Mia [Jaidefinichon GOTH]

Autorstwa ElevenTwice

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Detrás de cada historia, se encuentra el escritor y ella decidió cambiar la historia. Więcej

1.- Yo la mato.
2.-Madre del año.
3.- ¿Liceo o Colegio?
4.- Completos.
5.- Información confidencial.
6.-Mía culia.
7.-Pollita.
8.- Viendo porno.
9.- Puta y casta.
10.- Juno.
11.-Estoy embarazada.
12.- Serena.
13.- También es mi nieto.
15.- Enamorada.
16.- ¿Cómo tener un corazón roto?
17.-Margarita.
18.-Arrepentida.
19.- No miento con cosas así.
20.-Castigados.
21.- ¿Ya no me amas?
22.- Volados.
23.- Me gusta.
24.-Doble moral.
25.- Undurraga Galaz
26.-Cagazo.
27.- La aprobación.
28.- Democracia.
29.- Arroz y tallarines.
30.- Jugoso.
31.- Cogollito.
32.-Sola.
33.- Sacando el veneno.
34.-Casi reconciliación
35.- Padres de repuesto.
36.- Iquique.
37.- Mamma Mía.
38.- Amores y desamores.
39.-Miss Mía
40.- Nuestra hija [Final]

14.- El parto.

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Autorstwa ElevenTwice

No me voy a detener en mi embarazo contándoles mes por mes.

Pasó el 18 normal, comí mucho y el baile salió bien. Eso es todo lo interesante.

Los siguientes meses pasaron bien también, todo normal.

Lo único interesante fue la despedida de los cuartos medios; el curso de los chiquillos, pero yo por estar embarazada no pude participar en todas las actividades.

Llegó la licenciatura, la psu, la navidad y cada vez estaba más cerca la fecha del parto. Iba a ser parto normal, ya que eso quería yo y se calculaba que por la primera semana de Febrero nacería la engendro.

Teníamos ropa comprada para el nacimiento, pasaría los días correspondientes en la clínica conmigo y después se iría con su familia legal.

Pero las cosas nunca pasan como uno las espera.

Primera semana de enero, nos encontrábamos en la casa.

Estaban los chiquillos, o sea, el Nico, Bestia y Jaime. El Edgar no pudo venir por no sé qué razón.

Ellos estaban bañándose en la piscina y yo mojando mis pies en la orilla. Me dieron ganas de ir al baño, por lo que me puse de pie y fui, estaba en camino cuando siento un dolor de mierda tan grande que me paralizó.

Por el dolor no pude gritar en el momento, pero cuando ya pude, casi desgarro mi garganta.

Agarré mi panza y me apoyé en la muralla. De manera inconsciente salieron lágrimas de mis ojos e intenté tranquilizar mi respiración.

Escuché pasos corriendo y después una mano en mi hombro.

-¿Qué wea pasó?- me preguntó el Bestia.

Le iba a contestar, pero llegó otro dolor que no pude soportar y algo corrió por mi pierna. Miré hacia abajo y vi el temido líquido. El Jaime se dio cuenta y se puso pálido. No sabría describir su cara.

-Hay que llevarla a la clínica- dijo el Bestia nuevamente, era el único que estaba reaccionando como se debía.

Asentí, fue todo lo que pude hacer y con ayuda de los chiquillos me sentaron y el Bestia me comenzó a tirar aire con una revista.

-ALMENDRA- gritó el Naiko. Se agarró la cara con desesperación y corrió por toda la casa.

Los siguientes 20 minutos fueron así, todos corriendo y gritando por la casa. Yo estaba respirando de manera irregular y no me quería mover. Ninguna contracción más llegó a mi joven cuerpo, o si no estaría en el auto.

Estaban preparando las cosas para ir a la clínica y el chofer, que se llamaba Raúl, estaba preparando el auto.

Llegó otra contracción y me agarré del sillón mordiendo mi labio.

Aquí fue donde las cosas se comenzaron a poner feas para todo aquel que me rodeaba.

-POR LA CRESTA APÚRENSE- grité furiosa y después de ese grito. En 10 minutos ya estaba arriba del auto camino a la clínica.

En el auto me tocaron 2 contracciones más, donde la mano del Jaime se vio afectada por eso.

Tenía pánico, alegría por el parto, pero por sobre todo, miedo.

Si así eran las contracciones, no me quiero imaginar cómo debe ser el parto.

-Tu papá viene en camino - me informó el Naiko.

-No quiero que entre él- dije arreglando mi pelo. Miré al Nico- tú vas a entrar conmigo.

-¿Sólo yo?- me preguntó el Nico asustado- weon me voy a desmayar.

-Y YO TAMBIÉN ME VOY A DESMAYAR, TENGO UN CAMIÓN DENTRO DE UN ESTACIONAMIENTO DE BICICLETAS Y NO ME ESTOY QUEJANDO. ¿TE GUSTÓ METER TU PICO EN MÍ? ASUME ESTA WEA- grité y todos se callaron- ahora pongan música.

Al llegar a la clínica, me subieron a una silla de ruedas y corrieron por los pasillos hasta la sala de partos.

Estaban preparando toda la sala para el nacimiento de mi hija. Estaba en la espera de una camilla en la silla de ruedas.

En la silla me tomaron 3 contracciones, cada vez eran más fuertes y más dolorosas.

El tiempo pasó lentísimo en la sala de parto, con las piernas abiertas al mundo y una enfermera mirando mí... cosa a cada rato.

Hasta que comenzó el show, los recuerdo que tengo son borrosos. Pero según el Nico, no era yo la que estaba en esa sala.

Recuerdo que miraba al Nico que estaba como a 3 metros de la camilla mirándome con miedo y que la mamá del Naiko estaba también ayudando ya que se lo pedí rogando.

-TE ODIO, ME CAGASTE LA VIDA- le grité el Nico. Pegué mi cabeza contra la almohada y tomé aire- TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO.

Lo resto que recuerdo es mí... cosa desgarrándose y mis gritos de loca.

Los minutos en que me pasaron a la Serena fueron los más hermosos que recordaré en mi vida, fue algo maravilloso, algo que jamás olvidaré. Pero algo aún más lindo es cuando tuve que darle de amamantar por primera vez.

-Es muy linda- dijo el Nico acariciando su cabeza- no la quiero alejar de mí.

-Nico- lo miré- los dos tomamos esta decisión.

-Si hubiera sabido que me sentiría tan la raja no habría aceptado esto.

-Honestamente- suspiré y sonreí-yo tampoco.

Él la miró y estiró sus brazos pidiéndola. Se la pasé y la cargó

-No quiero alejarme de ti después de esto- me pidió el Nico.

-Yo tampoco- le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

Pero todo lo lindo tiene que acabar y así fue. Unas horas después llegó la gente del registro civil y la asistente social, firmamos contratos, estamentos legales y un montón de papeles. Mi papá también hizo lo mismo, los papás del Nico y los padres adoptivos de la Serena.

Serena Raquel Gaule Undurraga, ese hubiera sido su nombre.

Pero no, se llama Beatrice Serena Moraga Cox.

Le dejaron el Serena por nosotros, se lo pedimos y aceptaron.

Dejé la clínica tres días después y lo pasé sumida en una pena enorme, sentía que algo me faltaba y era obvio qué era.

No les mentiré, después de esto, con el Nico nos alejamos y fue un cambio muy abrupto, estaba muy acostumbrada a su presencia.

Él siguió con su vida en las vacaciones, soltero, iba a webiar a carretes, follaba como rey y eso lo sabía por el Naiko, cuando yo le preguntaba por él.

Prometí que no me engancharía, pero no lo pude evitar y comencé desarrollar sentimientos por el Nico y ahora no lo puedo sacar de mi cabeza.

Antes de salir de clases di la prueba a un colegio privado de Santiago y quedé, obviamente. Estaba acostumbrada a mi otro colegio, pero último año, nadie se enoja y aprovecharía que nadie me conocía y no tendrías las molestas preguntas de: ¿Cómo fue el parto? ¿Y tu hijo? ¿El Nico? ¿El Naiko?

Pura mierda.

Mi cuerpo no quedó tan hecho mierda como pensaba, para nada.

Me crecieron las tetas y las caderas, estrías casi ni quedaron y subí 3 kilos, pero ni se notaban.

Por 3 semanas nos fuimos de vacaciones la familia a Estados Unidos, lo pasamos la raja, no lo niego, pero aun así me sentía mal. No tenía depresión post-parto, fue lo primero que descartaron en mi diagnóstico, simplemente era pena, una pena que se pasaría con el tiempo.

Mis vacaciones (sin contar las tres semanas de viaje) fueron: Comer, dormir, tomar sol, bañarme en la piscina y juntarme con las chiquillas cada cierto tiempo.

Cuando veía a los chiquillos era un "Hola" y "Chao" súper incómodo y eso, no hablamos más y ellos volvieron a ser simplemente los amigos del Naiko: mi hermanastro y mejor amigo, porque con él era imposible perder el contacto.

Ya tenía comprado el uniforme y los materiales para entrar a mi nuevo y último año escolar. Tenía pena ya que no iba a estar con las chiquillas y de verdad les tenía mucho cariño. Aunque la Panchu también se cambió de colegio, yo iba a estar mucho más lejos de ellas y tenía miedo, mucho miedo de perder el contacto o que no me aceptaran en éste colegio, que no me recibieran bien.

El Naiko iba a entrar a estudiar a la universidad con los chiquillos, al menos quedaron todos en la misma carrera, como lo habían planeado en un comienzo y estaban felices, se juntaron en la casa para celebrar. Estaban todos conversando en el patio con chelas y caños.

Yo bajé a buscar jugo y el Naiko me pidió que le llevara un sixpack. Como buena persona y empleada que soy, acepté. Se lo fui a dejar arrastrando los pies, tenía sueño y eso que dormía todo el día.

-Gracias, Mía- me respondió una vez se lo pasé.

-De nada- dije volviendo a entrar a la casa.

-Con cuea saludai ahora- se quejó el Bestia- antes me llamabai todos los días pa pedirme hierba, ahora nada.

Sonreí incómoda.

-Perdona, quizás vuelva a comprarte, pero aún no.

-La culia sana, la cago- se burló de mí el Bestia- ya, ándate culia.

Volví a mi pieza en silencio. Prendí la tele y me puse a vagar entre los canales, no encontré nada bueno. Por lo que preferí dormir, otra vez.

Editado 1 de Marzo 2018

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