ADAM - en edición.

7.

Tomé una de las camisas que Adam había comprado para mí, la puse y me miré de nuevo en el espejo.

―Y ahora, ¿qué demonios vas a hacer? ― Adam entró en mi habitación mientras frotaba una toallita contra su frente― si intentas huir la forma más fácil es corriendo por la entrada principal, pero no te lo recomiendo, la grava es el peor elemento sobre el cual correr.

Reí nerviosa.

―En realidad he apostado con Drew― Adam enarcó la ceja―, si él pierde me comprara un libro sólo para mí. Sí yo pierdo, tendré una cita con él para ir por pizza― Adam comenzó a toser con el sorbo que acaba de dar de agua― ¿estás bien?

―Tienes que ganarle.

― ¿Por qué?

―Porque así no tendrás que seguir leyendo de mis libros―puse mis manos en mi cintura―, además quiero que una chica le parta la cara, y siendo sinceros, salir a comer pizza no es la mejor opción de cita Emily, por favor.

Adam sonrió, y sorpresivamente le copié el gesto; por primera vez sus ojos no me parecieron intimidantes al verlos hacerse pequeños, dio un par de pasos hacia mí.

―¿Te puedo pedir algo Emily?

Di un paso hacia atrás.―No si me vas a volver a jalar a ti.

Rio suavemente.―Lamento eso, pero es algo completamente diferente.

―Déjame ver tus manos, por favor―quizá por la mueca de confusión que hice, Adam se corrigió a sí mismo―, dame tu mano.

Sus fríos dedos tomaron los míos con delicadeza, frotó mis nudillos con lentitud y dejo ir mi mano después de unos segundos.

―Más te vale que uses estas manos para romperle la cara a Drew.

(...)

Tomé mis costillas con fuerza, Drew había dicho que no me lastimaría, pero esto se estaba tornando un poco agresivo.

―Oh por dios, lo siento, lo siento, ¿te lastime? ― puso una mano en mi espalda.

―Dame unos segundos.

Adam tomó de su taza de té y levantado el tono de voz, habló.

― ¡Por dios! Trátala mejor Drew, o su hospitalización la pagas de tu sueldo.

Me levanté y asentí, Drew no me ganaría por nada del mundo.

― ¡Muévete! ―Adam dejó su taza a un lado, y comenzó a aplaudir― ¡no te quedes ahí!

Me lancé a las piernas de Drew, provoque que se cayera, me moví rápidamente y tomé sus manos tras su espalda, mientras me sentaba en su trasero, Adam se levantó.

― ¡Así se hace!

Me distraje un momento y Drew se dio la vuelta, tomó mis muñecas y me volteó, ahora estaba sobre mí, sus malditas piernas apretaban las mías.

― ¡Eres mejor que eso! ― Adam se frotó la cara― ¡Levántate y pártele la cara!

Me moví hacia ambos lado, pero cualquier movimiento aumentaba la presión de Drew sobre mis caderas, esto era inútil.

― ¿Te rindes? ―Drew me sonreía triunfante, acercó su cara a la mía― ya no puedes librarte.

Azotando un cabezazo provoqué que Drew se apartara de mí lo suficiente para poder atinar un golpe y mandarlo a la piscina.

― ¡Eso, carajo! ― Adam llegó a mi lado―, te tomaste un poco en serio lo de partirle la cara, ¿no?

―Lo lamento, pero de verdad quiero ese libro.