Ustedes recordarán que todo esto es una especie de introducción a el momento actual que es cuando el Naiko tiene la genial idea de tirarme con caña en la piscina de la casa, pero para todo eso es necesario resaltar estas cosas, y sí, era necesario recordarles la parte en donde me subo por primera vez a una micro.
Pero les contaré como ha sido todo hasta el matrimonio de mi padre, parte en donde comienza lo bueno.
Bien, académicamente estaba igual que siempre, tenía excelentes notas y gracias a eso, la Mica y la Fran se beneficiaban, subieron como 4 décimas sus promedios a base de copiarme, pero son súper telas y me han ayudado caleta.
Socialmente, me llevo bien con casi todos, tuve unos encontrones con unas tipas, pero nada importante, con el resto todo es buena onda, me agarran pal webeo y yo a ellos, la Mica y la Fran son lo más cercano a amigas y los amigos del Naiko y el mismo Naiko también, se han vuelto parte de mi círculo de amigos, pero más que nada con el Naiko ya que vivo con él y se ha convertido en casi un hermano.
Con mi papá me llevaba la raja y la Paty ha sido estos 4 meses mejor mamá de lo que fue la mía en 17 años.
Los preparativos de la boda estaban andando, había acompañado a la Paty a comprar el vestido junto con sus amigas y hermana, había comprado mi vestido también y ya se venía todo eso del matrimonio.
Sobre mi mamá no había sabido nada desde que me fui y honestamente estaba bien tal y como lo estaba ahora.
Hoy era el matrimonio de mi papá con la Paty. Estaba arreglándome en la casa junto con mi papá y el Naiko, los tres estábamos ahí ya que la mamá del Naiko estaba en otra parte, no sé dónde honestamente.
Me terminé de poner los aros y bajé las escaleras con cuidado, mi papá estaba terriblemente nervioso y no lo podía disimular.
Fuimos a la iglesia y nos quedamos ahí esperando, el Naiko había invitado a sus amigos y yo, bueno, no invité a nadie por el simple hecho de que a pesar de que las chiquillas eran de mi confianza y las consideraba amigas, no era tanto como para invitarlas a la boda de mi papá, en cambio el Naiko, se había criado con sus amigos y son años de amistad, no reclamé, fue mi decisión de hecho.
En la iglesia me senté al lado del Naiko y mientras esperábamos a la novia, los cabros tiraban la talla en la casa del señor.
-Mía, algún día tú y yo estaremos parados ahí- me dijo el Nico como talla apuntando con su dedo el altar.
-Te gustaría- le respondí sonriendo.
-¿No encontraste un vestido más de maraca?- me webio el Jaime.
-Eri pesao weon, se ve bonita- me defendió el Edgar.
-Las maracas usan vestidos rojos po weon- se acomodó la manga de la camisa y me tiró un beso.
-Paren- les dije y rodé los ojos- ¿el Oscar?
-Va a llegar a la fiesta- dijo el Naiko y pegó un manotazo en el borde del puesto de adelante como acordándose de algo- ¿va a comprar hierba ese weon?
-¿Vo qué crei?- preguntó como si fuera obvio el Edgar.
-Puta, llamen a ese culiao y que no webee, no puede fumar hierba en el matrimonio de mi vieja weon.
- lo va a hacer igual, Naiko- le dijo el Nico.
-No tengo saldo- dijo el Jaime guardando su teléfono.
El Naiko me miró rogando y saqué mi teléfono, puse los ojos en blanco y marqué su número.
-¿Cómo teni su número?- me preguntó el Nico.
-Me hace algunos favores- contesté mientras mordía una uña.
El Naiko me miró esperando más información, pero yo no le respondí.
-Holi- me contestó el Bestia y yo sonreí.
-Ni se te ocurra traer hierba weon- ni lo saludé, simplemente le dije eso.
-¿Cómo se te ocurre weona?, eso ya lo sé, pero voy a llegar volao.
-Ahí ya es tú problema, pero aquí no entras ni siquiera un paragua, nada.
-Ya lo sé, oye, ¿esta semana vas a querer o no?
-Después lo hablamos, chao- le corté y guardé el teléfono- listo.
-¿Nos vas a contar qué haces con el número del Bestia o no?- preguntó el Naiko cruzado de brazos.
Pensé 2 segundos en una respuesta convincente, pero fui salvada por la campana.
-VIENE LA NOVIA- gritaron de afuera y yo sonreí mirando hacia la entrada. Justo a tiempo.
(...)
-Mi familia tiene una cabaña en Iloca- dijo el Jaime y todos lo miraron raro- ¿qué?
-¿Y dónde queda esa wea?- preguntó el Nico.
-Como a 6 horas de Santiago- dijo el Jaime- es fome la wea, pero es playa.
-¿Y te vai a sacar cabaña?- preguntó el Naiko.
-Por algo lo dije, pa celebrar la salida de cuarto po weon.
-Puta, bacán, le ponemos el brillo a esa wea de playa- dijo el Bestia.
-¿Apañai chica?- me preguntó el Jaime al notar que estaba sumida en mi silencio.
-¿A qué voy a ir yo?-pregunté dando un sorbo a mi jugo.
-Ya casi eri parte del grupo, estay invitada.
-No hay más minas, me quedo en Santiago con mi piscina.
-Igual falta weon, muchas cosas pueden pasar, mientras, nosotros somos los invitados a la cabaña en el campo de Jaimelito- dijo el Edgar y yo alcé el vaso en señal de brindis.
Había bailado con mi papá y el resto de la fiesta lo pasé hablando y webiando con los chiquillos, eran muy graciosos estos tipos.
Fui a buscar un vaso de bebida cuando sentí que alguien me abrazó por los hombros, alcé la vista y vi al Bestia con una sonrisa. Tomó una lata de cerveza y me guío hasta afuera.
-¿A dónde vamos?- le pregunté y él no me respondió, es más, siguió caminando arrastrándome a tirones. Me va a violar.
Llegamos a un lugar apartado y se sentó en el suelo, sacó un caño de su pantalón y me lo mostró.
-¿Le poni?- me preguntó y yo suspiré- sé que le haci a esta wea, no me mentí a mí.
-Uno no hace daño – susurré y él lo encendió- te dije que no trajeras, eri porfiado Bestia.
-Siempre ando preparado- me lo pasó mientras expulsaba el humo. Guardé el humo y lo boté como cascada, el Bestia me miraba atento- le poni talento.
-Me gusta jugar con el humo.
-¿Cómo llegaste a esto?
-Lo dices como si fuera malo. Mi mamá y mis amigos, me terminó gustando y es lo único ilegal que hago.
-No eres tan pollita como pareces.
Lo terminamos después de eso en silencio y nos quedamos tirados en el pasto mirando las estrellas, aún en silencio.
No sé cuánto rato habrá pasado, pero después de unos minutos nos paramos y volvimos a la fiesta.
-¿Ustedes dos dónde andaban?- nos preguntó el Jaime, y el Bestia soltó una pequeña risa.
-Este weon está volao- dijo el Nico y todos me miraron.
-Yo lo acompañé- dije rascándome un ojo- voy al baño y vuelvo.
Fui al espejo y me miré. Me eché gotitas y esperé un poco, retoqué el maquillaje y salí. En todo eso me demoré no más de 10 minutos.
Al salir vi a los chiquillos hablando con el Bestia, estaban enojados.
-¿Qué pasó?- pregunté al ver la cara de enojo del Naiko.
-¿Fumaste con este weon?- me preguntó.
-Eh, sí- ya no valía la pena mentir, yo no mentía, ocultaba información.
-¿Por qué?
-Porque es mi vida y me gusta, ¿algún problema?
-Sí, eri menor de edad y es el matrimonio de nuestros papás.
-¿Y?, pasé navidad volá y año nuevo no lo recuerdo hasta el 3 de enero. ¿Crees que va a cambiar algo en la boda de mi papá? No está ni a metro y medio de importarle lo que haga.
El Naiko me miró y se relajó.
-¿Tú ya le hacías a esta wea?- me preguntó y yo asentí- ah, pensé que este weon te metió en eso.
-Cágala un poco más Naiko a la próxima- dijo el Bestia riendo.
-Puta, perdona weon- dijo el Naiko.
Narra Naiko
-Nunca te vi tan preocupado de una mina weon- me dijo el Edgar- ¿te pasan cosas con la Mía?
-No- fruncí mis cejas por la ocurrencia del Edgar y le di un sorbo a mi cerveza- no weon, ¿Qué te hace pensar esa wea?
-Todos lo pensamos en realidad- dijo el Nico sonriendo como si tramara algo- suelta la pepa.
-Weon, ¿Cómo me va a gustar? No sean weones.
Enojado tomé otro sorbo y acomodé la corbata.
De algo estaba seguro y era de que nunca me gustaría la Mía, nunca.
La busqué con la mirada y la vi bailando con un vaso en la mano junto a su papá. Ella me regaló una sonrisa y yo se la devolví.
Nunca.
Editado 28 febrero 2018.