La miré y no pude evitar sonreir, ella me hacía sentir muy bien.
¿Por que sonries?- dijo acercandose a mi con una sonrisa muy dulce.
Porque me haces sentir bien- se sonrojó y me miró con los ojos mas dulces del mundo entero.
Me podría haber quedado ahí aguantandole la mirada a ver quien reía primero, fue ella.
¿Por que te ríes?, que sepas que has perdido- dije sonriendo.
Eres muy gracioso, cuando intentas no reirte- dijo riendo, lo que provocó que me rierá aún más y ella me siguió.
De repente, paró de reir, levantó la cabeza lentamente y me miró seriamente pero dulce.
¿A donde vamos?- dijo sacandome de mis pensamientos.
Ven- le di mi mano, la cual dudó alegremente en aceptarla como una niña pequeña, y al segundo me la aceptó.
Llegamos hasta un lago, estaba lleno de árboles, era todo hermoso, como ella.
Ella soltó mi mano, y salió corriendo, empezó a dar vueltas sobre si misma, y a reir.
Se quitó la chaqueta y me miró extrañada. Estaba apoyado en un árbol mientras ella se acercaba a mi mirandome extrañada y dejando su chaqueta en el coche.
¿Que haces ahi parado? ¡Venga!- me sorprendió
¿Que?- le dije sorprendido
Se acercó a mi lentamente y con su sonrisa.
Vamos adentro- dijo mientras me quitaba la chaqueta y sonreia picaramente.
Yo seguía sin entender nada, y aluciné aún más cuando la vi sin ropa, se quedó en ropa interior.
Tenía un cuerpo precioso, unas piernas finas y largas, no era más alta que yo, su pelo castaño le llegaba casi a la cintura. Se volvió a acercar a mi y me miró con sus ojos oscuros, parecian negros, pero a la luz del sol se distinguía un tono café.
¿Te vas a quedar ahi mirandome, como un violador o te vas a meter conmigo?- dijo en un tono sarcástico.
Emmm- dije sin saber que decir.
Vale tendré que hacerlo yo- dijo riéndose cuando empezó a quitarme la camiseta quedando a solo medio centimetro de mi cara, rozamos nuestras narices y ella sonrió y se alejó, quede inmóvil, no sabía que hacer, estaba nervioso, ella no, su corazón latía igual, normal.
Oye, no quiero tener que quitarte los pantalones tambien- dijo riendo, me espabilé enseguida y rápidamente me quité los pantalones, a lo que ella rió.
La miré, la examiné de pies a cabeza, intentando averiguar que quería hacer ahora.
Deja de actuar como un mueble y ven aqui- dijo cojiendome de la mano.
Porfin mi cuerpo reaccionó, la tiré hacia mi, de la mano que tenía agarrada y la subí a mi hombro como un saco de patatas a lo que pegó un grito.
¡Suéltame Hale!- respondí riendome
Lo siento reina- le dije riendome- no puedo.
La coloqué encima de una roca y me metí en el lago, rápidamente salí del agua, echando mi pelo hacia atrás, la miré y ella sonrió.
Tu verás reina, o entrás aqui por voluntad propia o te meto yo.- a lo que ella negó con la cabeza.
Sali corriendo hacia ella, ella intentó correr, pero yo fui más rápido. Entré lentamente en el agua con ella cargada como si fuera un bebe, ella me tenía sujeto del cuello y me miraba tiernamente sonriendo y refugiandose en mi cuello.
Se quejó de que estaba fría, bajo de mis brazos y se puso en frente mía, me agarró las dos manos y enredó sus piernas en mi cintura, fuimos paseando por el lago en esa postura.