Eliza llevaba un rato buscando a Alycia, habían quedado hacía mucho rato y la chica no había aparecido. El miedo se apoderó del cuerpo de Eliza, ¿las habrían descubierto? Siempre vivían con ese miedo pero no se podían negar lo que sentían, aunque en la sociedad en la que vivían no les quedaba más remedio que esconderlo. Habían crecido juntas, disfrutando de una hermosa amistad, pero con el paso de los años esa amistad se había convertido en mucho más, se amaban, lo tenían muy claro, pero también sabían que en la época que vivían que dos personas del mismo sexo estuvieran juntas era un pecado enorme para los demás. Así que no les quedaba más remedio que esconder su amor y aunque ambas estaban casadas, solo eran felices estando juntas, así que aprovechaban cualquier momento disponible para disfrutar la una de la otra. La gente del pueblo siempre las veía juntas pero como lo habían hecho desde siempre, desde pequeñas, así que no sospechaban nada, pensaban simplemente que tenían una bonita y eterna amistad, puede que alguien sospechara algo pero ellas siempre tenían cuidado de no mostrar nada más que amistad cuando estaban en público, el resto se lo guardaban cuando podían disfrutar a solas un rato.
Eliza estuvo buscando a Alycia por los lugares donde solían quedar para terminar en las afueras del pueblo, en un acantilado con magnificas vistas donde muchas veces iban a hablar porque les gustaba el sitio. Cuando llegó se quedó petrificada, no podía moverse, solo pensaba que lo que estaban viendo sus ojos no era real, no podía serlo. Después de unos segundos reaccionó:
- ¡Alycia! - Gritó Eliza.
Alycia no contestó. Eliza se arrodillo a su lado. Alycia estaba llena de heridas, moratones y estaba inconsciente, Eliza se dio cuenta de que Alycia tenía una importante herida en el abdomen que no paraba de sangrar, Eliza intentaba tapar la hemorragia y despertarla sin éxito, las lágrimas caían sin pausa de los ojos de Eliza. Al cabo de un par de minutos Alycia reaccionó y abrió sus hermosos ojos verdes, intentaba hablar pero no conseguía decir nada.
- Tranquila Aycia, no hables, te vas a poner bien - decía Eliza aunque sin mucha convicción en su voz.
- Lo... lo... lo sa...ben Eliza - consiguió decir Alycia con mucho esfuerzo.
- Tranquila, todo saldrá bien - intentaba tranquilizarla Eliza, pero ni siquiera ella estaba muy convencida de lo que decía. - Estoy contigo, siempre estaré contigo, eres mi vida, te vas a poner bien.
- No me mientas Eliza, me muero - dijo Alycia de forma entrecortada ya que le costaba horrores respirar.
- Aly no digas eso, te vas a poner bien, estaremos bien - Decía Eliza aunque no sabía si se lo decía a Alycia o a ella misma.
- Eli quédate conmigo.
- Ssshhh estoy aquí, no me voy a ningún lado, siempre estaremos juntas ¿recuerdas? - Alycia asintió - estoy aquí, estoy aquí, estoy aquí - no paraba de repetir Eliza mientras acariciaba tiernamente el pelo de Alycia. Ninguna de las dos podía evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos, sabían que el final estaba cerca y solo pensar en separarse, en no volverse a ver, las estaba matando.
- ¡Deprabadas! - Matt, el marido de Alycia había aparecido de repente asuntando a ambas chicas.
- ¿Qué le has hecho cabrón? - Le soltó Eliza a Matt con ira.
- ¿Qué que le he hecho? Pues lo que tenía que hacer, acabar con esto de una puta vez, sois asquerosas, si no la he matado es porque quería que la perdieras en tus brazos, no hay nada peor ¿no? - Le dijo Matt a Eliza muy fríamente.
Detrás de Matt se encontraba Tom, el marido de Eliza. Eliza se fijó que ambos tenían la cara y la mirada llena de odio, después de muchas sospechas por fin habían descubierto que sus mujeres tenían una relación.
- ¡Dais asco, deberías morir, morir sufriendo! - Dijo Tom.
- ¡Nos habéis engañado, engañado a Dios y el pecado que habéis cometido solo merece el infierno más horroroso que os podáis imaginar! - Dijo Matt.
Ambos no dejaban de insultar a las chicas, les decían de todo, estaban tan encolerizados que no se dieron cuenta de que Alycia cada vez estaba más débil. Pero Eliza, que solo tenía ojos para Alycia, si que se dio cuenta.
- Alycia tranquila, estoy contigo. - Le dijo Eliza muy bajito, pero los otros dos no se enteraron, seguían insultado y maltratando verbalmente a las chicas.
- Eliza ya no puedo más. - dijo Alycia casi sin voz.
- Alycia no te vayas, yo solo quiero estar contigo, si tú no estás yo tampoco quiero estar aquí.
- Eli te... te... amo, siempre... estaré contigo. - Dijo Alycia cerrando los ojos.
- ¡No Aly, no! ¡No te vayas, quédate conmigo! - El grito desgarrador de Eliza llamó la atención de Matt y Tom que no se habían dado cuenta del intercambio de palabras entre las chicas hasta ese momento.
- No te preocupes Eliza, podemos hacerte lo mismo que le hemos hecho a ella, aunque a lo mejor deberíamos dejarte vivir para que sufras por su pérdida le resto de tu miserable vida, porque será muy miserable, tenlo por seguro. - Dijo muy cabreado su marido.
La vida de Alycia se escapaba por momentos, el final estaba cerca y Eliza lo notaba. Agarro a su alma gemela, la abrazo y la acuno entre sus brazos. En ese momento Alycia volvió a abrir sus ojos encontrándose con esos ojos azules que tanto le gustaban, aunque en esos momentos estaban empañados de lágrimas que caían por las mejillas de su amor.
- Aly estoy contigo, todo va a salir bien, vamos a estar juntas, aunque no sea en esta vida estoy segura de que siempre te encontraré, y podremos disfrutar de una vida juntas sin que nada ni nadie nos lo impida. - Le dijo Eliza mirando esos ojos verdes que desde pequeña la habían acompañado e ignorando a los dos chicos que las estaban insultando. Cogió a Alycia en brazos acercándose al acantilado. - No pienso quedarme en esta mierda de mundo si tú no estás.
- ¿Que te crees que estás haciendo? - dijo Tom viendo que su mujer se acercaba peligrosamente al borde del acantilado.
Eliza le dirigió a su marido y a Matt una mirada llena de odio y simplemente dijo - Me voy con el amor de mi vida, con mi alma gemela. Sé que seré feliz con ella en otra vida, espero que vosotros no lo seáis, ni en esta ni, en otra vida, no os lo merecéis.
Dicho esto Eliza se acerco al borde del acantilado, Alycia la miraba a los ojos y Eliza con una mirada llena de amor le dijo - Hasta que nos volvamos a encontrar mi amor, se que lo haremos - Y dicho esto le dio un tierno beso y saltó con Alycia en brazos por el acantilado, muriendo ambas a la vez.
NOTA: Hola a todos, no me matéis todavía o os perderéis una bonita historia (no necesito abuela, jaja). Este FIC es Clexa y como bien podéis ver por el momento no han salido así que no os desesperéis.
Es mi primer fic y espero que os guste! :)