Un grito desgarrador inundó sus oídos. Se despertó sobresaltado, aquel lamento aun hacía eco en su cabeza. Una y otra vez. Y con la esperanza de que solo hubiese sido una simple pesadilla, se incorporó sobre el frío y delgado colchón.
Le tomo unos segundos reconocer la habitación, todo estaba a oscuras, por lo que dedujo que había dormido más de la cuenta. Un resplandor tenue se hacía paso por la ventana que daba hacia la parte trasera del edificio. Se incorporó, obligando a su cuerpo a desperezarse en el proceso y se acercó hasta la ventana para observar de dónde provenía aquel fulgor.
Lo que estaba sucediendo allí fuera logro helarle la sangre. Trago duro sin dejar de observar a aquel hombre. Yacía en el suelo, cerca del último muro que dividía al pabellón A, envuelto en una llamarada de fuego.
Sus gritos y suplicas porque alguien lo ayudara no cesaban. Sin poder evitarlo, los vidrios de la ventana comenzaron a vibrar levemente. Podía intentar bajar, pero el recorrido hasta el campo le tomaría tiempo, aquel hombre no iba a sobrevivir mucho más.
─ Déjalo Harry. No es asunto tuyo.
La voz de Niall logró sobresaltarlo, giró para notar como el mutante se incorporaba del suelo, dejaba a un lado algunas cajas y se paraba junto a él, observando en dirección a aquel hombre.
─ Mira allí ─ 76 señaló con su mano hacia la derecha.
A pocos metros, recargado en el muro, se encontraba un joven; quizás de su misma edad, observando pacientemente como aquel hombre estaba muriendo calcinado.
─ Porque esta allí como si disfrutase del show ¿Acaso no piensa ayudarle?
─ No, porque ha sido él ─ respondió con normalidad 76. Recibiendo una mirada de confusión por parte de Harry ─ Es 28. Y créeme odia a cualquier servidor de BW-01, supongo que tiene sus motivos.
Los gritos al fin cesaron. El hombre había muerto.
─ ¿28? Su número es muy bajo, ¿Lleva tanto tiempo en este lugar? ─ preguntó sin apartar la mirada de aquel mutante.
─ Si, su nombre es Louis Tomlinson ─ sus palabras se perdieron ligeramente entre un bostezo ─ Aunque podemos continuar con nuestra interesante charla después. Al fin es de noche y tengo cosas de que ocuparme ─ dijo aquello mientras comenzaba a vestirse. Se colocó su chaqueta y capucha.
Harry siquiera presta atención a las palabras de Niall, sólo siguió con su mirada a Louis que se marchaba de aquel lugar. Caminaba con calma, como si lo de hace tan sólo un momento jamás hubiese sucedido. Como si no hubiese terminado con la vida de una persona.
Y cuando Harry creyó que Louis ingresaría al edificio. Se detuvo.
Volteo deliberadamente y elevó la mirada hacia su dirección. Como si supiese que alguien estaba allí, en la ventana, observándolo.
Se sobresaltó ahogando un grito en su garganta y retrocedió inconscientemente. Chocó algunas cajas y con torpeza tomó asiento en la cama. Sintiendo un escalofrió recorrer su espalda cuando la simple idea de que lo hubiese notado invadió su mente. Aquello no era posible, se encontraba en el tercer piso del edificio. Y la habitación estaba completamente a oscuras.
─ ¿Qué te sucede? ─ pregunta Niall, cargando entre sus brazos una caja y caminando hacia la puerta.
─ Ese mutante
76 lo mira extrañado, acomodando mejor la caja sobre un costado de su cadera y sujetando el picaporte dispuesto a dejarlo allí.
─ Espera ─ se adelanto Styles, buscando su chaqueta y corriendo hacia 76 ─ Voy contigo.
─ No. Te quedaras aquí y descansaras como cada nuevo mutante que ingresa al Pabellón ─ Niall le dedico una sonrisa forzada e intento abrir la puerta, logrando que Styles casi se tirara sobre él para bloquearle la salida.
Harry no estaba dispuesto a quedarse sólo en esa habitación en su primer día allí, y mucho menos ahora que un mutante como 28 había decidido mirar hacia su ventana como si fuese el siguiente en morir calcinado.
─ Puedo ayudarte en lo que necesitas. ¿Recuerdas? Telequinesis.
Niall entrecerró los ojos por un momento ─ Bien ─ concluyó, moviendo a 120 y saliendo de la habitación.
Harry no creía en las casualidades, pero mientras seguía a Niall, intentó convencerse así mismo de que aquel suceso con 28 había sido meramente una casualidad y que no debía preocuparse.
─ Guarda silencio e ignora cualquier cosa que puedas ver a partir de ahora ¿de acuerdo? ─ susurró mientras caminaban apresurados por los pasillos.
─ ¿A dónde vamos? ─ Harry intentaba seguir sus pasos; pero aun así camina algunos metros detrás.
Niall se detiene y gira bruscamente provocando que Harry casi chocara contra él.
─ ¿Qué parte de que guardes silencio no entiendes? Me iré de aquí sin ti si no cierras la boca.
─ No harías algo así ─ replicó, intentando sonar seguro.
─ ¿Crees que no? ─ lo desafío, pero Harry sólo apartó su mirada ─ Bien ─ finalizó, para continuar caminando.
Por unos instantes dudó en si seguirlo o no, pero lo cierto es que no conocía a nadie más y lo mejor sería mantenerse cerca de Niall, aún más cuando compartían habitación.
A medida que avanzaban por el pasillo el lugar de veía cada vez más desmejorado e intentando hacer el menor ruido posible, subieron las escaleras hasta el cuarto piso.
Las paredes de allí tenían manchas de humedad, diviso algunas de color rojo que se perdían entre la pintura. La luz al final del pasillo era tenue y por momentos centellaba, viajó su mirada de un lado a otro observando las puertas de color blanco con números en el centro. El lugar era lúgubre, y no estaba seguro de si era solo su imaginación, pero sentía que el techo pronto los aplastaría.
Irónico era pensar que los medios de comunicación, y el mismo gobierno, solían hablar maravillas, dando la imagen de que BW-01 era un lugar mucho mejor que los hogares de cada mutante. Y sí al llegar aquí eso no era verdad ¿Qué más daba? Harry podría jurar que el resto de habitantes estarían sumamente felices de saber que no contaban con aquellos servicios.
La imagen ideal que vendían sobre between walls era solo para los pocos familiares de los mutantes que realmente se preocupaban por su bienestar.
No quería pensar siquiera que pasaría el resto de su vida en ese lugar, intentando sobrevivir. Porque lo cierto era que, ¿Cuántas posibilidades tenía de que en unos años encontrasen la cura y llegase a disfrutar de sus años de juventud? Posiblemente era menos de un 1%.
Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no pudo evitar el chocar contra Niall cuando éste dejó de caminar una vez estuvo frente a la puerta 43.
Dio un ligero golpe antes de hablar ─ Soy 76, traigo tu pedido ─ dijo alzando un poco su voz, esperó un momento en silencio hasta que escucharon pasos acercarse a la puerta. Niall volteó para observar a Harry ─ Cuando deje la caja en el suelo, quiero que te concentres en ella, si no deja su caja primero no dejes que tome la nuestra. Estas aquí para evitar que salgamos perdiendo en este intercambio ─ susurró para que solo Harry lo escuchara ─ Necesito que hagas las cosas bien 120.
Harry trago duro, pero se limito a asentir. No podía decirle que no controlaba del todo su habilidad, no en una situación como esa.
La puerta frente a ellos se abrió y tras ella se dejó ver un hombre de quizás unos treinta años, cabello rubio que los miraba fijamente. Sus rasgos eran grotescos, su mandíbula tensa y las venas en su cuello sobresalían por cada movimiento que hacia.
120 se estremeció al notar la diferencia abismal que había entre ellos, parecían tan desprotegidos frente a ese tipo. Niall aclaró su garganta llamando la atención de Styles, el cual fijó su mirada en la caja que se encontraba entre los brazos de 76.
─ He conseguido lo que me pediste ─ dijo. El hombre frente a ellos dio un paso hacia adelante para tomar la caja pero Niall retrocedió ─ ¿Esto es un intercambio o acaso lo olvidaste 43?
El mutante liberó un gruñido entre dientes antes de ingresar otra vez a la habitación en busca de lo que debía darles a cambio. Pasaron unos segundos allí parados cuando un alarido se oyó desde una de las habitaciones seguido por un impetuoso golpe.
Harry volteó observando a su alrededor. Aquella era la voz de una mujer y por su tono era realmente joven. Los gritos aumentaron, inundando el pasillo. El corazón comenzó a latirle pesado, podía imaginar el dolor por el cual estaba pasando con tan solo oírla. Estaba allí tras alguna de esas puertas suplicando y aún no lograba acostumbrarse al hecho de ignorar algo como eso.
Los gritos le habían anulado todos los demás pensamientos, aterrorizándolo. Siquiera noto cuando Niall ya tenía entre sus manos la otra caja y de cómo la charla con aquel hombre había cambiado de rumbo.
─ ¿Acaso creíste que no lo notaria? ¿Has intentando engañarme a mí? ─ aquella voz grave y cargada de odio logró llamar su atención y sus ojos verdes se posaron en Horan.
76 comenzó a retroceder mientras sujetaba con fuerza la caja ─ Eso es lo que sucede cuando intentas joderme primero, o realmente creíste que te saldrías con la tuya y dejaría pasar lo sucedido en el intercambio anterior ─ de un momento a otro giró sobre sus talones y con una de sus manos tironeo de la chaqueta a Harry para que avanzara ─ ¡Corre si aprecias tu vida! ─ dijo jadeante.
─ ¡¿Qué?!
Tenía que ser una broma.
Niall había estafado a aquel tipo cuando estaba claro que eran insignificantes frente a él.
Harry pareció comprender en el peligro extremo en que se encontraban y comenzó a correr rápidamente. Miró por encima del hombro notando como el mutante estaba siguiéndolos.
120 no lo notó. Pero Niall sintió como si estuviera corriendo en cámara lenta.
─ ¡Harry toma! ─ gritó temeroso de mirar hacia atrás. Una vez que 120 le devolvió la mirada le arrojó la caja para que la atrapara entre sus brazos.
Harry dio dos grandes zancadas hacia adelante, sintiendo el suelo estremecerse con cada paso. ¿Qué clase de habilidad tenía aquel hombre?
─ ¡Entra a alguna de las habitaciones! ─ 120 lo miro incrédulo ─ ¡Has lo que te digo, yo me encargo!
Las puertas de las habitaciones comenzaron a vibrar levemente, alguna debía de estar abierta. No dudo ni un segundo en entrar cuando una de ellas se abrió.
Lo último que Harry vio antes de cerrar la puerta fue como su compañero, sin dejar de correr, desaparecía por el pasillo.
Cerró sus ojos y soltó un suspiro pesado. Se recargó sobre la puerta abrazando la caja. Deslizándose hasta tomar asiento en el frío suelo. No sabía el porqué, pero aquel mutante había pasado de él una vez que ingresó a la habitación. Quizás no era Harry su objetivo después de todo.
Cuando logró tranquilizarse abrió lentamente sus ojos para notar la habitación completamente a oscuras. Agradeció internamente él que nadie se encontrase allí, y a quien fuese que se hubiese dejado la puerta abierta. Se puso de pie, cargó mejor la caja sintiendo como se movían algunas cosas en el interior. Extendió su mano libre hasta el picaporte e intento abrirla.
El imperceptible ruido de la traba en la puerta fue lo único que se escuchó en la habitación.
Y luego todo fue silencio.
Tiro del picaporte una vez más, con la suficiente fuerza y nada. La desesperación pretendía apoderarse de su cuerpo, pero hizo todo lo posible por conservar la calma. Ahora sabía que no estaba solo, y aunque utilizase su habilidad, estaba seguro de que quien fuese el mutante que se encontrara en aquella habitación no lo dejaría salir tan fácilmente.
Sintió que una débil y helada brisa le acariciaba la mejilla, con tanta suavidad como si se tratase del roce de un dedo.
─ Pero mira a quien tenemos aquí.
Tragó grueso al escuchar aquella voz que le indicaba que sus problemas no habían terminado. No aún.