"¿Vas a sentarte?" había preguntado pero YoonGi no sabía qué debía hacer. Quería seguir tocándolo, quería sostenerlo fuerte y besarlo, poseerlo en todos los sentidos y quería que NamJoon lo aceptara por completo... Pero Nam estaba algo drogado, quizás muy drogado como para analizar bien lo que estaba haciendo.
Una punzada en su pecho hizo que volteara a ver a ese chico con ojos dilatados, de rodillas, justo a sus pies, luciendo tan vulnerable, tan deseable que todo su cuerpo ardía con solo mirarlo.
Sin embargo, su estúpido corazón seguía sintiéndose inquieto. No podía obviar el hecho de que si SeokJin no hubiera puesto algo raro en su bebida, NamJoon nunca hubiera siquiera volteado a verlo de esa manera. Rayos, todo era culpa de Jin, si no hubiera venido con su licor, YoonGi no estaría en esa posición tan complicada... Seguiría lamentándose por la pérdida de lo que no posee, pero no estaría decidiendo continuar con algo que bien podría arruinar su amistad y de paso, gran parte de la vida de YoonGi.
-Creo que estás demasiado drogado - dijo, podía sentir como su corazón dolía - tan drogado que talvez ni siquiera recuerdes lo que acabas de hacer, Nam.
-Hyung, te dije que sé lo que estoy haciendo, no tienes que preocuparte por nada - dijo y lo vio intentar levantarse del suelo, sus pies parecían inestables y con temblorosas manos, se apoyó en sus muslos para levantarse de una vez por todas. YoonGi sintió fuego donde sus manos hacían contacto.
- No voy a hacerte daño - susurró al fin, se suponía que no debería continuar con eso, pero quizás esa sería su única oportunidad de tener a NamJoon al menos por unos instantes.
YoonGi se sentía tan patético en ese momento.
Nam no respondió y el rubio inhaló fuertemente cuando su adorado dongsaeng se colocó con muchísima precaución en su regazo. La vista casi hizo que se corriera, su miembro dolía y pedía ser aliviado, pero trataba de controlarse, de disfrutar un poco más de lo que no tendría en ninguna otra oportunidad. Suprimió los deseos de seguir masturbándose y centró su total atención en el cuerpo del menor.
NamJoon era simplemente imponente. Su delgado pero proporcionado torso pedía a gritos que YoonGi le quitara la ropa y sus ojos brillosos eran hermosos, aun si brillaran por el alcohol. Tragó grueso y se atrevió a soltar su miembro, cuando pensó que ya no se vendría en cualquier momento.
Su dongsaneg aún tenía toda su ropa y el rubio seguía con su entrepierna expuesta. Nam se acercó lo suficiente como para rozar solo un poco esa parte sensible en el mayor, tuvo que abrir un poco sus largas piernas pero al fin YoonGi sintió su delicioso trasero reposando en sus muslos.
Con manos temblorosas, YoonGi acarició los muslos de su amigo, subiendo lentamente y tragó grueso cuando por fin desabotonó el pantalón del menor. Podía notar lo duro que estaba NamJoon y se lamió los labios con anticipación a lo que encontraría detrás de las prendas. No era la primera vez que lo vería desnudo, pero definitivamente sería la primera vez que iba a ver directamente su erección. YoonGi quiso reír amargamente por lo pervertido que estaba siendo. Deseaba tocarlo, lamerlo, chupar cada parte de su cuerpo, quería tener la posibilidad de hundirse entre esas gloriosas piernas y demostrarle con todo su entusiasmo, simplemente cuanto le gustaba.
Con nerviosismo, dirigió sus manos hacia el menor, maldijo cuando sintió el miembro erecto del menor por fin en su mano y se deleitó con la reacción de su amigo al acariciarlo de arriba hacia abajo, con cautela. Amó verlo arrrugar sus cejas con los ojos cerrados y levantar ligeramente sus caderas, buscando más contacto.
YoonGi tuvo que controlarse y obviar la presión en su propio miembro, fuego lo recorría y sin analizarlo, acercó más a su dongsaeng, atrayéndolo de su camisa y besándole el cuello con necesidad. Su cuerpo entero sintió la cercanía del orgasmo a escasos segundos, se avergonzaba de ser tan débil, pero había deseado a NamJoon y con tanta necesidad, que con cada movimiento que hacía en la polla del menor , su propio orgasmo se volvía cada vez más inevitable.
Le encantó la sensación de su pesado pene en su mano, tocarlo de esa forma hacía que sintiera que iba a explotar en cualquier momento y cada ronco y delicioso gemido que soltaba el menor, hacía que su parte baja hormigueara y exigiera algo de atención. Sentía su propia polla estremecerse cada vez más con anticipación.
Mordió a Nam en la base del cuello, chupó y besó su piel con necesidad, su mano se movía con más intensidad en el miembro del chico, a medida que sentía que iba perdiendo el control sobre su propio cuerpo. Se estaba volviendo loco, solo deseaba tumbar al menor y poseerlo, quería follarlo como si fuese un animal y dolió pensar que quizá quería incluso hacer algo más que follar.
Sus pensamientos fueron a todas esas veces en las que dejó que el menor se fuera con alguien más, también a las veces en las que había tenido que apartar la mirada porque no soportaba verlo besarse con Jin, a las veces en las que se sentía como un traidor por verlo de esa manera...
Aceleró sus movimientos con cada doloroso recuerdo, queriendo hacer que Nam se sintiera bien. Con su otra mano, abrió los botones superiores de la camisa y pasó su lengua sobre un pezón, lamió y maltrató la zona hasta que estuvo ligeramente rosa.
Su trato era un tanto descuidado, demasiado desesperado porque deseaba poder poseerlo por completo, cada parte que le fuera permitida.
Se corrió duro y fuerte, cuando la grave voz de su dongsaeng dejó escapar otro ronco gemido por lo bajo, un pequeño sonido que llegó hasta su médula. Se agarró la polla y se masturbó rápidamente, deseando disfrutar hasta el último segundo de su orgasmo.
-Hyung - dijo inestable el menor - t-tócame más rápido - YoonGi obedeció al instante, volviendo a centar su atención en él y unos minutos después, lo sintió liberarse en su mano, mientras ahogaba un gruñido ronco.
YoonGi no podía más. Deseó con toda su fuerza, poder alzar su mano y chupar hasta la última gota de caliente semen desperdisiándose en su ropa, pero sabía que quizás el menor no lo tomaría tan bien. Era algo... íntimo, para él lo era porque joder, no lo hacía con cualquiera.
NamJoon respiraba con dificultad y YoonGi aun podía sentir espasmos recorrer su cuerpo. No le importó en lo absoluto que se hubiesen ensuciado pero no quería incomodar a NamJoon cuando despertara por completo y fue cuando volteó a ver hacia atrás del apetitoso cuerpo del menor, cuando recordó que Jin se encontraba en la habitación. Por un segundo, su corazón se detuvo al creer que Jin había sido testigo de un momento que no le pertenecía a él, mas respiró aliviado al ver que aun babeaba, acostado en una posición extraña.
Pegó su frente al pecho de NamJoon de nuevo y se permitió inhalar su aroma por unos segundos más. No tenía idea de cómo iba a reaccionar este cuando, conscientemente, recordara lo que hicieron y tenía tanto miedo que se apartó de él casi de inmediato.
-NamJoon, levántate - dijo e intentó sonar lo más normal posible - NamJoon, necesitamos limpiarnos.
El menor no respondió, se había quedado dormido, apoyado a él y YoonGi aprovechó para pasar sus manos por su torso y abrazarlo, manteniéndolo cerca por unos cuantos minutos. Volteó a ver alrededor, Jin y NamJoon dormían de lo borrachos que estaban, él estaba borracho también mas lo suficientemente cuerdo como para apartar con cuidado al menor y luego sentarlo en la silla de nuevo, con un poco de esfuerzo pues era más pesado que él. Con cautela, YoonGi consiguió algo para limpiarlos a ambos, tratando de no despertar a los presentes.
Se marchó del estudio, apagando todo y contemplando por última vez a su dongsaeng.
*
Estaba en la cafetería en la que trabajaba, no se había atrevido a esperar a que Nam llegara a la casa, así que se fue una hora más temprano al trabajo. Estaba algo ajetreado pues el café de la tarde estaba a pocos minutos y eso significaba un par de docenas de personas llegando cada 15 minutos hasta que fueran las 4:30 y comenzara a estar más calmado de nuevo.
-YoonGi - dijo su compañera - atiende esas mesas de allá, creo que no saben que la orden se pide en el mostrador.
-Está bien - respondió, alisó su uniforme y se acercó al grupo de ambas mesas, todos vestidos de ejecutivos y dando pinta de trabajar en uno de esos lujosos edificios de la cuadra - Buenas tardes, este es el menú - dijo dándoles un par por mesa - les informo que usualmente la orden se pide en el mostrador, pero hoy puedo tomarla desde aquí cuando estén listos.
-No lo sabíamos, espero que nos disculpen - dijo una señora sonriendo - lo llamamos cuando estemos listos. YoonGi asintió y dio una pequeña reverencia antes de alejarse.
-¿Min YoonGi hyung? - dijo alguien jalando la manga de su camisa.
-¿¡Qué rayos haces aquí!? - respondió más que sorprendido e inmediatamente quiso darle un abrazo al tipo. Mierda, ¡tenía años de no verlo! ¿Qué estaba haciendo ahí? ¿Qué hacía vestido así? ¿Cómo era posible?
-Estoy trabajando, recién inicié este mes - dijo sonriendo, parecía igual de sorprendido que él - ¿y tú, hyung ? ¿Qué haces por estos rumbos? Nunca te había visto aquí,
-Bueno, eso de ser famoso se lleva su tiempo - el chico con quien charlaba, solía ser muy cercano a YoonGi y sabía sobre sus deseos de dedicarse por completo a la música - por mientras, trabajo en esta cafetería, ya llevo unos meses.
- Ya veo y oye, ¿a qué hora sales? Se supone que salgo a las 6, ¿por qué no vamos a tomarnos algo luego?
-Tendría que ser más tarde, mi turno termina a las 7.
-No hay problema! Trabajo a dos cuadras de aquí, ¿mejor paso por ti, no?
-¡Está bien! Pero que no se te ocurra llegar tarde - dijo sonriendo y luego de intercambiar unas palabras más, el chico volvió a sentarse en la mesa con los demás.
YoonGi, por su lado, no podía creer que justo se lo encontrara en el trabajo. La última vez que lo vio, YoonGi aún asistía al colegio. Por un momento, el rubio dejó de agobiarse con la posible reacción de NamJoon al llegar a la casa y se permitió pensar y recordar su vida en Daegu. Parecía una vida muy lejana y diferente, pero de pronto, llegaba alguien conocido y se daba cuenta que en realidad esa otra vida, aún estaba a la vuelta de la esquina.
La tarde estuvo ajetreada pero a partir de las 6 p.m., los clientes comenzaron a llegar en menor cantidad y YoonGi agradeció mentalmente que a su jefe no le diera por dejarlo tiempo extra trabajando. A las 7:07 iba saliendo del local y a esa hora, veía venir al chico.
Caminaron un poco por la cuadra, comentando tonterías irrelevantes por unos minutos antes de llegar a un bar.
-Hyung , te ves tan diferente - comentó el chico luego de beber un fuerte trago.
- Tú también estás muy diferente, Kim, en qué momento te volviste más alto? - YoonGi tomó otro trago también. Recordaba a su dongsaeng unos varios centímetros más chico, algo más gordito y muchísimo menos formal.
-Bueno, han pasado más de 2 años desde que nos vimos. ¿De rubio? - dijo, tomando un mechón de su cabello - De todo lo que pensé harías, debo admitir que nunca pensé que te vería usar algo así, eh,
-¿O sea, que estás burlándote? Ya no hay respeto, esta generación cada vez más igualada - comentó divertido, Taehyung y él tenían años de conocerse y se trataban de manera informal. Con él no parecía que hubiera pasado pero ni un día desde que se vieron por última vez.
- No me burlo, es más, nunca dije que te veías mal, solo comenté que te veías distinto. Pero dime, ¿qué has hecho este tiempo?
-Más te vale - YoonGi tomó otro trago, la verdad era que su resaca no estaba curada del todo y no debería buscarse otra borrachera, pero la situación lo ameritaba - y pues, tratar de conseguir algo. He estado presentándome en algunos eventos nada conocidos y en los que ni siquiera me pagan y pues, acabo de sacar un álbum junto a un amigo.
-¿¡Hyung!? - Taehyung casi gritó de emoción - ¡Eso es genial!! Eso es lo primero que tuviste que haberme dicho! ¿Pero cómo hiciste? ¿Cuándo lo hicieron?
- Taehyung, baja la voz! Pues, tenemos un estudio no muy lejos de aquí y hemos estado trabajando juntos desde hace un tiempo. Lo liberamos hace muy poco - comentó, de repente recordando a NamJoon - es un chico talentoso, Taehyung, tienes que conocerlo algún día.
-Pues debe serlo, de otra manera, no hubieras trabajado con él. Joder, hyung, no puede creerlo... Felicidades - dijo con una amplia sonrisa - dime, ¿cómo se llama el álbum?
-Se llama Insulin.
-In...su...lin - dijo tecleando - wooo, hyung, ¿en serio de puesto 14??
-¿ Qué? - YoonGi prácticamente le arrebató el celular al chico y su corazón se llenó de sorpresa y orgullo al ver que ya habían vendido 10,000 copias. ¿Qué le pasaba al mundo? Jamás imaginó que lograrían llegar a esa cifra tan rápido!
-Taehyung, ayer cuando me fijé, decía 4,000... ¿Crees que esos charts sean confiables?
-¡Por supuesto que lo son! Hyung, me siento ta contento por ti, es más, voy comprándolo de una! - YoonGi solo rió y siguió bebiendo con su amigo de Daegu, por un rato más.
Habían pasado dos años pero YoonGi no se sentía cohibido con él en absoluto. Era como si el tiempo no hubiese realmente pasado. Él ahora tenía 20 y su amigo 18 cumplidos hace pocos meses, pero aun parecían los chiquillos de antes. YoonGi no lo sabía, pero la presencia de Kim Taehyung había hecho que una parte de sí se sintiera revitalizado de nuevo.
Luego de unos tragos más y de aceptar el hecho de que mañana debían trabajar, ambos chicos se despidieron después de intercambiar números telefónicos.
YoonGi caminó despacio la distancia hasta su casa, miró el reloj y decía que eran pasadas las 10 de la noche. Los nervios volvieron a hacerse cargo de sí, ahora tendría que enfrentar la reacción de NamJoon y muy a su pesar, sabía que no estaba preparado. Lo que había vivido con el menor, lo había dejado por completo desconcertado, incluso al despertar, se cuestionó si todo lo vivido fue real o si quizás, estaba tan estúpidamente frustrado, que imaginó todo lo que hicieron.
El rubio ahora estaba angustiado, tenía miedo de que NamJoon lo acusara de haberse aprovechado porque estaba tomado o que le dijera que se arrepentía y que le daba asco que YoonGi se creyera su amigo, aun teniendo esos pensamientos sobre él.
"No hubiese sido tan mala idea, seguir bebiendo con Kim" razonó cobardemente cuando por fin abría el pestillo de su casa. Todo estaba en silencio y apagado, con el corazón en la mano, caminó por la pequeña sala y llegó al cuarto. Se tensó al ver el cuerpo de NamJoon reposando con total ignorancia del dilema que cargaba consigo; tragó grueso y se dijo mil veces que soportaría todo lo que tuviera que decirle NamJoon.
YoonGi sufría y aunque no se arrepentía, hubiese deseado que las cosas pasaran en otras circunstancias, talvez en una que incluyera a NamJoon totalmente consciente.
Se dirigió al baño y luego de darse una ducha totalmente nervioso, decidió por fin, enfrentar lo que sea que fuera a decirle su amigo.
-¿Viste el álbum? - preguntó secándose el cabello con una toalla blanca. Quiso ilusionarse y pensar que Nam no lo había escuchado.
-Hyung, escúchame bien - dijo serio, el corazón del rubio comenzó a doler de repente. Nam iba a dejarlo.
-¿Qué sucede?
-Estas podrían ser las últimas palabras que escuches de mí... Tengo una gripe que bien podría matarme, busca a mi familia y te dejo los derechos del álbum - dijo en una sobreactuación que hizo que el rubio respirara de nuevo. Nam estaba envuelto de pies a cabeza, solo su rostro era visible.
-Joder, pensé que me dirías...
-¿Que te diría qué? Hyung, estoy muriendo aquí, ten más compasión.
- Nada, una tontería... vamos, deja de ser tan suave, apuesto a que solo te duele la cabeza y tienes mocos.
- Y tengo tos, no olvides la tos - YoonGi sonrió nervioso, cada que lo veía recordada lo bien que se había sentido la noche anterior y luchó por no sonrojarse - ¿qué decías del álbum?
-¿Viste que hemos vendido 10,000 ?
-¿¡Qué!? - NamJoon se sentó de inmediato - no bromees así, hyung.
-NamJoon, no bromeo, hace un rato me fijé y decía que estábamos en el puesto 14... Joder, yo tampoco podía creermelo. Vamos, fíjate por ti mismo - sus manos temblaron al pasarle el celular con la información. Aunque estaba emocionado por lo del álbum, YoonGi no paraba de pensar en por qué Nam actuaba tan... "normal".
-Somos unos hijos de puta - dijo su dongsaeng, constatando que decía la verdad - o sea que lo de anoche fue mentira? -YoonGi se tensó al instante.
-¿Qué... De qué hablas?
-Soñé que vendíamos 4,000 copias, pero hoy hay 10 mil.... No pudimos haber avanzado tanto en un día!
-Cierto, hablas de eso... yo... yo no lo sé, no sé qué pasó, estaba tan sorprendido como tú - YoonGi se las ingenió para permanecer estable y fingir que su corazón no estaba latiendo tan de prisa, pero el cabello alborotado y las mejillas rojas por la posible fiebre de su amigo, no lo ayudaban demasiado.
-Hablaré con Jin, él debe haber hecho algo - inmediatamente se puso a llamarlo y YoonGi solo se quedó ahí, sentado en su cama, viendo a Nam hablar tan emocionado con Jin.
Comenzaba a sentirse mal... NamJoon, él ni siquiera recordaba lo que habían hecho y ahora no sabía si eso debería alegrarlo o deprimirlo.
Suspiró y se acomodó en su cama, quiso voltearse e ignorar la conversación de Nam, pero se veía tan adorable con sus hoyuelos pronunciados, que ignoró el dolor y se quedó dormido contemplándolo, tan ajeno a lo que él estaba pensando y sintiendo.
*
Una semana después, YoonGi y NamJoon conversaban con Jin, este les había comentado de una propuesta de entrevista en la radio. No les cobrarían y mucho menos, les pagarían para estar en el programa, pero la emisora era toda una sensación entre los jóvenes y por ende, una oportunidad de llegar a más personas.
Sus ventas alcanzaban las 16,000 copias y eso, aunque para otros significara una burla luego de haber sido liberado hace unas semanas, para unos novatos sin empresa alguna que los respaldara, era todo un logro.
-¿Cuándo sería la entrevista?
-Mañana a la 1:30 de la tarde - dijo Jin.
-Mañana trabajo - comentó Nam y YoonGi también asintió - pero supongo que esto lo vale, ¿qué dices tú, hyung?
-Creo que van a echarme del trabajo si digo que necesito un permiso - respondió y no mentía - pero no quiero trabajar en la cafetería toda la vida, así que voy a ir aunque no me den el jodido permiso.
-Ese es mi hyung! - comentó NamJoon más que emocionado y YoonGi intentó no sonrojarse.
-Bueno, entonces voy a confirmar con mi amiga, pero chicos, en serio no pueden ausentarse... Miren que es a mí al que dejarían en mal - advirtió, por primera vez YoonGi pensó que Jin se comportaba como un mayor.
-No te preocupes, mi palabra vale más que cualquier contrato - comentó YoonGi, deseaba no perder su trabajo pero él vivía para la música y habían cosas que debían ser sacrificadas.
- La mía vale la mitad de un contrato, pero YoonGi hyung me respalda - dijo Nam y Jin sonrió ampliamente, YoonGi también lo hizo.
-Vale, entonces creo que ya he aclarado las dudas, mis fans no paran de preguntarme quiénes son ustedes y de dónde los conocí... ¿Qué debería responder?
-La verdad.
-No voy a decir que uno de los chicos me deja chupetes en partes no aptas para el público cada que puede, ¿acaso quieres que me odien? - Nam y Jin rieron como tontos y YoonGi se decía a sí mismo que no debía ser tan estúpidamente intenso con todo eso... Nam se follababa a Jin y él lo sabía, no habían razones para escandalizarse, se repetía que no habían razones para hacer de eso un gran lío.
-No seas tonto - dijo Yoongi, dando su mayor sonrisa - solo di que nos conocimos en un bar o que tenemos un conocido en común o algo así, Jin, ellas de todos modos van a creerte.
-Hyung tiene razón.
-Está bien y saben, creo que sería buena idea que nos tomáramos unas selfie un día de estos, el público prácticamente no los conoce.
-¿Por qué te importa tanto? - cuestionó YoonGi, apreciaba que Jin se mostrara tan activo pero él no ganaba nada en esto... Entonces, ¿por qué se empeñaba? - es decir, estás siempre tan emocionado. Sabes que no tenemos dónde caer muertos,¿cierto? No podemos pagarte.
- Hyung, no seas grosero - intervino NamJoon.
-No es grosero, es más, me pregunté cuando me lo cuestionarían - respondió con su siempre buen semblante, SeokJin - es solo que me emociona ver hasta dónde llegarán, ya sabes ese dicho, ver crecer a alguien es mejor que llegar cuando ya es gigante.
-Nunca en mi puta vida, había escuchado eso - dijo Nam - pero creo que te entiendo... Gracias, Jin - este sonrió y YoonGi no supo que más decir así que en su lugar, asintió.
-Bueno, mañana tengo una sesión de fotos y debo estar de pie a las 4 de la mañana, me encantaría quedarme más tiempo con ustedes pero tengo que irme - dijo viendo el reloj.
-No te preocupes - dijo el menor - gracias por venir hasta acá para explicarnos lo de la entrevista.
-Gracias - dijo YoonGi. Jin le dio un beso corto a Nam en los labios y sonrió alegremente hacia YoonGi.
Cuando el rubio por fin se fue, YoonGi se puso a trabajar en nuevo material y NamJoon, poco después, fue a conseguirles algo de comer.
El dinero de las ventas aun no se podía ver reflejado en sus bolsillos, tenían algunas deudas y también tenían planeado hacer una presentación pequeña, algo que les ayudara a introducir el nuevo album y para eso, necesitaban bastante dinero. Aun así, YoonGi y NamJoon estaban más que contentos, 16,000 copias eran más de lo que habían soñado para su debut.
En cuanto a lo que había sucedido entre ambos, NamJoon parecía haberlo olvidado. Se comportaba de lo más normal con YoonGi, nada en él había cambiado, mas el rubio seguía recordándolo. No era como si pudiera siquiera intentar olvidarlo, le gustaba NamJoon... más que solo gustarle, lo que sentía por Nam era una mezcla de deseo, gusto, necesidad y amor... después de todo, él era su amigo y YoonGi lo amaba como amistad, aun cuando a veces sintiera que no era solo por eso.
A la mañana siguiente, NamJoon se levantó más temprano y preparó un delicioso desayuno estilo americano para él y su hyung; algo le hacía pensar que necesitarían energías para sobrellevar lo que les esperaba más adelante. Esa sería su primera entrevista y debían llegar a las 12:45 para conocer un poco el tipo de preguntas que se harían y para que les fueran presentados los locutores que los atenderían.
Nam consiguió que su jefe le diera parte de la tarde libre. Él solía ser muy responsable y nunca faltaba a trabajar, aún cuando estuviera muriéndose de resaca. Según Jin, la entrevista duraría una media hora como máximo, más unos 20 o 30 minutos que pudieran tener de atraso, eso le daba un permiso de 2:30, luego tendría que volver y cumplir con las labores asignadas.
NamJoon había estado mensajeando a su hyung, pero este no le había contestado ni un solo mensaje y eso comenzaba a ponerlo nervioso. Sabía lo quisquilloso que solía ser el jefe de su amigo, así que la posibilidad de que su hyung perdiera el trabajo, no resultaba tan exagerada. YoonGi era responsable y trabajador, ya tenía basta experiencia laboral, pues siempre trabajó con su padre y desde hacía dos años que trabajaba a tiempo completo. Quizás, con suerte, podría encontrar algo pronto.
"Hyung, sí me dieron permiso. Creo que deberíamos llegar juntos a la entrevista, así que avísame apenas puedas" decía el mensaje que había enviado de último, ya eran las 11:40 y su amigo no daba señales de vida. NamJoon tendría que trabajar hasta las 12 y su trabajo quedaba un poco alejado del de YoonGi, así que aunque ganas no le faltaban, no podía ir a recogerlo para irsen juntos.
YoonGi no decía nada y no actuaba de manera extraña, pero Nam había notado algo que no terminaba de entender en su hyung. Este se comportaba normal, bromeaba, lo regañaba y lo consentía como siempre, pero comenzaba a pensar que su hyung estaba ocultándole algo. Al principio, YoonGi era muy reservado con él, pero habían llegado a un punto donde no habían secretos entre ambos... La posibilidad de que ahora su hyung estuviera ocultando algo, hacía que el menor se sintiera incómodo.
Quería preguntarle qué le sucedía pero no tenía nada qué reclamar... el rubio actuaba como siempre, era algo que simplemente sentía.
Llegó a la emisora 10 minutos antes de lo acordado y vio a YoonGi sentado en un sillón en la recepción, corrió hasta él y tenía planeado regañarlo por no contestar pero algo en su semblante le dijo que no era el momento adecuado.
-Hyung... ¿estás bien?
-Claro! ¿Entramos?
-Vamos - dijo sonriendo, YoonGi correspondió la sonrisa y con nerviosismo, se acercaron a la recepcionista.
*
-No puedo creer que dos personas hayan llamado para felicitarnos! - decía NamJoon.
La entrevista había ido más que bien, les hicieron unas cuantas preguntas con respecto a sus vidas privadas y con respecto, principalmente al álbum. Este contenía 10 canciones y 8 habían sido escritas y producidas por ambos, las restantes dos correspondían a una de NamJoon y otra de YoonGi.
School of Tears* había sido muy bien aceptada entre el público y muchas personas pedían conocerlos. Ellos no estaban del todo convencidos de hacerlo de una vez por todas, pues les gustaba la parte de mantener un perfil bajo.
-Es increíble que alguien haya tomado parte de su tiempo para llamar y felicitar al aire a un par de chicos que ni siquiera conoce - respondió el rubio.
-Hyung, ¿qué opinas del selfie que mencionó Jin? ¿Prefieres hacerlo de manera más "formal" o esa está bien? Leí en los comentarios que la gente quiere verte.
-No te hagas el modesto que bien que leí que más de uno quería comerte la boca! "Es tan sexy", "qué masculino que se ve", "me encanta su voz" - dijo YoonGi divertido.
- Es inevitable, tengo ese efecto en las personas - dijo socarrón.
- Lo que te sobra es ego y no sé, podríamos subir una foto tuya y mía en la cuenta oficial y ya después que Jin la suba con nosotros, ¿no?
-Me parece buena la idea, y ¿qué te dijo el organizador del otro día?
- Que el alquiler del lugar era algo costoso, también tenemos que pagarle a la plataforma de tickets y al personal de seguridad. Es jodidamente caro un evento tan pequeño, pero tenemos que hacerlo lo más pronto posible.
-Mierda y ¿cuándo quieres hacerlo?
-NamJoon, creo que se te olvida que esto nos compete a ambos, esto es tan tuyo como mío... Sé que siempre organizo todo, pero quisiera que esta vez lo hiciéramos juntos, ¿no?
-Me haces sentir como un vago explotador de flacos rubios.
-Eres un explotador, solo busqué palabras suaves - dijo burlón - ya en serio, quiero que te involucres porque estamos juntos en esto, ¿entiendes? - YoonGi le sonrió y no pudo evitar sonreír también.
- Por supuesto, puedes contar con mi arduo trabajo para todo lo que desees.
-Ahora te paso los correos que hemos intercambiado, ¿tienes que ir a trabajar?
-Sí, me dieron chance por dos horas y media, nada más ¿y tú?
-Me dijo que si me iba, no volviera nunca más, así que si me preguntas, sí, tengo la tarde libre.
-¡Hyung! - dijo NamJoon sorprendido, sabía que algo andaba mal desde que lo vio - ese es un hijo de puta, espero que no le des el gusto y le cobres lo que te debe.
-Por supuesto que voy a cobrárselo, bastante que me explotó por un mísero sueldo. Saqué la cuenta y he trabajado más de 100 horas extra sin pago alguno pero dado que nunca las cobré, no puedo hacer nada por eso. Aún así, debe pagarme la liquidación**
-Me parece lo más sensato. Tan fina la cafetería y tan tacaño que es ese viejo.
-Pero no voy a quedarme de brazos cruzados, mañana mismo me pongo a buscar algo. Tengo dinero para pagar la casa, así que por eso no te preocupes.
-Min YoonGi hyung! - dijo Nam deteniéndose, habían salido de muchas cosas juntos y su hyung no tenía el derecho de sentirse una carga ahora - ¿se te olvida que me diste de comer como por dos meses porque nadie me daba trabajo por ser menor de edad?¿Cómo se te ocurre que voy a preocuparme por eso? lo que tengo es tuyo también! Ese es nuestro hogar... Trabajes o no trabajes, es nuestro hogar.
Su hyung no volteó a verlo, en su lugar, este volteó hacia otro lado, lo vio sonrojarse y casi nunca veía a YoonGi sonrojado. "¿Lo he avergonzado?" pensó inquieto y quiso hacerle saber a a su amigo que no había nada de lo qué avergonzarse. Atrajo a su hyung a su pecho y le acarició la espalda, él no hizo ningún movimiento, no lo abrazo de vuelta.
Tomó su barbilla con algo de inquietud pues después de todo, era su hyung y no debía tomarse tantas atribuciones, si tomaba en cuenta la personalidad del rubio. YoonGi estaba sonrojado y quizás, algo sorprendido, cuando se miraron fijamente. NamJoon no fue consciente de su mano anclada a la cintura del mayor.
-Eres mi mejor amigo, ¿entiendes? - "Por qué eso no parece hacerlo sonreír?" se preguntó, pues parecía que YoonGi ahora estaba más serio.
-Lo sé, eres mi mejor amigo.
-Vamos a salir de esto y estoy seguro de que vas a conseguir algo. Por ahora, debemos concentrarnos en el evento y en nada más, ¿estás de acuerdo?
-Lo estoy, voy a organizar todo y ¿sabes qué? No te preocupes demasiado, voy a consultarte todo pero no te estreses.
-No te estreses tú tampoco, te conozco, si fuera por ti, ya mismo estarías consultando la oferta de empleo... Date tiempo hasta después del evento y así descansas, has trabajado muy duro y no te quejas... No es la mejor circunstancia, eso lo sé... Pero al menos podrás tener una breve pausa.
-Es que no me entiendes, NamJoon - dijo, por fin apartándose y NamJoon ahora fue consciente de lo cerca que habían estado - sé que no te importa ayudarme con eso este tiempo, pero no puedo evitar sentirme mal... Soy tu hyung, yo debería estar cuidándote a ti y no al revés.
-Bueno, siempre puedes cuidarme de otras maneras.
- Sí, pero no es lo mismo, es que no...
-¡Claro que es lo mismo! Mira, vamos a organizar el evento, luego vas a buscar trabajo y mientras dejas de estresarte tanto... Yo... Te he notado algo extraño estos días y no tengo una idea de qué pueda estar pasando. Siempre me tendrás para cualquier cosa que necesites, ¿lo sabes, verdad? Eres mi hyung y ese hijo de puta puede meterse el trabajo por sus partes más profundas.
- No está pasando nada, no tienes de qué preocuparte. Creo que solo ha sido el estrés del álbum y eso, no es nada importante.
Ambos siguieron caminando, acordando tácitamente, que su hyung iba a irlo a dejar al trabajo. Cuando estuvieron al frente del local, se despidieron como tres veces antes de que se dijeran que si no se separaban, el próximo desempleado sería NamJoon.
YoonGi se devolvió caminando hasta la casa, quería darse una ducha y tomarse algo para el dolor de cabeza que había tenido desde el medio día. Lamentaba la pérdida del trabajo, sabía que sería algo difícil conseguir trabajo a mediados de abril, pero intentaría cuantas veces fuese necesario.
Su cuerpo se sentía cansado. Confirmó que Nam no recordaba en lo absoluto, lo que había pasado y quizás ya era hora de intentar olvidarlo también.
Mentía. No podría olvidarlo, en lugar de disminuir un poco su deseo por NamJoon, este había aumentado de manera exponencial. Le costaba comportarse como siempre y en más de una ocasión deseó preguntarle por lo que pasó esa noche... Pero eso... No era posible, cierto?
"Hola, Hyung! Te parece si nos vemos en el bar del otro día?"
Kim Taehyung, hoy a las 3:54 p.m.
*
*
*
Mink Bangtan
*Sé que School of tears no totalmente original de Bangtan, pero en la historia sí lo es. Las fechas y eventos están mezclados. También, las cifras de los charts no necesariamente calzan con la realidad.
** Supongo que pasa igual, pero voy a mencionarlo por si no saben qué es. Cuando alguien te despide, al menos en mi país, debe pagarte la liquidación, que es un cierto porcentaje de dinero por el tiempo que hayas trabajado, es un derecho del trabajador y un deber del patrono. También debe pagarte el porcentaje del aguinaldo que te corresponda.