Mas cerca de tú corazón

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Solté un suspiro agotado mientras me tiraba sobre el sillón, mi cabeza me dolía horrores además de que tenía mucho sueño. Hoy a pesar de ser mi día de descanso no había podido dormir más tiempo pues Natsuki tuvo el detalle de despertarme pues RinRin estaba buscándome, una vez que la encontré me dio una lista de compras y dijo que era urgente así que fui a comprar las cosas, al regresar Calladito-san me dijo que Otoya estaba resfriado y que el plan de Ringo era cuidarlo pero por trabajo tuvo que salir y que me había dejado encargada de él. Había preparado una sopa para contrarrestar el resfriado pero cuando fui a ver a Otoya él estaba dormido por lo que decidí dejarlo descansar.

-¿Huh? ¿Nagisa, ocurre algo malo?-miré al dueño de aquella voz

-Umm Tokiya, si es solo que tengo sueño... ¿Cómo está Otoya?

-Sigue dormido..-rasco su nuca-Bueno, tengo que ir a trabajar, ¿Segura puedes cuidarlo sola?

-¡Claro que puedo!-chillé levantándome del sillón-Tú ve a trabajar y no te preocupes que yo me ocupo de él

-Gracias, te lo encargo-sonrió y se fue

-¡Hump! Un buen seme siempre se preocupa por su uke...-fingí limpiar una lagrima-Bien hecho, Tokiya...

Una hora más tarde mientras preparaba Curry oí unos pasos detrás de mí, al voltear el pelirrojo se encontraba sentado en la barra con una cara poco agradable, deje lo que hacía y caminé hacia él para luego juntar nuestras frentes.

-Aún tienes fiebre, ¿Qué haces levantado?-murmuré

-Tenía hambre...-murmuró en voz baja y cansada

-Ven, vamos a tu cuarto que ahora te llevo el desayuno-lo hice levantarse

-No, está bien-intento soltarse pero cayó de rodillas-Itte...

-¿Estás bien?-él asintió-Ven...-lo recosté en el sofá-Descansa aquí mientras termino de cocinar, ¿vale? Luego iremos a tu habitación para que descanses

-Gracias y perdona las molestias

-No te disculpes-acaricié su cabello-Ya me has cuidado antes... Es lo menos que puedo hacer

Fui a servirle el desayuno y mientras el desayunaba yo terminé de cocinar el Curry que comerían los chicos al volver, el arroz también estaba listo así que solo debía esperar. Llevé al pelirrojo a su habitación y lo tapé con unas mantas, mientras él se quedaba dormido yo le hice un par de caricias en la cabeza, jugando suavemente con su cabello mientras tarareaba una nana, poco a poco volvió a quedarse dormido.

Observé al pelirrojo dormir, se miraba tan tranquilo e indefenso, era una faceta de él que jamás había visto y que me gustaba, comencé a ponerme nerviosa mientras seguía haciéndole leves caricias < Parece un niño al dormir... >. Antes de darme cuenta todo el sueño que tenía en la mañana regreso a mí y sin poder evitarlo quedé profundamente dormida a lado de Otoya.

~Narra Reiji~

Llegué al edificio del Curso Maestro donde me encontré a Ai-Ai en la entrada, le comenté que quería ver como estaba Otoya pues en la mañana cuando me había ido tenía una fiebre muy alta. Ambos caminamos a mi habitación para verlo pero lo que encontramos, bueno, no era algo que hubiéramos deseado ver, en parte me parecía una escena tierna pero sentía una pizca de celos golpear mi pecho.

 Ambos caminamos a mi habitación para verlo pero lo que encontramos, bueno, no era algo que hubiéramos deseado ver, en parte me parecía una escena tierna pero sentía una pizca de celos golpear mi pecho

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Mi canción del corazón {Utapri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora