ADAM - en edición.

By JohaNightmare

687K 48.1K 4.4K

El tormento de no saber que pasara es, quizá, una de las peores emociones que podremos experimentar como indi... More

1.
2.
3.
NOCHE.
4.
5.
TÉ.
6.
7.
PRUEBAS.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24
25.
26.
27.
29.
30.
LANA.
31.
32.
33.
34.
PRESENCIA
35.
36.
ACÁ Y ALLÁ
37.
38.
39.
40.
41.
TE AMO.
42.
43.
44.
45.
IRSE

28.

21.4K 1.1K 162
By JohaNightmare


―No nos quedó tan mal― Adam bebió de su lata de soda―, ¿o sí?

Sumergí mis pies en el agua helada mientras Adam dejaba salir una nube de humo de entre sus labios, tenía la mirada puesta en el cigarrillo antes de pasarla a mí.

―Fue mayormente mi trabajo. ― declaré.

Golpeó mi hombro suavemente mientras reía; Adam tenía los brazos llenos de pequeñas gotas sucias, formaban extrañas figuras casi hasta los codos, seguramente se bañaría cinco veces.

―La cena está lista, joven amo. ― Alelí se acercó hacia nosotros, tenía el uniforme puesto y parecía nerviosa― La señora me ha enviado.

― ¿Ya la van a servir?

―En cuarenta minutos.

Adam presionó sus labios contra el cigarrillo de nuevo y exhaló, después lo aplastó contra el pasto y le sonrió a Alelí.

―Gracias por tu aviso, Alelí.

Moví mis pies dentro del agua mientras Adam se levantaba para pedirle algo a Alelí casi en un susurro. El sol comenzaba a descender y la oscuridad se iba apoderando de poco a poco del inmenso jardín, hacía tanto que el silencio era lo más relajante que podía encontrar, y justo ahora mismo, con el vago olor a tabaco y menta, no podía sentirme mejor, quería detener el tiempo y quedarme así por la eternidad, quería ser feliz por unos momentos y olvidar todo.
Di un respingo cuando Adam se sentó detrás de mí, estiró sus piernas a lado de las mías hasta tocar el agua, pasó sus brazos por mi abdomen con un leve apretón y recargó su mentón en mi desnudo cuello, su cálida respiración estaba agitada, podía percibir la calidez de su cuerpo.
Intenté girarme.

―No... Quédate así. ― sus dedos rozaron mis costillas, me estremecí―¿Por qué no subes de peso? A estas alturas de vivir con Marissa ya deberías pesar el doble.

―No tengo mucho apetito últimamente.

― ¿Estás embarazada? ― rio haciendo vibrar su cuerpo contra el mío―, debes comer más, necesitas una mejor alimentación.

Negué. ―Lo sé, sólo, me causa asco ver tanta comida últimamente.

―Eso ya no suena normal― exhaló mientras bajaba una de sus manos a mi pierna y la golpeaba suavemente―, venga, te darás un baño caliente, cenarás y después irás a dormir.

Se levantó y extendió su mano hacia mí, cuando la tomé, Adam se dispuso a caminar rápidamente al interior de la casa, su madre iba saliendo e hizo ademán de acercarse a Adam, éste la pasó de largo y le dejo con la palabra en la boca.
Abrió la puerta de cristal y me guío hasta la habitación, se tomaba el tiempo para que yo pudiera acoplarme a su paso a la hora de subir las escaleras, no soltó mi mano hasta que llegó al baño y abrió el grifo de agua caliente.

―Iré a tomar una ducha a una de las habitaciones desocupadas mientras tú tomas la tuya― soltó mi mano y salió del baño―, me encantaría que te bañaras más rápido que yo porque así evitarías la pena de encontrarme desnudo en la habitación.

Sonrió por última vez y salió de la habitación llevando consigo una toalla y un shampoo. Me giré hacia la bañera y cerrando con pestillo la puerta, me quite prenda por prenda y me sumergí en la calidez del agua, todos mis músculos se relajaron al instante y tuve que dejar salir un suspiro de alivio, quería esta bañera para toda mi vida.
Tomé una botellita de sales aromáticas y las arrojé sin medida al agua, me importaba muy poco ahora, sólo quería relajación, quería estar en esta bañera por veinte minutos, o hasta que mis extremidades comenzaran a dormirse.
Doblé una de mis piernas para poder aplicar el líquido jabonoso, noté un chirrido al regresarla al fondo del agua, repetí la flexión, pero sólo esa rodilla había chirriado, vaya.

Tallé mi espalda con una de las diversas esponjas con las que contaba el baño, mi piel tenía una sensibilidad muy presente últimamente, parecía que las cicatrices que fueron hechas por Garden no estaban del todo curadas. Recordaba una de ellas en especial: fue hecha por un cigarrillo y por la mordida de Garden; él había disfrutado escucharme gritar y gemir de dolor mientras presionaba el cigarrillo y después mordisqueaba esa área con la dentadura amarillenta que tenía. Cerré los ojos con fuerza y respiré profundo.

Terminé de secarme el cuerpo cuando un sonido en la habitación llegó a mis oídos, era un suave silbido, entreabrí la puerta y mis mejillas sé enrojecieron al ver el torso desnudo de Adam, tan sólo un par de shorts lo cubrían y no parecía importarle cambiarse tan libremente junto al cuarto de baño del cual yo podía salir en cualquier momento.
Cerré la puerta con mucho cuidado y sin hacer ruido, si me quedaba al menos unos minutos en donde estaba, con suerte al salir, Adam ya estaría vestido.
Me refresqué la cara para bajar el calor que sentía. Conté hasta cien y salí.
Adam estaba sentado en la cama mirando con atención la pantalla de su teléfono, al menos estaba vestido.

― ¿Cómo estuvo la ducha? ― preguntó levantando la vista―, te ves muy pálida ¿estás bien?

―Eso pasa cuando estás en el agua mucho tiempo― sujeté con fuerza la toalla― ¿podrías salir para cambiarme?

Asintió. ―Claro, privacidad, ¿dónde estuvo mi privacidad hace cinco minutos? ― abrí la boca para protestar―, sí me di cuenta, Emily, me siento ultrajado― dramatizo para después reír―, te veo en el comedor, espero que hayas disfrutado la vista, porque no lo vas a volver a ver, por ahora.

Salió lentamente de la habitación, tenía ese andar elegante y erguido desde que lo había visto por primera vez, aún me parecía raro. ¿Acaso todos los riquillos habían adquirido el andar de esa forma?
Cerró la puerta a sus espaldas y desapareció, me aseguré que tuviera el pestillo puesto e inmediatamente comencé a buscar algo de ropa decente para bajar a cenar.
Normalmente, para cenar, solía usar un short y una camisa que apenas me quedaba, pero desde que había llegado aquí, no era más que usar vestidos, faldas, y zapatos planos, ¿quién se viste así para una simple cena familiar? Vamos, después de cenar te duermes, no vas a ver al presidente o a la primera dama.
La cabeza me daba vueltas apenas y salí de la habitación, últimamente me sentía muy agotada y mareada, Adam tenía razón, necesitaba comer. Pero no lograba hacerlo.

ADAM'S POV

Alelí tomó asiento, nerviosa, comenzó a juguetear con los utensilios y apenas y levantaba la vista, mi madre aún tenía la cara llena de furia, la idea de que Alelí fuera mi invitada a cenar esta noche, no le pareció para nada. Alexander tomó asiento junto a ella e inmediatamente comenzó a hablarle, en un intento de hacerla sentir mejor. La silla de mi lado seguía vacía, Emily estaba tardando bastante en bajar y comenzaba a preocuparme que su falta de alimentos la estuviera retrasando, ¿se habría desmayado?

―Uh uh, mira que linda se ve tu novia― Derek levantó la barbilla hacia un lugar detrás mío―, bienvenida a la cena.

Emily tomó asiento junto a mí, me sonrió brevemente y se dedicó a observa el plato vacío frente a ella, había un ligero temblor en sus manos, acerqué cautelosamente una de mis manos a su brazo; se sobresaltó cuando le tomé la mano y acaricié sus nudillos.

― ¿Estás bien? ―asintió, una de las criadas sirvió la cena, Emily hizo una mueca― ¿qué sucede?

―No tengo apetito.

Tomé una de las cucharas de Emily y la sumergí en su sopa.―Juro que te alimentaré como niña pequeña si no cenas algo.

―Adam...

―Sólo prueba un poco, si no te gusta, pasaremos al siguiente platillo.

Hizo una mueca mientras tomaba la cuchara entre sus dedos y la llevaba hasta su boca, cerró los ojos mientras pasaba el líquido.

― ¿Y?

Abrió los ojos y asintió, muy poco convencida, siguió comiendo de poco en poco; cada vez que se llevaba la cuchara a los labios me miraba por el rabillo del ojo, yo no había tocado mi plato para nada. Quería asegurarme de que Emily comiera.

―Como ustedes saben, mañana es el gran día― Emily hizo ademan de dejar la cuchara pero con un pellizco oportuno en su pierna, continuó ingiriendo―, sólo quiero repasar que esté todo listo, después de la cena me gustaría que todos fueran a la sala.

El simple hecho de que Emily acabara con el platillo principal sin querer interrumpir su ingesta, me dejo anonadado, su delgadez no era normal; su apetito iba en descenso, había algo que estaba provocando esto. Y no era yo, ni mi humor hiriente y sarcástico.
Tomé su mano de nuevo y me dediqué a acariciar sus nudillos de nuevo, el plato fuerte se trataba de un corte de carne con una espesa crema, algunos vegetales adornaban el plato.
Volvió a fruncir el ceño.
Esta vez, tomé su tenedor y cuchillo, rebané la carne y piqué unas cuantas, las acerqué a sus labios.

― ¿Qué haces? ― dio un respingo.

―Alimentarte― tomó el tenedor de mis manos e ingirió por su cuenta―, creo que tenemos algo serio de que hablar.

El resto de la cena pasó en silencio, la mano de Emily siguió en la mía, apenas y me había dado cuenta de que aún la sujetaba, cuando mi madre hablaba, solía apretar las manos, Emily dejaba salir un corto y bajo sonido cuando eso pasaba.
Por su parte, se había terminado su cena en silencio y sin negarse a ingerir. Una vez terminada la cena, me levanté, tirando suavemente de Emily nos dirigimos a las escaleras. Un tirón en mi brazo me hizo trastabillar hacia atrás, me sujete del barandal, Emily puso una de sus manos en mi pecho, protegiéndose de que no le cayera encima.

―Perdón, no pensé que... ― negó― tu madre pidió que estuviéramos en la sala.

― ¿Desde cuándo obedeces?―Emily bajó la mirada y soltó mi mano. ― No quería decirlo de esa forma, Emily...

―No importa― unió sus manos en su regazo―, yo iré a escuchar que es lo que quiere decir, tú puedes subir y dormir, sé que estás cansado.

―Bajaré, ¿está bien? ― puse mis manos en sus hombros― y cuando subamos quiero hablar contigo en serio.

Asintió en silencio. ¿Dónde está mi respuesta?

Tras la hora más aburrida y desperdiciada de toda mi vida subí a la habitación, solo, Emily se había quedado a conversar con Alelí, mi madre había armado un jaleo porque yo me rehusaba a aparecer en los periódicos tomando a Emily de la mano y declarándola como mi pareja oficial; me excusé diciendo que prefería que siguiéramos con nuestro perfil bajo, y ahí comenzó la discusión típica de ser el próximo a cargo de una empresa muy rica y de la imagen que debía ir dando desde ese momento.

Entré a la habitación y cerré con suavidad la puerta a mis espaldas, me dirigí al baño para cepillarme los dientes e ir a dormir de una buena vez por todas. El agua cayendo del grifo era lo único que llenaba la habitación.
Un click se escuchó. Al parecer Emily había terminado su conversación, sus pasos se fueron haciendo más claros hasta que se paró frente a la cama, parecía estar desabrochando su blusa, había llevado sus manos a su pecho y parecía hacer algo.
Una idea retorcida cruzó por mi cabeza.

Me enjuagué la boca rápidamente, ni siquiera me preocupe por limpiarme las gotas que escurrían por mi barbilla; aventé a Emily contra la cama, ésta cayó de bruces en un sonido sordo, intentó levantar la cabeza, pasé uno de mis brazos por su cintura, la giré y presioné su cuerpo con el mío, sentándome sobre sus caderas, sujeté sus manos sobre su cabeza con una de las mías y la que había quedado libre la llevé a sujetar su abdomen.

―Por favor― sollozó con los ojos cerrados― ya no más... Por favor, d-déjame, ya no lo s-soporto...

Bingo.

―Emily...

―Puedes quemarme otro cigarrillo, pero no más de esto...

Deje libres sus muñecas, Emily seguía sollozando, se llevó las manos a la cara y decía lo mismo una y otra vez «prefiero el cigarrillo», aminoré la presión sobre su cuerpo y llevé una de mis manos a su mejilla. Tenía razón. El culpable de su falta de ingesta era Garden.

―Ems, soy yo... Ems, mírame― abrió los rojizos ojos―, ¿eso era lo que hacía Garden de ti? ¿Se divertía contigo?

―Adam... ¿Por qué, qué hiciste? ― sus ojos no podían reflejar nada más que temor― ¿qué haces?

Acaricié su mejilla, la blusa de Emily se había desacomodado con el forcejeo que le había hecho pasar, tiré de su tela hasta su lugar adecuado y abroche sus botones.

―¿Es por eso que no quieres comer? ¿Porque Garden te hacía eso?

Me quite de encima de ella, se sentó cubriéndose el pecho, miraba al suelo, me arrodillé frente a ella y tomé sus manos.

― ¿Emily?

―A partir de la primera o segunda semana, G-Garden comenzaba a... Hacer eso, si no lo dejaba, me quemaba cigarrillos, incluso si oponía la menor resistencia... Prefería las quemaduras a que me tocara... Me sentía sucia, usada...

Llevé una de mis manos a su mejilla y limpié una lagrima que había emanado de sus ojos. ―Después de unos días, él simplemente entraba dos o tres veces al día y me despojaba de lo que estuviera vistiendo, sabía que yo era, soy, virgen, así que se limitaba a otras cosas...

―Ems, puedes parar, no quiero que te lastimes recordando eso....

―No― negó con la cabeza―, necesito decirle a alguien lo que me hacía, las marcas que has visto en mis piernas y espalda, no son las únicas, hay otras que se ven menos, pero siguen ahí, siguen bajo mi piel como insectos― se llevó las manos temblorosas a los botones y los desabrochó de poco a poco, desvíe la mirada, incómodo―, cuando me defendía, o gritaba, me lastimaba con los cigarrillos, con pedazos de vidrio, o con sus propios dientes― señaló una marca justo debajo de la varilla de sus sostén, unas pequeñas marcas irregulares se divisaban―, lo aventé y me cortó con un vidrio, después me golpeó con fuerza en la cabeza y no me pude mover, sentí sus manos sobre mi cuerpo y no pude hacer nada, las sentía ir de aquí a allá, Adam... Marina jamás apareció a impedirle a Garden dañar su mercancía.

Corrí mi mano de su mejilla a su nuca y atraje su cuerpo al mío, la abracé con todas mis fuerzas y acaricié su cabello. Su cuerpo temblaba contra el mío por los sollozos.

―Cuando vi lo de Alelí, no he podido suprimir eso de nuevo, Adam...

―Aquí estoy. Aquí estoy.

―No dejes que Garden me tome de nuevo.

―Lo juro por mi alma.

Emily me apartó de poco en poco, sonrió débilmente y acarició mi cabello. ―Déjame buscarte la pijama, ¿de acuerdo?

Me giré hacia el closet y tomando un pants y una blusa de manga larga lo cerré. No podía creer que Garden de verdad hiciera eso, ahora entendía su asco hacia ese hombre, y su rápida comprensión con Alelí. Dejé la ropa sobre su regazo, pronunció un débil «gracias» y caminó al baño.

―Emily, lo siento, no quería lastimarte.

Asintió. ―Tarde o temprano tenía que decírselo a alguien.

Cerró la puerta del baño tras de sí, me dediqué a esperarla, hoy no dejaría que Emily tuviera pesadillas, ni que recordara ese suceso.
Salió con su ropa anterior en manos y la dejo en el closet con sumo orden, se acercó a la cama y entró debajo de las mantas rápidamente. Me acerqué titubeante.

―Ven aquí― pronuncié cuando estuve en mi lugar de la cama―, de verdad siento que hayas tenido que recordar eso.

―Ahora sabes lo que me hacía―acercó su cuerpo al mío―, gracias Adam.

Abracé su delgado cuerpo contra mi pecho, acaricié su cabello, y me dediqué a escucharla respirar mientras se quedaba dormida; su cuerpo aún emanaba un olor a flores y a vainilla, su cabello tenía mechones enredados, su respiración había pasado de ser rápida, a ser lenta y acompasada. Me quede despierto en medio de las penumbras por una o dos horas más, su respiración se había agitado un par de veces, y lo primero que pensé fue que comenzaba a tener pesadillas; la apretaba un poco más y acariciaba su cabello hasta que volviera a la normalidad. Ella no podía estar sufriendo tanto, y en silencio.

Por fin me deje caer en la oscuridad de la noche, la respiración de Emily contra mi pecho no hizo más que llevarme a la profundidad del sueño.

Abrí los ojos con lentitud, la luz me lastimaba de forma inhumana las córneas. Fije la borrosa vista en la joven que yacía aún entre mis brazos, tenía los ojos abiertos y jugaba con mi camiseta, murmuraba algo en voz baja y movía las cejas de forma divertida.

― ¿Qué dices?― la voz me salió ronca, Emily se sobresaltó y sus redondos ojos voltearon a verme con emoción.

―Nada, ¿dormiste bien?

Ahí estaba su tono de voz de siempre, el tono alegre y que derramaba jalea de durazno.

―Tengo un brazo dormido, pero dormí bien. ¿Y tú? ¿Todo bien?

―Todo mejor que bien, y lo de tu brazo se podría solucionar si no tuvieras el triple de fuerza que yo, y me pudiera haber soltado por mi cuenta hace rato.

Sonreí, la Emily de este momento me gustaba más. Apreté más su pequeño cuerpo contra el mío, puso sus manos en mi pecho casi por instinto.

―Me gusta dormir contigo.―Emily sonrió nerviosa― Eres silenciosa, no te mueves, y apenas y siento tu presencia.

―Es porque soy la primera chica con la que duermes― sonrió burlona―, pero mírate, pasaste toda la noche abrazándome.

Era cierto, la piel de Emily no me incomodaba ni me daba ansias; era por ella, no sentía pánico porque era Emily, sentía que podía dejarla tocar mi piel sin ningún problema.

―Es porque ya te conozco y te soporto― entrecerró los ojos―, pero gracias Emily.

―Gracias Adam. Anoche, me fuiste de mucha ayuda― volvió a jugar con mi camiseta y bajo la vista―, gracias...

EMILY'S POV

Fije mi vista en su camiseta y enredé mis dedos en la tela; su respiración chocaba contra la coronilla de mi cabeza, pero apenas y me importaba, lo único en lo que podía tener la mente enfocada, era en lo que él había hecho anoche, debía admitir que su empujón me tomó desprevenida y no pude imaginarme otra persona más que a Garden, la forma brusca en la que giró mi cuerpo y se sentó sobre mis caderas me aterró.

― ¿Quieres bajar a desayunar? ― movió su brazo de mi cabeza―, quiero que comas mucho Emily.

―Lo haré.

Tocaron a la puerta con delicadeza, la misma que Alelí usaba.

― ¿Buenos días?―habló contra la puerta― ¿señorita Emily? ¿Amo Adam?

Adam se levantó con pereza de la cama, se aseguró de no lastimarme al sacar su brazo, me erguí. Se acercó a la puerta y abrió la puerta tan rápido que Alelí casi cae de bruces, él la sujetó, Adam se estremeció, y sus músculos se tensaron, podía verlo desde aquí.

―Lo siento, fue mi torpeza― dio un paso atrás―, el desayuno está listo― fijó su vista en mí, sonreí―, bajen cuando quieran. Uhm, señorita Emily...

―Sólo dime Emily.

―Emily, ¿podría hablar con usted en otro momento? ―Asentí―tengan linda mañana.

Adam cerró con cuidado y después se recargó contra la puerta. ― ¿Viste sus labios?

―No suelo fijarme en los labios de los demás.

―Tenía un poco de labial corrido― frunció el entrecejo―, ¿crees que Derek...?

(...)

Paul estaba sentado frente a mí, me miraba sin parpadear y hacia el mayor esfuerzo por consumir su tocino sin desviar la mirada, yo hacía lo mismo, pero en mi caso, yo me concentraba por no atragantarme con un trozo de zanahoria.

Parpadeó.

― ¡Gané! ― exclamé victoriosa―, págame Adam.

Adam depositó un billete de doscientos en mi mano derecha mientras regañaba a Paul.

― ¡Aposté por ti! ¿Así me pagas? ― golpeó el brazo de Paul con el periódico― malagradecido.

Paul rio por unos momentos, la inconfundible voz de Derek llenó el comedor.

―Vaya, vaya, parecen una familia ustedes tres. ― tomó asiento junto a mí, Adam jaló mi silla más cerca de él― Vamos Adam, no le iba a hacer nada. No quiero dejarla más adolorida de lo que tú la dejaste anoche.

― ¿Qué? ― preguntamos al unísono.

―Estoy seguro de que ayer escuché unos quejidos o sollozos, provenientes de su habitación, yo sólo iba por un vaso de agua, y... ― posó su mano en mi hombro―, era inevitable.

Quité su mano de mi hombro sin ser demasiado brusca.

―No es la morbosidad que estás pensando― aclaró Adam, despectivamente― intenta no imaginar ese tipo de cosas, por favor.

―Sólo comentaba lo que había escuchado― se defendió―, no es ningún crimen.

―Era una película, si eso calma tu imaginación― hablé―, veíamos una película y la protagonista caía de un barandal, no es mi culpa que su tono de voz y el mío sean tan parecidos.

―¿Y qué nombre tenía la película?

―Puedes subir y tomarla, si tanto deseas verla― aclaré tajante, Derek rio burlonamente― ¿qué es tan divertido?

―No sabes mentir.

Sonreí. ―Puedes ir y comprobarlo, estoy segura que en una parte de Divergente, Cristina es aventada del barandal y no tiene la fuerza para sujetarse por mucho tiempo.

Derek sonrió, no despegó su vista de mí hasta que Paul decidió hablar.

― ¿Quién será tu pareja hoy, Dek? Ya sabes, tía ha dicho que es recomendable que te aparezcas con alguien, y que sea de buen porte.

― ¿Cómo Adam? ―el mencionado resopló―, veré quién puede.

―Pues más te vale que la consigas ya― Alexander se sentó a lado de Paul―, ¿me pasas la miel?

Adam deslizó la miel por la madera hasta que llegó a manos de Alexander, éste chorreó una buena cantidad sobre unos cuantos panecillos. Estaba usando una camiseta rota en algunas partes y tenía el cabello desordenado, corrí mi mirada a Adam, su camiseta estaba completa, y su cabello no se revelaba de ningún modo, pero si tenía una barba un tanto larga; acerqué mi mano a su mejilla y sin que se diera cuenta de mis intenciones, acaricié su mejilla, levantó la vista mientras se cortaba su respiración, suavizó la vista cuando me observó y una sonrisa se dibujó en sus labios.

― ¿Terminaste de desayunar?― asentí―, ¿quieres tomar un poco de clorofila? Es buena para tu cuerpo.

―Creo que todos sabemos que su cuerpo ya está bien―comentó Derek a mi costado―, no necesita de esa cosa que bebes.

― ¿Cómo se toma? ― ignoré el comentario de doble sentido de Derek y me centré en el vaso que Adam me pasaba― ¿está endulzado?

―Tengo gotas de stevia por si quieres endulzarlo―apuntó a la cocina―pero a mí me gusta así.

Tomé el vaso entre mis manos y di un sorbo sólo para comprobar el sabor de la clorofila.
Tosí un poco.

―Ve por la stevia, eso te ayudará a beberla fácilmente― volví a beber del vaso, el sabor no era malo, pero no estaba acostumbrada―, o puedes bebértela así, claro.

El resto del desayuno fue llenándose de los demás familiares de Adam, todos saludaban, se sentaban, y comenzaban a ingerir lo que Marie y Alelí les servían, Adam había terminado su desayuno pero aun así siguió sentado leyendo un periódico, me había servido un poco más de agua con clorofila, pero a excepción de que lo había endulzado esta vez. Adam parecía muy interesado en el periódico.

―Mira esto― me pasó el periódico y apuntó a un pequeño párrafo que figuraba bajo una foto suya―, es lo más divertido que he leído.

«Adam Jonas Blair Valley, mejor conocido como el Hijo Prodigio, ha sorprendido a varias personas al ser visto con una pareja nueva- de la cual no se sabe absolutamente nada- a inicios de esta semana; muy pocos integrantes de la familia Blair y Valley, han hablado al respecto: Derek Blair declara que esta pareja lleva al menos ocho meses junta, y la razón por la cual no se había conocido nada es porque Adam ha mantenido un perfil bajo desde hace años. Por más increíble que parezca, la empresa líder en tecnologías, y arquitectura, ha incrementado...

Adam arrebató el periódico de mis manos, prohibiéndome leer más, enarcó las cejas y bebió de su café.

― ¿Sabías mi nombre entero? ― negué ¿a qué venía eso? ―, tengo curiosidad de cómo es que Derek lo sabe, si apenas y recuerda con quién estuvo anoche.

―Por más increíble que parezca, Adamito, te conozco mejor de lo que crees― comenzaba a incomodarme estar en medio de una riña familiar, literalmente estaba en medio de ellos―, pero a quien no conozco, es a Emily. ¿Acaso tienes apellido?

Fruncí el entrecejo, no pensaba formar parte de esta discusión. Cogí mi plato entre mis manos y me retiré de la mesa, Alelí insistió en tomar mi plato y lavarlo, decliné su oferta.

― ¿De qué querías hablar? ― se plantó a lado de mi― ¿es algo malo? ¿Derek te hizo algo?

―El amo Derek me ha dejado en paz, quería hablarle acerca de Alexander― asentí mientras me giraba hacia ella―, me ha pedido que renuncie.

― ¿Qué?―fruncí el entrecejo―, ¿por qué?

―Dice que sería mejor idea si pudiera ayudarle a él con su apartamento, al parecer con todo eso de que sale de viaje, le da miedo que su apartamento se llene mucho de polvo, y después tenga que limpiar él solo.

―Me parece una idea buena, ¿pero por qué me lo dices?

Agachó la cabeza por unos momentos. ―Dice que a cambio él podría pagar mi universidad, si es que quiero seguir estudiando, y que podría quedarme en una de las habitaciones que le sobran... Me parece un poco tonto, pero quería saber su opinión, uhm, ¿cree que lo hace con malas intenciones?

―No― miré hacia el techo―, de hecho me parece que de verdad quiere ayudarte, o posiblemente le gustas.

―Eso no es posible, él es uno de los jóvenes amos de esta casa, yo sólo estoy aqu...

―Vi tu labial corrido en la mañana, no soy tonta― Alelí agrandó los ojos―, ¿fue Alexander?

―Le pido que no diga nada...

Alcé las manos, victoriosa. ―No diré nada, acepta lo que él te propone, además ambas sabemos que la madre de Adam es un poco insoportable.

Alelí sonrió, Adam entró en la cocina y abandonó su plato en el fregadero.

― ¿Te puedo robar a mi novia?― Alelí asintió y salió de la cocina―, te acabo de llamar novia.

―Lo sé, no soy sorda― sonreí, Adam tomó mi brazo y me jaló más cerca de él.

―La bruja ya empezó a alterarse por todos sus planes, las personas que van a decorar apenas van llegando, los meseros vienen retrasados, y las personas del buffet también― pasó una de sus manos por su cabello―, quiere que le ayudemos mientras tanto.

― ¿Y el problema es...?

―Que no quiero.

―No me sorprende.

Me fulminó con la mirada. ― ¿Podrías ayudarles por unas dos o tres horas? La fiesta comienza a las cuatro; tengo algo que hacer.

Asentí.

(...)

Paul me pasó uno de los manteles de la caja, lo extendí sobre la mesa y a continuación puse el otro mantel.

―¿A dónde ha ido Adam?

―Tenía algo que hacer― respondí de la misma forma que le había respondido a su madre.

Bufó mientras ponía un centro de mesa floral, al parecer a él también le habían dicho que ayudara; Paul parecía muy interesado en que los manteles quedarán a la misma altura y que los floreros estuvieran justo en el lugar correcto.

―Eres igual que Adam― comenté―, también te gusta el orden y la perfección.

Paul enarcó una ceja mientras reía.

―Jamás sería como él, simplemente es el perfecto de la familia―expuso mientras avanzaba a otra mesa y repetía el proceso del mantel y el centro de mesa―, ya sabes, sabe tocar el piano desde los seis años, sabe muchos idiomas, tuvo su temporada de modelo, se graduó de una buena universidad, así que sin duda es uno de los Blair más codiciados y reconocidos; a pesar de que jamás se mueve como sus papás.

― ¿Fue modelo?

Asintió.―Empezó a los diecisiete, recuerdo bien como mis papás hablaban de él; fue más como un modelaje pequeño en una revista, que se hizo más grande.

―Eso no lo sabía, para nada― Paul enarcó una ceja―, hay ciertas cosas que no sé de él― hice una mueca―, ya sabes, Adam.

Asintió en silencio. ― ¿Tú y él, se aman?

Continue Reading

You'll Also Like

88.8K 8.8K 23
Esto es despues de los sucesos de la pelicula (Extremadamente Goofy 2) despues de que Max junto a su padre lograron ganar la competencia de Los juego...
73.9K 4.1K 93
Enamorarse fue fácil. Lo que viene después es el verdadero desafío... Keeping 13 «Los chicos de Tommen #2», de Chloe Walsh.
35.4K 3.9K 19
Bradley tiene una nueva oportunidad de recuperar su estatus, aun si eso implica perder su orgullo ante Max. Quedando a su merced, estará dispuesto a...
59.7M 1.4M 18
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...