*Flash Back*
Luffy, salió del baño todo apurado después de que Robin lo llamara. Este se sorprendió al ver que su amiga llevaba una cámara de fotos consigo y la sostenía con ambas manos, apuntando la lente hacia él.
-¿Y eso?- preguntó Luffy, señalando la cámara.
-Fufufu- rió robin- Si me haces un favor, después te lo voy a recompensar, capitán.-le dijo, con un guiño.
Se podía ver la duda en su cara. (en la cara de Law) ¿Estaría bien que siguiera haciendo tonterías con un cuerpo que no era suyo? No quería enfadar a su amigo.
-No pasa nada- lo tranquilizó esta- Prometo que no contarle nada a Torao. Y además, te lo compensaré.-
-Está bien, shishishishi. Mientras me des muchos trozos de carne...- aceptó Luffy- ¿Qué tengo que hacer?
Robin se lo contó y estuvieron un buen rato haciendo otra sesión de fotos. Aunque esta vez, la cara de Law aparecía haciendo muecas graciosas y posturas vergonzosas. Al cabo de un rato, el capitán del Sunny ya estaba cansado de quedarse quieto por tanto tiempo.
-Neeee- se quejó Luffy- Robin, estoy agotado. ¿Podemos parar ya?
La arqueóloga guardó su cámara y asintió. Ya tenía lo que quería.
-Oye Luffy.
-¿Mm?- este levantó la cabeza después de ponerse la camisa.
Sí, se había echo fotos con el pecho desnudo. Pero con pantalones, claro.
-¿Te gusta Trafalgar?
-¿Gustar? Yo no me quiero casar con él. ¡Estamos aliados!-contestó Luffy, sin entender muy bien la pregunta de su nakama.-Además, lo que más me gusta del mundo es la carne.
Robin ignoró su respuesta.
-¿Qué sientes cuándo estás a su lado, Capitán-san?
Luffy pensó un poco antes de contestar
-Me...me vienen unas ganas enormes de abrazarlo y molestarlo. ¡Torao es muy bonito cuando sonríe! ¿Crees que si le diera un poco de carne lo haría? Pero él siempre está triste y no me gusta. Somos amigos, y no me gusta ver a mis amigos tristes.-respondió Luffy.
-No me refiero a eso. ¿Nunca has querido besarlo?-Robin siguió preguntando.
-¿Eso lo haría sonreír?-cuestionó Mugiwara.
Nunca había besado a nadie, pero sabía que cuando dos personas se besaban, estaban felices.
-Puede.-la arqueóloga contestó con honestidad.
-¡Entonces tendré que probarlo algún día!-exclamó Luffy, orgulloso de saber como hacer feliz a su amigo.
-Pero solo debes besarlo si ambos os queréis.
El capitán se quedó pensando unos momentos. Torao era su aliado, su amigo, por tanto lo quería tanto como a sus nakamas. No. Eso no era cierto. Aunque Luffy ya lo había pensado antes, no le gustaba como quedaban la palabra "Torao" y "amigo" juntos. Había algo que no le cuadraba.
-¿Debo quererlo como un amigo?-Robin negó con la cabeza.
-Debes amarlo, Capitan-san.
Un repentino calor subió a las mejillas del cuerpo de Trafalgar.
"Torao" y "amor" no sonaban tan mal.
*Fin del Flash Back*
Después de que Luffy se sentara y siguiera comiendo, Robin se sentó al lado de Nami con la cámara escondida detrás de la espalda.
-¿Qué tal?- le pregunto la pelirroja a su amiga.
-Misión cumplida.- rió la morena- Fufufufu, ahora falta Trafalgar.
-Tsk, este va a ser difícil.- dijo la gata ladrona, mordiéndose una uña.
-Te lo dejo a ti, Nami.
-Mmmm...- respondió ella.- Tendré que chantajear a Law.-dijo, con un suspiro.
Robin se sorprendió. ¿De verdad era buena idea hacerle chantaje al ex-shichibukai? Ambas eran conscientes de que Trafalgar no era un idiota, si no que todo lo contrario. Era muy inteligente.
-¿No hay otra manera?- preguntó.
-No- dijo Nami, con una sonrisa malvada en sus labios.
Ella sabía lo difícil que iba a ser esa misión, pero eso solo hacía que fuera más interesante.
-Ha veces me das miedo, Nami.- se rió la morena.
Law pudo sentir, unos ojos malvados, junto con una aura oscura que lo miraban fijamente. Se estremeció y miró a su alrededor.
-¿Qué te pasa Law?- le preguntó Zoro, quién se había percatado del comportamiento extraño del cirujano.
-No es nada, Zoro-ya - contestó Law, evitando su mirada.
-Uuuuuaaaa~- Luffy bostezó.- Me muero de sueño~...
-Pues duerme.-le dijo Trafalgar, como si fuera lo más obvio del mundo.
Así por lo menos Luffy dejaría de comer y cuando recuperara su cuerpo, no tendría 5 quilos de más.
-Siiiiii~- contestó este, arrastrando los pies hasta la puerta.
Su cabeza apenas tocó la almohada y ya estaba durmiendo.
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