SUPERMAN ||CAMREN G!P||

By KP-Cmrn-5H-Bl

745K 28.9K 10.1K

Lluvia de meteoritos, el nacimiento de una niña héroe, los señores Cabello adoptan ese día a Camila, llevan... More

Capitulo 1: Camila Cabello.
Capitulo 2: Lana y Ryder Daniels
Capitulo 3: Esto no es una cita
Capitulo 4: Espantapájaros y El baile
Capitulo 5: La piscina
Capítulo 6: ¿Es amor?
Capitulo 7: Salida de Chicos y Chicas
Capitulo 8: Declararme
Capitulo 9: Un día agitado
Capitulo 10: Excursión y Noviazgo
Capitulo 11: Sola en casa
Capitulo 12: Comiendo con los Cabello
Capitulo 13: Una noche especial
Capitulo 14: Es mi turno
Capitulo 16: Tornado parte 2
Capitulo 17: Quiero saber de ti
Capitulo 18: Estamos contigo
Capitulo 19: Es parte de crecer
Capitulo 20: El Gran Baile
Capitulo 21: El tiempo pasa
Capitulo 22: Es ahora o nunca
Capitulo 23: Egoísmo
Capitulo 24: Compromiso
Capitulo 25: Destino
Capitulo 26: No me dejes
Capitulo 27: Jurar amor de por vida
Capitulo 28: ♥EPÍLOGO♥
IMPORTANTE

Capitulo 15: Tornado parte 1

29.3K 900 357
By KP-Cmrn-5H-Bl


(...) ← Estos tres puntos son de cambio de escenario, o cambio de lugar.

-------

En un escrito de negocios, recostado en una silla reclinable estaba Ryder Daniels, tomando paciente un buen vino del 83. El sonido de su zapato resonando contra el piso era lo unico que se podia escuchar, hasta que un joven entro en la habitación.

-¿Quería verme, joven Daniels?

Era un señor unas arrugas ya adornaban su cara, el cabello negro pero unas canas sobresalían de el, delgado y portaba un gran saco con su respectiva corbata.

-Si.. Abel, es un placer tenerte por aquí. Por favor, toma asiento.

-Oh, es usted muy amable.

El hombre procedió a sentarse en una cómoda silla de frente al joven.

-Dicen por ahí, que eres el mejor reportero de todo este pequeño pueblo. ¿Eso es cierto?. Sabes las noticias al instante y eres bueno para... conseguirlas.

-No quiero presumir, pero eso es cierto. Nada pasa desapercibido para mi y en este lugar hay demasiado por donde ver.

-Tienes razón.- razono Ryder pasando una escena por su mente.

«-Camila... ¿como pudiste subirnos?

- No lo se, adrenalina creo. »

-Quiero ofrecerte un trabajo.

-Siempre es un placer trabajar para usted joven Daniels.

-Es bueno escuchar eso, es algo sencillo. Quiero saber todo sobre la familia Cabello, antecedentes, antiguas viviendas, si es necesario hasta el perro que se les murió. Quiero saberlo todo. Pero sobre cualquier cosa... investiga a la menor, Camila Cabello. Su comportamiento, sus relaciones, amigos, su novia, que hace y cuando, cualquier cosa fuera de lo normal, lo quiero saber.

-¿Puedo.. preguntar el porqué?

-No, no puedes. Yo te pago, tú sigues mis ordenes. ¿Entendido?.

-Lo comprendo, en cuanto la cantidad sea considerable.

-Tenlo por seguro. Haz bien tu trabajo, y te daré lo que quieres.

...

Sus lentas y suaves respiraciones, era el unico sonido en la habitación de la pelinegra, no fue por planearlo pero se habían quedado dormidas, despues del acto. Era una imagen bastante encantadora. La latina recostada, ya con su pantalón medio puesto, la ojiverde se recargaba en su pecho usándolo como almohada, ambas parecían cómodas.

-Lau... ¡Lauren ya llegue! ¿Donde están mamá y papá?- era la voz de Chris entrando con desdén al cuarto -¡Ja... ¿Lauren?.

El chico las vio con la cabeza ladeada aun procesando lo que veía. Y como si sintieran la mirada, las chicas comenzaron a despertar, soltando bufidos de reproche en el proceso.

-Enano.. ¿Que haces aquí?- reclamo la pelinegra sin quitarse de su posición, dandole entender a la morena que no se moviera.

-Lamento interrumpir tu linda siesta, pero ¿donde están nuestros padres?- con comodidad se sentó en la cama al lado de las chicas -Vaya.. viéndolas asi, tu cama parece bastante cómoda.

-Calla.- bufo la mayor Jauregui ante el comentario de su hermano -Están entregando las invitaciones para la boda del tío Will.

El chico bufo con aburrimiento, vestía una camisa verde y unos jeans de mezclilla, tallo su cabello con pereza para girar su mirada a Camila.

-¿Quieres jugar mi nueva versión de Call of Duty?.

-¡¿Enserio?!- chillo la morena sentándose de un salto tal cual niña pequeña -¡Ya lo tienes! ¡¿como lo conseguiste?!.

-Ya ves.. contactos.- presumió Chris con una sonrisa despeinando el cabello de la castaña -¿Lo jugamos?.

-¡Si!... es decir, solo si La...- miraba a su novia con suplica en los ojos.

-Esta bien par de frikis, vamos- acepto en un suspiro la ojiverde.

Ambos chicos festejaron chocando cinco, pero el menor Jauregui salio para conectar la consola en su cuarto, mientras la pareja seguía en el cuarto de la mayor.

-Camz.

-¿Si?.

-Abróchate el pantalón.

Salieron del cuarto, con Lauren portando una sonrisa burlona y Camila mas bien un gesto de reproche. Entraron al cuarto del chico, y se sentaron frente a la televisión de plasma.

-Lern ¿Q-Que haces?- pregunto nerviosa la latina al sentir como su novia se acomodaba en su regazo.

-Me siento.

-P-Per..

-¡Vamos, Mila ya empezó!- inquirió con gracia Chris restando importancia a lo que pasaba justo a su lado.

-Vamos juega, Cabello- ronroneo la pelinegra con simpatía.

La castaña trago saliva y paso sus brazos por la cintura de su novia, para asi tomar el control y poder jugar. Todo se veía mas confuso si sentia el aliento de Lauren en su cuello. Podía hacer temblar todo su cuerpo, sin siquiera tocarlo.

Pasaron unos minutos asi, jugando vídeo juegos pero se hacia tarde y el sol comenzaba a esconderse, Camila se despidió de Chris con un simple choque de puños y de Lauren con su respectivo y tranquilo beso.

...

Salio de la casa Jauregui caminando con media sonrisa en el rostro, quería caminar, quería pensar en como podia llegar a sentirse tan feliz, aspirar el frió aire de invierno y ver la solitaria carretera. Era reconfortarble observar a niños jugar y el cielo parecía tener mas color.

Fue una coincidencia encontrarse a Sofia caminando a unos metros de ella, iba con audífonos y parecía distraída, todo parecía ir bien... no por mucho.

Logro escuchar muy por lo lejos gritos de auxilio, era un mujer y su voz sonaba rasposa por el pánico, se distorsionaba cada grito. El carro azul pasaba por su derecha, sin control alguno, solo el rostro de miedo en la señora era suficiente para saber que eso no era intencional.

Pero, su hermana estaba solo un poco adelante y no tenia idea del carro que iba a una velocidad increible en su dirección, la joven toco el claxon del auto varias veces, sin embargo Sofia no daba señales de escuchar.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAH ¡AAAAAAAAAAH!

Camila no lo soporto, tiro su mochila en algún punto del suelo y corrió directo hasta el auto, si lo tomaba desde atrás la señora saldría disparada hacia adelante, eso le traería fracturas, seria peligroso, al notar el detalle que no portaba un cinturón.

La latina hizo lo mas razonable, paro a su hermana de su caminata sujetándola en un brazo mientras con el otro detuvo el porche del carro azul que se estampo en su dirección, un ruido sordo se escucho seguramente la delantera del carro achatándose. Después de esto la sorpresa estaba impresa en el rostro de Sofia que solo hasta en ese instante sus audífonos habían caído. La castaña se limito a quitar su mano del vehículo viendo la marca que había dejado en el, pero eso no era lo importante. Bajo a su hermana de su brazo, y camino hasta la puerta del conductor viendo por la ventana a una señora de unos 32 años, su cabello negro corto y ondulado, no había gran daño un pequeño corte en su frente y estaba inconsciente, dejando eso de lado iba estar bien. Abrió la puerta con fuerza, estaba atascada tuvo que romperla, la saco con sumo cuidado recostándola en una parte segura. Llamo a la ambulancia dando los datos necesarios, cuando todo estaba listo, tomo a su hermana en brazos y salio del lugar hacia su casa.

Entre los arbustos sin verse mucho, estaba un hombre de saco con una grabadora en mano presenciando todo, sus ojos ampliados con asombro. Era Abel, quien quería trabajar lo mas rápido posible para conseguir su paga, pero esto era algo tan grande... lo llevaría mas allá de todo lo que pudo imaginar.

...

Era sábado, día de la gran fiesta-reunión de Normani, el día no era el mejor, las nubes habían salido cubriendo el cielo por completo cubriéndolo de gris. El viento era muy fuerte, y en las noticias pronosticaban un tornado para el día siguiente, pero eso no iba suspender nada de sus planes, todos estaban mas que listos.

En la casa Cabello todo estaba muy bien, reían al ver a la mayor de las hermanas correr de un lado a otro en busca de un buen vestido.

-Hija, insisto te veras bien con cualquiera.- hablo cariñoso Alejandro que tomaba café.

-Eso dices porque eres mi papá.- bufo con fastidio Sofi.

La familia volvió a reír.

-Bebé, es hora de que empieces a cambiarte- inquirió la señora Cabello viendo a su hija menor -Te compre un traje de lo mas elegante- suspiro llevando sus manos a los hombros de la nombrada -Vamos.

Con mirada de auxilio Camila miro a su papá quien se echo a reír subiendo los hombros, despues de todo él tendría que ayudar a Sofi y eso, era mil veces más dificil.

La castaña corrió a bañarse mientras su madre alistaba lo demás en su cuarto, su cuerpo se relajo al sentir el agua tibia por su cuerpo, imaginándose cuan hermosa se vería hoy su novia. Salio de la ducha cubierta en dos toallas, y aun portando esa sonrisa soñadora en el rostro.

Llego a su habitación, viendo a su mamá sentada en uno de sus sillones de piel, en la cama se encontraba el traje que ella misma le había traído.

-Lo lleve con una costurera para que lo adecuara a tu figura.

-Me gusta.- confeso la latina.

Procedió a cambiarse, le quedaba justo a su talla. Era encantador, unos pantalones negros, con zapatos de piel blancos, el saco y la camisa eran de igual color. Se aplico perfume dulce y acomodo su cabello dejando que cayera ondulado. Su mirada era voraz y alegre, en definitiva ese traje le sentaba bien.

-Ahora...- hablo Sinu sacando una corbata negra y pasándola por el cuello de su hija -Algún día deberías aprender a hacer tus corbatas.

-Pero, no uso trajes tan seguido, no lo considero necesario.

-Esa actitud, eres tan parecida a tu padre. Por algo yo continuo haciendo sus corbatas.- afirmo con cierto toque de reproche.

-Por eso te ama... y yo tambien.- aclaro divertida la menor.

-Te ves increible, bebé.

Ambas sonrieron. Caminaron los escalones para bajar a la sala donde Alejandro acomodaba el tacón de Sofia, era una escena bastante tierna.

-¿Ya estas lista, bebé grande?- pregunto simpática Sinu.

-¡Si!- afirmo Sofia con entusiasmo dando una vuelta -¿Como me veo?.

-Guapa, Sofi- exclamo Camila.

-Tú te ves encantadora, hermanita bebé.

-Júntense para una foto- esa fue Sinu que saco su celular del bolsillo tracero del pantalón que usaba.

Las hermanas se acercaron, abrazándose mientras sonreían, cabe destacar el pequeño detalle que Camila se paro de puntitas para alcanzar a su hermana, la señora Sinu queriendo recordar el momento tomo foto completa, seria un recuerdo genuino.

Se despidieron con un beso y un abrazo de sus padres para salir de la casa, tomarían la camioneta de la menor, y recogerían a Lauren en el camino.

...

-Dind Dong-

Fue el sonido que hizo el timbre de la casa Jauregui, Sofia prefirió esperar en la camioneta con los tacones que llevaba seria doloroso subir escaleras, fue el pensamiento de la latina.

Sintiendo un poco apretada su corbata intentaba jalarla un poco, en lo que la puerta se abrio.

«¡Woah! »

Es lo unico que alcanzo a pensar, Lauren traía un vestido azul marino de manga larga, sus largas piernas pálidas se veían en todo su esplendor, un collar con una pequeña piedra turquesa en el cuello, tacones negros y rizos en el cabello negro, con unos mechones de colores. El azul de sus ojos no podia verse mejor, en ellos un brillo coqueto y seductor.

-¿Problemas con tu corbata?- hablo o ronroneo a los oídos de la castaña.

-¡¿Eh?!- salio de su trance para percatarse de la situación. -Em... si, esta un poco apretada.

-Entonces...-hablo la pelinegra pasando sus manos al cuello de la mas baja, quitando sin batalla la corbata. -Ten.

-Am... yo, yo no se ponerla.- aclaro con un poco de vergüenza rascando su nuca.

-Dilo antes, Cabello.- hablo riendo la ojiverde mientras ponía la prenda con delicadeza -¿Quien te la puso?... ¿Tu mamá?.

-Si respondo que si, te vas a reír.

-Me crees tan malvada eso no es ci-, bueno tal vez un poco.- confeso soltando una risita.

-¿Como aprendiste a hacerla tú?- pregunto curiosa la morena.

-Chris, cuando era pequeño yo se la ponía, pero bueno ahora se la pone sin problema. Aunque ponértela a ti, no me molestaría... tanto.- admitió con un pequeño rubor en sus mejillas mientras sonreía.

La castaña no evitar sonrojarse al punto máximo, verla sonreír era aun mas bello. En el interior de la casa se escucho un pequeño grito.

-¡Karla, no regresen tarde!.

Si, nada mas ni menos que el señor Michelle.

-Cariño calma, deja que se diviertan.

Esa era Clara sin duda alguna, era una linda pareja un esposo gruñón y una esposa dulce. Complementándose entre si.

-¿Nos vamos?- pregunto con media sonrisa la morena.

-Ah, quería hablarte de eso. Chris quiere ir asi que ambos iremos en mi carro, tambien pasare por Ally. Ademas Dinah y Harry me dijeron que si ¿podías llevarlos?.

-Osea, que iremos separadas.

-Solo en los carros, nos encontraremos en casa de Normani- pronuncio con ternura la ojiverde plantando un beso en los labios de su pareja -¿Si?.

-Bueno, nos vemos. Cuídate en el camino.

-¿Podrían dejar de ser tan cursis cuando estoy aquí?- fue la burlona voz de Chris parándose en medio de las chicas, traía un traje gris con corbata roja, le quedaba muy bien.

-Cállate enano.- Bufo Lauren dandole un zape.

-Me dice enano y... su novia es mas baja que yo.- murmuro el menor Jauregui.

-¡Chris!- reprocho la morena.

-Ademas solo son dos centímetros los que me faltan para pasar tu altura- siguió quejándose Chris mientras caminaba al carro negro de su hermana -No es nada contra ti, Mila- grito abriendo la puerta desde la lejanía -Tú eres adorable.

-Lo voy a matar.- susurro Lauren mientras caminaba a su carro.

Camila exhalo con una sonrisa en el rostro, camino hasta su camioneta ahora tenia que recoger a sus dos amigos, mientras su hermana se quejaba por no llegar todavía al lugar.

Dinah llevaba un escandaloso vestido rojo, combinaba con su personalidad y sus trenzas rubias. Mientras Harry llevaba un traje azul.

...

Llegaron a la casa de Normani, el lugar era una locura, si bien todos estaban vestidos propios y elegantes, su actitud era completamente distinta. El olor alcohol y tabaco predominaba, podías ver a chicos besándose por cada rincón del lugar.
La música sonaba por toda la cuadra, mientras los colores fosforescentes por el DJ llenaban la casa. Normani los saludo a todos, con el vestido café que tenia puesto tenia a tres chicas por un lado y otras por el otro. Tenia una sonrisa de modelo en la cara y pues... era la dueña de la fiesta por lo tanto, la celebridad de ese momento.

Camila no tardo mucho y comienzo a buscar a su novia. Había demasiada gente todas pegadas entre si, a la morena esto le resultaba un poco incomodo prefería lugares mas abiertos, demasiadas platicas, sonidos, chillidos, veía como todo pasaba en cámara lenta por sus lados percibiendo asi, cada risa del lugar.

No paso mucho, cuando sintió como varias chicas se hacían espacio a su lado, la tomaban por sus hombros recargando demasiado su pecho hacia ella. El sonido de la música de antro y las risitas de las jóvenes era los que mas resonaba.

-Oye ¿quieres bailar un rato?- pregunto una de las chicas cual noto estaba en un claro estado de ebriedad.

-¿Eres nueva por aquí?.

-Cierto... no te vemos mucho en la escuela, ¿porque te ocultas, guapa?.

Empezaban a sofocarla un poco, no quería ser grosera eran unas jóvenes lindas, pero en definitiva ninguna era su novia, no quería ser brusca y aventarlas a todas.

-Yo... no participo mucho en obras, no me gusta llamar mucho la atención.- intento responder tranquila pero suficientemente fuerte para que le escucharan.

Una rubia con sonrisa, bastante indescifrable le tomo un brazo y lo masajeo.

-Vaya... ¿vas en el equipo de fútbol?.

-Em... no.- contesto.

-Con estos brazos, es un desperdicio... Vaya pero si eres todo un misterio.

Reían demasiado cerca para el gusto de la latina intentaba alejarse pero en ese punto su espalda ya pegaba contra una pared. Trago saliva, pensando como zafarse de ahí.

-Si no están informadas, zorras.- fue la penetrante voz que se escucho asiéndose espacio destellaba mientras caminaba era Lauren, la tomo con brusquedad de la corbata jalándola hacia arriba para unir sus labios, un beso fiero y reclamado... sabia tan exquisito, al terminarlo sentia como le mordían el labio inferior como el toque final -Es mi novia. Salgan de aquí, si quieren vivir mañana.

No falto decir más las chicas corrieron como en maratón, pero la ojiverde no soltaba su agarre de la corbata.

-Gracias... Em.. yo te estaba buscando.

-Eres muy despistada, Cabello.- reclamo la ojiverde jalando un poco mas la prenda hasta estar a centímetros de ella -Debería ponerte un cartel o algo. Propiedad de Lauren Jauregui, eso me gusta.

-No soy un objeto, Lau.- reclamo divertida la latina.

-Pero eres mía.- volvió a acercar la corbata para unir sus labios, en un beso mas pacifico y tierno.

-¿Bailamos?.

...

La pista de baile era la sala de la casa, la mayoría se encontraba ahí pero Lauren y Camila lograron hacerse un poco de espacio en el centro, las luces estaban por toda la habitación. La música zumbaba en sus oídos, y sus risas no podían ser mas grandes. La latina tomaba la cintura de su novia con cuidado y amable, mientras bailaban siguiendo la sinfonía. La ojiverde se dedicaba a jugar con sus manos en el rostro de su pareja, sus mejillas, su nariz, sus cejas, su cabello... todo tan adorable. Se besaban constantemente, sin darse cuenta estaban siendo el centro de atención, pero no era lo que mas les importaba, ese momento era tan unico. Mientras sus cuerpos se dejaban llevar, entre mimos y caricias, como cualquier pareja... enamorada.

Paso una canción un poco mas lenta, con ese distinguido toque seductor e inquietante. La pelinegra no lo desaprovecho, se volteo para pasar las manos de su novia, para como que la abrazara por la espalda. Pero esa no era su intención, meneo su trasero sugerente en la parte intima de la castaña. Y no era por nada, pero Lauren tenia uno de los mejores traseros, si no que el mejor. Su sonrisa era sensual y coqueta, mientras veía para atrás la reacción nerviosa de la morena. Pero aunque sus mejillas estuvieran cubiertas de rojo siguió el juego, apretó el abrazo doblando un poco a la ojiverde quien soltó una risita amorosa. Su olor era de otro mundo, aun estando rodeada de el humo de cigarrillo podia inhalar el mango y menta de todo su cuerpo, simplemente la pelinegra lo desprendía, como algo de ella.

Algo cansadas caminaron hasta la cocina por algo de beber. Esa área estaba casi vacía pues las cervezas estaban en el patio, tomaron unas latas de refresco del refrigerador para calmar un poco sus respiraciones agitadas.

-Lauren..

-¿Si?

-Te quiero.

-Y yo a ti, Cabello.

Se sonrieron, en ese pequeño instante perfecto. Pasaron unos segundos para que entrara Dinah y Chris, el menor Jauregui parecía enfermo, estaba un poco pálido.

-Lauren- hablo la rubia sujetando a Chris del hombro -Tu hermano se siente un poco mal, creo que tiene un resfriado.

-En la mañana estornudabas mucho, enano.- pronuncio Lauren con un semblante preocupado -Te llevare a casa.

-Me perderé la fiesta del año- se quejo.

-Ey campeón, habrá muchas fiestas pero solo uno como tú.- fue la voz comprensiva y amable de Camila.

-Opino lo mismo- agrego Dinah

...

Estaban afuera de la casa, Dinah, Camila, Lauren y Chris. Planeaban irse en el carro negro de la ojiverde, eran tan solo las once y media.

-Eh..Eh.. Chancho ocupas quedarte.

-¡¿Que?! ¿Porque, Dinah?

-Lo siento, pero ocupamos ayuda con la gente que empieza a caerse, quitar los objetos que puedan ser peligrosos... se lo prometimos a Normani.

-Pero no tardaremos mucho.

Cuando Dinah iba hablar Lauren interrumpió.

-No te preocupes, Cabello. Lo dejo rápido y me vengo. Solo son unos minutos.

-Pero puede ser.. es de noche y... yo... el viento es muy fuerte...

-No pasara nada. Si siento que el clima es muy peligroso, te llamo y vas por mi. ¿Si?.

-¿Lo prometes?.

-Lo prometo.

...

Mientras en la granja Cabello, un señor extraño llego a la casa llevaba un gran saco, los señores de la casa lo hicieron pasar, con el clima que había nadie podia estar afuera.

-Buenas noches, señores Cabello. Lamento molestarlos tan tarde.

-¿Lo conozco?- pregunto extrañado Alejandro.

-No, permitirme presentarme. Soy Abel, soy reportero de la ciudad.

-¿Porque viene con nosotros?

-¿Se encuentra su hija menor en casa?

-No, ella y su hermana están en una fiesta.- respondió Sinu con confusión,

-Oh, sera mejor venir otro día.

Cuando el misterioso hombre se dio vuelta tropezó con el escalón de la entrada, dejando caer un portafolio que traía con él. Se abrio con el impacto mostrando unas imágenes, y una cámara.

El señor Alejandro se agacho para ayudar al hombre, pero fijándose en las fotos eran de su hija... su hija parando un carro con solo una mano.

-Usted...

-Si, lo se todo.

...

La fiesta siguió su ritmo normal, en realidad la ayuda de la latina si fue necesaria, cargaron a varios chicos que se habían dormido en medio pasillo, quitaron los cuchillos de la lacena por si algún borracho tenia algo en mente. Pero, lo mas raro en todo Fue el clima.

Tuvieron que meterse todos, pues algunas sillas de afuera empezaban a volar, los chicos asustados se les bajo el alcohol, la música termino, todos se sentaron en la sala hablando entre ellos. Mientras los estruendos de cosas resonaban por las paredes de la casa.

La castaña caminaba en círculos por el medio de la sala, la televisión solo daba interferencia y de vez en cuando podían verse las noticias.

Por fin se vio la televisión mostrando a un joven nervioso, en el set de las noticias.

-El tor-tornado llego antes de lo previsto. En este momento esta por la calle Bigston y Ladway. Avisamos a todo el poblado que se mantenga seguro en casa, por favor eviten estrictamente el uso de vehículos... son los primeros en irse.

...

De nuevo en la casa granja Cabello, Sinu tenia los ojos cristalinos y Alejandro pánico en su mirada, el hombre se veía ansioso de poder.

-Quería agradecer a su hija, despues de que todo mundo veas esto... nada volverá a ser como antes.

-No, usted no lo hará.

-Se da cuenta de que es lo que estamos viendo verdad... ¡Es la noticia del año! ¡Del siglo! ¡De la vida!

-No destruirá mi familia- gruño con enojo Alejandro.

-¡¿Familia?! ¡Ella ni siquiera puede ser de este planeta!... ¡Mírela!.

-¡Es mi hija!- aclaro el señor Cabello destruyendo las fotos con sus manos pero no alcanzo a tomar la cámara cuando Abel la tomo -¡Démela! ¡Nadie debe ver eso!.

-¡Todos deben verlo!.

El reportero salio corriendo de la casa, aun con el fuerte viento iba en dirección hasta el monte seguido por un furioso Alejandro.

«No destruirá mi familia. »

...

En la fiesta de Normani, la morena tenia los ojos abiertos con miedo... esas calles eran el camino por el que Lauren tenia que volver a la fiesta. Ella iba pasar por ahí, en su carro. Sin hacer caso a los gritos y suplicas abrio la puerta de entrada, saliendo por ella.

-¡CAMILA, NO PUEDES IR POR ELLA!.

-¡¿QUE HACES, CAMILA?!.

-¡NO PUEDES HACER NADA!.

-¡CAMILA, VUELVE ADENTRO!.

Sin escucharlos mas cerro la puerta asegurándose de que ellos estuvieran seguros se quito el saco aventandolo al suelo, de un tirón arranco su corbata. En su rostro su mirada era de determinación y.. miedo.

Comenzó a correr, correr como nunca lo había echo, sin permitirse parar un instante. Solo tenia un destino y ese estaba en; Lauren.

En no dejarla morir.

En salvarla.

«Tengo que llegar. »

Continuara...

Continue Reading

You'll Also Like

60.4K 3.1K 36
SINOPSIS LAUREN JÁUREGUI una asesina a sueldo ,no se tienta el corazón a la hora de matar . La vida no ha Sido nada fácil para ella ,desde que un aj...
16.5K 2.1K 7
¿Y si te dijeran que todo tu mundo se acaba de repente? ¿Y si todo lo que has construido durante cuatro años quedara reducido a recuerdos? ¿Y si Fift...
371K 53.5K 39
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
110K 4.4K 28
Basada en la canción Sex by The 1975. Camila no puede resistirse a su novio hasta que su amiga se vuelve la exquisita fruta prohibida.