Reencuentro y reconciliación

5.5K 99 9
                                    

Estoy corriendo siendo perseguida por mutos enormes, al darme vuelta me encuentro con el peor escenario, todos los mutos eran mis seres queridos como Prim, Cinna... al final ellos me devoran cuando me quedo paralizada del terror, despues, 
desperte exaltada, no se si es por el sueño o el saber que los brazos de Peeta no estan ahi para consolarme, porque hace unos minutos habia abierto los ojos y seguia llorando.
Despues de un buen rato me calmo, pero siento que me duele la cabeza, mucho, estoy más exaltada que otras noches, más asustada, más dolida, mas triste por las personas que murieron por mi... o que fueron torturadas, que arruine sus vidas en un abrir y cerrar de ojos.
Agarro la remera menos abrigada con los mismos pantalones de siempre cuando decifo que es imposible volver a dormir.
Estoy bajando las escaleras cuando escucho un ruido, creía que era Sae por lo que baje un poco más rápido pero al verlo me quedo paralizada
-Peeta...-Susurre. El a escucharme salto de un susto.
-Katniss... eh... hola.
Estaba tan sorprendida que no le respondí. Peeta solo miró a otra parte, cualquier lado menos a mí.
-Bueno... siento haberte asustado.
-No me asustaste, solo me sorprendiste- adeguro rápidamente- ven siéntate.
Dudo un momento pero al ver que me sentaba poco después me siguió.
-Cuéntame- le pedí. Parecía que quería hablarme pero no sabía cómo.
-Verás... hablé con el doctor Aurelius despues de 5 meses enteros dia y noche creo que tengo más claras las cosas y no tengo ningun recuerdo borroso, no estoy muy seguro todavía pero quisiera que pasemos más tiempo juntos como antes. Claro que en companía de una persona, por si hay algún problema y el estuvo de acuerdo. Pero la razon mas fuerte por la que estoy aqui es porque te extraño.
Me quedé sorprendida, sin duda Peeta era una de las personas más extraordinaria que había conocido. Me sentía, de alguna manera... aliviada.
-Peeta... claro, puedes venir las veces que quieras eres bienvenido.
De pronto su inseguridad parecía haber desaparecido, como si hubiera creído que le diría que no. La tensión que había aparecido inmediatamente se fue de la misma manera, me sentía más comoda y Peeta ya no estaba apretando y moviendo su mano nerviosamente, es como si el viejo Peeta hubiera vuelto.
 Nos estamos dando de la mano y mirandonos fijamente a los ojos. Esos ojos celestes profundos que hace mucho no veía hacían que la tranquilidad volviera y él me mira con una dulzura... que hace mucho tiempo no veía, sus ojos eran negros, las últimas veces que lo había visto, sin vida, vacíos de los sentimientos que tenia hacia mi, pero ahora es todo lo contario, con solo mirarlo me siento protegida, pero aún más si él duerme conmigo, sin darme cuenta estoy a unos pocos centimetros de el, y es cuando entra, Sae con su hermosa nieta que tiene 4 años, llamada Amandla.
-Hola chicos- saluda Sae dandonos un guiño mientras que la niña saltaba y giraba cerca nuestro- hoy traje pollo. Peeta, ¿te quedaras?.
-Eh...- él solo me miró por lo que yo le di la mejor sonrisa que pude- si, si.
-Excelente, podríamos cocinar todos juntos- continuó entusiasmada.
Nadie se animaba a contradecirla ya que se encontraba de muy huen humor.

EMPEZANDO A VIVIR [EDITANDO]Where stories live. Discover now