Mi dulce desconocido

Bởi Mafe_Caicedo

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Nuestra historia comienza con un famoso modelo llamado Magnus Bane, es la cara de la belleza en Hollywood, mo... Xem Thêm

Mi dulce desconocido
Presentaciones
Niñeras
Cita
Lindas caminatas
Un trato con el demonio...
Hermanos Lightwood's
¿Alec esta enfermo?
¡Alec esta enfermo!
¡Magnus, no te burles de mi!
Próximamente en mi dulce desconocido...
Amor... y decepción...
Isabelle
Adelanto...
¿Herondale o Lightwood?
Los Ligthwood's
Especial Max (parte 1)
Especial Max (parte 2)
Especial Max (Parte 3)
Celos
Apuesta...
Celos de hermano mayor...
Adelanto...
Uno mas de la lista
La ultima carta de amor...
Próximamente...
Otro adelantito...
Habia una vez...
Me equivoqué de boda
OMG
¡Si!
Preguntas muy importantes
Ave Atque Vale
El salvador
Epilogo
Agradecimientos
NUEVA HISTORIA MALEC

La ultima vez que lo vi

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Bởi Mafe_Caicedo


No podía creer que Catarina lo hubiera obligado.

Ahora Magnus se encontraba en el club Pandemónium esperando a Woolsey en una mesa apartada de toda la multitud que se encontraba danzando en la pista, Magnus había pedido un par de tragos mientras esperaba al chico sentado, sus dedos estaban jugando impacientemente, no porque estuviera ansioso de verlo, sino por el hecho de que no quería estar allí, toda esa gente feliz a su alrededor le repugnaba, él no se sentía así, él estaba mal, él quería quedarse en su casa abrazado la almohada de Alec, que poco a poco iba perdiendo el aroma del joven, eso lo estaba matando porque sabía que algún día dejaría detener el aroma de su amado y no quería olvidar ese precioso aroma, era sándalo dulce y delicado, al igual que su chico.

¿Qué pasaba si le olvidaba? ¿Qué pasaba si Ragnor tenía razón y era Alec quien se olvidaba de él? No, eso no podía ser posible, porque Ale que lo amaba demasiado, así que no, simplemente no, eso era impensable.

Magnus suspiró poniéndose de pie pero quedó en shock mirando hacia la barra, no podía creerlo, eso era imposible... Ragnor tenía razón.

Allí se encontraba Jonathan Morgenstern sentado junto a Alec, su Alec, los dos chicos estaban riendo alegremente y Jonathan estaba a una distancia demasiado corta de su chico, su corazón dolió como nunca antes lo había hecho y sintió cómo se partía en mil pedazos. Magnus sintió una furia intensa pero justamente cuando se aproximaba hacia los dos chicos, alguien lo tomó de la muñeca haciendo que se girará hacía tal persona.

-Hola Magnus –saludó Woolsey sonriéndole abiertamente.

Magnus mordió su labio queriéndole decir que tenía que retirarse, pero pensó que eso es sería demasiado grosero, así que suspiró profundamente y le intentó dar su sonrisa más amable al chico.

-Hola ¿Cómo te encuentras? –preguntó Magnus mientras caminaba de nuevo a la mesa e invitó a Woolsey a sentarse. El chico le sonrió brillantemente a Magnus y se sentó junto a él.

-Estoy bien pero te extrañaba –murmuró Woolsey con voz suave Magnus le sonrió pero el chico pudo notar la sonrisa incómoda que hacía, por lo cual se alejó un poco –en fin, Catarina dijo que querías verme.

Magnus golpeó su cara con su la palma de la mano.

-Mira, te seré sincero, acabo de terminar con mi novio... hace tres meses, y no me he sentido muy bien, por lo que Catarina creyó que tú, al estar en la ciudad podrías... -Magnus no terminó la frase, esperando que Woolsey la entendiera, y así fue.

-Esperaba que yo te hiciera olvidar de tu corazón roto -Magnus asintió.

-Sí, bueno, sinceramente no quiero ser el clavo que saque a otro, pero Magnus –el chico tomó la mano del moreno –si necesitas quien te haga compañía, yo siempre estaré aquí para ti –murmuró el chico antes de plantar un suave beso en la mejilla de Magnus, éste le lanzó una sonrisa sincera.

-Muchas gracias, perdona que Catarina te haya hecho venir hasta aquí, ha sido una pérdida de tiempo.

Woolsey negó mientras sonreía brillantemente.

-No te preocupes cariño, solo hazme un favor... hazte un favor –Woolsey acarició la mejilla de Magnus –siempre has sido un chico muy feliz y vivo, no dejes que ese chico te mate –murmuró el rubio antes de besar la frente de Magnus –y si algún día necesitas compañía... cuenta conmigo –dijo con diversión antes de desaparecer entre la multitud.

Magnus sonrió de lado y sintió una gran presión en el pecho cuando miró que Jonathan besar a Alec y al ojiazul no alejarlo.

Ragnor y Woolsey tenían razón, Alec lo estaba matando y él lo estaba permitiendo. Pero Magnus no le daría ese gusto, por supuesto que no.

Esa fue la última vez que Magnus Bane miró a Alexander Lightwood.

***************************************

Alec estaba encerrado en uno de los cubículos del baño para caballeros, con su mano intentaba ocultar los grandes sollozos que amenazaban por salir, no podía dejar que lo escucharan, simplemente no podía.

Se había venido corriendo tras mirar como Magnus conversaba con un chico rubio en una mesa no muy lejana a la barra dónde se encontraba Alec junto con Jonathan, el chico estaba muy puesto que acababa de terminar con su novio, Alec quien apenas había conocido al chico no sabía qué decir así que se había limitado a abrazarlo diciéndole que chicos habían muchos, era irónico que Alec le estuviera diciendo eso cuando el mismo se está muriendo lentamente por la pérdida de Magnus, pero Jonathan parecía un chico muy agradable y no merecía sufrir, por lo cual Alec había estado toda la noche junto al chico, Jonathan incluso se había sentido mucho mejor que las palabras de aliento de Alec y el ojo azul se sentía mejor, tal vez feliz, pues la conversación con Jonathan se había tornado divertida mientras que los chicos se conocían, pero la felicidad de Alec desapareció en el momento que se le ocurrió mirar hacia donde se encontraban las mesas más apartadas, ya que se había escuchado un fuerte estruendo por ese lugar, lo que había encontrado era a Magnus conversando con un chico rubio, el corazón de Alec había dolido al ver que el chico había besado en la mejilla de Magnus, vale si, era sólo un pequeño beso en la mejilla, pero Alec por supuesto, pensó que Magnus ya había encontrado una pareja nueva y eso fortaleció sus creencias, en las cuales Alec pensaba seriamente que para Magnus era un simple juego, un simple amorío de momento, un simple nombre más en su larga lista de amantes que enamoraba y botaba, Alec esperó a que Magnus se retirara del lugar para el hacerlo también, necesitaba estar solo, no podía dejar que nadie, ni siquiera Jonathan lo viera llorar, Alec se sentía adolorido, la persona que más amaba lo había olvidado con increíble rapidez, lo había remplazado en tiempo récord mientras que el chico todavía se esforzaba por olvidar al moreno.

Tan pronto como Magnus se retiró del lugar, Alec salió corriendo hacia los baños.

Sus sollozos eran fuertes, pero no permitiría que nadie lo escuchara llorar, Alec estuvo como mínimo una hora entera llorando en el cubículo, cuando por fin dejó salir todo aquel dolor que sentía en su pecho, suspiró profundamente, se lavó la cara para retirar las lágrimas de sus ojos y camino con toda dignidad, aunque con los ojos y la nariz sonrojados a causa del llanto, de nuevo a su lugar de trabajo.

Jonathan miró al chico con curiosidad pero cuando le preguntó qué le ocurría, Alec simplemente negó y le dijo que estaba perfectamente bien, Jonathan no insistió más, no quería presionar a Alec, más si éste se sentía mal, no le haría eso, por lo cual prefirió callar.

Esa noche al salir de su trabajo, Alec miró a Magnus besándose con una chica en la pared de un callejón, por supuesto su pecho dolió demasiado al verlos, pero Alec se prometió que se recuperaría de ese corazón roto, se prometió que ni siquiera Magnus lo lastimaría de tal manera, pues no lo merecía.

Esa fue la última vez que Alexander Lightwood miró a Magnus Bane.

********************************************

-Así que ¿Es un rumor todo aquello de que estabas sufriendo por amor? –preguntó el hombre mirando a Magnus con seriedad.

-Por supuesto que sí, no sé quién habrá inventado aquellas cosas sobre mí.

-Bueno Magnus, tienes que admitir que es sospechoso que no hayas estado en ninguna pasarela, ni revista de fotos, entrevista o evento durante tres meses, luego diste una entrevista diciendo que necesitabas vacaciones y un año después estas aquí, de vuelta con nosotros, todos aquí sabemos qué eres un amante a la diversión y a las grandes fiestas, también la estrellas más grandes del modelaje, es un poco extraño.

-Lo entiendo Malcolm –asintió Magnus en acuerdo –pero ya lo he explicado veces anteriores estaba sumamente delicado de salud, no quería que nadie se enterara porque simplemente no quería que nadie me viera de tal forma, por favor, soy el fabuloso Magnus Bane, y nunca podrían verme de otra forma, eso dañaría seriamente en imagen –Magnus sonrió encantadoramente –además ¿te imaginas a este hermoso chico sufriendo por amor? –Magnus lanzó una falsa carcajada –yo no me lo imagino.

-Bueno Magnus, eso hace que sienta curiosidad en otra cuestión... –comenzó el hombre inclinándose hacía Magnus –nos han dicho que eres un chico que adora las aventuras cortas y que evita el amor, dime la verdad ¿eso es cierto? –preguntó el hombre.

Magnus se mordió el labio un tanto nervioso, por un lado estaba el hecho de darle la razón falsa a la prensa y decirle que era verdad que a él sólo le interesaba los amoríos, luego estaba la parte en la cual si decía qué este se involucraba sentimentalmente, podría darles la oportunidad de que reafirmara el hecho de que había tenido el corazón roto y Magnus se había prometido que no dejaría que nadie se enterara de aquello.

-Mira Malcolm, si te soy sincero, no me interesan los grandes amores, los enamoramientos ya que de eso tiene el riesgo de convertirse en un corazón roto, no me interesa sufrir por amor, así que si, si quieres verlo así, pues está bien, me gustan los romances de una sola noche, cuando la persona chico o chica es un tanto más relajada, incluso podemos ser amantes, sin compromiso por supuesto, por varios días ,incluso semanas y si se comporta bien, tal vez meses.

-Bien, eso me lleva a otra pregunta –Malcolm sonrió con malicia –Alexander Lightwood ¿Qué ha pasado con él?

Un fuerte dolor en el pecho atravesó a Magnus.

- ¿A qué te refieres?

-Te vieron varias veces con el chico y parecías muy feliz, incluso si mal no me han informado, él fue tú representante.

-Oh... ese Alexander Lightwood, bueno, un gran representante, un gran chico en realidad ahora que lo recuerdo, pero en realidad fue mi amante, fue un pequeño juego por supuesto, cuando llegó la hora nos separamos en paz.

- ¿Y qué ha pasado con el chico?

-La verdad no lo sé –Magnus barrió el viento quitándole importancia –supongo que consiguió otro chico, la verdad no es que no es de mi interés -mintió Magnus aunque su corazón estaba doliendo increíblemente fuerte.

-Bien, entonces aclaremos ¿Alexander Lightwood solo era un juego?

-El solo era un juego –confirmó Magnus.

************************************

-Alexander ¿Estas bien? –preguntó Max mirando a su hermano con preocupación.

-Por supuesto que si pequeño –murmuró Alec forzando una sonrisa.

Max no se podía sentir peor ni aunque lo intentara, el sólo había querido mirar televisión un rato, cuando miro que estaban entrevistando a Magnus, dejó aquel canal para ver lo que decía, sintió un odio profundo cuando escuchó decir a Magnus que su hermano sólo fue un simple juego, un amante, un pasatiempo, lo que no se había esperado era que su hermano estuviera detrás de escuchando las palabras de Magnus y mirando la despreocupación en el rostro del chico mientras que lo decía.

Completamente idiota, esa es la palabra prescribir como se encontraba el pequeño, puede que Alec le dijera una y mil veces que sí se encontraba bien, pero Max había aprendido a conocer a su hermano demasiado como para saber que a Alec le encantaba hacerse el fuerte aunque se estuviera muriendo por dentro.

-En serio lo siento.

-Está bien amiguito –Alec le sonrió a su hermano –estoy bien, no te preocupes por mí –Alec besó a su hermano en la frente –ahora tengo que llevarte a casa ¿vamos? –preguntó.

-Alec, en realidad me gustaría quedarme contigo si no es mucha molestia.

- ¿Estás seguro? –preguntó Alec.

-Por supuesto, si no es mucha molestia –repitió Max.

-Está bien, puedes quedarte y sabes que no es ninguna molestia para mí que te quedes, ahora voy a llamar a tu madre.

-En realidad ya le había dicho que me quedaría, sinceramente esperaba que me dieras tu aprobación para quedarme.

Alec soltó una pequeña risita.

-Bueno, entonces te quedarás en mi cama, yo estaré en el sofá.

-En realidad Alec quiero quedarme contigo si no es mucha molestia alarma –volvió a decir el pequeño, Alec se enterneció por el miedo de Max a ser rechazado.

-Por supuesto que no es molestia –repitió Alec –ahora toma algo en mi ropa para dormir, yo iré en un segundo.

-Gracias Alec –musitó el chico alegremente antes de correr a la habitación de su hermano.

Odiaba tener que mentirle a su hermano, pero ese mismo día Tessa y Magnus tenían que hablar sobre un desfile que tendría Magnus, por lo cual el moreno estaba en la casa, por supuesto no quería que su hermano lo viera, ni siquiera el mismo quería estar en la misma habitación, no se quería encontrar al moreno, la forma en la que había lastimado a su hermano era imperdonable.

Max se cambió y acomodó en la cama cubriéndose con la cobija hasta la barbilla, estaban en pleno invierno, por lo cual quería estar calentito, el niño estuvo acostado por media hora en la cama de Alec esperándolo, pero cuando su hermano no llegó, se preocupó demasiado, por lo cual decidió que era mejor ir a buscarlo.

Max primero buscó en la sala de estar pero al no encontrar allí al chico se dirigió a la cocina, no, tampoco lo encontró allí, rendido se dirigió de nuevo a la habitación de su hermano pero al pasar por el baño se frenó de golpe al escuchar unos sollozos provenientes del interior, el niño pegó su oído a la puerta y pude escuchar más claro que era su hermano, Alec que estaba llorando, por supuesto no quería que Max lo escuchara.

-Ay hermano tú siempre haciéndote el fuerte –murmuró Max para sí mismo y sintiendo una ráfaga de odio hacia el moreno.

Magnus había matado a su hermano sentimentalmente, Magnus había matado a su mejor amigo.

****************************************

-Esto es lo que extrañaba Magnus, es la mejor fiesta en mucho tiempo, ya extrañaba que te divirtieras un poco.

- ¿Pero qué dices Kyle? Ya sabes que yo siempre me divierto.

-Pues sí lo sé, pero habías estado tanto tiempo desaparecido, es más, creo que la última buena fiesta tuya fue en el cumpleaños de tu última aventura, Alexander Lightwood.

El pecho de Magnus se estrujó dolorosamente.

-Sí bueno, como sea, no quiero hablar de eso.

-Magnus sabes que somos amigos y puedes contarme lo que quieras ¿Es verdad que ese chico y tú estaban enamorados?

El pecho de Magnus se apretó dolorosamente.

-Ya te dije que no quiero hablar de eso –ladró el moreno con furia –y si vas a seguir molestando y arruina la fiesta mejor que te vayas –espetó Magnus molesto.

Kyle alzó las manos en señal de rendición.

-Está bien, lo siento, lo siento si te molestó, sólo tenía curiosidad.

-La curiosidad mató al gato –recordó Magnus – ¿quieres ser el gato? –El joven muy asustado negó –qué sabio eres –alabó Magnus con sarcasmo.

El joven rodó los ojos hacia el cielo y desapareció por entre la multitud, no quería pelear con Magnus, últimamente nadie quería pelear con Magnus, puesto que el chico se encontraba de un humor desagradable, podía estar en un momento festejando con una sonrisa en tu rostro y pasar al otro para echar a todos los invitados de la fiesta de su casa a patadas literalmente.

La fiesta continuó con los invitados felices a mas no poder, Magnus por supuesto no perdió la oportunidad de conocer y coquetear con un par de chicos y chicas, pero eso interior todo se sentía fingido, porque así era, había pasado ya un año después de haber terminado con Alec pero a Magnus le seguía doliendo como el primer, día decir lo que había dicho en la entrevista con Malcolm Fade le había dolido como no le dolía nada en mucho tiempo y se preocupó de que Isabelle o cualquiera de los Lightwood's lo hubiera escuchado pero ¿que decía? Por supuesto que alguno de ellos la había escuchado, en especial, lo más probable fuera que hubiera sido Isabelle, ella era amante a la moda y ahora era una de las modelos femeninas preferidas de todas las personas, por su belleza y su encanto, tarde que temprano se enteraría de lo que había dicho Magnus.

El moreno dio un par de vueltas por toda la fiesta intentando encontrar algo que lo atrajera o lo distrajera pero no encontró nada, así que se hizo en un rincón alejado para que nadie lo molestara, desgraciadamente para su mala suerte sintió como lo halaban del brazo, Magnus molesto se dio la vuelta para ver de quién se trataba, allí se encontraba, como no, Isabelle Lightwood que lo fulminaba con la mirada, antes de que Magnus pudiera decir algo, sintió como la palma de la mano de la chica estallaba contra su mejilla, Magnus no puedo quejarse, de cierta forma se lo merecía.

-Eres un asqueroso desgraciado Magnus Bane ¿Cómo pudiste hacerle eso a Alec? Él te amaba, bueno, si quieres que te diga la verdad, aún lo hace –espetó la chica completamente furiosa.

Magnus soltó un suspiro agotador.

-Lo que dije no es cierto Isabelle, pero era lo que tenía que decir o sino la prensa me comerá vivo, tu hermano ha sido, es, en realidad, la persona en el mundo que más me importa y verlo con Jonathan fue extremadamente difícil...

-Espera un momento ¿Alec y Jonathan? –preguntó Isabelle.

Magnus asintió y la chica entendió rápidamente lo que sucedía, quiera decirle sobre la boda, pero tenía que averiguar una cosa.

-Dime Magnus, si Alec es importante para ti ¿por qué no detuviste a ese chico cuando te besó?

La mente de Magnus inmediatamente se fue hacia su peor noche, en la cual Alec Había decidido acabar con todo lo suyo, con su relación y con su vida.

Magnus suspiró y tomó a Isabelle de la muñeca para arrastrarla hacia su habitación, cuando los dos chicos estuvieron tranquilos, solos y en silencio, Magnus le explicó a Isabelle que la única razón por la cual no había alejado a Imasu era porque se encontraba en shock, puesto que había creído que el Peruano jamás volvería a su vida, había sentido tanta ira con el joven que ni siquiera ganas de apartarlo le habían quedado, pero que ese beso no había significado nada para él, que había sentido asco y que jamás en su vida se había sentido tan miserable como cuando miró que toda la ropa de Alec había desaparecido de su casa y que lo único que le había quedado era una almohada con el aroma a sándalo de su hermano que al final había desaparecido, quitando todo rastro del ojiazul en su vida, a excepción de sus recuerdos y memorias que le torturaban todas las noches, Isabelle escuchó atentamente y cuando Magnus terminó de hablar, suspiró con cansancio.

-Alexander es la reina del drama –sentenció la pelinegra –entendió todo mal y ni siquiera te ha dejado explicarlo, Magnus, me disculpo por mi hermano y te aseguro que él te amó más que a nadie en el mundo, todavía te ama, deberías ir a hablar con él, deberían aclarar las cosas, seguro que sí insistes, Alec te dará la oportunidad de que le expliques todo y si no, yo lo golpearé y lo amarraré para que te escuche.

Magnus sonrió con agradecimiento a Isabelle.

-Tienes razón, es hora de continuar, he estado perdiendo el tiempo, he sido muy estúpido, sinceramente extraño a mi Garbancito.

Isabelle sonrió alegremente.

-Por supuesto, pero deberías hacerlo antes de mañana, ya sabes es la gran boda, si no lo haces mañana será demasiado tarde –Isabelle miró la hora en su reloj –ahora, tengo que irme, nos vemos mañana –dijo la chica antes de caminar rápidamente fuera de la habitación.

Magnus quedó en shock mirando el techo, tenía que hacerlo, no podía permitir que Alec se casara con Jonathan, no podía hacerlo, si todavía lo amaba, si todavía sentía algo por él tenía que hacerlo mañana.

Tenía que hacerlo antes de perderlo para siempre.

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