29 de Abril de 2016, Sala de reuniones de los Nuevos Vengadores, Complejo Avengers:
Hubo una vez cuando era muy chica, que uno de los compañeros de Alek me dijo "Человек предплагает, а Бог располагает", es decir, "el hombre propone y Dios dispone", ni siquiera recuerdo por qué lo dijo, ni que le contesté si es que lo hice, pero si recuerdo no entender a qué se refería, ¿Por qué alguien tan etéreo, decidía sobre nuestras vidas? ¿Qué le daba el poder a ese ser de decidir sobre todos? ¿Por qué yo no podía tomar la decisión final?
Finalmente, con los años, comprendí que no se refería a un algo o alguien en particular, sino más bien a la variabilidad universal, a que nada es estático, y como por más que uno planeara todo hasta en el más mínimo detalle, jamás saldría como era inicialmente en nuestra cabeza.
Con solo 4 meses de empezado el año, y tras los sucesos ocurridos, hoy podía afirmar con seguridad, como lo hizo hace años atrás aquel médico, quien odiaba durante las más largas sesiones de inyecciones, que el hombre propone y Dios dispone.
También podía decir que mi vida estaba yéndose a pique, pero para que preocuparme en decirlo, si ya estaba hundida.
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10 de enero de 2016, sala de entrenamientos, Complejo Avengers:
Tomé un sorbo de agua aún agitada, el entrenamiento había sido excesivo incluso para mis estándares.
-¿Te parece ver una película hoy a la tarde?- preguntó Steve copiando mis acciones, hice una mueca.
-Hace frío... además están todos los caminos llenos de nieve, no sé si es buen momento para ir al cine-
-Me refería a ver una película en mi cuarto... o el tuyo, da igual- alcé una ceja, su tono no tenía ninguna connotación de doble sentido, pero me fascinaba molestarlo
-¡Ay dios!- chillé llevándome una mano a la boca -¿Usted se me está insinuando Capitán? Es un atrevido- pregunté juguetonamente con una ceja levantada, y la voz una octava más aguda de lo normal
–Y si lo hiciera ¿Qué?- dijo desafiante
-Creo que voy a denunciarlo como acoso laboral, y Fury te va a echar de los Vengadores- divagué divertida mientras me abrazaba, justo cuando me volteé a besarlo me sonó el celular –Tengo que atender, es papá- aclaré guiñándole un ojo, luego de reconocer el tono de llamada
-¿_____?- la voz del otro lado de la línea me asustó, era la de mi padre, pero sonaba abatido
-Pa... ¿qué pasó?, ¿estás bien?- pregunté atropellándome con las palabras
-Ward mató a Rosaline- me tapé la boca sorprendida, Rosaline era la primera mujer en años con la que papá tenía o quería comenzar una relación seria, supe en ese instante por qué su tono era así, estaba destrozado
-Yo... lo siento mucho pa- susurré, sin saber muy bien que decir –¿Querés que vaya para allá? Me tomaría unas dos o tres horas llegar, no más-
-No.- sonó contundente, pero sabía que en el fondo hubiera querido que esté allí con él –Ellos... Hydra está tratando de abrir un portal para traer a un inhumano antiguo... tienen a Fitz y Simmons-
-¿Qué? No, ya voy para allá- dije decidida, no iba a dejarlo
-No hija, ya está todo armado, no queda tiempo-
-Pero...-
-Voy a matarlo- afirmó, y pude sentir la determinación en su voz
-No hagas una locura. Prometemelo.- me temblaba la voz, temía por él, y con motivo
-Tranquila-
-¿¡Cómo querés que me tranquilice!? ¡Dios! ¡Debería estar con vos!-
-Hija tengo que colgar-
-¡No! ¿Ya? Por favor cuídate- no quería llorar, pero el cuerpo me traicionaba, dejando que las lágrimas corrieran por mi cara
-Lo voy a hacer, te amo-
-Yo a vos pa-
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-Es hora de que asumas tu posición- asentí sin ganas –Mañana te harás cargo de tu destino, por más que tengas 11 años, ваша судьба уже написано (tu destino ya está escrito)-
Le di un mordisco a la golosina que me había regalado Alek, podría ser un tipo duro, pero estaba claro que me quería
-Lavate los dientes antes de dormir- besó mi frente y se perdió en el pasillo, yo apuré el chocolate en mi boca y entré al cuarto, al día siguiente era la prueba final
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-Tun es! (Hacelo)- se escuchó con enojo
-но... (pero...)- recibí un golpe en mi cara, incluso así no corrí la vista, estaba enfocada en el rubio frente a mí, quién bajó la cabeza al verse reflejado en mis ojos, no iba a poder...
-Du kannst nur Deutsch or English sprechen! (Podés hablar solo alemán o inglés) Für dich, außer, dass ich sangen, Russisch ist nicht vorhanden! (Para ti, excepto que yo lo diga, el ruso no existe!)- asentí con lágrimas en los ojos – Drück ab! (¡Dispará!)- punté, cerré los ojos y mientras las lágrimas tomaban control de mi cara jalé del gatillo.
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Me desperté de un salto con las mejillas empapadas en lágrimas y el sudor pegoteándose en mi frente, Steve, que dormía junto a mí se removió un poco. Miré la pantalla de mi celular, eran casi las 4 am y aún no sabía nada de papá, me iba a volver loca, y los recuerdos no me ayudaban en lo absoluto. Salí de la cama, camino a la cocina.
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20 de marzo de 2016, Sector industrial, Londres
Miré a mi padre de reojo, quien caminaba junto a mí, después de todo lo que había pasado estaba acá conmigo, vivo y casi sano, o eso era físicamente (aún necesitaba bastón para caminar), porque anímicamente estaba bastante abatido, las cosas habían ido en descenso en las últimas semanas, y no solo había perdido un agente de valiosa importancia, sino también había perdido el rastro de Daisy, a quien quería como una hija, y todo por culpa de ese maldito inhumano.
-¿Tenemos que esperar o algo?- pregunté en tono bajo, suficiente para que me escucharan.
-No, ya podemos entrar- dijo María, quien escuchaba las indicaciones de Fury por el auricular, mi padre y yo asentimos, para luego proceder.
La fábrica en la que nos adentramos parecía tener décadas de desuso, pero según los informantes de mi padre y la lectura satelital hecha por María horas antes, había una red de túneles sumamente activa debajo del piso que estábamos recorriendo.
Con sigilo, y bajo las indicaciones del ex director de S.H.I.E.L.D, nos trasportamos escalera abajo hacia el subsuelo de la instalación.
Derecha. Izquierda. Derecha. Derecha. Izquierda. El lugar era un laberinto puramente blanco, y a pesar de lo nerviosa que estaba, me movía con seguridad, a sabiendas de que todas las cámaras habían sido intervenidas por Fitz, momentos antes. Pobre mi amigo, ni siquiera sabía cuál era el trasfondo que envolvía la situación, pero se había ofrecido para ayudar con mucho gusto.
Nos encontramos frente a un muro, fruncí el ceño preocupada, lo que me faltaba era que esto sea una emboscada, pero pude suspirar con alivio segundos después, cuando mi padre, colocando su mano en un punto específico y luego de un clic, hizo que se abriera un panel de la pared lindera.
-Tengan mucho cuidado, a partir de acá están a ciegas, las paredes están recubiertas de una aleación de plomo, así que no pudimos ver dentro, y tampoco vamos a poder comunicarnos con ustedes- la voz de Fury resonó en mi oído, y yo asentí, incluso si sabía que no me estaba viendo.
Avanzamos con mucha cautela en nuestros pasos, con el arma firme en nuestras manos y por mi parte, con la respiración entrecortada, temía lo peor, siempre lo hacía en realidad.
Llevábamos medio pasillo recorrido, cuando se acercaron cuatro agentes armados y dispuestos a disparar, mi padre, se colocó delante de nosotras y extendió de su mano artificial un escudo, muy similar al de Steve, pero holográfico, de alguna manera detenía las balas, por lo que María y yo aprovechamos para disparar a nuestros atacantes.
-¡ _____ Avanzá sola!- me gritó la castaña frente a la aparición de 6 agentes más de Hydra, asentí y proseguí con la tarea, escabulléndome en el primer pasillo que vi.
Di vueltas por unos 3 minutos, abriendo y cerrando puertas, sin encontrar nada más que una mini sala de cine y una especie de salón de clases, sentí un escalofrío recorrerme la columna ante los recuerdos, pasábamos horas en lugares así, donde nos metían cientos de mensajes ocultos en el cerebro, a través de actividades que parecían simples e inocentes; segundos después me encontré con un gimnasio y algo que parecía una enfermería, y en todos los casos, las instalaciones parecían en proceso de desmantelamiento, rogué haber llegado a tiempo y que las niñas siguieran aquí.
El reloj en mi muñeca vibró fuertemente, mi padre me necesitaba. Corrí el camino de vuelta, pero antes de llagar me encontré con una puerta abierta, y a María esperándome junto a esta. La castaña me hizo un gesto para seguirla y lo hice, no sin antes bajar un poco el arma.
El cuarto estaba en penumbras, y sólo cuando mis ojos se acostumbraron a la luz chillé horrorizada, al menos veinte cápsulas de contención estaban pegadas a las paredes, cada una con una niña adentro, miré a mi padre respirando pesadamente, él estaba tan asombrado como yo, pero evitó exteriorizarlo y dio la orden de traer los refuerzos, se llevarían a las criaturas de una buena vez.
El dolor de estar ahí adentro viendo eso perforó mi pecho como una bala, cientos de recuerdos inundaron mi mente y tapé a todos como si de una gotera se tratara.
María tenía apuntados a varios doctores en una esquina, de los cuales el más anciano se paró sin reparar ni siquiera un segundo en el arma que la morocha tenía en manos, lentamente caminó hacia mí con el ceño fruncido y las manos temblando.
María y mi padre miraron la escena expectantes, preparados para actuar, yo por mi parte me puse tensa.
-No las despierten, no es seguro hacerlo Galla...- escuchar mi nombre de sus labios era como un baldazo de agua fría y cuando sus ojos se enfocaron en los míos supe que lo había visto alguna vez, pero milagrosamente lo había olvidado.
-¿Qué les hicieron?- pregunté con odio
-Lo mismo que a vos pequeña "mantis"- esta vez fue el apodo lo que me golpeó, pero con la fuerza suficiente para sacarme el aire, respiré con dificultad unos segundos, aclaré mi garganta varias veces
-Las tienen sedadas con algún tipo de vasodilatador- dije firme sin apartar la vista, el doctor me miró sorprendido, recordar toda esa mierda por fin servía de algo –No se pueden desconectar a menos que primero se les inyecte una dosis mínima de epinefrina o pueden tener una insuficiencia cardíaca, en la cápsula todas sus funciones están controladas, si las sacan se mueren.- mi padre asintió saliendo del cuarto, se requeriría un equipo médico completo, y con urgencia.
Me di media vuelta una vez que los agentes entraron a llevarse a los doctores, el anciano me miró por última vez, pero no pude resistirlo y me aparté.
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-¿_____ estás bien?- me dijo Sam cuando me vio entrar a la base
-Ahora sí- murmuré con una sonrisa leve
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29 de Abril de 2016, Sala de reuniones de los Nuevos Vengadores, Complejo Avengers:
-¿_____?- mi padre se había colado en la sala, al menos 5 veces en las últimas dos horas, estaba más preocupado que yo a decir verdad, y los bullicios del exterior me habían alarmado considerablemente en los últimos minutos -¿Cómo estás?- preguntó por sexta vez, en la última visita lo había hecho dos veces
-Igual que como estaba hace 20 minutos cuando te fuiste-
-Sabes que contestar con una evasiva me hace preocuparme más.- dijo firme
-Estoy aterrada, ¿contento?- limpié una lágrima que se me había escapado
-No, jamás estaría contento de que estés mál- susurró sobre mi cabello mientras me abrazaba
-Me odian todos- sollocé suavemente, queriendo hacer el menor ruido posible –Van a odiarme todos- un quejido salió de mi garganta cuando su mano se apoyó en mi hombro, herido pero vendado, mi padre musitó un lo siento
-Yo no podría odiarte jamás, él nunca te va a odiar- negué fuertemente
-Vos viste como me miró, papá ya me odia-
-Si te ama te va a entender, y si no quiere escucharte es porque no te merece, salvaste a muchísimas personas, esas nenas hoy están por volver con sus familias gracias a vos- sonreí ante el recuerdo de las pequeñas, al fin, luego de 4 años de sufrimientos tendrían una vida normal, y me enorgullecía de eso.
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Acá estamos, a solo 3 capítulos del final, la verdad que no tengo mucho que decir más que unas gracias infinitas, por su apoyo incondicional, hoy esta historia ya tiene 27k de lecturas!!!!! No saben lo feliz que me hacen, l@s amo demasiado, nos leemos, Barby.