Kate revisó su móvil una vez más. Comprobó que Lanie le había contestado con un escueto "OK" a su mensaje cancelando la cena con sus amigos. Seguramente la forense se había molestado, no obstante no le importó lo más minimo, lo único que Kate tenía ganas en ese momento era salir a cenar con Rick. Pasar un rato con él, recompensandole por su preocupación... Tener una cita con él.
Miró de nuevo su reloj y luego se miró al espejo. Llevaba unos Jeans ceñidos, unos tacones bastante altos (los cuales no solía utilizar por su protesis) y un jersey de hilo negro que dejaba entrever su sujetador del mismo color bajo él. El cabello lo llevaba ondulado y llevaba un sencillo maquillaje.
A pesar de que Rick no pudiera verla... Se había arreglado a conciencia.
Sonrió, agarró su bolso y salió de su casa atormentada por los nervios.
Durante todo el trayecto hasta casa de Rick no pudo dejar de golpear con sus dedos el volante, intentando calmarse.
No sirvió de nada, cuando llegó hasta el portal del ex escritor y lo vio allí parado, esperando sus nervios incrementaron.
Frenó y aparcó delante de su casa sin salir del coche. Se permitió el lujo de observarlo.
Castle se frotaba las manos con nerviosismo con la vista perdida en la nada, atento de cada sonido.
Se mordió el labio imaginandose lo duro que debió ser para él perder la vista... Dejar de ver a su alrededor, tener que empezar de cero en una vida nueva, más dificil...
Se percató en lo perfecto que llevaba el cabello y lo bien que le quedaba la barbita de tres días rejuveneciendolo al igual que ese traje negro y camisa oscura que llevaba con los dos primeros botones desabotonados.
Sin más, se bajó del auto y se acercó a él.
Castle sonrió y eso hizo que el corazón de Kate bombeara con fuerza, no hizo falta hablarle para saber que ella se acercaba...
-Hola-musitó.
-Hola-contestó Rick, alargando sus manos para tomar las de ella. -Estas aquí...
-Si.
-¿Te ocurría algo?
-¿Cómo?
-Tardaste en salir de tu coche.
Kate alzó una ceja y luego frunció el ceño.
-Reconozco tu forma de conducir, ya te lo dije... Pegas frenazos..-Antes de que Kate pudiera replicar, Castle decidió cambiar de tema- Estas preciosa.
-¿Cómo lo sabes?
-Por que lo sé-dijo como si nada-Entonces... ¿Esto es...?
-Si-dijo Kate con terror de escuchar la palabra cita.
-Y ya que tu me has recogido... ¿Puedo decidir yo el restaurante?
Kate se mordió el labio. Castle pudo imaginarselo a la perfección ya que ella le había dicho que contstantemente solía hacerlo cuando estaba en dudas.
-¿Remy's?
-No-exclamó ella rápidamente.
-¿No te gustan las hamburguesas? Ahí hacen las mejores de Nueva York.
-Lo sé, suelo... Suelo ir amenudo.
-¿Entonces?
-Pensaba que iríamos a un sitio... Ya sabes algo más... Como Ginos.
-Oh. Oh Ok...-Castle sonrió y se acercó a ella.
Kate se relajó cuando sintió la mano de él aferrarse a la de ella y su olor masculino invadió sus fosas nasales. Sintió como sus piernas temblaron ante su cercania, su enorme cuerpo a su lado, su delicioso perfume...
-¿Kate?
-¿mmm?
-Decía que aquí... A la vuelta de la esquina hay un italiano... Bueno es Little Italy está lleno de italianos a dos calles de aquí... Pero un italiano de verdad no como Ginos.
-Estupendo-concretó Kate.
Se acomodaron en una mesa casi al fondo del restaurante. Beckett sonrió ante la humilidad del lugar. Castle tenía razón, aquél restaurante era mucho mejor que Ginos. Era el tipico restuarante italiano con sus habituales manteles de cuadros rojos y blancos.
El olor a pasta hacía que su estomago rugiera aunque no estaba muy segura si por hambre o por nervios.
-¿Ya habías estado aquí?
-Si.
Ambos hablaban en tono bajo muy intimo. Apenas habían más comensales, todo estaba bastante tranquilo, algo que ellos necesitaban para relajarse. Sentirse agusto en el lugar y con ellos mismos.
-Lo recuerdo todo-sonrío buscando la mano de ella encima de la mesa- Los manteles de color rojo y blanco... La pared de piedra llena de fotografias de Italia...-suspiró-Las mesas y sillas de madera... Luigi gritando en la cocina,-Kate miró hacia allí y vio un señor mayor con bigote gritando a todos sus empleados- y algún chico nuevo llamado Fredo o no sé... Victor... Alguien vendrá ahora y nos tomará nota...
-Buonanotte. ¿Puedo tomarles nota?-preguntó un escualido jovencito nervioso y con un acento italiano marcado.
Beckett sonrió al ver como Castle había acertado en todo. Ambos pidieron un vino tinto y unos spaghetti bolognesa. Algo sencillo.
Kate rió cuando el muchacho les dejó a solas de nuevo.
-Lo acertaste todo... Pero el chico se llamaba Genaro.
-Casi-exclamó Castle divertido y acaricaindo la mano de ella- Es mi restaurante favorito de esta zona, solía venir con Alexis los sabados.
Beckett correspondió la caricia cuando vio el gesto triste en el rostro de él.
No pudo evitar tomar su mano con fuerza.
-Jesse-llamó Johana desde la puerta de su hogar en Queens, una casa colonial de dos plantas con una pequeña parcela con cesped en la entrada delantera y garaje. Identica a las casas vecinas.-Te buscan.
Jesse bajó las escaleras vestido con un pantalon de pijama de superman y una camiseta deportiva de los Giants. El cabello despeinado y descalzo. Ya era hora de irse a dormir.
Johanna miró a la chica que tenía frente a ella. No estaba acostumbrada a que alguien viniera en busca de su hijastro y menos a esas horas. Suspiró y les dejó a solas cuando el chico llegó hasta la puerta.
-¿Qué haces aquí?-masculló Jesse.
Alexis sonrió con su mejor cara de no haber roto un plato nunca.
-¿Quieres salir?
-Es Jueves.
-Jueves universitario.
-Tenemos catorce años... Ya me iba a dormir. Además mañana aún hay escuela...Y después de lo de ayer, verte es lo último que quiero hacer...
Alexis pasó su mano por su cabello rojizo y se mordió el labio.
-Venía a disculparme... Por cierto, bonito pijama.
Jesse bufó molesto.
-¿Cómo demonios has llegado aquí? ¿Y cómo sabías dónde vivo?
-No hay muchos Jesse's en Faircroft que vivan en Queens. Normalmente los alumnos de esa prestigiosa escuela solemos vivir...
-¿En el Soho, como tú?
Alexis frunció el ceño.
-Ya ves, yo también se hackear el sistema de la escuela...-se encogió de hombros- Y no hay muchas Alexis Castle que vivan en el Soho.
-Rodgers-murmuró pero Jesse fue incapaz de escucharla.
De todas formas, la chica no pudo evitar reir. Se la había devuelto con creces.
-¿Entonces no quieres salir?
-¿Es que no me has escuchado? Me dejaste tirado.
-Me asusté.
-Me detuvieron-se cruzó de brazos-
-Lo siento Jess-suspiró-Perdoname-Alexis le hizo un pucherito sabiendo que funcionaría.
-¿Cómo has llegado?
-Transporte publico.
-Es peligroso. Dejame decirle a mi padre...
-No. No quiero salir con tu padre, quiero salir contigo.
-Eres insufrible.
-No sé para que he venido, de verdad. Otro día no me disculparé.
-Me importa bien poco.
Alexis se alejó de la casa y le enseñó el dedo corazón. Jesse entró dentro de su hogar dando un portazo y apoyando su cabeza en la puerta con una sonrisa en sus labios.
Aquella chica iba a volverlo loco.
-¿Un tatuaje?
-Si.
-¿Aparte de esos pendientes que llevas en la oreja?
-Aparte.
Castle sonrío. Ambos hablaban de ellos, de todo y de nada, disfrutando de la mutua compañía, de la bebida y de la exquisita comida italiana. Kate se inclinó, agarró el borde de la servilleta y con suavidad le limpió la comisura de sus labios a Rick, manchados de salsa.
Castle le agradeció con una sonrisa tras el sobresalto.
-Tenía razón entonces, eres un poco rebelde...
-Ok, lo admito-dijo Kate más relajada.-Lo soy.
-¿Dónde lo tienes?
-En la baja espalda... casi en...-vio la cara de él y se calló- Sabes que yo si puedo ver tu expresíón... ¿No?
Castle se ruburizó y ambos rieron.
-Es un pájaro.
-¿Por qué un pájaro?
-Por la libertad que ellos tienen... No sé Castle, tenía 19 años, acababa de perder a mi padre... y...
Kate alzó la vista de su plato y al hacerlo se quedó callada. Se tensó completamente.
-¿Y?
Beckett no dijo nada sin perder ningun detalle de lo que estaba apunto de ocurrir.
-¿Kate?
-¿Qué?
-Que... Te has quedado callada...
-Si...-carraspeó- Es... que... Yo...
Castle escuchó voces a su alrededor, una de ellas era la del camarero. Seguramente estaba con otros comensales.
-¡Kate!-exclamó Lanie cuando llegó a la altura de la mesa de su amiga- Estas aquí...
-Y acompañada-añadió Javi.
Kate se quedó callada mirando a sus amigos con los ojos entrecerrados y a medida que pasaban los segundos su expresión pasaba por multitudes de sentimientos, desde la vergüenza hasta el enfado.
-¿Qué... Que pasa?-preguntó Castle incomodo y nervioso ante el silencio de Kate. No comprendía nada.
Lanie gesticuló sin hablar señalando a Castle mientras le preguntaba a Kate. Ésta asintió.
-¿Kate...? ¿Qué pasa?
-Es... Perdona, son unos amigos que estan aquí... Y no entiendo el por qué...
-Jenny no se sentía bien, así que decidieron no ir a Remy's y a Javi y a mi nos apetecía italiano.
-Mira que bien-suspiró Kate-¿Italiano en la otra punta de vuestro barrio?
-Dónde mejor que en Little Italy...-Kate se calló al ver el silencio de Castle quien esperaba a que acabaran y le explicaran que ocurría. Odiaba sentirse así de perdido a causa de su ceguera.
-¿Amigos?-Castle ladeó la cabeza-¿Y no me los vas a presentar?
-Claro... Ellos son Javi y Lanie.
Lanie agarró la mano de Castle para estrecharsela pero finalmente se inclinó para darle dos besos. Javi le dio un apretón de manos.
-Yo soy Rick, soy un amigo...
-Ya sabemos quien eres-interrumpió la forense.
-Así que hablas de mi a tus amigos-Castle sonrió-¿Por qué no os sentais con nosotros, chicos?
-Castle...-masculló Kate.
Lanie ya se había sentado a su lado mientras Javi se sentó al lado de Kate. Los cuatro comenzaron una conversación dónde el principal tema de conversación era Kate.
Castle sólo quería conocerla más y estaba completamente interesado en todo lo que sus amigos pudieran comentarle. Sin embargo la jugada salió también en su contra, ya que aunque le contaba cosas de ella, Lanie también bombardeó a Castle con preguntas.
Kate se servía cada poco tiempo una copa de vino mientras Castle se reía con Javi.
-¿En serio la conociste en medio del desierto?
-Algo así-rió el moreno- Es decir, nosotros coincidimos allí... -vio la cara de Beckett a quien no le gustaba hablar de esa parte de su pasado- Será mejor que ella te cuente eso...
-Pero si es verdad que se perdió subida en un camello-intervino Lanie relajando el ambiente.
Las risas de los tres se escuchaban en todo el local, dónde ya practicamente eran los únicos que quedaban a esas horas.
Kate sonrió viendo a sus amigos y decidió rendirse.
-Si yo me perdí con un camello, pero mi amigo aquí presente tenía miedo de cuatro cabras.
Castle no pudo evitar reir y Espo entrecerró los ojos.
-Bueno es que no son de fiar.
Todos volvieron a reir y siguieron intercambiando anecdotas hasta que finalmente el dueño del restaurante les invitó a salir ya que tenían que cerrar.
Los cuatro siguieron una breve conversación en la calle.
-Bueno Rick, ha sido un placer conocerte... Nosotros nos marchamos ya, pero esperamos que vengas a la siguiente y conozcas a Jenny y Kevin.
-Eso está hecho-sonrió Castle.
Kate le tenía agarrado del brazo pero se separó para abrazarse con sus amigos y desearles lo peor por esa emboscada. Finamlente Lanie le hizo gestos para que la llamara y le contara más y luego Castle y Beckett echaron a caminar en dirección a casa del escritor.
-Siento esto... Ya sabes... Aguantar las preguntas de ellos y...
Castle sonrió y terminó por deslizar su mano junto a la de ella, acariciando sus dedos suavemente hasta entrelazarlos.
-No me importa. Lo he pasado bien.
-Ya pero supongo que no es agradable que te hayan preguntado tanto... O hablar de mi...
-Me encanta hablar de ti y he descubierto muchas cosas...-sonrió- No te preocupes, y si... Si te sientes en deuda...Aún es temprano, podemos ir a ver una pelicula.
-Pero...
-Yo también veo... Bueno, escucho peliculas.
Kate sonrió avergonzada.
-Lo siento...-carraspeó-¿A tú casa?
-En mi casa está mi madre con Alexis... ¿La tuya?
Kate sintió que su corazón iba a salir de su boca por la fuerza con la que bombeaba en su pecho.
-Cla... Claro... Vamos.
Beckett estaba medio recostada en el sofá. Habían dejado la primera pelicula que habían encontrado a esas horas en la televisión mientras saboreaban un café. Era la primera vez en mucho rato que disfrutaban de un confortable silencio que se había instalado entre ellos.
Se deslizó lentamente hasta quedar practicamente tumbada, hacía tiempo no se sentía tan agusto en compañía de alguien y personalmente de un hombre. Sin darse cuenta había dejado sus piernas sobre el regazo de Castle quien escuchaba atentamente la pelicula y trataba de imaginarsela.
Rick había posado sus manos sobre la pierna -real- de Kate. Beckett cada vez estaba más comoda y se removió varias veces.
Castle apretó el puño que descansaba sobre el respaldo y sintió que su corazón se detenía. Hacía tiempo que la excitación no le asaltaba de esa forma. ¿Tal vez desde la adolescencia? . Kate había dejado sus piernas sobre él, o más bien sobre su entrepierna y ésta había reaccionado al instante poniendose dura dentro de sus pantalones, abochornandolo.
Sintió un alivio al ver que Kate no se había percatado de la situación sin embargo sabía que si ella rozaba una vez más con su pierna esa sensible zona acabaría mojando sus calzoncillos.
Entreabrió los labios. Ahí estaba. Mierda... Mierda.... Se mordió el labio en el mismo instante que un jadeo amenazaba con ponerlo en evidencia, en el mismo instante que sintió como su ropa interior se humedecía.
El calor aumentó en su rostro. Dios. Aquello no podía ocurrirle a él...
Movió con delicadeza las piernas de ella y se levantó.
-¿Ocurre algo?-se sobresaltó.
-No... Yo...-apenas tenía palabras- Yo... Es tarde.... Ya... Y... Alexis, tengo miedo que se escape y mi madre no se de cuenta.
-¿Te llevo?-preguntó Kate, aunque empezaba a estar cansada.
-No, no hace falta, sabes que tengo una app en el iPhone para pedir un taxi... Asi vivimos los ciegos-se encogió de hombros-.
-Ok, pero...
-Kate está bien-dijo desde la puerta. Apenas le había costado estar dos veces en casa de ella para aprenderse todo el mobiliario y moverse con facilidad por ella-Descansa.
Beckett se quedó mirandole y sonrió.
-Te llamaré.
Castle asintió pero finalmente se detuvo una vez más.
-Oye Kate-dijo Castle dispuesto a formular una pregunta que llevaba horas rondando en su mente- La historia del desierto... Sobre el pasado militar de Espo...¿Está relacionado con...?
-Si.
-Me... ¿Me lo explicarás?
Kate sintió que sus musculos se agarrotaban. Le daba pavor hablar de ello, sin embargo, poco a poco se sentía más capaz de abrirse con él...
Por toda respuesta, se inclinó tomandolo de la cara y depositó un suave beso en sus labios.
-Buenas noches, Rick.
-Buenas noches, Kate.
N/A: Intentaré seguir lo más rápido posible. Dudas, ruegos, y quejas ahí abajo mediante review ;-)