El pequeño Harry ladeó la cabeza, y le señaló a su mamá el parque. Luego de eso, juntó sus manos en forma de súplica.
—¿Qué? ¿Quieres ir hacia allí? —dijo Anne con una sonrisa—. De acuerdo pero cuídate. ¿De acuerdo? Estaré sentada aquí, Harry. Quiero que... estés a mi vista. ¿Entendiste?
El rizado asintió emocionado, y se fue corriendo hacia un columpio.
—¡No tan lejos, Harry! —le gritó Anne, y le sonrió.
Éste se subió al columpio y comenzó a balancearse inútilmente, ya que, sus piernas no alcanzaba el suelo para poder hacerlo mejor.
Anne se estaba por levantar para columpiar a su hijo pero alguien llegó en ese instante columpiando a Harry. Y ella sólo se sentó de nuevo.
El ojiverde se volteó a mirarlo curiosamente, y le sonrió tímido.
—Hola —le dijo el pequeño nene—. Te columpiaré así podrás divertirte. ¿De acuerdo?
Harry asintió. Y entonces el castaño lo comenzó a columpiar.
Y lo hizo por unos minutos, hasta que rompió el silencio diciendo:
—Así que... ¿cómo es tu nombre? —preguntó en un tono inocente, y curioso.
Aunque el rizado quisiera, no podía responder. Con absolutamente nada.
De todas maneras volteó, y quiso sonreírle pero un:
—¡Lou! —Se escuchó de parte de un señor.
El niño paró de columpiar a Harry, y éste bajó del columpio mirando a ese tal "Lou".
El pequeño le dijo a Harry:
—Debo irme —dijo con una sonrisa, y lo miró dulcemente con sus ojos azules—. Un placer, pequeño niño.
Luego de decir eso, el rizado lo despidió con un gesto de mano y él se marchó corriendo hacia los brazos de un, tal vez, señor mayor.
Harry siguió mirando hacia la dirección de aquella personita adorable, sin embargo, su mamá le interrumpió los pensamientos diciéndole:
—¿Vamos, cariño?
Él asintió tomando la mano de su madre.
Harry despertó algo aturdido, y respiró hondo queriendo procesar lo que acababa de soñar.
Se había olvidado de ese niño que en su niñez había aparecido para ser muy amable con él, y luego marcharse para jamás aparecer.
Lou...
Recordaba que después de ese día, llegó a su casa. Y le dijo a su mamá: "Lou", y ella se largó a llorar de la emoción porque estaba segura que Harry no podía decir otra palabra alguna pero repitió lo que aquél señor dijo.
Lo repitió.
Aunque en éstos momentos no recordaba mucho el rostro de ese niño, y su sueño fue completamente borroso.
De todas maneras recuerda unos ojos claros, y una sonrisa inocente y adorable.
Al final suspiró pesadamente, y se levantó para dirigirse al baño.
***
Sintió unas leves caricias en sus rizos, y levantó la mirada para encontrarse con unos ojos azules mirándolo con una media sonrisa.
Estaban apunto de quedarse dormidos los dos en el sofá mirando la televisión pero el rizado no quería dormir. ¿Dormir y perderse el momento que estaba viviendo junto a Louis? Debería estar loco.
—Lou —le dijo en un tono de voz bajo.
El castaño le sonrió triste ésta vez, y le dijo:
—Debo... debo contarte algo importante —dijo, y se enderezó en el sofá—. No me gustar ocultar nada si siento que tengo que decirlo. ¿Sabes? Y eres el primero apunto de saberlo. Y estaba dudando en contarte realmente, lo sé, sólo no sé por qué pero... —bufó, y se golpeó la frente con la palma de su mano—, lo siento. Me coloco nervioso cuando estoy contigo.
Eso hizo sonreír al ojiverde de alguna manera, pero le dio muchísima curiosidad qué iba a decirle.
Así que asintió atento.
—Bueno, yo... ¿sabes? Ayer en la mañan-
La puerta fue golpeada interrumpiendo al castaño, y Harry se molestó de repente. ¿En serio? ¿Justo ahora? A veces el mundo estaba en contra de Harry las 24 horas del día.
—Está bien, ve —dijo Louis.
Harry se levantó del sofá, y caminó hasta la puerta para abrirla.
No, en serio. ¿Por qué justo ahora?
El rizado volteó a mirar a Louis que frunció el ceño automaticamente.
—¿Puedo hablar contigo? —preguntó Peggy en un tono triste—. Sólo serán unos minutos. Lo prometo.
Louis carraspeó, y ella notó que él estaba también y su expresión cambió por completo.
Fue muy literal.
—No sabía que estaba... es decir, no pensé qu-
—Hola, Peggy —saludó Louis con una sonrisa sarcástica, y se posicionó junto a Harry—. ¿Qué tal?
Ella pareció incomodarse.
—Bien... eso creo —dijo—. Quería hablar con Harry.
En eso, Harry sintió una mano en su espalda.
—Bueno —dijo Louis—. Si él quiere hablar contigo, está más que bien. ¿Cierto, Harry?
El rizado lo miró extrañado.
Oh, vamos. ¿Por qué Louis no podía ser un poco más celoso? ¿Por qué lo soltaba así?
—De acuerdo —dijo Peggy—. Sólo será unos minutos, en verdad.
Harry asintió, y dio un paso hacia afuera pero Louis lo interrumpió diciendo:
—Nada de besos. —Al parecer no pudo contenerse—. ¿De acuerdo?
Peggy pareció sorprendida con lo que él le acababa de decir, sin embargo, ni siquiera negó ni asintió.
El rizado reprimió una sonrisa divertida, y cerró la puerta tras de sí.
—De acuerdo —dijo ella—. Vine a decirte que lo siento por haberte dado un beso aquella vez. Sólo fue un impulso, y al parecer tienes pareja.
No...
Bueno, Louis no era su pareja.
Ni siquiera había pensando en eso.
—Pero... —suspiró pesadamente—, quería hacerte una pregunta —lo miró a los ojos—. ¿Tú... realmente sientes algo por él? ¿Es real? Quiero decir, tus sentimientos hacia él. ¿Son reales? ¿Estás seguro?
Lo pensó.
Es decir, no pensó en si realmente sentía algo por Louis sino que pensó en sus ojos, en su sonrisa, en todo de él. Y... bueno, la pregunta era la siguiente: ¿Cómo no iba a sentir algo por Louis?
—O sólo... o sólo sientes por sentirlo —dijo ella—. Quiero decir, quizá es sólo un tiempo. Tal vez sólo estás confundido. Tal vez... no lo sé.
Harry rió por la nariz, y sonrió con sus labios sellados mostrando sus hoyuelos.
Por otro lado un Louis estaba escuchando detrás de la puerta. Y se sintió un poco mal por eso, así que solamente escuchó un:
—¡Sabía que no sentías nada por él!
Y luego se alejó desconcertado para sentarse en el sofá.
Harry miró extrañado a Peggy, y negó con la cabeza.
—Louis —le dijo, y asintió.
—No sé qué tratas de decirme —dijo ella—. No te entiendo.
"Louis me entendería sin tratar de esforzarme" pensó Harry.
El rizado miró a Peggy a los ojos, y señaló la puerta para luego mover los labios silenciosamente:
"Lo quiero".
Peggy cerró los ojos frustrada, y al parecer se dio cuenta que era inútil intentar con Harry.
—No puede ser.
Harry hizo una mueca, y tomó el pomo de la puerta para abrir, no sin antes mirar a Peggy y despedirse de ella con un gesto de mano.
Cuando entró, Louis estaba en el sofá sentado mirando sus manos.
No dijo nada.
—¿Lou?
—Lou dice que te largues con Peggy —habló Louis, y cruzó sus brazos.
El rizado alzó las cejas divertido, y sonrió tímidamente.
"Eres tan bonito cuando te pones de esa manera" deseó decirle.
Se sentó junto a Louis nuevamente, y llevó su dedo índice a la mejilla del ojiazul para que lo mirase. Y éste lo hizo, aunque aún tenía sus brazos cruzados.
En verdad parecía molesto.
Tal vez había escuchado cosas pero...
—Debo... debo —dijo Louis saliendo de su trance al mirar al rizado, y se levantó.
No estaba bromeando. Estaba molesto de verdad, y eso desesperó a Harry.
—Louis —lo llamó, y tomó su muñeca para hacerle sentar nuevamente. Negó con la cabeza con una mueca triste.
Louis giró a mirarlo, y en un tono bajo, triste, y molesto, le dijo:
—No tienes que fingir que realmente sientes algo por mí —bajó la mirada—. ¿Quieres que sea honesto? ¿Quieres que lo sea, Harry? Lo soy contigo, y creo que deberías serlo conmigo. Ella dijo qu-
El castaño paró de hablar cuando notó que de los ojos de Harry brotaron algunas lágrimas, y cayeron por sus mejillas hasta su barbilla.
Y fue justo en ese momento que Louis cayó en lo que hizo aunque él no había hecho nada. Pero de todas maneras se colocó mal, y el rizado lo notó. Notó lo mal que se había puesto.
Harry estaba a nada de sollozar. ¿Por qué? Y es que cómo Louis podía pensar que él no sentía nada. ¿Cómo puede pensar algo así? ¿Acaso lo besó porque sí?
—Lo... lo siento —dijo Louis tomando las manos de Harry entre las suyas—. Realmente lo siento, debí medir mis palabras. Pero... ella dijo...
A Harry le tembló la barbilla y los labios, queriendo sollozar.
Louis comenzó a negar con la cabeza, y abrazó a Harry.
—Lo siento —repitió—. En serio lo siento, no quería hacerte llorar. Soy una completa basura. Lo siento, pequeño.
Harry se separó de Louis, y lo miró a los ojos.
—Lou...
—Lou lo siente —dijo el castaño, y se acercó a Harry para sorprenderlo con un beso en los labios.
El rizado no quiso sonreír pero sin embargo falló.
—Oh, ves que sonríes —le dijo Louis con una sonrisa también, y le dio otro pequeño beso pero ésta vez en la mejilla haciendo reír al ojiverde aún más—. Eres un pequeño niño bonito —dijo el castaño, y le dio un beso en los labios otra vez—. ¿Comprendes?
Harry se desconcertó un poco por el apodo que usó pero lo ignoró de todas maneras, ya que, un joven de ojos bonitos y cabello castaño le estaba repartiendo besos por todo el rostro.
La tarde se basó en eso.
Antes de que Louis se fuera, él rizado le escribió en una pizarra:
"Tenías algo para contarme... ¿qué era?".
Louis dudó, y el rizado lo notó.
Así que le dijo:
—Te contaré luego. ¿De acuerdo? Te lo prometo.
Al final, Harry asintió con una sonrisa.
Pensó en eso toda la noche. ¿Por qué le daba tanta curiosidad?
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último especial por los 100k. muchas gracias <3.
DE AQUÍ SE VIENE LA ACCIÓN OTRA VEZ... pero tendrán que esperar hasta el viernes <3:(. Aunque de todas maneras mis otras fics están casi terminadas. (Shoulder & Belonefobia) Así que la organización que tengo para mis fics se modifica :D <3.
Y OMG, ya entendieron a qué va esto? o sea, el hecho de que Harry diga Louis hay un motivo y lo soló. Genial, bueno vendrán más cosas, seeee.
Supongo que un especial así ocurrirá cuando lou llegué a otra meta (?) falta, y tal vez vaya a terminar ésta fic. Quedé en no más de 40 capítulos pero who knows.
Muchas gracias por leer otra vez, y espero que les haya gustado bebés <3.
— ashi ☼.