CAPÍTULO 20

589 28 4
                                    


DÍA DE LA BODA

NARRADOR EXTERNO

Effie Trinket, tan controladora, en lo que fiestas y/o presentaciones se refiere, caminaba de un lado a otro ordenando a todas las personas que aumentaran la rapidez de sus tareas para que terminaran lo antes posible, porque según ella, llevaban media hora de retraso. Las personas a su alrededor la miraban mal porque pensaban que estaba muy excitada por la majestuosa boda, ya que definitivamente no era una boda cualquiera, sino la de Los Trágicos Amantes del Distrito 12.

-¡Más rápido, que esto quedará espléndido!- dijo la mujer totalmente acalorada de la emoción.

Por otro lado, en la casa de los futuros esposos había un clima de tensión, por así decirlo, la tensión era por el nerviosismo. Annie tomaba un minuto de descanso cargando al pequeño Finnick en su regazo; Johanna estaba acostada en la cama comiendo bocadillos que se robó, a escondidas de Effie claro está y la mamá de Katniss peinaba y maquillaba a su hija, su mano temblaba mientras lo hacía. Vería a su hija casarse, algo que pensó que ocurriría cuando el infierno se congelara, ella pensaba que, al final, siempre uno terminaba tragándose sus propias palabras, y en este caso, agradece que fuera así.

El maquillaje de Katniss estaba casi listo, cuando terminó, se alejó para admirar su trabajo y ambas se sonrieron mutuamente.

-Bueno hija, ¿ahora el vestido?

Esa fue la señal para que todas las muchachas que estaban en la habitación, se acercaran y la ayudaran a ponerse el vestido. Tan rápido como terminaron, aparecieron por la puerta, los viejos estilistas de la Chica en Llamas, tenían una mueca, Katniss les había dicho que su madre la iba a arreglar aunque no les impidió que estuvieran con ellas. La mueca se esfumó al ver a la futura señora Mellark.

-¡Estupendo!

-¡Lo mejor que he visto en mi vida!

Empezaron a gritar con un júbilo enorme, haciendo que las mujeres estuvieran un poco apabulladas. Especialmente Johanna que, por quinta vez en el día, puso los ojos en blanco.

-¡Ábranse paso que acá está la bella dama de honor que tiene que ser rápidamente arreglada!- dijo esta, causando una pequeña distención en medio del nerviosismo obviamente palpable.

Los estilistas del Capitolio se pusieron rápidamente manos a la obra, peinaron, maquillaron y vistieron a todas las muchachas y a los preciosos bebés. Luego de una hora entró Effie recién bañada.

-He tratado de llegar lo más rápido posible-comentó- pero no se pueden arreglar sin mí por suerte ya casi todo está arreglado para el anochecer. ¡Vamos que quiero estar lista!

Horas de preparación con risas de por medio.

Esto pasaba en el sector de las chicas mientras que Peeta y Haymitch, estaban en la casa de este último, empezando recién a cambiarse, puesto que no tenían una gran dificultad en esta cuestión, para alivio de ellos, porque la novia del rubio más avejentado había estado a casi nada de convertir la casa en un circo para arreglar solamente a dos hombres con un par de corbatas y trajes.

-¿Nervioso?- preguntó Haymitch

-No lo sé... creo que... sí... sí, realmente lo estoy- contestó apretándose las manos fuertemente dejándoselos puños blancos de la fuerza, suspirando- ¿tú no lo estás?, tú eres el padrino.

El antiguo mentor sabía que el muchacho hablaba de cualquier cosa para dejar de pensar en la boda y ponerse nervioso, así que le siguió la corriente.

EMPEZANDO A VIVIR [EDITANDO]Where stories live. Discover now