PRESENTE
KATNISS' POV
Estaba mirando la cuna del bebé fijamente cuidando que nada le pasara, cuando Annie y Johanna tocaron la puerta con delicadeza para no despertar al bebé.
-Pasen- les dije. Ellas asomaron sus rostros por la pequeña abertura- ¿Pasó algo?
-No, nada de eso, en realidad sí, pero algo bueno- contestó la pelirroja, parecía que no cabía de tanta felicidad, no paraba de moverse en el lugar mientras que la pelinegra volteaba los ojos entrando al cuarto.
-Ven, vamos a ver si de una vez por todas levantas tu ánimo- me dice mientras toma en brazos al bebé pasándosela a Annie, mientras que ella se ocupa de empujarme por la espalda para que avance- si esto no te anima, me rindo aunque yo siempre termino ganando... a y dejaremos a la bebé en el cochecito- concluye con orgullo.
Bajamos por la escalera. Por alguna razón se entumecieron los dedos de mis manos y mi respiración se aceleró. Cuando entré a la cocina, vi a todas las personas que me cuidaron yéndose a la sala de estar, pero cuando vi a Peeta lo único que pudo salir de mis labios, ya que estaba llorando, fue:
-Haz vuelto con nosotras.
Y fui hasta él para abrazarlo con todas mis fuerzas para ver si era real o producto de mi imaginación. Lo rodeé con mis brazos a su espalda, provocando que él también lo hiciera con más tranquilidad, parecía reacio al tacto mío todavía pero al ver mi reacción se relajó un poco.
No hablamos durante un rato, sólo se escuchó el estruendo de la puerta principal al cerrarse y mis sollozos.
-He vuelto...- Peeta decidió romper el silencio- Y no pienso irme a ninguna parte, no sin ti- Sonrío con pocas fuerzas y sentí el tacto de sus manos en mi cara acariciándome.
-Ha sido tanto tiempo- mis sollozos se convirtieron en un mar de lágrimas.
-Lo sé, lo sé Kat, pero te lo compensaré, lo prometo, no te abandonaré jamás, te protegeré con mi vida haré cualquier cosa para que seas la mujer más feliz de todos los distritos, ¿de acuerdo?
Yo niego con mi cabeza al mismo tiempo que le respondo.
-No fue tu culpa, no tienes que compensarme nada.
Juntamos nuestras frentes.
-Quiero hacerlo, estar contigo es lo único que me hace feliz y yo cumpliré mi promesa para que tú también lo seas.
Nos miramos un momento, sintiendo la paz que tanto anhelamos. Y sellamos esa promesa con un dulce y lento beso. Pasó tanto tiempo desde el último, que este, hizo que el alma que se había llevado Peeta junto a él volviera a mi cuerpo haciendo ese momento tan personal, tan íntimo hasta el punto de hacerlo mágico. La felicidad se completó con su presencia como si hubiera vuelto a nacer ya no había oscuridad su cabello color oro resplandecía todo el cuarto, toda la casa, su perfecta sonrisa cerraba el momento de una manera magnífica.
Pero ese momento se vio interrumpido por los llantos de mi hija, de nuestra hija. Su cara de desconcierto apareció de repente reemplazando su sonrisa.
-¿Un bebé? ¿Qué...?
No esperé que terminara la oración. Lo agarré de la manga de su camisa y lo llevé al comedor donde estaba el cochecito como me había dicho Johanna. Levanté el velo que tenía cubriéndola para poder verla, tiene el mismo color de pelo que yo pero los ojos de Peeta. Su parecido conmigo es extraordinario y por eso supe que no había que explicar nada lo único hice fue mirarlo. Peeta estaba llorando, por un instante me preocupé pero luego de que se riera todos mis pensamientos malos se hicieron a un lado, él me agarró de la cintura y giró conmigo provocando varias carcajadas y gracias a eso la niña empezó a llorar.
-¿Puedo cargarla?- me preguntó.
-Es tu hija.
Él solo movió sus brazos hacia ella temblando pero firme al mismo tiempo, cuando la tuvo en brazos ella paró de llorar para verlo fijamente durante unos segundos y luego se rió moviendo sus manos alegremente. Su padre por otro lado acarició su mejilla con suma delicadeza como si esta fuera de cristal.
-Yo...yo... es hermosa- ahora con más fuerza la atrajo hacia él abrazándola con más seguridad, la felicidad era palpable en la habitación. Ahora, la casa estaba completa.
Pasamos las siguientes horas, en el costado de la casa sobre una cómoda manta, hablando de lo hermosa que es nuestra hija, a quién se parece más, en definitiva, hablamos de cosas alegres. Ella ocupó toda nuestra charla. Hasta que Peeta me preguntó algo que me desequilibró:
-Y, ¿cómo se llama?
No pude contestarle, lo único que pude hacer fue mirar hacia las prímulas temblando y avergonzada.
-No tiene nombre.
No lo estaba mirando pero estaba casi segura que tendría una cara de desconcierto.
-¿Por qué?- preguntó mas no conteste- Kat, puedes contarme lo que sea- completó poniendo una de sus manos sobre mi brazo.
-Yo... estaba asustada, estoy asustada, sigo teniendo miedo Peeta, ¡ni siquiera soy capaz de tenerla en mis brazos!
-No tienes por qué tener miedo, ya no más. Te hice una promesa, a partir de ahora todo irá bien- me acercó con su brazo para que estemos los tres más juntos. Me besó la cabeza- ¿Quieres probar ahora conmigo?, no temas, no se va a romper.
No estoy muy segura, pero asiento lentamente. Él se levanta y queda arrodillado frente a mí.
-Bien, esto es lo más fácil del mundo. Abre los brazos- lo hice como él me dijo, después la giró para que quede en frente mío. Ella se quedó mirándome el tiempo que quedó en los brazos de Peeta, como si yo fuera algo extraño, algo que jamás había visto. Cuando la tuve en brazos fue algo indescriptible, la fascinación que tuve en ese momento era tanta que no pude hablar, así que por primera vez en muchos años, pude reírme con todas mis fuerzas, sintiéndome, extrañamente, la mujer más dichosa por este momento. Seguía temblando pero eso ya no importaba.
-¿Sabes Kat?, el nombre Heaven me gusta.
¿LES GUSTÓ EL CAPÍTULO?
¡EL FIN DEL MUNDO! ACTUALICÉ DOS CAPÍTULOS CASI SEGUIDO :o
TENGO UNA PREGUNTA: ¿CUÁL ES SU LIBRO FAVORITO?
A SE QUE NO SOY LA MEJOR ESCRITORA DEL MUNDO PERO... ¿HUBO ALGUN PROGRESO EN MI HISTORIA? D:
¡YA CASI TERMINA! :'(
SI SE DAN CUENTA LA COMENCÉ EN EL 2013 Y TODAVÍA NO LA PUEDO ACABAR XD... ¡YA CASI!
KISSES
ChicaDeFuego99