Después de que Maka Albarn se presentara Stein repartió los exámenes sorpresa de ese día diciendo que sería a cuaderno abierto ¿Por qué siempre me tocaban en el peor momento educativo? Tenía tres cuartos de apuntes a medio hacer que tenían respuestas a medias. Las preguntas eran casi seguidas y de opción múltiple así que me encomende a la deidad de los estudios esperando que mis respuestas al azar fueran las correctas
Luego de diez minutos y sin querer, me estaba durmiendo; por costumbre llevé mis pies a la silla de enfrente chocando con algo en el trayecto
—¡Ay!—El grito me hizo reaccionar de golpe —¡Pervertido!— Me acusó la nueva mientras se cubría el trasero
—¿Qué?— La miré extrañado, no había sido a propósito —¿Por qué?
—Me tocaste el trasero degenerado—
Todos miraron en nuestra dirección
Su rostro sonrosado y furioso me causaba risa aunque preferí no burlarme —Ni loco tocaría a alguien tan plana como tú— Le espeté. Jamás me pensé que podría haber alguien de su edad con tal planicie
—¿Cómo te atreves?— De repente sentí un golpe seco en la cabeza, la nueva me golpeó con su libro
—Auch ¡Loca!— Grité un poco enojado, me levante de la banca para encararla —¿Qué te pasa?
—¿Qué te pasa a ti?
—Señorita Albarn, joven Evans. Si tanta es su urgencia por convivir tan intensamente ¿Por qué no van a la oficina del director?— Nos pidió Stein desde el escritorio
—Pero es injusto profesor Stein yo no...— se intentó liberar ella
—Por favor señorita Albarn ¿Sería tan amable de ir con el director?
Yo solo me callé, no quería ser disecado tan joven
—Evans enséñale el camino y aproveche para pedirle una disculpa
—Pero...— me callé de nuevo, sabía lo que me convenía
Caminamos por el pasillo, Albarn apretaba los dientes y caminaba con los brazos cruzados. Que tipa más rara
—Oye— le hablé, no podía dejar que se llevará una mala impresión de mí desde el primer momento
—¿Qué quieres?— replicó molesta
—Disculparme
—¿Eh?— parecía extrañada, como si nunca hubiera creído que lo hiciera
—Bueno, quizá sí te haya tocado— admití caminando a su paso. Me miró con cara de indignación al mismo tiempo que se sonrojaba —Pero no fue intencional lo juro— levanté mis palmas frente a mí en son de paz, sus golpes dolían, no quería recibir otro. Además me veía dudosa —Ese asiento siempre ha estado vacío, me acostumbre a dejar mi mochila ahí y subir los pies durante las clases— le expliqué por qué encontró mi mochila sobre la suya y la golpee sin querer
—Disculpa por golpearte con el libro— admitió apenada, me empecé a reír de nervios ¿Por qué me causaba tantos nervios si apenas la conocí?—¿Qué?— me cuestionó alzando una ceja
—Nada, pecho plano— Quizá había cruzado la línea de lo permisible con el apodo porque apenas teníamos una hora de habernos conocido pero no quería hacerla creer que le coqueteaba
—¿Te dedicas a calificar los pechos de la gente? Califica esto idiota— susurró por lo bajo mostrandome el dedo corazón, bien eso si me lo había ganado
Llegamos a la oficina del director Shinigami, el tipo tenía siempre una máscara que ocultaba su rostro y usaba un tono de voz infantil —Hola, qué onda, buen trabajo— nos saludó con sus enormes guantes blancos
—Buenos días director— la nueva saludó con respeto
—Hola— se le quedo viendo unos momentos —Maka, bienvenida de nuevo— le dijo feliz estrechando su mano
Me quedé sorprendido ¿Bienvenida de vuelta?
—Hola director Shinigami— saludó la rubia sonriendo, así que se conocían. Debía anotar que por el momento ella tenía la ventaja de llevarse bien con Shinigami
—¿Te has integrado ya a las clases?— pregunto el director agachandose a su altura
—Apenas hoy es mi primer día, gracias— Informó —Bueno tuve un problema con un compañero así que nos han enviado con usted— confesó llevando la conversación por otro rumbo. Parecía que no quería responder a sus preguntas
Shinigami me miraba detenidamente, tanto que empecé a incomodarme —¿Qué?— le dije fastidiado
—Oh ya veo eres Soul Evans de la clase spartoi— claro que me conocía, me la pasaba metido en su oficina gracias a Black Star y sus numeritos
Mi clase se llamaba spartoi, tenía estudiantes que eran más adelantados en los estudios que el resto de la escuela, era una clase especial que daba estatus. Aunque yo no estaba ahí precisamente por ser brillante, más bien porque mis padres pagaron para tenerme ahí
—¿Que clase de problema hubo?
—Verá director Shinigami, mi compañero me toco el trasero y armó un escándalo cuando no quiso disculparse— será... La muy mentirosa
La miré consternado no iba a permitir que manipulara la historia —Por supuesto que no, ella armó un escándalo además no fue a propósito y lo admito pero ya me disculpé cuando veníamos hacia acá— aclaré
Discutíamos ignorando a nuestro director alegando quien tenía la culpa o quien era más idiota que el otro
—Director, por favor, cambie a este chico de salón— pidió ella dejándome con el insulto en la boca
—¿Qué?— con un cambio de lugar era más que suficiente, además debían moverla a ella no a mí
—No puedo Maka, lo lamento en serio, pero pueden llevarse bien— Y básicamente nos hecho de su oficina
El resto de el día fue fastidioso, la nueva no dejaba de participar en clase y eso me estaba irritando, era mucha atención indirecta hacia mi. Hacía que los profesores notaran el no interés en sus clases obligandome a responder también
A la hora de salida estaba demasiado molesto y con sueño —Nos vemos chicos— me despedí de mis amigos y subí a la moto
Fuí a la agencia de bienes raíces encontrandome de nuevo con Maka Albarn ¿Era una maldición o algo así?
—¿Eres acosador o qué?— me preguntó de frente
—¿Qué?
—Deja de seguirme Evans eres un acosador— me acusó irritada
—No te estoy siguiendo Albarn solamente estoy de paso— respondí de mala manera, no estaba en mi mejor momento
—Qué conciencia verdad— ironizó elevando las manos —Deja de seguirme ¿Te gusto o qué?
—No te creas tan importante pecho plano— por alguna razón ese apodo me salía del alma
Un golpe seco como el de la mañana aterrizó en mi cabeza —Pervertido acosador, deja de mirar mis pechos— salió de ahí echa una furia
Luego me acerqué con la secretaria quien vió nuestra discusión. No encontré nada decente para vivir, el departamento que había visto apenas ayer había sido ocupado. La mala suerte me seguía
Tengo que conseguir algo en una semana si no quiero pasar mi vida universitaria como mi hermano mayor
Cuando me dió hambre fuí a un restaurante para comer algo ya que no estaba de ánimos para soportar a Wes. Sin embargo ahí también estaba la insufrible nueva
—Ya te dije que me dejes de seguir
—No te estoy siguiendo, solo tengo hambre
—A otro perro con ese hueso
—Piensa lo que quieras loca— me formé en la fila ignorando su enojo
—Agh que chico tan idiota— la oí decir. Salió de ahí con dos órdenes para llevar ¿Para quien será la otra? ¿Para su novio?
No, no. No me importa su vida, aunque dudo mucho que tenga novio con esa mala ostia que se carga
Al regresar a casa un camión de mudanza estaba en la residencia de a lado, disminuí la velocidad para ver quienes eran, quizá sería alguien más agradable que la tipa esa
—¿Otra vez tú?— O quizá no —Creí haber sido muy clara ¡No me sigas!
—Por última vez no te estoy siguiendo, vivo aquí— señalé la vivienda de a lado
—Muchas coincidencias por hoy ¿No crees?
—Escucha pecho plano no me interesas, así que no te hagas ilusiones
—¿A quién le dijiste pecho plano idiota-— sacó un libro de no sé dónde, ya lista para pegarme —Ni creas que me trataré el cuento de que vives por aquí acosador ¿Quién te mandó?
—Vivo en esa casa loca— esquivé el golpe —No eres tan bonita como para que te siga
Arranque la moto para entrar por el garaje, al llegar a la sala me encontré con Wes —¿Qué tal tu día Soul?
—Ha sido un asco
Continuará...