The Softer Side

By Eriada-Casbeks

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(El lado más suave) AU. Cuando la vida de Kate da un un giro inesperado su vida deja de ser la misma...Lanie... More

prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14 (M+18)
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21

Capítulo 10

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By Eriada-Casbeks

N/A: Me ha apetecido subir la continuación ya jajajajaja. I'm on fire ;-)

.
Kate sonrió al verle allí, esperándola tan puntual y tan apuesto. Iba con una camiseta gris con cuello pico y unos vaqueros oscuros y movía su pie nervioso mientras su cabeza estaba fija al frente.

Cubría sus ojos con unas gafas oscuras y entre sus piernas aguantaba un bastón que solía usar cuando no se sentía seguro del todo.

-¿Llego tarde?

Castle sonrió al escuchar la voz de Kate a su lado y estiró la mano buscando la de ella.

Kate acarició su mano y Tot se interpuso entre sus manos buscando una caricia del escritor.

-Hola pequeño-sonrió acariciándole. El cachorro ladró contento.-No llegas tarde, Kate. Llegas justo a tiempo.

Aquella frase le caló hondo a la chica e hizo que sintiera cosquillas en su estomago. "Llegas justo a tiempo" Por que, no supo bien si se refería a ese momento de la tarde en el que ambos habían quedado para dar un paseo con Tot, o a su vida en general.

Desde luego, para ella, conocer a Rick había sido en el momento idóneo.

-¿Vamos?-Castle se levantó desplegando el bastón pero Kate se lo quitó.- ¿Sabes que lo necesito no? En espacios tan abiertos y a los que no suelo...-Rick se calló cuando sintió la mano de ella entrelazarse a la suya.

Kate apretó su mano en la de Castle, pero este se separó para agarrase mejor a su brazo, haciéndola sonreír mientras guardaba el bastón.

Echaron a caminar mientras Kate sujetaba a Tot como podía, estirando con fuerza.

-Quieto-dijo por quincuagésima vez- Nos harás caer.

-Tiene mucha fuerza para ser tan pequeño... Es como su dueña.

-Perdona, su dueño eres tú, yo sólo le estoy enseñando.

-¿Y ya le has enseñado algún truco?

Kate se mordió el labio.

-Si, si...

-No mientas a un ciego, no esta bien eh...

-En serio, Rick, mira... -Kate movió la cabeza- Lo siento, joder.

-No pasa nada-Castle sonrió- Te... acostumbrarás.

-Pero confía en mí, te prometo que este pequeño te ayudará...

-Ok-ambos siguieron caminando un poco más por el camino de Central Park disfrutando la tranquilidad que los ofrecía y haciéndoles olvidar por un buen rato del mundo.

Un rato después y sintiendo que Kate forzaba más al caminar, Castle insistió en descansar mientras comían un helado al que él invitó.

Y ella realmente lo agradeció ya que estando a principios del mes de Julio, el calor en Nueva York ya era una tortura, y además, estaba realmente cansada. Tal vez debería buscar otra prótesis que no le molestara tanto a la hora de dar largos paseos...

Ambos se sentaron en un banco y Kate aprovechó para soltar la correa del perro y que corriera un poco, vigilándole al máximo.

Beckett soltó una carcajada.

-Es que está persiguiendo ardillas...-sonrió y miró a Castle durante unos segundos, deseando poder acariciar su rostro al mismo tiempo que le besaba.

Movió su cabeza borrando esos pensamientos al instante, mientras Castle seguía hablando.- ¿Qué?

-Que me estas mirando...

-¿Cómo lo sabes?

-Tú también puedes saberlo, Beckett. Se llama Scopaesthesia... Es tu mente que es capaz de sentir cuando te están mirando incluso cuando estas durmiendo.

Kate alzó una ceja.

-¿Por qué no dejas de enseñarme cosas nunca?-rió.

Castle se encogió de hombros y siguió disfrutando de su helado de chocolate hasta que escuchó la risa de Kate.

-¿Qué pasa?

-Tienes los labios manchados.

Rick hizo morritos y sintió un escalofrío cuando sintió el pulgar de Kate limpiar la comisura de sus labios.

Durante unos segundos se quedó sin habla.

Kate, que se percató de lo que había hecho, se removió incomoda y dio gracias al cielo por que él no pudiera verla.

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando del momento hasta que Kate llamó al cachorro para que se acercara y retomar el paseo.

-¿Puedo preguntarte una cosa?

-Claro.

-¿Cómo vas vestida?

Kate sonrió y le miró de reojo.

-Llevo unos shorts algo desgastados, converse blancas y una camiseta de la gira del 78 de los Rolling Stone.

-¿La gris con la lengua con la bandera de la Union Jack?

-Exacto, esa-sonrió Kate-.

Castle sonrió y no pudo evitar fantasear imaginándose a Kate con esa ropa.

Escuchó como Kate chascaba los dedos cerca de su rostro.

-Vuelve...

-Lo siento, sólo pensaba en como tienes que estar con esa ropa y seguramente no me quedo corto.

-Ya...

-En serio, tengo mis fuentes y sé que estas buenísima.

-¿Cómo?-Kate abrió los ojos como platos sorprendida.

Castle sintió que había hablado de más.

-¿Quién?

-Nadie.

-Castle...

Rick suspiró.

-Bryan.

-Bryan... ¿Ese chaval de 20 años de las reuniones?

Castle asintió.

-Y que va a decir un chaval de 20 años que piensa en sexo todo el día.

-La verdad-sonrió Rick- Estoy seguro.

Beckett rodó los ojos.

-Meredith también me lo dijo anoche.

Kate se tensó al escuchar nombrar a la ex mujer de Rick, sin embargo no dijo nada.

-¿Cómo... te fue con tu hija?

-Alexis se fue a dormir a casa de su abuela para que no nos enteremos que regresó a las cinco de la mañana-suspiró- Realmente ya no sé que hacer... Tal vez deberías hablar con ella, de rebelde a rebelde.

Tras decir eso se separó unos centímetros sabiendo que Kate le golpearía en su brazo.

Beckett lo agarró y le golpeó suavemente para que no se escapara.

-No soy rebelde.

-Llevas el pelo medio rosa.

-Pero no soy rebelde.

-¿Lo llevas así por...?

-Me gusta.

-Lo que sea que pasara con tu pierna.

-Ok, ya no quiero hablar de eso- Kate contestó duramente- Además, estábamos hablando de Alexis.

Castle asintió y supo que había dado justo en el clavo. Y si Kate se había teñido las puntas de su pelo y hecho pendientes por ese motivo, entonces su hija actuaba así por su ceguera... y todo lo demás.

-Tengo razón.

-¿Mmm?

-Alexis se comporta así por todo lo que nos pasó...

-¿Y que pasó?

Cuando la puerta del despacho se abrió, Castle se giró por inercia para encarar al doctor.

-¿Malas noticias?-dijo casi riendo con sarcasmo.

En los últimos meses había perdido bastante visibilidad pero él no hacía nada por llevar una vida sana. Al contrario, se estaba echando a perder.

-Rick, ya lo sabes. Esto poco a poco irá a más-contestó su doctor y también su amigo al otro lado de la mesa.

Castle suspiró y agarró el sobre con los resultados de las pruebas que le habían hecho.

Apretó sus labios. Supo que tenía que hacer una rueda de prensa... El tiempo se le estaba agotando.

-Tomate tu tiempo para procesar...

-¿Procesar?-interrumpió-¿Cómo crees que me voy a sentir cuando todo... se vuelva negro? ¿Cuándo deje de ver? ¿Cómo voy a vivir?

-Puedes vivir en muy buenas condiciones Rick... Yo te entiendo.

-No me entiendes. Si no veo, no escribo, no trabajo, yo...

-Para empezar debes tomarte unas buenas vacaciones, disfrutar de tu hija...

Castle fijó su vista, forzándola al máximo ya que le costaba cada vez más enfocar las letras y se quedó mirando los resultados y la descripción de su enfermedad.

-Alexis... Ella... No...

El doctor Aberdeen no dijo nada.

-¿Debería hablar con ella?

-Entonces tendrás que explicarle todo...

Castle asintió y tras una breve consulta más, le estrechó la mano a Michael y se despidió.

Durante unos meses y a medida que iba perdiendo visión, su relación con Alexis y con su madre cada vez era más dura. Decidió ocultarle varias condiciones de su enfermedad, por el bien de ambos.

Su carácter se había endurecido. Él no aceptaba su nueva vida. No quería relacionarse con nadie... Sin embargo trataba de no alejarse de su familia.

Lo peor llegó ese día.

Ese día cuando apenas veía un borrón y escuchó como Alexis llegó a casa como un tornado, desatando una tormenta que cambiaría la vida de ambos.

La niña empezó a gritarle y a reclamarle. Por suerte, su madre no se encontraba en ese momento.

-Cálmate.

-¿Qué me calme?-Alexis movió unos papeles en su mano- ¿Cómo quieres que me calme?

-Lex...

-Tú lo sabías-sollozó-Lo supiste siempre y no me dijiste. He vivido engañada.

-Alexis, por favor.-Suspiró-.

-Mi vida es una mentira.

-No lo es.

-No sé quien soy.

-Eres Alexis Castle.

-¿Seguro?-su labio tembló- Por que estos papeles...-Volvió a llorar con ganas-Te odio. Me engañaste. Nunca me dijiste... y Mamá... ¿Mamá no te dijo nada? ¿La abuela? ¿La abuela lo sabe?

Castle negó y suspiró sintiendo un dolor que crecía en su pecho.

-Escúchame...-tanteó buscando la mano de su hija pero esta se separó de él bruscamente.

-No quiero escucharte, Richard. Quiero irme con mi madre.

Castle sonrió al sentir las manos de Kate sobre las suyas, mientras un par de lágrimas se deslizaban sobre la sombra de la incipiente barba que enmarcaba su mandíbula.

Beckett apretó sus manos intentándole transmitir que estaba ahí para él.

Rick movió su pulgar y acarició el dorso, respirando hondo.

Lo que él no podía ver era que los ojos de Kate brillaban más de lo normal, conteniendo las lágrimas.

Escuchar su relato le había conmovido demasiado. Había podido sentir el sufrimiento del hombre en su propia piel... Y aunque no era un dolor tan físico como el de ella, era igual o más doloroso.

Aunque no era lo mismo, ella se sintió igual de perdida cuando su padre falleció.

-Alexis investigó sobre mi enfermedad... Con sólo doce años... Era... Es tan inteligente-suspiró- Ella descubrió que es una enfermedad hereditaria...

Kate se mordió el labio, dando por hecho lo evidente.

-Yo lo sabía... Lo sospeché... y decidí seguir adelante por que... La primera vez que la tuve en mis brazos... Tan pelirroja y pequeñita, me robó el corazón.

Beckett sonrió y no pudo retener más la silenciosa lágrima que ahora resbalaba por su rostro.

-Meredith me lo confirmó cuando tenía tres o cuatro años, pero... Me daba igual la sangre... El parentesco-suspiró- Yo no conocí a mi padre, sabes.

Kate alzó las cejas.

-Y mira que me dejó de herencia, una bonita enfermedad-masculló.

Kate acarició su mano calmando a Rick.

-Y yo no iba a dejarla, Yo iba a estar ahí para ella, me daba igual no ser su padre biológico, no me importa el apellido, o la sangre, me importa lo mucho que la amo... Y estuve, estuve ahí cuando aprendió a hablar y a caminar, y cuando se le cayó su primer diente-Castle soltó una risita mezclada con el llanto que hizo sonreír a Kate.

Ambos se quedaron callados unos segundos, tratando de recuperarse.

-Me importa lo que yo siento por ella... Y ahora...

-Daría lo que fuera por estar al menos un rato con mi padre otra vez-le interrumpió Kate, con la voz rota, sin importarle que el se diera cuenta que estaba llorando.

-Oh Kate, yo no quería...

Kate negó con los ojos aguados y sorbió por la nariz. Castle tanteó y finalmente abarcó todo su cuerpo con sus fuertes brazos, protegiéndola, sintiendo su corazón latiendo con la misma fuerza que el suyo.

-Tienes...-respiró hondo- La recuperarás-murmuró Kate, con su rostro escondido en el cuello de él.

-Ojala.

-Lo harás. Yo te ayudaré.

Kate se separó torpemente de él y se quedó mirando sus labios. Castle tragó saliva nervioso cuando ella se separó, hasta que sintió los labios de ella sobre los suyos, tan suaves y aterciopelados.

Su nerviosismo aumentó dejándolo completamente inmóvil y sorprendido. Agradablemente sorprendido.

No se movió, los mantuvo estáticos y apenas fue un roce, una simple caricia, con tanta ternura y torpeza que hizo que un torbellino de sensaciones recorriera todo su cuerpo, casi electrificado.

Kate sonrojada y con los ojos cerrados, se separó de nuevo.

Abrió los ojos mientras acarició el mentón de Castle con sus dedos, quien por inercia también había cerrado sus ojos.

Cuando los ojos azules se clavaron en los de ella, sintió una punzada al saber que él era incapaz de ver lo turbada y sonrojada que estaba. O peor aun, la leve sonrisa que se dejaba entrever en sus labios.

-Yo...

Tot corrió hacia ellos y ladrando se abalanzó, subiéndose a las piernas de Rick.

Beckett lo contuvo, pero el perro salió corriendo y ella se levantó para seguirlo lo más rápido que pudo mientras lo llamaba a gritos por el parque. Castle sonrió acariciando sus labios con la yema de sus dedos.


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N/A: Gracias por leer y comentar...

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