Había terminado mis proyectos por lo que Saotome me había dado tres días libres y mientras los chicos hacían sus deberes RinRin me había pedido que le ayudara a ordenar algunos documentos y que después iríamos de compras, estábamos en un tipo oficina cuando RinRin tuvo que ir a donde los hombres van solos por lo que me quede arreglando los documentos, uno llamó mi atención; una pequeña fotografía donde estaba Mikaze-san con el pelo suelto, sonriendo y siendo abrazado por Reiji, noté que había algo escrito detrás así que voltee la imagen, fruncí el ceño < ¿Qué es esto? >
"De: Aine
Para: Reiji"
-¿Aine?-murmuré volviendo a ver al peliazul
Claramente en la imagen se veía a Reiji abrazando a quien creí era Mikaze-san porque ¡Eran idénticos! Observe con más detenimiento al chico notando que su cabello era más oscuro que el de Mikaze-san, este sonreía pero había algo en su rostro que hacía crecer un nudo en mi garganta, algo que parecía ahogarme en tristeza ¿Quién es este tipo? Era lo único en lo que podía pensar.
-¿Nagi-chi, por qué lloras?-oí decir
Mire hacia la entrada donde los chicos de Quartet Night me miraban, pase mi mano suavemente por mi mejilla, era verdad, estaba llorando. Miré la imagen en mi mano, me era imposible apartar la mirada de aquel chico. Noté como otra mano tomaba la imagen y me la quitaba, miré al castaño quien me dirigía una miraba demasiado seria para mi gusto, sentí como me encogía.
-¿De donde sacaste esto?-negué-¡¿De donde?!-me sorprendí
-Kotobuki, relájate-gruñó RanRan
-Ella no lo sabe...-miré a Camus
Reiji salió de la habitación con el rostro contraído por el enfado, yo seguía sentada en el sofá mirando la puerta con expresión perdida. El resto de los chicos de Quartet Night se acercaron a mí, solo pude atinar a ponerme de pie y salir corriendo de ahí.
No se cuanto tiempo había pasado ni cuanto había corrido pero mi mente no lo procesaba nada, corría sin poder detenerme mientras mis ojos llenos de lagrimas me impedían ver del todo bien. Cuando por fin me detuve llegué a una casa, era muy extraño aquel lugar, jamás en mi vida había estado aquí, estaba cerca del mar <¿Donde estoy?>. Caí al suelo cuando un fuerte dolor se origino en mi corazón, lo sentía latir pero eran esos mismos latidos los que estaban causándome dolor, mi respiración era violenta mientras que los latidos seguían haciéndose más fuertes; una vez el dolor se detuvo mire al frente donde en aquella casa estaba un chico, no, era el chico de la foto, me puse de pie y caminé hacía él.
-D-Disculpe... ¿P-Podría decirme donde estamos?-murmuré-¿Etto... disculpe?
El chico miraba al horizonte con expresión dolida, delicados caminos de lagrimas bañaban sus mejillas, sentí unas terribles ganas de llorar, el chico dirigió su mirada hacia mí, durante unos minutos nos miramos a los ojos hasta que de nuevo sentí ese latir doloroso, con las manos en mi pecho caí de nuevo al suelo de rodillas, gemí por ayuda hasta que todo mi cuerpo se heló. El chico ya no estaba en el lugar anterior, ahora podía sentir su respiración en mi oído, mi cuerpo temblaba por el miedo sin saber la razón.
-Ayúdame...
Abrí los ojos exaltada, mirando a todos lados, estaba una especie de habitación extraña ¿Donde estaba? ¿Y el chico? ¿Fue un sueño? Por la puerta entro un hombre con bata blanca, al verme despierta sonrió, mi cabeza estaba demasiado confundida.
-¿Cómo te sientes?-no supe que contestar-Ya veo, te encontré cuando llegaba a casa, estabas desmayada justo en las escaleras
¿Escaleras? Mi mente no recordaba haber subido escaleras, mire al hombre con curiosidad, él había dicho que me encontró desmayada entonces... ¿Mi encuentro el ese sujeto había sido un sueño? Recordaba el dolor en mi corazón con cada latido. El hombre reviso mi respiración y temperatura, todo parecía normal con excepción de que mis latidos eran lentos y fuertes.
Había pasado un rato aquí descansando pues cuando me había decidido a irme había caído al suelo desmayada, otra vez, al final opte por obedecer al hombre de la bata, era muy amable y atento, me había dado medicina para normalizar mis latidos y me había dado de comer. Sabía que tan arriesgado era estar en casa de un desconocido y comer lo que me daba pero sentía confianza con él de algún modo. Se me hizo extraño que no me hubieran llamado y fue ahí donde recordé que mi celular se estaba cargando en mi habitación < Deben estar preocupados... ¿Debería llamarles? >. El hombre de bata entro y me sonrió de forma cálida, correspondí de inmediato y me sorprendí cuando me tendió su teléfono de casa.
-Alguien podría estar preocupado por ti-me sonrió
-Gracias...-me sonrojé pues el rostro del pelicían apareció en mi mente
Miré el teléfono después de que el hombre saliera, marque el único número que pude recordar y espere a que contestara, mi corazón estaba acelerado y sentí como se detuvo cuando contestaron.
~Llamada~
-¿Bueno?-murmuró el varón
-M-Mikaze-san...
-¿Nagisa?-logré escuchar mucho escándalo tras la mención de mi nombre
-¡¿Donde estás plebeya estúpida?!-gruñó Camus-¡Te hemos buscado por cielo, mar y tierr...-le arrebataron el teléfono
-¡¿Nagi-chi?! ¡¡Dios estaba muy preocupado!! ¡¿Donde estás?! ¡¿A donde te fuiste?! ¡¿Fue mi culpa?! ¡¡Perdóname!!
-¡¡Cierra la boca Kotobuki!! Si le preguntas tantas cosas no podrá contestar, imbécil-reí ante las palabras del peliplata-¡¿Y tú de que te ríes, mocosa?! ¡¿No pensaste que nos preocuparíamos?!-de nuevo el teléfono fue retirado
-Cierren la boca o no podrá explicarse-habló Mikaze-san tranquilamente-¿Donde estás?
-No tengo idea...
-¡¿Como que no tienes idea, idiota?!-alejé el teléfono mientras Camus, Reiji y Ranmaru gritaban hasta de que iba a morirme
-Parece que me desmayé y un doctor me ayudo, creo que es doctor...
-Espera, ¿Dices qué estás en con un desconocido?
-Más o menos, sí...
-¡¿Estás bien?! ¡¿Te violo?! ¡¿Te ha hecho algo?!-los mismos sujetos gritaron alterados
-Estoy bien, volveré pronto-el ruido no cesaba-Los veré luego, bye!
-¡¡¡NO TE ATREVAS A COL...!!!-colgué
~Fin de la llamada~
Sabía que un buen lío me esperaba al llegar a casa por lo que me puse de pie y salí de la habitación, el hombre me sonrió mientras terminaba de preparar un bento, me lo entregó y se ofreció a llevarme a casa pero me limité a pedirle que me llevará a la estación más cercana del tren. Una vez llegamos me despedí de aquel hombre quien me entregó una tarjeta para que lo localizara en caso de emergencia, agradecí las atenciones y entre, me sentí avergonzada pues había tenido que pedirle dinero para pagar mi boleto.
Una vez dentro del tren me senté cerca de la puerta, el vagón estaba casi vacío lo que me hacía sentir algo extraña, fue ahí donde los fuertes latidos regresaron, coloqué las manos en mi pecho intentando controlar el dolor, mire a la puerta contraria de la mía < E-Ese chico... >. Recargado en la puerta estaba aquel pelicían que había visto en casa del señor de bata, me miraba fijamente. Los latidos eran más dolorosos cada vez mientras sentía el aire abandonar mis pulmones, no podía moverme.
-Ayúdame... Por favor, ayúdame...-murmuró el chico
Parecía que era la única que notaba su presencia, la gente me rodeándome preguntando si me sentía bien, mi visión era borrosa hasta que entonces su rostro estaba justo frente al mío, mi cuerpo entero se lleno de miedo, mis ojos de lagrimas. Mi respiración me había abandonado, mi cuerpo estaba inmóvil, después... todo se hizo negro.
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Chan chan chaaaaaaaaaaaaaaan!!!
Lo se, muy corto :'c peeeero iniciar el tema de Kisaragi-san me costó muchísimo puesto que soy fan de la serie y del juego pero lamentablemente no recuerdo mucho sobre este tío xD si alguna polluela es tan amable de decirme lo que sepa de él <3 Se va al cielo con todo y zapatos :v
Y sí, si notaron que Nagisa tuvo su momento de Yui (Diabolik Lovers) pues se me ocurrió en el momento :'v para darle más drama y misterio. Tranquilas que Nagi no tiene poderes jajajaja además según recuerdo Kisaragi-san está en coma, por lo que Nagi no ve gente muerta :'vvvv
Espero les haya gustado tanto como a mí escribirlo <3
Gracias por leer y ser tan pacientes conmigo
Besuuuuuuuuus O3O <3
By: AnBri :3