vista sabiendo que estaba loco y portaba un arma. Marqué a Taylor y esperé solo la primera campanilla para que me atendiera.
- Pon el altavoz.- Ordenó Jack mientras estaba atento a la llamada, y le hice caso.
- Taylor.- dijo mi guardaespaldas cumpliendo su parte para mantener ocupado el asunto.
- Jason necesito que me facilites la libertad para Hyde, y un vuelo a Londres para esta mañana.- dije demasiado tenso.
- El vuelo lo podemos conseguir para las nueve en punto, pero va a ser difícil convencer al fiscal en tan poco tiempo. - contestó de la misma forma, estaban demorando mas de la cuenta según pude ver en el reloj del teléfono.
- Revuelve eso, paga lo que sea necesario y déjalo ir.- dije antes de cortar.
Jack volvió a sonreír y yo volví a mi asiento. Sentí la presión del arma en mi cinturón y por un momento me sobresalté, no quería usarla, pero me arriesgaría si es que este idiota intentaba algo. Me sorprendió que volviera su mirada hacia Elena y comenzara a acariciar sus senos descaradamente a pesar de sus quejas por el dolor. Lo miré extrañado y asqueado, era un pervertido de primera y estaba definitivamente mal de la cabeza.
- Eres asqueroso.- dije cuando levantó su vista y me miraba aún maltratando a la mujer que permanecía colgada. Yo no me acercaría y el no la desataría, irónico.
- No hago nada que no hayas hecho eventualmente ¿O no?- y dándole una nalgada bastante fuerte volvió unos pasos lejos de ella. -Dime Grey, ¿Anastasia sabe de tus perversiones y aventuras con esta zorra?-
- ¿No tienes algún dato que sea mas nuevo... o relevante? Mi mujer está al tanto de cada suceso de mi vida.- contesté sintiendo un calor empezar a crecer, me estaba sacando de quicio al hablar de Ana.
- Salvo que no sabe que estás aquí... - me sorprendió que llegara a esa conclusión, pero debía mantener la clama dentro de todo y no demostrar que estaba en lo cierto. - No te preocupes pajarillo, no le diré nada cuando me hayas ayudado a salir de este pozo de mierda.-
¿El muy maldito me había llamado pajarillo? Ese apodo me sonaba, pero no podía ubicar, genial ahora estaba confundido y eso me hacia sentir vulnerable. luego averiguaría todo. Mi comunicador sonó y esperé a que me hablaran.
- Señor tiene que salir para que podamos atraparle. - dijo Taylor.
¿Cómo podría salir si estaba frente a un demente armado?
Me puse de pie y acomodé mi pantalón para que se viera como que estaba cansado de estar sentado y comencé a caminar simulando observar los detalles en los que había gastado una fortuna Elena. Había que reconocerlo, tenia buen gusto.
- ¿Donde crees que vas? - preguntó poniéndose de pie cuando me acerqué a la puerta con un suspiro y fingiendo estar cansado.
- Fuera de esta habitación ¿No es obvio? estoy cansado y si sigo aquí voy a terminar apestando a muerto. - contesté señalando con la barbilla a Elena. -Además, mi equipo no tarda y pronto estaremos fuera de esto.- Vamos idiota, deja que me vaya para hacerte mierda.
Su diminuto cerebro pareció procesar aquello por unos segundos hasta que resolvió que no le agradaba del todo la idea.
- No vas a salir a menos que yo lo ordene, mis condiciones van a ir primero hasta que decida que es suficiente. - Y tomando el arma de su cintura me apuntó. - Ahora se un chico bueno y ve a sentarte, que nos divertiremos en lo que llega mi boleto de salida.-
Levanté mis manos en señal de rendición, si me movía mas de la cuenta tardaría el doble de tiempo en tomar mi arma y disparar que Jack halando el gatillo.
- Si no puedo salir, entonces... que propones.- dije volviendo al sitio que había ocupado anteriormente. La tensión estaba haciendo estragos en mi estomago, que planeaba con vomitar todo lo que quería hacer y decir a Hyde.
- Me voy a divertir con esta perra mientras observas.- concluyó caminando hacia Elena y dejando una fuerte palmada en su trasero.
Joder el tipo estaba loco, portaba un arma y me había convertido en su rehén. Lo peor es que hasta me daba pena como maltrataba a Elena, era demasiado denigrante y hasta mis perversiones tenían un limite.
Christian tengo que entrar.
Dijo Taylor en mi oído, así que lo hizo. Su presencia desentonaba en aquel cuarto pero significaba que terminaríamos con esto de una vez por todas. El único problema, que ninguno de los presentes lo tomó de la misma forma. Por un lado, Elena estaba medio inconsciente, Jack puso una mueca y de inmediato apunto con su arma a Jason y yo estaba entre la idea de acercarme a él para salir o hablar con los otros, opté por la segunda.
- Mira Hyde baja el arma, viene con novedades de tu escape.- dije como si fuera una verdad absoluta.
- ¿Y tu que sabes? ni que te hubieras comunicado por telepatía. Esto no me agrada así que haz que hable o le vuelo la cabeza a tu ex.- dijo apuntando nervioso esta vez a la rubia.
- Conseguimos el vuelo y la absolución, solo tiene que salir y le daremos todos los papeles, un escolta hasta el aeropuerto y una maleta con ropa de Neiman esta esperando a su nombre con una azafata.- dijo Taylor lo bastante seguro como para que fuera verdad.
Hyde lo miro con suspicacia y después sonrió con arrogancia haciendo que se me helara la sangre. Algo me decía que no iba a terminar bien.
- Ok, bien...- dijo dejando esa pose arrogante. - Pero por que desaprovechar la oportunidad.- dijo volviendose de repente y disparando a Elena.
Tayor reacciono de la misma manera que yo, ambos sacamos las armas y disparamos a Jack quien nos devolvió el favor casi tan rápido que no sentí cuando me incrustó un par de balas entre mi brazo y mi costado izquierdo.
Casi en shock lo vi caer y cuando nos miramos con Taylor, fue que vi en sus ojos la sorpresa. Miré mi camisa y se estaba llenando de sangre mientras aún permanecía en shock y soltaba el arma de mis manos, haciendo que cayera al suelo en un ruido sordo.
Fin de flashback
Recuerdo que de repente tenia mas de tres hombres preguntándome cosas y que no podía mas que mirarlos confundido mientras a mi alrededor tenia un equipo entero de gente revisando los cadáveres de Jack Hyde y Elena Lincoln.
Mi esposa me mira con una expresión que no había visto en mucho tiempo. Una mezcla de emociones que atravesaban su mirada. Enojo, tristeza, compasión, alivio... amor.
- Eres un idiota impulsivo ¿Lo sabes? - dijo derramando solo una lágrima y mirando hacia otro lado.
- Y aún así me amas.- dije tirando de su mano y haciendo que dejara envolverse por mis brazos.
Su llanto no demoró en llegar haciendo que la apretara aún más a mi. No sabía por qué exactamente lloraba, pero lo intuía y simplemente sabía que ella necesitaba un abrazo y muchos cariños para que se le pasara, aunque esto iba a durar mucho, tal vez un par de semanas antes de volver a la normalidad.
Que bien sonaba eso.
Al fin estábamos libres del peso de nuestros pasados. No de una manera pacífica, esto había sido trágico porque se necesitaron cobrar muchas vidas, pero si eso aseguraba que mi mujer y mis hijos pudieran volver a ser felices y libres de crecer sin amenazas, entonces lo repetiría todo una y otra vez.
Casi al amanecer me dieron el alta, no quería que demoraran demasiado, pero las constantes revisiones y la insistencia de Ana en el hecho de que me revisaran a fondo, hicieron que la estadía en el hospital se alargara mas de lo necesario. Sin embargo ahora estaba cómodamente sentado en la parte de atrás de la camioneta de Taylor con mi hermosa y testaruda esposa quien me acariciaba suavemente mi mano unida a la de ella.
- Espero que los niños no se hayan levantado aún. - murmuré un poco grogui por los sedantes.
- Eso espero... aún tenemos esa conversación pendiente.- contestó cerrando sus ojos y fingiendo que no me estaba dando motivos para suspirar molesto.
- Te amo... aunque seas testaruda.- dije apretando el agarre de nuestras manos, y escuché su risita nerviosa antes de su contestación.
- Y yo te amo, aunque seas impulsivo y extremadamente controlador.- dijo antes de dejar un beso en mi hombro y cerrar los ojos.
Yo hice lo mismo, me perdí en el perfume de su cabello y sentí que la medicación y las horas despierto que me pasaban factura. Si bien no era un hombre que durmiera mucho, el sentirme en paz conmigo mismo y esa sensación de deber cumplido me hicieron cerrar los ojos y perderme en un sueño tranquilo, al menos hasta que llegamos a casa, donde me despertó mi esposa y no tardamos mucho en acabar en nuestra cama envueltos el uno en el otro.