[1] Up In Flames | Teen Wolf...

By IsaStilinskiMartin01

234K 18.3K 4.6K

|PRIMER LIBRO DE LA SAGA DE CLARK| |PRIMER LIBRO DE LA SAGA WOLVES| 《 We feel warmth in the cold corners, Eye... More

Sinopsis
Canción del libro
Cap. 1 |Midnight walk|
Cap. 2 |Derek Hale, ladies and gentlemen|
Cap. 3 |First day|
Cap. 4 |Friends? Enemies!|
Cap. 5 |And it is fire|
Cap. 6 |The Change|
Cap. 7 |A family secret|
Cap. 8 |Protect you|
Cap. 9 |I'll send you to hell myself|
Cap. 10 |Up in flames|
Cap. 11 |Full moon party|
Cap. 13 |Restlessness|
Cap. 14 |Birthday night|
Cap. 15 |The Alpha is coming|
Cap. 16 |All will be well when you wake up|
Cap. 17 |Never leave|
Cap. 18 |Long overdue war|
Cap. 19 |A song of light and savagery|
Cap. 20 |Prom night|
Cap. 21 |Evil burning to the ashes|
Epílogo
Extra

Cap. 12 |Stay by my side|

8.7K 676 164
By IsaStilinskiMartin01

A LA MAÑANA SIGUIENTE ME DESPIERTO CON LOS PRIMEROS RAYOS DEL SOL, EL SUEÑO INUSUALMENTE LIGERO PARA MI GUSTO. Me quedo observando el techo de mi habitación mientras los suaves ronquidos de Scott llenan el silencio desde donde está acostado en el piso. Siento los inicios de una jaqueca se instalarse cuando lo primero que pienso son los cazadores.

¿Cómo es que llegaron tan pronto? Derek dijo que se habían ido de Beacon Hills con la muerte de su familia, pero el hecho de que hayan regresado no ayuda a disipar el mal presentimiento que tengo.

¿Y si nunca se fueron? ¿Y si estaban esperando a que sucediera algo fuera de lo normal?

Como un Alfa convirtiendo adolescentes en hombres lobo como si fuera la nueva tendencia del momento.

El tono de llamada de Scott interrumpe sus ronquidos, pero el chico sigue durmiendo como un oso en hibernación. Pero el sonido me molesta así que contesto la llamada entrante de Stiles.

—¿Qué pasa?

—Estoy afuera —anuncia Stiles y salgo al balcón sosteniendo el aparato con mi hombro para asomar la cabeza y ver que sí, allí están él y su Jeep azul.

—Déjame despertarlo y bajamos.

Cuelgo la llamada y guardo el celular en el bolsillo del pantalón de Scott, zarandeándolo para despertarlo. Pero el muchacho está metido en el quinto sueño, al parecer. Lo remuevo con un poco más de fuerza, aunque nada sucede.

—Oye, rayito de sol, necesito que levantes ese trasero de lobo tuyo. Tu chofer ha llegado.

—Cinco minutos más —gruñe Scott y me da la espalda.

Chasqueo la lengua.

Tendré que usar otros métodos...

Vuelvo a extraer su celular, busco la aplicación de YouTube y...

"My loneliness is killing me (And I). I must confess, I still believe (Still believe). When I'm not with you, I lose my mind. Give me a sign. Hit me, baby, one more time."

Scott abre los ojos y mira el aparato que canta a todo volumen la canción de Britney Spears.

—¿Acaso no sabes que iniciar tu día con la maravillosa Britney trae buena suerte? —le digo con una sonrisa inocente.

—No, no lo sabía. —Scott me arrebata el celular y pausa la música—. Odio las pijamadas contigo.

—Primero que todo, te ofrecí refugio, no una pijamada. Y segundo, me estás dando más razones para sacarte a patadas por ser anti Britney.

Scott resopla y yo le lanzo sus zapatos.

—Vamos, Stiles te está esperando —aviso—. Mientras más pronto acabemos con esto, más rápido estaré de regreso en mi cama, pacíficamente durmiendo sin tus ronquidos.

Stiles inmediatamente trota hacia nosotros cuando salimos de la casa.

—Scott —jadea él—. Allison nunca estuvo...

—En peligro, lo sé —Scott suspira—. Derek solo la llevó a su casa. No le hizo nada malo.

Tengo que morderme la lengua para evitar una certera discusión, lista para defender la mera existencia del hombre en cuestión.

—¿Por qué crees que lo hizo?

—Dice que la quiere alejar de mí, pero aún no sé lo que eso significa. —Scott se encoge de hombros y voltea a verme—. Gracias... por lo de anoche y por dejarme dormir aquí. Y lamento si traté de hacerte daño, no era mi intención.

—¿Qué hay de mi celular roto? ¿Le vas a pedir disculpas?

Él pone los ojos en blanco, pero sonríe.

—Lo siento, celular de Clark. ¿Contenta?

—Muy —sonrío y les doy una despedida rápida, lista para regresar a mi habitación cuando...

—¡Clark, espera!

Giro lentamente. Tengo que controlar mis facciones cuando el sabor amargo de los nervios de Stiles me golpea los sentidos.

Arqueo una ceja, esperando, y él se aclara la garganta para hablar.

—Quiero pedirte perdón por... bueno, por todo —dice Stiles y se mira las manos—. Ahora me doy cuenta de que en realidad no tenías control de nada y que esto es nuevo para ti, justo como esto es nuevo para nosotros —se señala a sí mismo y a Scott.

—Estamos hablando de mis poderes, ¿no? —digo con fingido interés—. Sólo quiero tenerlo claro para saber que no estarás involucrando a Derek en la conversación.

Stiles se estremece y gruñe, frustrado.

—Eso fue innecesario, lo sé. ¡Pero entré en pánico! Nunca había visto a nadie hacer algo como lo que hiciste tú el otro día a menos que estemos hablando de videojuegos o cómics. Así que entré en pánico y me concentré en un asunto más realista, como todo el asunto de Derek. Lo cual estaba fuera de lugar y no era de mi incumbencia, lo sé, y lo siento. No quise entrometerme ni asumir nada ni quise herir tus sentimientos —Stiles deja salir un pesado suspiro—. Simplemente... entré en pánico.

—Te creo.

Stiles me mira con los ojos muy abiertos.

—Hablo en serio —le digo con un leve encogimiento de hombros—. Reaccionaste por instinto y te concentraste en algo que era más real de lo que habías visto. Así que lo entiendo. Sólo... no vuelvas a hacer algo así, nadie te debe una explicación por querer respetar la privacidad de los demás.

Stiles asiente con frenesí y le dedico una sonrisa pequeña, un poco insegura.

—Sabía que reaccionarían así. Al final del día, el miedo es la reacción más humana que existe. Pero ¿qué les puedo decir? Me dolió el golpe bajo. Ustedes son mis mejores amigos, los únicos amigos que tengo —Stiles se observa los pies, avergonzado—. Yo sólo... no quería ocultarles este secreto. En ese momento no me importaba el peligro, aunque debí hacerlo si quería protegerlos, pero... esta nueva yo... —sacudo la cabeza—. También me da mucho miedo. No tengo ni la más remota idea de lo que tengo que hacer ahora. Yo sólo quería que ustedes lo supieran para tener donde apoyarme.

Me acerco al chico y Stiles frunce el ceño, pero no le doy tiempo de procesar en cuanto lo abrazo. Él suelta un jadeo, sorprendido, aunque corresponde al gesto casi al instante y suspiro profundamente cuando sus brazos me aprietan el cuerpo.

Le hago señas a Scott para que se una y los tres nos reímos.

—Pero los extraño. A los dos. ¿Okey? Así que nada de discusiones. ¿Trato? —digo y ambos chicos asienten. No paso por alto cómo Stiles parpadea varias veces para ocultar las lágrimas.

Les sonrío.

—Somos Scott McCall, Stiles Stilinski y Clark Hathaway Kent, ¿recuerdan? Somos inseparables.

—Lo somos —dice Scott con un firme asentimiento de cabeza y tira de mi cola de caballo juguetonamente.

Luego recuerdo algo de anoche y de repente le pego un codazo.

—Eres un enorme idiota, ¿lo sabías? —exclamo antes de que pueda quejarse por el golpe—. ¿Me puedes decir cómo rayos es que llegaste a la increíble conclusión de que Derek es el Alfa que te mordió?

Scott se rasca la nuca.

—¿Porque lo vi en la fiesta, en el techo de Lydia, observándome, y empezó a correr por ahí?

—¿Esa es una pregunta o un hecho? —quiere saber Stiles.

Scott hace una mueca.

—En realidad no sé.

—Así no sabes decir qué fue lo viste, exactamente.

—Es la excusa más estúpida que he oído, eso es lo que es. Y eso, que vivo con tres hermanos y escucho todo tipo de estupideces todos los días —digo y Stiles se ríe.

Me tallo el rostro con una mano, suspirando cansada.

—Aunque las cosas tienen un poco de sentido ahora, es imposible que Derek te haya mordido, Scott...

—No lo defiendas —replica él, frunciendo el ceño.

—Y no lo hago. Es más un hecho. Derek no es un Alfa y...

—¿Y eso qué importa?

—Si me dejas terminar tal vez tu pequeño cerebro pueda comprender la mitad de lo que estoy diciendo —Stiles se ríe otra vez y Scott lo fulmina, pero yo continúo—. Sólo la mordida de un Alfa puede convertir a alguien en hombre lobo y sólo los ojos de un Alfa brillan rojos. Derek no es un Alfa ni sus ojos brillan así, a diferencia del lobo de la otra noche.

Scott se cruza de brazos, bufando.

—Bueno, pues él se veía molesto...

—Voy a fingir que no acabas de hacer un puchero. Y es Derek Hale de quien hablamos; él es así.

Solo con las personas fuera de su círculo íntimo.

—¿Saben quién más debe estar molesto conmigo? —salta Scott de repente.

Stiles rueda tanto los ojos que creí que se quedaría sin ojos.

—Si dices Allison te mataré.

Scott no quitó su cara de perro atropellado.

—Ella debe odiarme...

Y aquí es donde me retiro de la conversación.

—Por más idiota y gracioso que te veas ahora mismo, tu vida amorosa es lo último que me interesa en este preciso instante. Váyanse a casa, chicos. Ha sido una larga semana.





Con un libro sobre mi regazo, es más que claro que no pude conciliar el sueño después de que Scott y Stiles se marcharon. Aunque la música alta que proviene de la habitación de Liam resuena por la mansión completa y me hierve la sangre porque me gusta leer en absoluto silencio, tampoco es como si hubiera encontrado la paz mental. No creo que eso sea posible, no después de todo.

Pero al menos lo intento. Quise alejar mi mente del Alfa, Scott siendo hombre lobo, mis poderes y los cazadores por un rato y leer. Parece que ni eso puedo hacer.

Mucho menos cuando mi nariz capta la colonia de un hombre lobo muy conocido en mi vida y justo antes de que Derek siquiera pudiera poner un pie dentro de mi habitación, digo:

—No, Derek, no le voy a pedir a mi tía que te siga consiguiendo ese perfume. Ahora vete.

Lo veo aparecer en el umbral de mi puerta y rodar sus ojos verdes gris.

—Solo quiero hablar.

Sin moverme de mi posición india, alzo los ojos hacia él.

—Pero presiento que vas a querer el perfume de todas formas.

—Claro que sí. ¿Tengo cara de idiota?

—A veces, pero aunque te lo diga, nunca me vas a creer —digo y regreso mi vista al libro en mis manos—. Esto puede esperar, sea lo que sea. Estoy ocupada, Hale.

—¿Cuántas horas llevas leyendo?

—¿Unas... siete horas al menos? Ahora cállate, me hiciste leer el mismo párrafo por tu culpa —Derek me arrebata el libro—. ¡Hijo de perra, dame eso!

—Controla esa boca —rechista él—. Vamos, hay que aprovechar el día.

Contra mi voluntad, le hago caso.

—¿Para qué?

Derek saca su nariz de mi closet y me lanza un conjunto y mis zapatillas deportivas.

—A entrenar, como siempre.

Me quejo.





Sudor me corre por la frente hasta bajar por mi cuello, adhiriendo cabello a mi piel al generar movimientos bruscos con el sólido propósito de esquivar, bloquear y contraatacar a los golpes de Derek. Hacía unos meses que no entrenamos y sin importar el hecho de que no he perdido la resistencia ni me he olvidado de cómo moverme y confundir a mi atacante, aún estoy algo desgastada. Derek se aprovecha de la oportunidad al máximo, propinando golpes a mis puntos desprotegidos para remarcar los puntos vulnerables que estoy dejando ver.

Y el muy bastardo se la está pasando de maravilla.

Hace dos años atrás la tía Catty le había pedido a Derek darme clases de combate porque necesitaba un deporte que quemara todas mis energías. Por un lado, era cierto, de pequeña sí era muy enérgica, pero ahora entiendo por qué la urgencia para entrenarme.

El entrenamiento, durante esos dos años, ha servido como un canal para depositar el exceso de poder que hay en mí, ese que faltaba por caer en su lugar y que por fin lo hizo con El Cambio. Admito que me ha ayudado a tener cierto control sobre mis impulsos y mis arrebatos violentos y aunque todavía tengo un camino largo por recorrer, al menos estoy cerca de la meta.

Y ahora más que nada necesito esto. Lo que sucedió anoche no puede volver a pasar.

No puedo permitir que nos acorralen—o a mí—de esa manera otra vez. Tengo que estar preparada para cuando necesite defender lo que me pertenece. Este condado, mis amigos y familia me pertenecen, y no voy a permitir que les hagan daño si estoy aquí para evitarlo.

Derek es el único que puede ayudarme con eso.

—¿Puedo pedirte un favor? —pregunta él entre jadeos y da un paso atrás para observar y girar en círculos conmigo, analizando mi siguiente movida.

Me aparto un flequillo de cabello con un soplido y bromeo:

—A menos que no sea para conseguirte el número de la amiga de Katherine, adelante.

Derek pone los ojos en blanco y aprovecho aquel segundo de distracción para atacar; puño derecho, bloqueo, me agacho y pateo. Derek lo esquiva todo sin problemas y se abalanza a toda velocidad sobre mí, puño en el aire.

—Quiero que me hagas que te alejes de Scott.

El puño impacta justo en la diana, que en este caso sería mi mandíbula.

Estrellas y puntos negros explotan en mi visión y Derek maldice por lo bajo, pero se detiene en seco cuando alzo una mano envuelta en tela.

—Estoy bien —aseguro escupiendo la sangre de mi boca. Recupero la compostura y respiro hondo por la nariz—. ¿Quieres repetir eso último otra vez? Creo que no te oí bien.

—A menos que tus dotes sobrenaturales te están fallando —Derek me mira a los ojos, frunciendo el ceño al verme limpiar el camino de sangre de mi boca—, te pedí que, por favor, mantengas tu distancia con el chico McCall.

—Lo quieres pintar bonito porque no dijiste por favor al principio.

Derek gruñe.

—Sabía que me habías escuchado.

Hago mi movida y él se desplaza a un lado, esquivándome... o no. Porque se movió exactamente a donde quería que se moviera, y mi puño hace contacto contra su pómulo izquierdo. Derek busca contraatacar, pero lo discapacito al enredarlo entre sus propios brazos y lo envió al suelo de rodillas.

—¿Hay alguna razón detrás de todo esto? —le pregunto contra el oído y lo dejo ir, atenta a su gruñido frustrado.

Derek me mira sobre su hombro y se incorpora del suelo, ojos endurecidos ahora.

—Sabes la razón, Clark. No juegues conmigo.

—No lo hago. Sé que hablas de los Cazadores. —Le doy la espalda, removiendo mis guantes—. Solo que no veo el por qué deba hacerlo, es todo.

Escucho a Derek suspirar, pero no me atrevo a mirarlo.

Mis padres nunca han aprobado ninguna de mis amistades dentro de las pocas que he tenido—omitiendo a los Hale—, y mi amistad con Scott y Stiles no es ninguna excepción. Mis hermanos nunca han tenido problemas con traer a sus amigos a casa, papá y mamá siempre han sido amables con ellos, pero cuando se trata de mí hacen cualquier cosa, ponen cualquier pretexto, con tal de apartarme de una vida social.

Los Hale han sido los únicos con los que he podido convivir del todo.

Me parece injusto que tenga que escaparme de casa, sufrir eternas discusiones con mis padres y pedirle ayuda a mi tía, a Katherine y a veces a la abuela para poder pasar el rato con los chicos. Me avergüenza que Marcus tenga que sobornar a mi hermano Liam con decirle a nuestros padres todas las actividades que ha tenido que ocultar de la Ley por él cuando Liam insinúa con delatarme.

Nunca supe por qué mis padres son así conmigo. Hay días que me da curiosidad y me importa lo suficiente como para someterme a otra discusión que sólo terminará en un callejón sin salida... y hay días en los que no me importa. Últimamente es más lo segundo que lo otro.

Voy a cumplir dieciocho años en un par de días. Legalmente hablando, no tendré que preocuparme por este tipo de cosas cuando llegue el día, seré adulta y ellos no podrán seguir reteniéndome. Pero de algo sí estoy segura: estoy harta y no permitiré que mis padres destruyan lo bueno—lo único bueno—que me queda.

Por eso no entiendo cómo Derek puede pedirme algo así.

De entre todos en este mundo, Derek es el que sabe hasta qué punto el tema me afecta. Incluso estuvo para apoyarme una noche que mis padres y yo peleamos porque me encontraron—según ellos, me atraparon—paseando por la plaza con Scott, Stiles y el padre de Stiles, el sheriff Stilinski.

Derek, más que nadie, debe saberlo.

—Bueno, dijiste que querías un favor —digo, todavía dándole la espalda— Y como no estoy obligada a aceptarlo, te voy a decir que no. No pienso dejar a Scott solo en esto.

—Clark, no creo que comprendas lo peligroso que son esos cazadores —dice Derek y hace que lo mire tomándome del codo—. Y el sólo hecho de que termines herida por ese muchacho...

Derek sacude la cabeza, dejando la oración en el aire. Y como sólo un ser humano, mi corazón se aprieta ante su repentina oleada de preocupación.

—Eso no pasará, ¿okey?

—¿Cómo lo sabes? ¿Cómo es posible que creas que no podrías salir mal herida de todo esto? Eres inteligente, Clark. Piensa un poco.

—¿Y crees que no lo hago? —Doy un paso hacia él, la distancia cortándose entre nosotros—. Derek, no puedo simplemente dejar a Scott. Necesita apoyo. Él necesita ayuda. Y Stiles no puede hacerlo a solas.

Derek parece no escucharme.

—No estarás dejándolo solo, te lo prometo. Me aseguraré de ayudarlo. Prometo que no le haré daño ni permitiré que le hagan daño a él. Pero no puedo cuidar de un Beta novicio y cuidarte a ti al mismo tiempo, Clark.

Sonrío un poco. Se me olvidaba que Derek también es otro noble idiota.

—¿Entonces de qué sirve todo esto? —digo y sacudo el guante de boxeo frente a él—. ¿De qué sirve el entrenamiento si no es para poder valerme por mí misma? ¿O acaso pretendes protegerme por el resto de tu vida?

—¡No puedo pretender protegerte cuando mantenerte a salvo ha sido el lema de mi vida desde que tenía trece años, Clark!

No deberían haberme afectado tanto sus palabras.

Debe haber tomado mal mi reacción, porque Derek toma mis manos magulladas entre las suyas y parece dolido.

—Perdón, no debí haberte gritado así —dice por lo bajo, dándole un apretón a mis manos—. Pero apenas y conoces nuestro mundo, Clark. Todavía te falta conocer los verdaderos monstruos que acechan... y pronto te darás cuenta de que esos monstruos son más humanos que seres sobrenaturales.

Miro nuestras manos unidas y le doy un apretón. Espero que vea que lo entiendo, que lo veo.

—Entonces hagamos esto juntos —declaro con un suspiro—. Ayudemos a Scott juntos. Así estarás dividido en dos partes.

—No creo que sea una buena idea...

—Es la única que se me ocurre si quiero que te quedes a mi lado.

Cuando por fin alzo los ojos hacia él, Derek me observa con la mirada más intensa que he visto en él en mi vida.

—Ayudamos a Scott juntos y te quedas cerca de mí, es lo que propongo. Lo demás continúa como siempre: sigues enseñándome como llevas haciendo todos estos años. Prepárame para lo que se aproxima. El Cambio sucedió exactamente por esto, porque cosas malas están por pasar. Tengo que estar lista para proteger a este lugar. Es mi destino, Derek.

Por más que me guste o no.





De vuelta en casa, leo un libro diferente.

El Bestiario profundiza más sobre los hombres lobo—el libro se refiere a ellos como Licántropos—y me ayuda a comprender un poco más la especie que soy. Muchas cosas cobran sentido, piezas caen en el espacio al que pertenecen en mi rompecabezas, y el alivio me recorre completa al saber que puedo ponerle un nombre a mi forma de ser, al tener una válida explicación a mi manera de ver el resto del mundo.

Pero hay puntos en el Bestiario que me pican la atención.

<< No siempre se puede confiar en que la mordedura de un Alfa convertirá a un individuo en un licántropo. No del todo, al menos. La mordida puede ser el puente a una vida mejorada... o puede ser el puente a la otra vida en el más allá. Pues, así como hay quienes están destinados al mundo sobrenatural, también hay quienes no.

Se han escuchado casos en donde la mordedura de un Alfa puede transformar a un individuo en algo más o menos que un licántropo. Las decisiones que tomamos y la vida que el ser humano decide vivir influye en la mordida, ya que, al fin y al cabo, solo demuestra quienes realmente somos por dentro.

Y como una moneda, esta vida tiene dos lados: cara y cruz, vida y muerte, presa y cazador.

Existen numerosos clanes en todo el mundo, y algunos se remonta al inicio de todo. Estos clanes pueden estar compuestos por diferentes razones, sin embargo, en contra de una misma causa: la aniquilación del mundo sobrenatural.

Entre los clanes de cazadores más conocidos y temidos se encuentran los Calaveras, los Martiks y uno de los clanes más antiguos, que se remonta al resurgimiento de los licántropos en el siglo XVIII, está el clan de los Argent. >>

Es como si un balde de agua helada me cayera encima, aquel nombre poniendo mi mundo cabeza una vez más.

Porque yo conozco a una Argent. Asisto a la escuela con ella.

Allison Argent es una cazadora.


Bueno, bueno, hubo una pequeña discusión en nuestro ship Clerek, pero tranquis, ellos están bien. Jamás haría algo para arruinar ese ship, son mis favoritos 😍

Alcen la mano si también están de acuerdo 😂

Love,

Wolf Queen

Continue Reading

You'll Also Like

235K 20.1K 31
❝ A pesar de la sangre que ha derramado y del dolor que le ha causado; ella lo amaba, lo seguiría haciendo durante toda su vida ❞ Etapa [1] Captain A...
3.6K 273 20
Roseanne Park, una chica de 17 años, es hija de una empresaria muy exitosa, su padre murió cuando ella era solo una niña, actualmente vive con su mad...
26.2K 2K 38
Quieres saber que paso en la vida de Eliza Denisov, una pequeña con un pasado bastante oscuro, podrá soportar mas traiciones, engaños y mentiras y tr...
3.8M 519K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...