— ¿Me has hechado de menos? — Le pregunté divertida.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Samuel colocándose delante de la joven, temía que hiciese algo contra ella. Sabe lo celosa que puedo llegar a ser de mis queridos hermanos.
— He vuelto. Deberías alegrarte aunque sea un poco, o por lo menos finje que te alegras de verme — Dije esta vez seria.
— Tesa será mejor que subas a mi habitación — Así que la chica se llama así...
La rubia le hizo caso a mi hermano y subió escaleras arriba.
— Dime a que has venido — Samuel se acercó a mí y me acorraló contra la pared mientras me cogía por el cuello y me apretaba con fuerza.
— ¡Ya te he dicho que he vuelto para quedarme! ¿Por que me odias tanto? Se que hice mal las cosas pero no me podrás odiar siempre — Grité empujandolo.
Ahora era yo quien lo tenía a él agarrado por el cuello. Creí que podía ganarle hasta que alguien me cogió por los brazos y me tiró al suelo.
El aroma era inconfundible.
Me giré rápido para comprobar que estaba en lo cierto — Jon... — Dije con los ojos cristalizados.
Tengo que reconocer que mi hermano mayor era mi debilidad.
— Alice estás viva — Se acercó a mi a velocidad vampirica y me apretó entre sus brazos.
Los agarré fuerte y lloré, lo había necesitado mucho, demasiado — Nunca más en tu vida vuelvas a irte — Dijo mirándome con el ceño fruncido.
— No lo haré — Dije segura de mis palabras — Te lo prometo — Una sonrisa apareció en su cara y acaricie su mejilla, siempre le decía que cuando sonreía era el hombre más hermoso del universo.
— ¿Por qué estás así con ella después de lo que hizo? — Preguntó un Samuel dolido y triste mirándonos a mí y a Jon.
— Porque es mi hermana, nuestra hermana, y tampoco fue para tanto, de todos modos esa tia era una zorra — Dijo mi hermano apoyándome.
— Esa zorra era mi mejor amiga y Alice lo sabía perfectamente — Dijo mi hermano defendiéndose.
— Te recuerdo que intentó acabar con mi chico Samuel — Añadí esta vez yo.
— Se lo merece — Contestó este.
Sentí la rabia subir por todo mi cuerpo y cerré los puños con fuerza para evitar tirarme sobre mi hermano y arrancarle el corazón.
— Alice, Peter no es el mejor pretendiente para ti — Dijo irónico como siempre pero sabía que también pensaba mal sobre mi chico.
— ¿Tu me vienes a decir a mi nada después de que Ana nos condenara a todos a esto y ahora estás con su puto clon? — Le grité tirando lo primero que encontré.
— No metamos a Tesa en esto — Habló mi querido Jon dejándome perpleja, el siempre me defendía.
— Ya veo.. — Me quedé callada mirandolos a ambos y me di la vuelta para mirar hacia la chimenea.
Sentía una ganas horribles de matar a esa muchacha pero me tube que contener.
— Alice.. — Intentó acercarse Jon a mí pero lo aparte empujándolo.
— Nunca debí volver — Dije girándome y caminando hacia la puerta.
Tenía la esperanza de que los dos me parasen pero solo lo hizo uno.
— Alice espera por favor — Samuel me había seguido hasta la puerta.
Me sorprendió que fuese él y no Jon. El mayor de mis hermanos siempre había sido un reflejo de mí misma, siendo una inspiración y un modelo a seguir. En cambio, había sido Samuel el que había cedido una mano para evitar un conflicto mayor.
Estoy sorprendida.
— Quédate — Me dijo tirando de mi brazo hacia dentro de casa y envolviéndome en sus brazos.
Sentí como le caían un par de lágrimas y lo abracé más fuerte. Yo también lloré, emocionada por volver a encontrarme con él, incluso con el idiota de Nate, con el que ahora estaba cabreada.