Sombras del pasado [Rivetra]

By fflora

7.6K 430 522

Levi Ackerman es el segundo capitán al mando dentro del centro de la policía. El muchacho tiene la misión de... More

#1
#Extra
#2
#3
#4
#6

#5

926 56 127
By fflora

Protegerte

Petra movía sus labios con agilidad siguiendo el rápido y desesperado ritmo que había tomado el beso. Al principio fue un gesto sereno en el cual se pudo percibir la necesidad por parte de ambos, pero con el paso de los segundos ninguno pudo evitar querer profundizar mucho más aquel gesto.

Ella llevó su mano hasta el cabello de Levi y lo tomó, comenzando a jugar con él mientras dejaba escapar leves gemidos por aquellas mordidas que el azabache le estaba dando en sus labios.

Levi la tomó de la cintura rápidamente, de una forma posesiva y brusca, que género que ambos cuerpos se chocaran quedando uno contra el otro mientras seguían besándose ignorando lo que sucedía a su alrededor.

Aquel gesto demostraba la necesidad que ambos tenían como también esa desesperación por tener nuevamente el cuerpo del otro.

-¡Levi! –gritó Hanji entrando en el vestidor generando que ambos se separan al instante como si su contacto quemara- ¿Qué sucede, enanos? –cuestiono mirándolos con sorpresa por notar lo extraños que se veían.

Levi gruñó al verla, estando furioso por tener que encontrarse en la oficina y porque no hubiera pasado en otro lugar y momento para poder concretar las cosas donde no serían interrumpidos.

Él fulminaba a su compañera con la mirada pero al instante observó a Petra notando que ella respiraba de forma entrecortada y sus mejillas estaban completamente rojas como sus labios.

-Iré a cambiarme, capitán –menciono Petra con la voz temblorosa al igual que sus labios, ella estaba nerviosa y comenzó a caminar hacia su casillero donde estaba el uniforme.

-Petra.

Al escuchar como la llamaba, ella se tensó y volteó a la vez que enderezaba completamente la postura. Cuando lo miró, Levi notó que sus ojos estaban cristalinos y sus labios muy hinchados.

-¿Si?

-No te demores, no quiero que todavía estés aquí cuando lleguen los demás.

Ella asintió.

-No se preocupe, iré al vestidor femenino.

Levi chasqueo la lengua.

-Solo hazlo rápido.

Él la observó fijamente mientras ella se alejaba, la notaba tensa y podía darse cuenta de cómo Petra temblaba y se acomodaba el cabello constantemente.

En aquel tiempo trabajando juntos pudo darse cuenta de que cuando ella estaba estresada y nerviosa se pasaba la mano por el caballo en señal de eso o también notó como Petra inflaba los cachetes con fastidio cada vez que se enojaba al extremo, incluso sabía que sonrojarse era una especialidad de la joven Ral igual que morderse los labios.

-¿Y... -dijo Hanji apoyando sus manos sobre los hombros de Levi- eso que fue?

-Muérete, loca –habló despectivamente mientras fruncía el ceño y se movía para alejarse de su agarre.

-¡Huelo amor en el aire! –gritó Hanji de forma cantarina mientras observaba como Levi se quitaba la remera para vestirse- Luego de que termines, ve con Erwin que te indicara los detalles.

-Lo sé –menciono despectivamente a la vez que se quitaba con brusquedad su campera y la dejaba sobre una banqueta- ¿Qué mierda esperas? Si quieres ver un desnudista, espera a Erwin en tu casa y...

Hanji soltó una carcajada mientras juntaba sus manos y comenzaba a reír, negando con la cabeza.

-Mejor iré a preguntarle a Petra sobre ustedes, adiós enanito.

Levi la fulminó con la mirada, al instante siguió sacándose su camisa y tomó la remera del uniforme. Gruñó levemente y siguió vistiéndose sumergido en sus pensamientos esperando a la llegada de sus demás reclutas.

-¡No sé a qué se refiere, Hanji-san! –se escuchó el grito nervioso de Petra desde el pasillo seguido de una fuerte risa de la castaña.

Su teléfono comenzó a sonar por lo que Levi llevó su mano hasta su chaqueta y lo sacó para luego contestar la llamada con cierta sorpresa.

-¡Aniki! ¿No llegaras a cenar?

-Isabel, no sabía que estarían en mi departamento esperándome... de nuevo.

Ella bufó.

-¿Acaso te molesta, baka-aniki?

-No, sabes que no, Isabel –indico sentándose en la banqueta- Surgió un problema, tengo que salir ahora con mi equipo. No me esperen.

-¡Noo! ¡Que mierda que...!

-¡Esa boca! –gritó Farlan sonando molesto.

Isabel rio levemente.

-Lo siento, lo siento –contesto sonando una niña pequeña luego de que acababan de sermonearla- En fin, Aniki, la cena de hoy era muy importante.

Levi se quedó en silencio esperando escuchar lo que sucedía. Sabía que no era el cumpleaños de Isabel, ni de su amigo, como tampoco era su aniversario o sucedía algo fuera de lo común.

Él frunció el ceño al caer en cuenta que Isabel iba a comenzar a maldecir, eso ella lo hacía en pocas ocasiones tales como cuando se enojaba o las cosas no salían como esperaba.

-¿Entonces, Isabel? –cuestionó con su voz fría- Dime porque tengo que salir en unos minutos –explico cuando notó como por la puerta del vestidor entraban Gunther, Erd y Auruo que lo saludaron con un gesto con la cabeza.

-Veras, Aniki. No quiero que mueras en soledad, además espero sobrinos, por lo que te he programado una cita, ¡Será divertido! ¡Mañana es, yo me encargo de todo con Farlan! ¡De hecho fue su idea!

-¿Qué? –gruñó en un tono elevado mientras se sobaba el entrecejo queriendo reprimir sus ansias de asesinato- creí que todo eso había quedado descartado.

-No, que seas un desastre coqueteando no quiere decir que me rinda.

Levi apretó los puños con fuerza a la vez que comenzaba a ajustar su calzado buscando terminar de vestirse de una buena vez.

-No iré.

-Sera en tu casa, baka-aniki.

-No quiero eso, Isabel, suspende todo esa mierda.

-¡Esa boca! –gruñó Farlan sonando molesto por escucharlo decir una grosería.

Levi cerró los ojos y respiro con lentitud.

-Es una noche complicada, prefiero hablarlo mañana y...

Isabel grito.

-¡Oh, vamos! ¡Al fin te conseguí una cita con mi prima y tú quieres posponerlo! ¡Eso sí que no! ¡No es justo! Ella te encantara, Aniki, en serio. No la he arrastrado hasta aquí para que...

-Tengo que colgar, mañana hablamos –explico seriamente mientras se ponía de pie y colgaba la llamada.

El azabache les dedico un saludo a sus subordinados y luego salió del vestidor para dirigirse hasta la oficina de Erwin. Una vez que cerró la puerta, generando que el ruido resuene en las paredes, emprendió aquel camino que conocía de memoria a través del pasillo.

Empezó a subir la escalera y cuando llegó al descanso de esta, pudo ver como Petra le daba la espalda y observaba hacia arriba sin darse cuenta de su presencia.

-¿Qué haces, Petra?

Ella soltó un pequeño grito mientras saltaba hacia atrás, volteándose y observando a su superior. La muchacha ya usaba el uniforme de la policía el cual consistía en un pantalón negro –que le quedaba ajustado- junto con una pequeña chaqueta del mismo color y una remera azul oscura.

-¡Lo siento, capitán! –indico respirando de forma entrecortada- yo, vera, me escondía de Hanji –contesto sinceramente sin necesidad de mentir- ella estuvo siguiéndome en el vestuario y no paraba de preguntarme sobre usted, entonces...

-Entiendo –dijo Levi sin dejarla terminar, para al instante añadir- ¿Estas lista?

Petra asintió con una pequeña sonrisa en los labios.

-Me encuentro ansiosa.

Él la observo por unos castos segundos notando aquella ansiedad en sus ojos, lo que se debía a la promesa que ella hizo con Will, el hijo de Nile, aquella tarde.

-Iré a hablar con Erwin, reúnete con los demás en el estacionamiento.

-Sí, capitán –contesto de modo servicial para al instante comenzar a descender por las escaleras pero no pudo hacerlo lo suficiente puesto que él la tomó de la muñeca evitando que avanzara- ¿Qué sucede, capitán?

Levi gruño.

-Capitán, capitán –repitió las palabras de su subordinada con mufa y molestia dejando entrever lo mucho que lo fastidiaban aquellas palabras- ¿No te he dicho ya que no finjas respeto?

Petra subió un escalón.

-¿No le he dicho ya que de verdad lo respeto? –inquirió ella con el ceño fruncido- No es mentira, he sido sincera creo que siempre con usted. Lo admiro desde que ingrese a la academia, cuando el trabajo era a su lado acepte sin pensarlo demasiado aunque cuando leí sobre de que se trataba quería hacerlo aún más.

Levi se mostraba serio, escuchando atento lo que ella decía sin perderle la vista a cada expresión de la pelinaranja.

-Pues te he dado el permiso de llamarme por mi nombre, deja esa formalidad de lado.

Petra negó.

-No puedo hacerlo, es extraño. Lo hare cuando esté a gusto, o sienta que puedo hacerlo. Sé que hemos tenido quizá más relación que otros aquí trabajando juntos, pero todavía no siento que deba llamarlo por su nombre.

Levi la fulmino con la mirada apretando con más fuerza el agarre.

-Solamente hazlo, Petra, quiero que lo hagas –dijo avanzando hacia la muchacha, generando que estuvieran solo a centímetros y ella vuelva a bajar otro escalón.

Las mejillas de la joven Ral tomaron un ligero color carmesí por lo que se mordía el labio con nerviosismo no queriendo delatar sus notorios sentimientos.

-Gracias por la charla de hace un rato, me hacía falta estar un poco más tranquila y centrada en la situación –explico calmada y relajando su expresión mientras lo miraba a los ojos- de verdad, gracias.

-No agradezcas, no lo hice para que luego lo hagas.

Petra rio.

-Mejor que no lo esperabas entonces.

Levi la soltó al notar como de una manera ella dejaba de hablarle como "usted" o de "tu" sino que lo trababa como un igual.

El muchacho asintió y comenzó a subir por la escalera para ver a Erwin.

Cuando Petra notó como él se iba ella suspiro, dejando salir todo el aire que retenía en los pulmones por los nervios.

Ella se apoyó contra la pared y al instante se sentó en el piso mientras se abrazaba a si misma con cansancio.

-Gracias por el beso –susurró en un hilo de voz.

....

Luego de intercambiar opiniones con Erwin y escuchar sus órdenes, Levi con su equipo se dirigió hasta donde supuestamente se encontraba Nile. Como el comandante le había comunicado al azabache, el sospechoso se escapó apenas llegaron a los tribunales pero en sus esposas tenía un pequeño rastreador el cual les indicaba que estaba cerca de la costa, más precisamente en el muelle.

-Nos hemos retrasado treinta minutos, pero supuestamente sigue en este lugar –indico Erd quien observaba los datos del GPS en su celular estando pensativo- quizá solo fue ahí para quitarse las esposas y luego irse.

-Pero no debe estar lejos –dijo Auruo sentado junto al rubio mientras se acomodaba la chaqueta- ¿No lo crees, Petra?

La muchacha que estaba en el asiento del copiloto asintió sin mencionar una sola palabra, estando completamente pensativa metida en sus recuerdos y sentimientos.

De reojo observó a su superior llevándose la grata sorpresa de que él estaba haciendo lo mismo.

-Sería difícil dar con su paradero si tiene a otros ayudándolo pero no debería estar en un rango lo suficientemente lejos –explico Gunther observando aquel mapa del lugar- ¿Dónde se supone que se encuentra? ¿En el muelle? –cuestiono sin reconocer la dirección.

-Una vivienda en construcción –contestó Levi mientras frenaba con la camioneta y observaba el lugar con calma, pensando seriamente la situación- quizá busca una herramienta para romper las esposas, no sabría decirte.

Con una fluida rapidez el azabache tomó su arma del cinturón y la sacó para luego bajar del vehículo. Los demás hicieron lo mismo mientras se acercaban a aquella vivienda de dos pisos donde se indicaba que se encontraba Nile.

-Puede que ya se haya ido.

Unos ruidos de disparos inundaron sus oídos por lo que se sobresaltaron.

-Creo que te equivocas, Erd –menciono seriamente Auruo de forma burlona mientras le daba un golpe con el codo.

Levi soltó una maldición en voz baja.

-Revisaremos el perímetro, quiero saber por dónde debemos ingresar y que él no pueda escapar –le ordenó a sus subordinados observándolos uno por uno- ya.

-Sí, señor.

Todos comenzaron a moverse al instante, dividiéndose de una forma sincronizada revisando las entradas y el estado de la vivienda. Por los ruidos que podían percibir a lo lejos, Nile se encontraba en el segundo piso puesto que escuchaban gritos agudos.

-Las entradas están bloqueadas, no tenemos la manera de entrar –explico seriamente Petra a su superior.

-Podremos hacerlo, mocosa, tú deja de...

Petra le dio un golpe en el brazo delatando lo nerviosa e histérica que se encontraba por la situación.

-Deja de imitar al capitán, Auruo.

Levi ignoraba la pequeña discusión mientras seguía observando la propiedad analizándola completamente. Y en ese instante un fuerte grito se escuchó, el cual estaba cargado de dolor, seguido por un crujido de una madera.

-¿Y si se encuentra con alguien más? –cuestiono Gunther sobándose la barbilla y viéndose preocupado.

Todos se quedaron en silencio, hasta que el grito se intensifico.

-No... -dijo Petra con la voz partida- Se quiere suicidar.

Levi chasqueo la lengua sabiendo que debían evitar eso ya que por todas las razones del mundo Nile Dawk no debía morir, él era un testigo clave en todo el caso de los asesinatos.

-Debemos entrar como sea, pero sin llamar la atención, hay que tener cuidado y...

-¡Hay una ventana! –indico feliz Petra mientras suspiraba y se acerca a Gunther que estaba más cerca de ella.

El muchacho se tensó al sentir el peso de su amiga sobre su espalda pero al instante hizo lo que Petra le indicaba y la ayudo a subir.

-¿Qué mierda estás haciendo? –gruño fastidiado y tétrico Levi observando como su subordinada estaba por entrar a la ventana.

-Hay que detenerlo, capitán.

Al ver como ella ingresaba a la propiedad Levi la maldijo con fastidio e importándole poco que no debían matar a Nile sino solamente enfocándose en que él no lastimara a Petra.

-Erd, estas a cargo –ordeno seriamente- busquen la manera de entrar, no me importa cómo o esperen aquí por si intenta escapar o lleguen sus refuerzos. Intenten abrir la entrada en todo caso, iré por Petra –su frente se sombreo de negro- Gunther, ayúdame a subir.

Auruo quiso soltar una carcajada pero se tapó la boca al ver la mirada fulminante que le dedicaba su superior, en donde le indicaba que le daría una muerte dolorosa y lenta si se reía de él.

....

-Cálmate de una maldita vez, Petra –le indico colocándose detrás de ella, hablando sobre el oído de su subordinada generando que un cosquilleo le recorra por la espalda- no seas idiota e inoportuna.

-¿Qué significa eso?

Levi tomó nuevamente su arma y le dedico una rápida mirada.

-No estás pensando en ti, solamente en tu estúpida promesa. No te aferres a algo que tú no controlas, haz la misión lo mejor que puedas.

Ella asintió con nerviosismo, sabiendo que como podía salir victoriosa también quizá se equivoque.

-Andando –ordenó el azabache- ten cuidado.

-Tú también.

Ambos se separaron luego de intercambiar esas últimas palabras.

Petra se movía lentamente con el arma en mano y reviso la primera habitación sin obtener resultados esperados. Salió al pasillo, dispuesta a ingresar al otro cuarto, pero un quejido llegó a sus oídos desde el primer piso.

La muchacha bajó a paso lento la escalera, queriendo no generar ruidos pero cuando lo hizo notó como Nile estaba con el arma en mano mientras abría la boca para asesinarse. Junto a él se encontraba una nota, lo que era una carta dirigida a su familia.

-No... -susurro la pelinaranja quien al instante se acercó hasta el hombre y le quito la mano generando que Nile disparara a la pared.

-¡Idiota! –grito tembloroso y con molestia mientras se alejaba de ella y la apuntaba con el arma, mientras que Petra hacia lo mismo.

Los dos se fulminaban con la mirada buscando que el otro seda ante él para así poder lograr su objetivo, ella quería salvarlo mientras que él buscaba matarse.

-Esta no es la mejor salida, por favor, Nile, para.

El hombre comenzó a reír generando que Petra observaba su rostro el cual tenía ojeras y estaba sudoroso. Podía percibir su nerviosismo incluso a la distancia, él estaba aterrado.

-¡Cállate maldita! ¡Por tu culpa todo salió así! –grito moviendo el arma pero sin quitarla de la mira- ¡Mi familia ahora estaría bien! ¡Ustedes nos mataran!

Petra tragó saliva.

-No, tus acciones lo hicieron en todo caso.

-¡Cállate! ¡Cállate!

-No busco pelear contigo, tu familia está a salvo porque nos encargamos de ellos. Son inocentes, y no buscamos que sufran. No quiero eso.

Nile rio con pesar.

-¡Esto no te incumbe! –chilló alterado aumentando más el sonido de su voz- ¡Te matare, los matare a todos y no podrán lastimarnos!

Petra tomó aire buscando calmarse para pensar con claridad la situación.

-Ven con nosotros y podrás ver a tu familia, ellos te extrañan y quieren verte.

Nile apretó la mandíbula con fuerza, sintiendo como sus ojos comenzaban a aguarse.

-Si tú me matas, mis compañeros harán lo mismo contigo, sin importarles el caso, y tu familia sufrirá... -explico con tranquilidad y una pequeña sonrisa en sus labios- no quiero eso, nadie busca lastimar a Mary o a Will y Kate.

Cuando ella menciono a sus hijos, él se tensó completamente mientras comenzaba a llorar.

-De verdad, no busco hacerte daño.

-¡Cállate, maldita sea!

Petra guardo su arma en su cinturón, ignorando los gritos de aquel nervioso hombre.

-¡Te dije que te quedes quieta! ¡Te matare, idiota! ¡Te volare la cabeza y...!

-No dejare que lo hagas, así que guarda tus estúpidas amenazas –sentencio con claridad Levi quien miraba con recelo al hombre como también a su subordinada.

Petra no lo miró puesto que sabía que su superior la reprochaba con la mirada.

-Ellos quieren verte, no hagas esto –la muchacha comenzó a avanzar hasta Nile generando que este retrocediera unos pasos nerviosos.

-¡¿Qué mierda estás haciendo, Petra?! –gruño Levi sin quitar al pelinegro de la mira y apuntando hacia él.

-Levi, confía en mí.

El azabache la observó sorprendido al notar como ella lo llamó por su nombre y, en ese momento, pudo entender que Petra estaba pidiéndole a gritos con la mirara que confiara en sus acciones.

-Todo saldrá bien –dijo Petra siguiendo hasta Nile, volviéndolo a mirar, y notando como él no bajaba el arma- ¿Sabes? Tus hijos no dejaban de hablar maravillas sobre ti, Will en el hospital solamente hablaba de lo mucho que quería jugar contigo mientras que Kate mencionaba que quería mostrarte sus notas en el colegio.

Nile comenzó a llorar con más intensidad mientras temblaba. Petra se acercó a su lado y llevó su mano hacia adelante indicándole que le diera el arma.

-Te llevaremos con ellos, podrás verlos.

El hombre extendió su arma hacia ella.

Levi observó a Petra con sorpresa mientras que ella sonrió orgullosa de que todo hubiera salido como tanto esperaba.

Pero todo aquel festejo entre miradas compartidas se vio terminado al escuchar el sonido de un disparo. Petra chilló en respuesta mientras notaba como una bala había atravesado la cabeza de Nile, manchándole el rostro en el proceso, y generando que el hombre estuviera muerto en el acto.

El cuerpo del pelinegro cayó al suelo de forma seca y sin vida.

-Mierda... -masculló Levi.

Los dos se encontraban estáticos, sin moverse, viendo como del cuerpo de Nile salía mucha sangre manchando el suelo de la habitación.

Levi volteó dándose cuenta como algunos miembros de la patrulla 104 se encontraban a la entrada del lugar. En ese instante el azabache se quiso golpear la cabeza al no darse cuenta que ellos estaban ahí, aunque eso se debía a que se encontraba tan metido en lo que hacía Petra que no notó a lo demás.

-Bien –habló Jean quien tenía el arma en mano con la cual le acababa de disparar a Nile.

El joven Ackerman miró a Petra quien estaba en silencio observando el cuerpo en silencio. Ella estaba con el rostro manchado y sus ojos estaban abiertos de par en par delatando terror.

Levi esperaba la reacción de la muchacha, no sabiendo si lloraría gritaría o que haría.

Ella se acercó hasta Jean con paso decidido y cuando estuvo a su lado, Petra lo tomó de la camisa del uniforme y comenzó a sacudirlo con brusquedad.

-¿Por qué hiciste eso? –cuestionó con la voz tajante y quejosa, un fuerte nudo en la garganta le impedía hablar- ¡Dime de una vez! ¡Idiota!

Al notar la expresión del muchacho, Levi se acercó hasta ellos con los brazos cruzados y una expresión carente de sentimientos.

-Petra, suéltalo.

Ella gruñó enojada y empujó a Jean contra la pared, generando que este le dedicara una mirada asustada y cargada de culpa.

-¡Todo estaba bien! ¡Esto no...!

-Retírate, Petra, no estás pensando claramente.

La pelinaranja lo fulmino con la mirada, dedicándole todo aquel dolor que sentía a través de sus ojos ámbar. Ella se agarró el cabello con fuerza estando desesperada para luego morderse el labio intentando no gritar y contener sus emociones.

Petra se dirigió a la salida de la vivienda a paso marcado mientras apretaba los puños, ignorando el hecho de cómo sus brazos temblaban.

-Capitán Ackerman... -habló Armin intentando comunicarle los sucesos pero él no le contestaba.

Levi golpeó a Jean en el estomagó generándole un grito de dolor. El muchacho apretó los dientes y evito dejar salir otro chillido cuando el azabache acababa de hacer lo mismo. Todos los miembros de la promoción –que se encontraban presentes- estaban horrorizados, no era la primera vez que Levi le daba una paliza a alguno de ellos pero por lo general se trataba de Eren.

-Mira, idiota, me importa poco lo que le sucedió a esa basura –indico Levi tomando a Jean de su chaqueta y obligándolo a que lo mire- pero si él se movía, lastimabas a mi subordinada y eso no te lo iba a permitir.

Jean tosió cuando él lo soltó.

-Pero...

-No digas nada, mocoso, agradece que la única sangre que ella tiene es de ese idiota y no suya.

Con desprecio volvió a soltarlo bruscamente contra la pared para alejarse en busca de su subordinada. Levi se fue sin dedicarle una mirada más a algunos de la patrulla quienes lo observaban con sorpresa.

-Ya puedes ver, Christa –indicó Ymir mientras quitaba las manos que rodeaban el rostro de la joven rubia que comenzó a reír nerviosa.

-Eso no fue necesario –explico al instante jugando con los dedos de su mano.

-Ella puede cuidarse sola, idiota –gruño Reiner de brazos cruzados sin dejar de fulminar con la mirada a la castaña que lo observaba con mofa.

Bertholdt los observó por unos castos segundos, estando harto de las discusiones, y dirigió su mirada hacia el cuerpo de Nile.

-¿Armin? –lo llamó con seriedad y profesionalismo, esperando las órdenes del muchacho que se encontraba a cargo.

-Preparen el cuerpo así puedo hacer la autopsia, le indicare a Hanji que venga con el equipo para tomar las muestras necesarias por protocolo de asesinato –miró su reloj con cierta tristeza- adelántense.

Armin suspiró y se dispuso a tomar su teléfono para poder informarle a sus superiores de como salió la situación y su desastroso desenlace. Ellos se encontraban de patrulla por lo que Hanji los llamo para que fueran de refuerzos y ayudaran, en caso de ser necesario, al escuadrón de Levi.

Por eso mismo hicieron lo que se les ordeno aunque ninguno esperaba que eso tuviera una reacción tan negativa por el Capitán Ackerman y su subordinada.

-Yo los llamare, si quieres, Armin –habló en un pequeño murmuro la joven Renz- después de todo ni Ymir o Reiner me dejaran acercarme allí para que no vea algo tan espantoso –menciono con burla y rodando los ojos.

-Gracias, Christa –sonrió el rubio sintiendo como estaba sudando debido a las horribles miradas que tenía sobre su nuca por estar hablando con ella.

Cuando la muchacha se habia alejado unos pasos, Armin quiso hacer lo mismo pero su teléfono comenzó a sonar por lo que ansioso observo de quien se trataba. Fue una pequeña decepción para él al notar que se trataba de Eren puesto que lo que más anhelaba era tener una conversación con Annie aunque seguramente ella no querría molestarlo.

Armin cerró los ojos con cansancio.

Desde que ella estaba en cama y en reposo por su salud, él iba a visitarla cuanto más pudiera y le permitiera el trabajo ahora que había vuelto de su viaje. Sabía que ella nunca podía dormir por eso le prometió ir esa noche para estar a su lado pero quizá el asesinato de Nile le complicaría las cosas.

-¿Hola? –contestó al notar que seguía sonando aquel irritante todo no de llamada.

-¡Oi, Armin! ¡Al fin contestas! –chilló el joven Jaeger sonando ansioso y desesperado- ¡Cuéntame que están haciendo! –indico en un fuerte grito que lo dejó aturdido por lo que el joven Arlert comenzó a reír.

Jean levantó una ceja con fastidio mientras miraba incrédulo la escena estando harto de la acelerada y exagerada forma de ser por parte de Eres puesto que siempre gritaba de tal manera que llegaba a irritarlo solo en unos castos segundos.

Una tos forzada capto su atención, por lo que el castaño levantó el mentón observando como Marco le tendía su mano con una imborrable sonrisa.

-Ven, deja que te ayude, Jean.

Él asintió mientras comenzaba a levantarse sujetándose con la ayuda de su amigo. Una vez que estuvo de pie, el joven Kirschtein comenzó a sacudirse el uniforme con un gran enfado que podía apreciarse en aquel sonido que generaba al apretar de tal manera sus dientes.

Marco borró su sonrisa.

-No te sientas culpable, Jean, no es tu culpa lo que sucedió.

-No quería matarlo, no buscaba hacerlo.

El pelinegro asintió con entendimiento.

-Puedo notarlo, pero en otra ocasión le hubieras salvado la vida a ella. Elegiste que era lo más importante, no fue en el momento adecuado, pero evaluaste si valía más la vida de tu compañero o de un importante testigo.

Jean gruñó al escucharlo y frunció el entrecejo.

-¿Acaso te escuchaste, Marco? –le pregunto con la voz carente de alguna emoción más que no fuera el miedo- Tuve que decidir sobre quien valía entre los dos, elegí quien debía vivir y...

-De eso se trata nuestro trabajo, Jean, y tú lo sabes más que nadie –indico con amabilidad el muchacho y sonriendo levemente- salvaste a una inocente, no importa el contexto, si él hubiera intentado matarla tú lo hubieras impedido.

-Marco...

-Hiciste lo correcto, Jean –menciono sonando completamente seguro y sincero de sus sentimientos como de cada una de sus palabras. Al ver la mirada desolada de su amigo, él apoyo su mano sobre su hombro y añadió- Nunca es fácil elegir a quien salvar, como tampoco lo es apretar el gatillo.

Jean dejó salir todo el aire que contenía en los pulmones y le dedico una pequeña, pero verdadera, sonrisa a su amigo.

-Gracias.

Marco sonrió.

-Eres valiente, Jean, no lo olvides –dijo cerrando los ojos con calma- algún día serás un gran líder.

El muchacho estaba por interrumpirlo pero un fuerte grito de su comunicador termino callándolo completamente y lo tomó al notar que se trataba de Sasha.

-¿¡Donde están!? –gritaba como ternero degollado y hasta se podía notar su llanto- me bajo... -decía entre hipos- dos minutos a comprar algo para que cenemos y... se van... ¡Malditos infieles!

Jean tomó aire requiriéndose nuevamente paciencia absoluta.

-Tardaste treinta minutos, Sasha, además mandamos a Connie a buscarte.

Una risa de la muchacha se escuchó del otro lado.

-¡El vino a comer conmigo!

-¿Te comiste todo, loca? –grito Jean alterado puesto que su estómago estaba gruñendo fuertemente a pesar de que estaba por ser de media noche.

La sonrisa de Marco flaqueo al escuchar aquella pelea y se dirigió temeroso hasta Armin mientras se rascaba la nuca.

-Iremos a buscar a Sasha y Connie, intentare que no se maten en el coche –indico el pelinegro y rápidamente al obtener una mueca del rubio se alejó dejándolo solo con el teléfono.

Armin suspiró.

-Eren, luego te cuento los detalles, ahora debo empezar esto antes que...

-¡Maldito universo! ¡Yo quería ver cómo le pegaban al caballo! –gritó el castaño desde la otra línea del teléfono- ¡Al menos cuéntame cómo relincho!

El joven Arlert abrió los ojos con incredulidad.

-Levi Ackerman es completamente cruel... ¡lo admiro tanto! –chilló Eren desesperadamente.

Armin miró su reloj de mano viendo que tenía que apurarse.

-¿Cuándo volverás a la compañía?

Eren comenzó a balbucear incómodo.

-Erwin me suspendió un día por mi comportamiento... -masculló odioso- pero no he entendido si se refería a veinticuatro horas o a que solo hasta mañana... ¿Tú qué opinas?

-No quería preguntarte eso, lo siento –explico Armin delatando cierto nerviosismo- ¿Qué opinas de lo de Mikasa? No hemos hablado de eso, y no tengo mucho tiempo debo empezar la autopsia cuanto antes... ¿Eren? –cuestionó preocupado- ¿Me estas escuchando?

-Si.

-¿Entonces? ¿Mikasa es culpable para ti?

Eren bufó sonoramente.

-No puedo creer que Mikasa esté relacionada con los casos de la droga, me es completamente imposible pensar que ella ayudo a los asesinatos o a venderla pero Mikasa se encontraba esa noche en la fiesta y la manera en que no hablo con el comandante... -suspiro- yo...

-¿No quieres que ella haya participado o no crees que lo haya hecho?

-Espero que no tenga nada que ver, no quiero que haya hecho nada y tampoco lo creo.

Armin hizo una mueca con los labios.

-Cuando todo esto se aclare podrás hablar con ella y se aclarará todo lo del pasado, no estés molesto por lo que paso hace años. Debe tener sus motivos para irse de tu casa.

-Hablando de eso –lo interrumpió bruscamente- no quiero que le comentes a mi madre, con lo que paso con mi padre ya ha sufrido demasiado como para que ahora se preocupe como yo.

-Tranquilo, Eren, todo será como antes.

El castaño chasqueó la lengua.

-Nada volverá a ser igual, Armin, y tú lo sabes muy bien.

....

Levi salió de la vivienda con una clara expresión siniestra en el rostro lo que delataba su poca paciencia. El capitán observó a Erd y Auruo hablando a unos pocos metros y se acercó a ellos con el ceño fruncido.

-¿Qué hacen aquí? –Cuestiono tajante afilando mucho más la mirada- ¿Cómo es que dejaron a esos mocosos meterse en nuestro trabajo? –gruñó poniendo especial énfasis en las últimas dos palabras.

Erd tragó saliva con dificultad.

-No los vimos llegar, señor, estábamos siguiendo a un hombre que espiaba el lugar y nos pareció sospechosa su actitud por lo que lo detuvimos para luego poder interrogarlo –tosió aclarando su voz- ahora Gunther está con él en la camioneta.

Levi asintió demostrando que había escuchado todo.

-¿Petra fue con Gunther? –inquirió sin dejar ver su preocupación- Como no está con ustedes.

Ambos compartieron una mirada cómplice.

-Salió muy molesta, dijo que no la esperáramos.

Levi levantó una ceja con extrañeza.

-¿Y por qué mierda la dejaron irse sola? –cuestiono y sin poder evitarlo elevó más el tono de su voz.

Auruo suspiro.

-Estaba muy molesta, salió gritando que era su culpa y que se odiaba –explico incomodo- no le gusta fallar en las misiones y menos cuando alguien interfiere en todo el plan. Solo necesita tiempo para calmarse, ya ha pasado otras veces.

-¿A dónde se ha ido?

-Hacia el muelle –explico Erd con extrañeza debido a aquella pregunta de su superior.

-Bien, espérenme en la camioneta iremos en unos minutos.

-Sí, señor –contestaron a la vez Auruo y Erd para luego voltearse, ignorando como él se alejaba de ellos.

Levi caminaba a paso rápido y decidido, poco le importaba pisar la arena o intentar no resbalarse. Solamente quería encontrar a Petra y llevársela de una buena vez. No le agradaba la manera con la cual ella reacciono puesto que no debía alejarse de ellos, si alguien estaba cerca podía atacarla.

Aunque claramente la joven no estaba indefensa, y eso se pudo ver cuando Nile la ataco, pero de todas maneras no se sentía seguro teniendo la imagen de Nile a punto de dispararle a ella.

Un sentimiento lo inundaba en el pecho al recordar la pequeña sonrisa de Petra mientras un arma la apuntaba y ella actuaba tan normal a pesar del miedo que se apreciaba en sus ojos.

Levi gruñó apretando los puños con fuerza.

No le gustaba la idea de perderla, y aquel sentimiento le molestaba de igual manera. ¿Por qué dependía tanto del bienestar de una persona que acababa de conocer hacia un mes?

Le parecía absurdo, pero eso era lo que le ocurría.

-Maldita sea... -la escuchó quejarse a lo lejos y pudo apreciar como Petra estaba apoyada sobre la baranda del muelle y con su pie lo golpeaba con fuerza, mientras agarraba con sus manos el frio material.

Levi se acercó hasta su lado y la miró con extrañeza.

-No creo que esa mierda tenga la culpa de tu mal humor.

Ella se sobresaltó y dio unos cortos pasos hacia atrás, alejándose de su superior, y mirándolo con sorpresa lo que permitió que Levi se percate de que sus ojos reflejaban la tristeza e impotencia que sentía.

-Lo siento, capitán yo...

-Eres una idiota, no tengo más palabras para describirte –dijo bruscamente acercándose más a ella, generando que Petra estuviera nerviosa y colorada- no has pensado en ti y eso es lo primordial dentro del ejército y en mi escuadrón.

Ella se mordía la lengua para no contradecirlo.

-Piensa en tu salud, no quiero que vuelvas a arriesgarte de una manera tan estúpida e inconsciente –gruñó fastidiado y con poca paciencia.

-No lo volveré a hacer... -dijo cabizbaja y con la voz quebrada- lo prometo.

Levi negó al escucharla.

-Deja de prometer cosas que están fuera de tus manos, Petra, lo que sucedió esta noche es un ejemplo de eso.

La muchacha peino su cabello con brusquedad, tomándolo con fuerza, intentando calmar su dolor de cabeza.

-Yo prometo cosas que intento cumplir, y por eso me enojo cuando no sale de tal manera –explico entre dientes y volviendo a mirarlo a los ojos- si le prometí a Will que su padre estaría con vida, de verdad consideraba que pudieran encontrarse antes de la audiencia...

-¿Tanto esmero por eso, Petra? –preguntó seriamente y delatando su enfado, el azabache se cruzó de brazos y se quedó apoyado contra la baranda del muelle.

-No pienso que él y su hermana deban enterarse por boca de otros lo que fue su padre y todo lo que hizo. Aunque sea doloroso uno debe verlo por sus propios ojos y entender la verdad, de todas maneras van a odiarlo pero será lo mejor.

Levi frunció el ceño al notar aquella confianza y seguridad en las palabras.

-¿Cómo mierda sabes eso?

-Intuición –se encogió de hombros con una mueca en los labios- solo intuición.

-Eres una mocosa idiota –sentenció con la voz firme y fría generando que Petra lo vea por sobre su hombro con completo dolor al notar aquella mirada de decepción.

-No soy una mocosa –indico seriamente y con falsa sabiduría en su expresión intentando transmitir seguridad aunque lo único que Levi podía percibir era enfado.

-Lo eres.

Petra tomó aire e infló sus mejillas.

-¡Que no!

Levi casi se rio al verla completamente colorada y con los labios apretados junto con sus mejillas hinchadas. Era divertido verla enojada puesto que fruncía el ceño con esmero.

-¿Reaccionar de esa manera fue correcta, Petra?

Ella dejó salir el aire que contenía en su boca.

-Sí, lo fue, capitán –contesto sin titubear- en la academia te enseñan a afrontar la muerte aunque sino lo terminas viviendo en carne propia. Durante nuestra primera misión con Auruo nos llevaron a una isla al sur del país donde estaba habitada de manera ilegal. Hubo un enfrentamiento donde murieron dos compañeros nuestros, fue horrible –indico con nostalgia- no fingiré que fui valiente cuando solo lo logre luego de esa vez pero, en aquel entonces, tuve que entender a la fuerza que la muerte es algo natural de la vida.

-Entiendo –fue lo único que dijo el azabache.

-Es cruel si lo piensas con cuidado –continuó la joven Ral ignorando la interrupción- nacemos para morir, después de todo no tenemos otro propósito en la vida.

Levi negó.

-Eso fue lo cruel –señalo observando como Petra se apoyaba en la baranda y observaba el mar. Él añadió- cada quien elige que hacer con su vida y cuál es su propósito, Petra, como tú y los demás entraron al ejército o como en el caso de Nile aliándose con personas peligrosas. Todos sabemos las consecuencias de nuestros actos pero está en cada uno aceptarlo o no. Tú entraste a la milicia sabiendo cómo eran las cosas, de la misma manera que ahora estas aquí.

-Lo sé.

-Por eso los elegí a ustedes, buscaba personas que aceptaran lo que habían decidido y que pudieran portar un arma donde apretarían el gatillo sin importar las consecuencias siempre que eso obtenga la victoria deseada.

Petra suspiró.

-De verdad pensaba salvarlo.

-Nada de lamentos, no es el momento para eso Petra y no quiero que tú te rebajes a pensar en tus errores. Aunque de todas maneras me sorprende tu actitud.

La pelinaranja entrecerró los ojos mientras arrugaba la nariz.

-¿Y eso porque?

-Esperaba que lloraras, quizá, entre otras cosas más...

-No he llorado desde la muerte de mi madre –explico la mujer sin expresar ningún sentimiento nuevo en su voz- mi abuelo llegó a decir que luego de eso me he deshidratado completamente por lo que ya no puedo llorar –negó ante las ocurrencias de su familiar para luego mirar fijamente el mar- ¿No le parece lindo?

Levi solamente dio una ojeada.

-Siempre me gusto observarlo –indicó Petra moviendo la cabeza repitiendo una melodía en sus pensamientos- cuando murió mi madre termine viviendo con mi abuelo por lo que estuve mucho tiempo en los cuarteles de los militares, era como su diversión ya que me llevaban a montar a caballo o los acompañaba mientras izaban la bandera –relajo su expresión- pero mi día favorito siempre era cuando mi abuelo me llevaba a navegar con él, solo nosotros dos y el mar... -suspiro- era perfecto.

-Asumo que por eso entraste a la marina.

Ella asintió.

-Justamente por eso.

Ambos se quedaron en un silencio reconfortante y cómodo por lo que no hubo una desesperación por volver o simplemente hablar de un tema sin sentido. Compartieron una mirada efusiva lo que género que se incomodaran.

-Gracias, Levi.

Él no se inmuto.

-Dijiste mi nombre dos veces en menos de una hora, no creo que vuelva a pasar.

Petra sonrió.

-¿Quién sabe?

Levi se acercó nuevamente hasta su subordinada y la tomó del rostro con poca delicadeza puesto que ya lo había hecho otras veces atrás. El contacto con su cálida piel le genero un cosquilleo pero no se detuvo por ello, ni tampoco lo hizo cuando notó los nervios de la joven Ral y su rostro completamente teñido de color carmesí.

El azabache tomó de su bolsillo un pañuelo y comenzó a limpiar el rostro de la joven con cuidado dejándola sorprendida.

-¿Pero qué...?

-Estaba cansado de ver tu cara sucia –gruñó fastidiado mientras refregaba con un poco de fuerza la tela contra su delicada piel.

Petra quiso reír nuevamente al ver la concentración de Levi por limpiarle las manchas de sangre y aquella cercanía le era completamente cómoda y placentera por lo que no se inmuto sino que se relajó y sonrió.

-Listo, aunque deberías darte un baño cuanto antes.

-Lo tendré en cuenta –contesto.

-Era una orden, Petra –indico seriamente Levi con el ceño fruncido y la frente sombreada de negro.

Ella rio nerviosa.

-Capitán, ¿nos vamos ya? –cuestiono seriamente Auruo interrumpiendo el momento, mirando de mala manera al azabache debido a la exagerada cercanía que había entre ambos.

-¿Los mocosos han terminado?

-Sí, señor.

Levi miro a Petra fijamente y luego dirigió su mirada hacia su subordinado.

-Andando entonces.

....

Una vez que todos habían vuelto a la oficina entraron junto al nuevo sospechoso mientras que Armin y la promoción 104 se encargaba del cuerpo de Nile para que el rubio pudiera hacer la autopsia junto a Hanji.

Y eso estaban haciendo ambos desde que llegaron pero se habían demorado más de lo esperado generando cansancio en sus compañeros.

-¿Es necesario que la realicemos? Ya estamos terminando, lo sé, pero...

-Solo por protocolo, Armin, para poder demostrarlo a la sociedad y a su familia –explico la joven Zoe seria mientras se sonaba el cuello con agilidad- ¿Por qué no vas a casa mientras lo hago?

Armin dejó de caminar al escucharla.

-¿Eh?

El rubio miró la hora y eran exactamente las tres de la mañana por lo que se extrañó por el comportamiento de la joven Zoe.

-No entiendo, ya estamos por terminar y luego queda llenar el reporte.

Hanji sonrió a la vez que acomodaba sus gafas.

-Ve, Armin, yo puedo hacerlo.

-Pero...

La castaña frunció el ceño y lo amenazó con un bisturí.

-¡Vete de una vez!

El rubio asintió una y otra vez estando asustado, su superior siempre generaba que él tuviera aún más miedo de ella por sus diversas reacciones.

-Sí, sí, señor... ¡Señora!

-Señorita –lo corrigió la castaña sonriente mientras ladeaba su cabeza de un lado al otro para luego volver a mirar el cadáver para seguir con su trabajo.

Armin comenzó a quitarse rápidamente la ropa que llevaba puesta como la bata y la red para el cabello para al instante tomar su saco mientras corría de un lado al otro en la habitación.

-¡Nos vemos mañana! –se despidió mientras abría la puerta.

-¡Saluda a Annie de mi parte! –grito Hanji generando que Armin se tropezara de los nervios.

....

Levi se encontraba sentado sobre uno de los bancos fuera de la sala de interrogatorio mientras estaba de brazos cruzados y ojos cerrados por el cansancio, o mejor dicho para no matar a cierto muchacho que estaba a metros de él.

El azabache estaba completamente fuera de humor, con un carácter de perros y desprendiendo odio a través de la mirada y eso se debía a su pésima noche como también que durante el trayecto a la comisaria Auruo no dejo de insinuarse a Petra todo el camino y como broche de oro luego Jean requería hablar con ella.

-Idiotas... -mascullo con enojo sin inmutarse pero escuchando claramente la conversación que ocurría cerca suyo.

-De verdad siento lo que sucedió, no buscamos interferir en el caso y solamente quería que te encuentres bien. No iba a dejar morir a un compañero.

Petra asintió comprensiva y dedicándole una pequeña sonrisa al muchacho.

-Lo entiendo –indico la muchacha mientras intentaba no cerrar los ojos por su cansancio- Siento mi reacción, Jean.

El muchacho asintió.

-Pensé en lo que había dicho el Capitán Levi y tenía razón, tuve que actuar mejor –explico con desinterés- Nos vemos luego, Petra, adiós –dijo levantado su mano y alejándose de ahí dejándola desconcertada.

Ella volteó a ver a su superior.

-Le dije que por poco casi te mata en su intento de salvarte y que si eso pasaba se la vería conmigo.

Petra pestañeo confundida sintiendo su corazón latir apresuradamente y sonrió de una manera bobalicona.

-Entonces gracias, capitán.

Levi se paró de su asiento y colocó ambas manos en los bolsillos de su pantalón. Luego dio unos pasos hasta Petra quien, al no percatarse de eso, estaba bostezando.

-Ve a dormir, Petra, es una orden.

-¿Qué? –cuestiono negando con la cabeza intentando despabilarse- Pero quiero quedarme yo...

Levi tensó su mandíbula ya que odiaba que lo contradigan.

-No me serás útil ahora, los demás se encuentran interrogando. No te quiero paseando por el pasillo o que te quedes dormida donde deba cuidarte.

Ella frunció ligeramente el ceño.

-No le he pedido que me cuide.

-No me molesta hacerlo, pero es preferible que te acuestes en tu casa y no en este asqueroso piso –explico con obviedad Levi mientras la miraba fijamente.

Petra asintió, todavía dudando.

-Además necesitas descansar si quieres mañana ir a ver a la familia de Nile.

La pelinaranja abrió los ojos de forma precipitada y delatando cierto temor.

-Sí, debería hacer eso –menciono cabizbaja y automáticamente sonrió para mirarlo a los ojos- Que descanse, Capitán, lo veo el lunes.

Él gruño por aquella formalidad que comenzaba a molestarle pero de todas maneras se encontraban en la oficina. Aunque lo peor de todo es que ella no tenía ninguna necesidad para llamarlo por su nombre o algo semejante, solo era un capricho de Levi.

-Lo mismo digo, Petra.

La joven Ral amagó a decir algo más pero desistió y termino comenzando alejarse de su superior para ir hasta el vestuario.

....

Cuando escuchó como la puerta de su habitación se abría, Annie se sobresaltó y dedico una molesta mirada al intruso que acababa de molestarla. Pero al instante relajo su expresión al sorprenderse de quien se trataba.

-Armin, te hacia mucho más temprano aquí –indico la muchacha mientras dejaba su libro junto a la mesa de noche y observaba al cansado y agitado rubio- ya es tarde para que estés aquí.

El joven Arlert caminó hasta a ella y se sentó sobre la cama generando que Annie lo observara fijamente para deducir sus acciones. Él se apoyó sobre su pecho y la abrazó fuertemente, logrando que Annie soltara un chillido por el atrevimiento sorpresivo.

-Duerme, Annie, tengo mucho sueño –indico pegándose más a ella y estando completamente colorado pero no queriendo que lo notara.

La joven Leonhart asintió y se estiró para apagar la luz de su mesa de noche para luego cerrar los ojos con tranquilidad comenzando a relajarse aunque su corazón latía con brusquedad debido a que desde hacía tiempo no tenía intimidad con Armin.

-¿Estas cómoda?

-Sí, Armin –contesto fingiendo indiferencia- ¿no querías dormir?

El muchacho asintió.

-Solo me preocupo por mi novia.

Annie tomó aire intentando controlar sus latidos pero le era imposible, aunque no era la única en esa situación. Aunque de igual manera ambos se relajaron al estar en la compañía del otro.

....

El azabache dio un corto suspiro cargado de cansancio.

Cuando regreso a su departamento pudo dormir unas pocas horas debido a su insomnio que siempre generaba que se relajara por poco tiempo. Acostumbrado y cansado, el muchacho se encontraba tomando un té en su sillón mientras observaba el noticiero sin prestarle demasiada atención a las noticias.

Se estaba comunicando la muerte de Nile Dawk, dueño de una importante comparación, quien se suicidó dejando atrás a sus hijos.

-Pura mierda... -gruñó fastidiado por aquella mentira que comunico Erwin para que no estuvieras detrás de la familia de Nile aunque era una clara mentira que no dudaría demasiado.

Pero cuando tomó el control para apagar la televisión pudo observar fotos de la familia tal como le había comentado Petra que estaba conformada.

Un nudo apareció en su garganta al pensar en su subordinada. Le parecía extraña su manera de reaccionar, por lo poco que pudo tratarla y hablar con ella pensó que iba a desmoronarse por la situación pero la joven Ral solamente estaba furiosa.

A pesar de eso, Levi era consciente de que Petra sentía más de lo que pudo demostrarle horas atrás.

Levi llevó su mano hasta su cabello y se lo removió incómodamente.

No dejaba de pensar en ella y eso le molestaba demasiado. Él quería entenderla, saber el porqué de todas sus actitudes y que no le pasara nada que pudiera herirla, pero nada de eso estaba en su poder.

Levi no conocía a Petra pero por lo poco que podía saber era que ella se caracterizaba por ser terca, impulsiva, confianzuda, sincera y bondadosa.

Lo hacía rabiar ciertos comportamientos de ella pero a la vez hacían que se quedara a su lado o la buscaba.

Eso lo sabía y un claro ejemplo era como él fue quien la beso.

-Estúpida cuatro ojos –murmuró en voz alta al recordar como Hanji los había interrumpido aunque se sentía un adolescente hormonal al pensar en que no quería que los detuvieran.

Levi frunció el ceño al ver la foto del hijo mayor de Nile, Will, junto a su padre. Seguramente Petra debía encontrarse en la casa de la familia Dawk ahora para comunicar la noticia. Quería estar con ella, pero a la vez solamente esperaba que se alejara de él.

Demasiados pensamientos juntos, emociones mezcladas y sentimientos encontrados.

Su celular comenzó a sonar por lo que Levi lo tomó para leer el mensaje que era de Isabel.

< Aniki, sé que te enojaste cuando te llame anoche por lo de la cena como pasa otras veces pero, lo importante, es que como las demás ocasiones luego me perdonas. Espero y de verdad quiero que cenes con mi prima, deseo que al fin salgas con alguien y te olvides de todo lo de la policía. Quiero que te desconectes de la oficina y pienses en alguna persona que te haga bien, espero que seas feliz.

Obviamente necesito sobrinos en unos años.

Iremos a las siete, ella llegara a las ocho. Así que tienes tiempo de limpiar y ordenar todo a tu antojo. Para tu suerte mi prima es bastante ordenada, eso le suma unos quinientos puntos de entrada, ¿verdad? >

Levi rodó los ojos al terminar de leerlo.

Se levantó del sillón y dejó el celular en la mesa que se encontraba junto a este. Gruñó al pensar en que tendría que soportar a una desconocida en su casa, sentada en su silla con su mugrosa persona.

Isabel siempre decía que todas las mujeres eran limpias pero no siempre era verdad.

Hizo una mueca al recordar todas las veces que se sintió estafado y estuvo por buscar su celular para negarse a la cena pero en ese instante recordó algo puntual que leyó.

Quiero que te desconectes de la oficina y pienses en alguna persona que te haga bien

Sí, eso necesitaba él. Pensar en alguien que lo desconecte de los casos y no lo haga recordar una y otra vez la arriesgada vida que estaba teniendo.

....

La joven Ral se encontraba sentada sobre la cama de Will y observaba al muchacho ubicado en frente de ella, justamente en la silla de su escritorio. El pelinegro de doce años no paraba de llorar, además de no hablar estaba perdido en sus pensamientos.

-No puede ser...

Ella pestañeo.

-¡Dime que es mentira! ¡Ibas a protegerlo, Petra! –gruño enojado dando poniéndose de pie mientras apretaba los puños con fuerza.

La muchacha no hizo nada más que bajar la mirada con vergüenza y dolor. Le molestaba la situación como también le dolía ver al niño que tenía frente suyo quebrado y destruido. Él estaba completamente colorado mientras se podía apreciar como una vena se marcaba en su cuello por lo tenso y nervioso que se encontraba.

-¡Dilo! –chilló avanzando unos pasos hacia ella- ¡Lo prometiste!

-Las cosas se salieron de control, Will, intente todo lo que pude y...

El pelinegro llevó una mano hacia ella queriéndola tomar de la muñeca pero Petra se puso de pie evitando que lo hiciera.

-Ódiame, sé que estás enojado conmigo, yo prometí algo que no pude cumplir y lo lamento –hablo sinceramente mientras lo miraba a los ojos ya que él era unos centímetros menor a ella- pero no es mi culpa toda la situación, yo no dispare contra tu padre y tampoco busque meterlo preso.

Él apretó los dientes delatando la impotencia que cargaba sobre sus hombros.

-¡Mientes, mientes! –gritó mirándola con enfado- Cuando conviene soy un niño pero luego paso a ser un adulto para entender todo esto... ¡Es injusto! ¡Quiero a mi padre! ¡Tú...! -negó corrigiéndose- ¡Ustedes me lo quitaron!

-¿Qué esperabas que hiciera? –cuestionó con un semblante serio- di todo lo que pude y...

-¡Hubieras muerto en su lugar! –chillo indignado y enojado.

Petra entrecerró la mirada viéndose furiosa pero no por aquellas palabras sino porque ya las había oído antes y su corazón sintió como si un puñal lo atravesaba.

-Si eso hubiera pasado créeme que lo hubieran matado de todas formas a tu padre –explico la pelinaranja- él intento dispararme y lo convencí para que viera a sus hijos. Sé que tú no entiendes completamente la situación pero a pesar de que no lo justifico, su familia era su prioridad.

El pelinegro cerró los ojos, dejando que las lágrimas desciendan por sus mejillas completamente coloradas.

-Deja de justificar tú error.

Petra suspiro.

-No es lo que intento y tampoco busco defenderme, te cuento lo que puedo y debo. Lo demás es cuestión de tiempo para que lo sepas de tu madre, vine a disculparme por no cumplir mi promesa.

-¡Vete! ¡No has hecho nada, arruinaste nuestra familia!

La muchacha tomó aire.

-Debo irme, Will –dijo mirando su reloj- de verdad lo siento, si algún día dejas de odiarme puedes llamarme si necesitas algo.

-¡Que te vayas! –chilló el niño caminando hasta su escritorio y tirando todo a su paso hasta el suelo, provocando que algunos portarretratos y libros impactaran fuertemente contra este- ¡Maldita sea! –grito enojado y golpeo con sus dos puños la madera, para luego dejarse caer de rodillas al suelo.

Petra se colocó de cuclillas y guió su mano hasta el hombro de Will quien no la echo, solamente lloraba con pequeños gemidos de dolor escapándose de mis labios.

-Yo no puedo... no... mi madre ella... -murmuraba entre hipos.

-La pérdida de un familiar es difícil, y te entiendo pero nadie ocupara el lugar de tu padre y tú tampoco debes suplantarlo con tus hermanos.

Él la miró con sus ojos claros completos de lágrimas y un puchero en su rostro lo que género que Petra se muerda el labio para no gritar de la molestia que cargaba desde que vio a Nile morir.

-Toma –dijo Petra extendiéndole un pequeño sobre al muchacho y, cuando él lo tomó, ella se levantó para añadir- Lo tome antes de que empiecen la autopsia, es lo menos que podía hacer. Él ha dejado una carta, la tiene tu madre.

Will rápidamente y con desesperación abrió el sobre para observar como dentro de este se encontraba un anillo de plata con las iniciales de él y su hermana puesto que pertenecia a su padre.

El muchacho tomó la sortija con sus manos temblorosas y sudorosas para luego volver a llorar, dejando salir ese dolor que cargaba, mientras abrazaba aquel pequeño recuerdo de su padre.

Petra cerró la puerta sintiendo un gran nudo en la garganta el cual le impedía hablar con normalidad. Respiró con calma intentando volver a tener un normal ritmo cardiaco pero se sobresaltó al escuchar el tono de su celular.

Al abrir el mensaje ensanchó la mirada.

< Lamento mucho como ha salido el caso, cielo. Escuche tu mensaje, el que me mandaste en la madrugada, sé que es difícil para ti porque lo relacionas con tu madre pero sabes que siempre puedes contar conmigo. Cuando quieras puedes venir a visitarme, Petra, yo iré más adelante una vez que salgan unos papeles que necesito.

Te quiero, pequeña. >

-Ojii-san –menciono sonriendo y mirando con completo amor aquel mensaje de texto aunque en la pantalla de su celular comenzó a sonar su tono de llamada y ella atendió- Hola.

.....

Levi Ackerman hizo mueca de incomodidad mientras terminaba de vestirse en su habitación. Se observó en el espejo y pudo ver que su suéter morado estaba en perfecto estado igual que su pantalón de color negro.

Él suspiro no estando de humor.

Se encontraba cansado, encascado en su caso y completamente irritado por lo que no se encontraba de humor para una cita programada por Isabel donde todo era impredecible.

Agradecía que ella no lo había ayudado a limpiar puesto que la pelirroja era un desastre para hacerlo y siempre terminaba rompiendo algún que otro plato.

-¡Aniki! –chilló la muchacha del otro lado de la habitación mientras abría la puerta- ¡Todavía no estás listo! –gritó asustada al verlo.

Levi cerró los ojos por semejante elevación de la voz.

-No grites, Isabel, ya está todo listo no hay manera para que estés así.

-¡Pero...!

Farlan apareció al lado de su novia y la abrazó por la cintura generando que ella lo mire dedicándole una encantadora sonrisa.

-Todo está perfecto, Isabel, tranquila –dijo dulcemente para luego darle un beso en la mejilla- la mesa esta impecable, la comida se encuentra lista y tú estás impecable.

Ella se sonrojó para luego pegarle en el hombro a Farlan.

Ambos estaban vestidos de una manera bastante formal por lo que Levi decidió cambiar su atuendo a último minuto, mejor dicho Isabel lo sugirió. La pelirroja usaba un pantalón blanco junto a una remera negra y una camisa larga naranja mientras que Farlan llevaba una camisa azul junto a un suéter negro y un pantalón de mezquilla.

-¿Cuándo llegara tu prima?

Isabel levantó las cejas pícaramente mirando a su amigo.

-Ya debe venir, es muy puntual –indico seriamente- ¡Tú relájate! –y al mirar la cama del azabache abrió la boca horrorizada- Por favor Aniki, guarda todo lo que tienes respecto a los casos.

Levi levantó una ceja confundido.

-Es mi jodida cama, Isabel, ¿Por qué mierda piensas que...?

La muchacha se puso completamente roja como su cabello y comenzó a soltar una carcajada la cual se asemejaba a cuando se estaba ahogando.

-Es que si llega a venir aquí, bueno, los informes, etto... -chasqueo la lengua- ¡Eso no importa, por favor no le hables de todo esto! –gritó horrorizada- No menciones nada de las torturas y menos cuando estamos comiendo, Mina casi vomita al escucharte.

Levi frunció el ceño al pensar que no había podido ahuyentar a esa mujer con sus anécdotas.

-En fin, si todo sale perfecto dejaras de ser tan amargado y ella... -se sobó la barbilla pensativa- oh, cierto, casi me olvido, no quiero que la asustes, es un poco más chica que nosotros.

Él gruñó.

-¿Qué tanto, Isabel?

-¡Tranquilo, no es violación, idiota! –gritó asustada por aquella mirada tenebrosa.

Farlan bufó.

-¡Esa boca, cerrada!

Ella hizo un puchero.

-¿Por qué no vas a ver si no tienes ningún mensaje?

Isabel, aun cabizbaja, asintió estando triste por recibir un reto.

-Tranquilo Aniki, olvidaras todos tus problemas, los casos y tus compañeros...

< Petra > pensó entrecerrando los ojos e ignorando el discurso de su amiga de toda la vida.

Farlan silbó atrayendo su atención.

-Con que ya piensas en alguien.

Levi suspiró.

-Solamente en una compañera de trabajo, nada importante.

-Oh, claro, ya veo –menciono él moviendo sus labios para luego ensanchar una gran sonrisa de satisfacción- ¿Y cómo se llama?

El azabache se mostró impaciente a la vez que comenzaba a juntar sus informes.

-¿Para qué quieres saberlo?

-Curiosidad.

Levi quiso reírse.

-Tú te escudas en Isabel, Farlan, pero ambos sabemos que tú estás desesperado en conseguirme alguna mujer.

El mencionado asintió orgullo.

-Quiero ser tío, ¿Por qué mentirte?

Levi negó con la cabeza pero al abrir la boca el timbre comenzó a sonar capotando la atención de los dos amigos y seguido de aquel sonido, se escuchó un grito de Isabel.

-¡Al fin! –chilló eufórica la pelirroja y el ruido de sus tacones retumbaron en el departamento.

-Se sociable –indico con una sonrisa Farlan mientras comenzaba a caminar hasta la sala de estar seguido del azabache que lo miraba como si estuviera loco.

Rápidamente Isabel volvió acompañado de una avergonzada muchacha, más baja de estatura que ella, quien tenía una tímida sonrisa en el rostro. La invitaba estaba usando un vestido manga tres cuarto corto el cual era hasta unos centímetros arriba las rodillas, suelto, y de color negro junto a unos zapatos del mismo color.

Cuando ella miró al azabache, se quedó estática.

-Aniki, te presentó a mi prima...

-Un gusto verte, Petra –la saludó Levi sin salir de su asombro pero notando lo bella que se encontraba esa noche su subordinada.

Ella se sonrojó al escucharlo pero rápidamente le dedico una pequeña mirada cómplice que delataba felicidad y picardía.

Tanto Isabel como Farlan los observaban a ambos por aquel accionar que no esperaban.

-Lo mismo digo, Levi –menciono Petra siendo simpática como resultaba cada mañana con él cuando le llevaba un café o lo ayudaba con el papeleo.

Y antes de que la pelirroja pudiera preguntar cómo se conocían, se quedó perpleja al notar como Levi estaba sonriendo.

....

Este capitulo junto con el anterior me han encantado ♥

Casi actualizo el domingo pero me borraron el capitulo. Mi hermano reinicio la computadora y me enoje tanto que tarde en escribirlo.

¡En fin, espero que les guste!

¿Que piensan que sucederá en la cena? :3

Pd: Una muchachita aquí en wattpad, Marina, me sugirió hacer un grupo por whatsapp . Así que si están interesadas podríamos hacerlo, ¡A mi la idea me encanto!

Saludos 

Continue Reading

You'll Also Like

1.3M 57K 103
Maddison Sloan starts her residency at Seattle Grace Hospital and runs into old faces and new friends. "Ugh, men are idiots." OC x OC
919K 21.1K 49
In wich a one night stand turns out to be a lot more than that.
453K 30.9K 46
♮Idol au ♮"I don't think I can do it." "Of course you can, I believe in you. Don't worry, okay? I'll be right here backstage fo...
260K 7.6K 87
Daphne Bridgerton might have been the 1813 debutant diamond, but she wasn't the only miss to stand out that season. Behind her was a close second, he...