El otoño se acercaba, las hojas de los arboles cambiaban de un color verde a rojizo o anaranjado, la brisa era fresca y los locales de café y chocolate caliente estaban llenos, en H.A. ya tenían contratada la calefacción, asi como la venta de pan y chocolate abuelita.
-¡Suerte, Chancho!- animaron Dinah y Harry.
Si, hoy era la dichosa comida en casa Cabello, era hora de salida, la camioneta estaba acomodada en el estacionamiento, Camila recogió a su novia en la clase de guiones, tomo su mochila dandole un pequeño beso en la mejilla, no tardaron mucho en subir a la camioneta e ir en camino.
-Sobre esta comida...- empezó hablar la latina -Mi mamá es algo.. ah, no se como explicarlo, ella tal vez me deje en vergüenza.
-Es el trabajo de las madres, supongo.. solo espero llevarme bien con todos.
-¿De que hablas?.. ¡por supuesto que les agradaras!, no estoy nerviosa por eso, si no por lo que.. ¡argh! Esto sera tan incomodo.
Luego de esto pasaron unos segundos en llegar a la casa Cabello, la castaña se estaciono con cuidado, saliendo del vehículo para abrir la puerta de su novia.
Lauren traía una falda negra con mayas de igual color, sus típicas grandes botas de cuero y una blusa de manga larga morada. Por otro lado Camila llevaba unos jeans beige con zapatos de piel cafés al igual que su cinturón, una camisa de cuadros fajada y un saco negro entallado.
Caminaron hasta la casa, abriendo la puerta de esta, siendo recibidas por el señor Alejandro que estaba sentado en la sala viendo la televisión, se paro al instante cuando vio a su hija acercándose a ella con una sonrisa.
-Hija bienvenida- saludo él -y tú debes ser la tan famosa Lauren ¿vedad?.
La ojiverde se ruborizo un poco ante la presentación.
-Si, mucho gusto señor Cabello.
-Puedes llamarme Alejandro- aclaro él -¡Cariño, Camila y Lauren están aquí!.
-¿Donde esta mamá?- pregunto la morena.
-¡Oh!, ella esta cocinando junto con tu hermana, pasemos al comedor.
Y asi lo hicieron el comedor era rectangular con espacio para seis personas, la pareja se sentó a la par, mientras acomodaron los platillos, Sofi se sentó en el individual de la derecha, y los señores Cabello frente a la pareja mientras un asiento quedo vació.
La comida era simple, algo de pollo y arroz con agua de sabor, era casero y exquisito, la pareja se sentia algo nerviosa ante la mirada de Sofia, que era evidente y burlona.
-Camila me lo había dicho pero..- hablo Sinu -es Cierto, eres muy hermosa.
-Gracias- inquirió la pelinegra apenada, mientras la castaña se sonrojo un poco.
-¿Sabes lo que quieres estudiar o hacer de tu vida en un futuro?- pregunto curiosa la señora Cabello.
-Si, me gustaria ser guionista de peliculas, trabajar para grandes ciudades o en producciones.. especificamente en el termino terror y suspenso.
-Es muy buena con los guiones- aclaro la latina con media sonrisa.
-Esa es la clase donde no vas muy bien, ¿verdad?- hablo con gracia Alejandro.
-Podria escribir mil ensayos de historia, pero si me pones hacer un solo guion.. soy pesima- especto la morena apenada.
Entre charlas cotidianas pasaron la comida dándose el tiempo de un postre, pero para este fueron a la sala, mas cómodos ahí, en el sillon mas grande estaban Sinu, Lauren y Camila, Sofia y Alejandro estaban en los otros dos.
-Eres muy linda. Y simpática, tienes un buen aura contigo. Pareces ser una buena persona, se porque mi hija se enamoro de ti. Pero que educada, pareces toda una señorita.
Fueron los halagos seguidos de Sinj hacia la ojiverde, que se limitaba a agradecer algo apenada, pero le agradaba haberle caído tan bien a su suegra, la señora Sinu era una buena persona, se le notaba.
-¿Quieres ver unos vídeos de Camila cuando era pequeña?- pregunto la señora Cabello con media sonrisa inocente.
-Mamá- reprocho la latina.
-¿Que?- hablo indignada Sinu.
-Papá...- hablo de nuevo la morena mirando a su padre que se limito a subir las manos en señal de "No hay nada que yo pueda hacer" o tal vez era "No puedo contradecirla" una de dos.
-¿Entonces?- volvio a indagar Sinu mirando a la pelinegra
Esta sonrió de lado, mientras le daba una mirada divertida a su novia.
-Claro.
En cuando tuvo respuesta afirmativa, la señora Cabello paso los CD'S en el reproductor, mientras conecto algunos cables volviéndose a sentar en el sillon ahora con un control en la mano.
Presiono "play".
En la pantalla comenzó a verse el patio de la casa, solo que ahí todavía no estaba la alberca, se limitaba a tener un patio con bastantes flores y abundante césped, el señor Alejandro hacia parrillada, saludando animado a la cámara, despues se vio una niña de unos 4 años con un pequeño vestido rosa bailando y gritando que era una princesa, creo que sabrán quien era.. si; Sofia.
-Mamá.. ¡soy una princesa!- gritaba la pequeña.
-Una.. ¡princhesa mojada!- fue una voz tierna que se escucho.
En ese instante salio con una pistola de agua, era Camila, bastante pequeña y con su cabello castaño corto, tenia una camisa negra y unos pantalones de mezclilla, con unos tenis tambien obscuros.
-¡Kaki!- grito con un puchero la pequeña Sofia mientras le quitaba la pistola de agua a la latina para ahora mojarla, ya con una muy húmeda Camila le devolvió su arma.
-Ahora estamo a mano.
Lauren sonrió al ver a la pequeña castaña sacudirse del agua mientras su cabello se alborotaba, volvió su vista para la cámara que la grababa y dedico una linda sonrisa a esta; en definitiva seguía siendo la misma.
-Y tu bebé.. ¿que eres?- pregunto Sinu en el video.
La chiquita Camila apunto su pistola de agua a diferentes partes disparando con ella.
-Policía.. ¡piu! ¡piu!- corría por el pateo tirándose en el suelo mientras jugaba con el juguete, su ropa ya tenia algunas manchas de lodo.
-Era muy divertido porque ambas eran totalmente diferentes ¿sabes?- hablo la señora Cabello platicando con Lauren.
-A Camila le gustaba el cabello corto y siempre andaba con pantalones, mientras Sofia siempre uso vestidos y su cabello largo.. aun asi, siempre han sabido sobrellevar sus diferencias y llevarse bien, una con la otra.
En la pantalla apareció otro vídeo, la casa Cabello ahora estaban caminando con la cámara, pasaron por el pateo donde ya se veia la alberca, la cámara se movio hasta ver las escaleras donde bajaba Camila como de unos 8 años con unos shorts negros y una camisa del mismo color, el cabello seguía corto, sonreía al ver que la grababan.
-¿Que haces, Sofi?- pregunto la niña Camila.
-Te grabo- contesto con gracia la hermana mayor -¿Que se siente tener 9 años?.
-No lo se.. ¿que se siente tener 10?.
-Que simpática eres hermanita bebé.
-¿Ya llegaron los chicos?.
En eso se escucha el estruendo de la puerta abrirse bruscamente, ahí aparecen dos chicos, una morena con el cabello atado un una pequeña cola y un moreno cabello castaño demasiado corto para saber si era lacio o ondulado.
-¡Dios! ¡¿Son Harry y Dinah?!- pregunto sorprendida la Ojiverde viendo a su novia que se escondia detras de un cojin.
-Si, lo son- contesto la morena.
Ahora de nuevo en el vídeo, se veía una pequeña reunión, había chicos de nueve y diez años por doquier, adultos eran los señores Cabello, estaban comiendo hamburguesas y todos reían ante la gracia de los tres amigos bailando en medio de la sala.
-Matenme..- susurro la castaña.
La fiesta era infantil y colorida, pero se veía muy divertida, la música resonaba por unas bocinas, y en especial una parte del vídeo una niña le daba un beso en la mejilla a la latina, sus mejillas se ruborizaron un poco y sus amigos le echaban burla.
Lauren sintió un poco de celos al no haber conocido a la morena antes, aun de pequeña hubiera matado a aquella chiquilla.
Los tres amigos parecían inseparables, jugaban a tumbarse a la piscina.. por lógica el primero que cayo fue Harry, despues cayo Dinah y despues con un clavado se aventó la castaña.
-Camila siempre fue muy inquieta y traviesa, asi como simpática y divertida- hablo el señor Alejandro.
Y entonces otro vídeo paso por la pantalla.
-¡Oh! Suficiente por hoy.. ¡miren la hora! ¡¿ya es tan tarde?!- empezo a divagar Camila nerviosa.
-Oh.. Cabello un video mas no hara daño.- aclaro Lauren sonriendo con burla.
Entonces en pantalla se vio la cara de Harry ahora ya con el cabello mas largo dejando ver sus rizos castaños, volteo la cámara dejando ver que el estaba grabando, ahora se veía a Dinah con sus particulares trenzas pero sin su actual cabello rubio.
-¿Donde pongo la camara?- pregunto Harry con su tipico acento.
-Ponla ahí para que todos nos veamos.
Se vio como acomodo la cámara en dirección a un sillon largo, Dinah se sentó en la parte derecha y Harry en la izquierda.
-¿Ya están grabando?- se escucho una dulce y distinguida voz.
Apareció y se sentó en medio de sus amigos, el cabello le había crecido un poco y traía el cabello corto hasta los hombros, vestía con unos pantalones grises con supras del mismo color, y una camisa azul marino de manga larga abierta con el cuello en "V". Si no supiera que era Camila, le hubiera parecido un chico, algún muchacho tipo modelo o algo por el estilo.
-Hoy hicimos una apuesta- empezo a hablar Dinah.
-Pediremos el numero de cualquier chica que veamos, el que consiga mas ganara y los perdedores le compraran el almuerzo.. ¡por un mes!- inquirió animado el chico castaño.
-Creen que me ganara por ir a una escuela de artes ¿verdad?.. eso lo veremos- hablo simpatica la castaña.
Después se ve como pausan el vídeo, ahora otra vez se ve el sillon, tumbados en el los tres amigos, parecen cansados.
-Conseguí 4 números- hablo Harry con el pecho en alto.
-¡Ja! Yo tengo 7- aclaro Dinah con arrogancia.
-Me deben el almuerzo de un mes, chicos- inquirió Camila sacando varios papeles de sus bolsillos -Tengo 12 números.
Dinah y Harry se echaron hacia atrás, para despues correr persiguiendo a la latina, que iba riendo mientras la perseguían.
-No es justo.. aun siendo una chica, tu y Dinah consiguieron mas numeros, es trampa- se oía gritar a Harry.
Y ahí el vídeo se paro, siguieron platicando hasta que se hizo de noche, mayormente anécdotas de Camila cuando era pequeña, era hora de irse la castaña llevaría a su novia a casa, salieron despidiéndose, para subir a la camioneta.
-Vaya de pequeña eras...- comenzo hablar la ojiverde.
-¿Torpe? ¿Despistada? ¿Inquieta?.. lose, es muy vergonzoso.
-No, eras muy linda- aclaro la pelinegra robando un beso de la morena -Mas masculina, pero no has cambiado mucho. Sigues teniendo esa sonrisa.
El beso empezó tierno y lento, sin preocuparse de que estaban estacionadas frente a la casa Jauregui, las caricias se hacían presentes, y las lenguas entraban en el juego peleando por el dominio, tal vez era la calefacción o el calor que ellas mismas emanaban, pero la ropa empezaba a estorbar...
Continuara...