Sombras del pasado [Rivetra]

By fflora

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Levi Ackerman es el segundo capitán al mando dentro del centro de la policía. El muchacho tiene la misión de... More

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By fflora

Quererte

Al día siguiente y a primera hora, todos se encontraban en la sala de interrogatorios intento que Nile hablará de lo sucedido. El sospechoso se encontraba nervioso, de hecho temblaba demasiado ya que no era capaz de calmarse y esto se notaba porque sudaba demasiado a la par que quería callar sus sollozos pero le era imposible.

Erd estaba revisando la lista de preguntas mientras que Levi miraba al hombre que tenía en frente como la basura que era.

Los demás miembros del escuadrón se encontraban observando y escuchando desde una habitación continua, estando completamente atentos junto con Erwin y Hanji. Todos estaban expectante puesto que, desde que comenzaron el interrogatorio, Nile no había dicho ninguna palabra y eso comenzaba a fastidiarlos.

-Ese idiota... –gruño Auruo mientras dejaba de lado los documentos de Nile, estando enojado y molesto por tener que soportar que el hombre sea descarado y no quiera hablar- Perdemos tiempo, encima actúa como inocente.

-Lo carcome la conciencia –explico Hanji mientras se acomodaba los lentes y luego miró a Petra, tomándola de las manos.

-¿Hanji-san? –cuestiono la muchacha de pelo naranja estando confundida ya que no entendía porque su superior la trataba así.

-¡Ayer encontré un nuevo cadáver tirado en el rio! –habló de golpe gritando debido a la emoción pero luego suspiro cansada- De hecho le estoy por hacer más investigaciones pero me encuentro completamente segura de que esta relacionado con estos mismos casos.

La joven Ral se mostró atenta, después de todo en esas semanas que llevaba en la comisaria siempre hablaba con Hanji sobre el caso, lo que ponía muy contenta a la castaña puesto que le comentaba de sus investigaciones, hipótesis y autopsias.

-¿Por qué? –cuestiono Petra interesada haciendo que su compañero bufe por lo que ella volteó a verlo molesta- ¿Qué, Auruo?

El mencionado chasqueo la lengua y rodó los ojos.

-Petra, querida, deja de estar pendiente de mi –menciono acercándose más hasta ella que estaba sentada a su lado, y añadió- Todavía no estas apta para ser mi esposa y...

Auruo no pudo continuar porque Petra le pegó un codazo en el pecho y como consecuencia él se mordió la lengua con violencia. Gunther gruño al escucharlo gritar y comenzó a sermonearlo, mientras que Auruo intentaba controlar la sangre que salía de su boca.

-Podrías morirte desangrado así no dices más estupideces –menciono enojada Petra.

-Pero... sigo siendo tu gran amigo... -dijo Auruo como pudo- no querrás... verme morir...

Petra bufó.

-Eso lo sé, idiota. Así que deja de decir estupideces y de imitar al capitán Levi.

Hanji rio divertida.

-¿Capitán Levi? –cuestiono levantando ambas cejas pícaramente, volviendo a tomar más fuerte la mano de Petra.

La pelinaranja sintió sus mejillas arder y se alejó de su amiga, para después pararse y acercarse hasta la ventana junto a Erwin para observar mejor el interrogatorio.

-Alguien está enamorada –comenzó a cantar por lo bajo Hanji, lo que hizo que Gunther la mirara sin entender y Auruo bufara molesto.

-Hanji –la llamó seriamente Erwin, estando molesto por el ruido y además el hecho de no estar obteniendo resultados por la interrogación le generaba molestia- Llévale los documentos a Levi.

Ella sonrió divertida.

-Que el enano se violente y haga que confiese, es una buena idea –dijo sabiamente poniéndose de pie y tomando la carpeta. Camino hasta la salida y antes de irse volteó a ver a Petra- ¿Vienes? Sé que te interesa.

La joven Ral caminó a su lado al instante pero luego miro a su comandante esperando la aprobación por lo que el rubio asintió, estado perdido en sus pensamientos.

A penas salieron, Hanji la arrastro hasta la habitación de al lado estando completamente feliz y sin pedir permiso entró en la sala de interrogatorios, con la misma expresión sonriente de siempre.

-¿Qué mierda quieres, loca? –gruño enojado Levi, quien estaba sentado frente a Nile fulminándolo con la mirada.

-Buenos días, Levi.

Él la miro de una forma desganada, demostrando lo fastidiado que se encontraba. Una vez que Hanji entró, Petra hizo lo mismo y cuando Levi la vio frunció el ceño con molestia.

-¿Qué hace ella aquí? –cuestiono con tono sombrío y seco.

Petra se estremeció aunque al instante gruñó por la manera en que su capitán se refería a ella como si no se encontrar ahí, incluso frunció el ceño de forma notoria importándole poco que él o Erd la miraran con intriga.

-A Petra le interesa el caso –explicó como si fuera obvio Hanji mientras se adentraba completamente en la habitación, sentándose junto a Levi.

-Puedes avanzar, Ral, no te quedes en la puerta –menciono Levi sin siquiera mirarla.

Ella frunció el ceño y se encamino junto a Erd, cruzándose de brazos.

< ¿Por qué ahora es así conmigo? Si ayer no había nada extraño> gruño fastidiada pero mantuvo su postura firme, sin dejarse ver intimidada y queriendo ignorar lo molesta que estaba < Él no quiere nada serio conmigo, lo se, y no me servirá un romance de oficina. Lo admiro demasiado como para querer solo eso, nunca busque nada informal con nadie aunque... capaz si sea bueno, pero no lo sé. >

-Dime lo que quiero saber, basura –menciono entre dientes Levi completamente harto por los minutos que estaba perdiendo en eso. Él lo fulminaba con la mirada a Nile, haciendo que este se intimide mucho mas de hecho se encontraba sudado y sin poder mirarlo a la cara.

-Oi, Nile –habló Hanji sonando carismática y dulce pero a la vez seria

-Hablare mientras mi esposa y mis hijos estén seguros. Quiero que los vigilen, no los dejen solos- el hombre levanto la vista, dejándose ver desorientado, completamente frustrado -Quiero eso antes que nada, necesito que mi mujer este a salvo.

-¿Piensas en ella? –cuestiono Levi levantando una ceja- Que yo sepa la engañabas con cualquiera, yendo a esa pocilga de bar a toquetearte con cualquiera –rio con molestia- eso no nos da señal de que la quieras proteger...

Nile rio nervioso.

-Se lo que hago, y eso no importa ahora –contesto nervioso.

-Entonces no lo niegas –rio divertida Hanji.

-Si me acostaba con cualquiera, lo sé –gruño mirando a Levi- tu policía es prueba de eso.

Erd abrió los ojos levemente y miró a Petra quien se encontraba inmutaba, mirando hacia el frente como si no hubieran dicho nada sobre ella.

-Me importa poco que haya pasado –habló el capitán, y cuando ella lo escuchó se quiso ir de la habitación. Levi golpeó con fuerza la mesa con su puño y añadió- ¿Por qué no nos haces esto más fácil y nos dices todo sin tener que mover un puto pelo? –dijo secamente tomándolo de la camisa con la poca paciencia que le quedaba- Solo quieres que perdamos el tiempo y no lo haremos.

-Quiero que mi esposa este a salvo, sin que sea así yo no hablo.

Levi chasqueo la lengua mientras lo soltaba bruscamente contra la silla, generando que Nile haga una mueca de dolor.

-Entonces cuando este muerta te avisaré –le indico despectivamente- confiesa de una vez, idiota. No estoy para juegos.

Nile gruño y comenzó a moverse nervioso.

-Solamente aportaba con dinero, me daban mucha plata a cambio de ayudarlos. Yo... les conseguia ciertos contactos, y digamos que era el comunicador les avisaba donde estaban las víctimas.

Hanji carraspeo.

-Entonces no son personas al azar.

El pelinegro negó con la cabeza, estando cabizbajo sin sostenerle la mirada a ninguno de los presentes.

-No se cómo los elegían o porque, nunca me interese en las razones. Solamente me daban un nombre y yo los seguía, avisándoles su ubicación en un día puntual.

Erd se aclaró la garganta.

-¿Para quién trabajabas? –preguntó de golpe dejando entrever la necesidad de saber la respuesta.

Nile se encogió de hombros.

-No lo sé, nos contactaron mediante socios de mi empresa. Me contaron de esto, mi compañía se fundía, necesitaba dinero. No tenía otra opción –menciono desesperado levantando ambos brazos extendiéndolos, dejando ver lagrimas acumuladas en los ojos- ¡Necesitaba esto!

La habitación se quedó en silencio.

Hanji comenzó a tomar nota, mientras que Levi se cruzó de brazos y se inclinó más hacia atrás en la silla estando con la frente sombreada de negro. Por su parte, Erd y Petra no decían nada sino que estaban perdidos en sus pensamientos.

-¿Qué opinan ustedes? –cuestiono Levi sin voltear a ver a sus subordinados, lo que provoco que Petra quiera golpearlo.

-Nadie lo obligo a asesinar –explico la joven Ral harta de estar callada.

-¡No he hecho eso!

Petra se veía fastidiada de la situación, nunca había logrado comprender la necesidad de asesinar. ¿tan bajo podía caer una persona? y, no solo eso la molestaba, si no que se sentía enfadada con Levi.

Ella suspiro.

-Tu te metiste en ese trabajo porque lo necesitabas, sí, pero nadie te obligo. Decidiste estar ahí, quedarte a ayudar, siendo un cómplice. Que no hayas levantado un arma no quiere decir que no hayas estado al tanto del asesinato, más bien estabas acuerdo de todo –menciono ella estando reflexiva- muchos casos fueron masacres, podrías haber evitado asesinatos de personas inocentes.

Levi asintió levemente, fulminando con la mirada a Nile.

-Creo que está todo dicho, ¿verdad? –gruño- ¿O necesitas que te lo explique de vuelta?

Nile comenzó a llorar, dejando salir la frustración que sentía en el pecho estando

-Por favor... solo quiero que mi familia este bien...

Erwin observaba todo desde la otra habitación, estando serio y agradecido que de una vez por todas lo habían hecho hablar. Pero se encontraba muy molesto ya que tenía una sensación extraña y no sabía que era, un mal presentimiento pero no podía entender la razón de aquel sentimiento.

Su teléfono comenzó a sonar por lo que el rubio lo tomó y comenzó a leer el mensaje que Mike le había mandado explicándole sus aportes en el caso de la droga. A medida que iba leyendo el contenido del mensaje, su mandíbula se desencajaba y comenzaba a irritarse completamente.

El rubio tiró su celular contra la pared, sintiéndose estafado. Salio de la habitación, dejando a todos shockeados, y de un segundo a otro se adentro a la sala de interrogatorios.

-Levi, Hanji, a mi oficina –grito ante la mirada de todos que estaban sorprendidos por aquel tono brusco que uso.

-¿Qué sucede, Erwin?

-¡A mi oficina, ahora! –ordenó elevando mucho más la voz mientras a grandes zancadas iba hasta el lugar.

Levi y Hanji compartieron una mirada cómplice, dándose a entender que ambos tenían la misma sensación respecto a su comandante. Pocas veces Erwin se ponía de esa manera y eso significaba que había logrado obtener información importante pero no era muy buena.

-Erd, encárgate de esa escoria y Petra ve a buscar a su mujer e hijos –indico secamente Levi, mirándola seriamente lo que genero que ella asienta con la cabeza gacha.

Hanji sonreía levemente, siendo aquel gesto muy forzado, desde la entrada de la habitación. Una vez que Levi se encamino hasta ella salieron dando un portazo.

-Ve, Petra, yo lo llevare solo.

La muchacha estaba perdida en sus pensamientos, sintiéndose molesta y triste cosa que no le gustaba. Desde que entró en el ejercito, en diversas misiones, fue consciente de todo el dolor de muchas familias cada vez que perdían a alguien luego de algún trágico acontecimiento puesto que ella era quien comunicaba las bajas. 

-Por favor... -habló Nile con la voz perdida mientras la miraba con suplica en los ojos- ayudalos, mi familia...

Ella chasqueo la lengua.

-Ellos no tienen la culpa de tus estúpidas decisiones.

-Si les pasa algo yo me muero, no lo resistiría.

-Es lo mínimo que puedes hacer –menciono Petra con la mandíbula tensa mientras sentía como todas las emociones comenzaban a mezclarse- Créeme, si algo les sucede te matare, ellos también son inocentes. 

Erd miró a su amiga sorprendido pero asintió, entendiendo la molestia que cargaba Petra. Durante las misiones, la joven Ral era quien comunicaba a las familias las bajas, reportando los fallecidos puesto que al ser la única mujer consideraban que tendría mas tacto que los demás.

Él sabia que esto le generaba incomodidad, recordando la muerte de muchos compañeros. Porque no solo tenía que poner a salvo a una familia, sino que encima de eso debía explicarles todo lo que Nile había hecho y no sabían como iban a reaccionar.

....

-La señorita Leonhardt se encuentra en la habitación 27, la del final del pasillo –contesto cordialmente la enfermera mientras miraba completamente encantada al muchacho rubio de ojos azules.

-Muchas gracias –respondió de la misma manera él mientras le dedicaba una sonrisa tímida a la mujer y se encaminaba hasta el lugar indicado.

Se acomodó levemente la camisa celeste que llevaba, puesto que acababa de llegar de su viaje, y se aferró con mas fuerza a aquellas flores rosas que llevaba en su mano izquierda. Cuando estuvo frente a la puerta indicada, tomó aire y golpeó con su puño levemente esperando unos cortos segundos.

Tragó saliva con dificultad, demostrando su nerviosismo, y giró el picaporte entrando con cuidado.

-Armin –lo saludaron al instante.

El muchacho al escucharla se relajo, sonriéndole levemente mientras no despegaba su mirada de ella.

-Te he extrañado, Annie.

Ella se ruborizó y desvió el rostro, escondiendo su sorpresa ya que no podía evitarlo. Desde el inicio de su relación era así, siempre que él la halagaba o decía algo amoroso ella no podía evitar sentirse sorprendida.

Armin se acercó a su lado y la beso en la frente, logrando que ella haga una mueca de indiferencia queriendo aparentar que poco le importaba pero ambos sabían que no era cierto.

-Espero que te gusten.

Cuando Annie tomó las flores con ambas manos, se acercó a ellas para poder olerlas. Eran sus favoritas, por lo que miró a su pareja para sonreírle sinceramente mostrándole unos pequeños hoyuelos en sus mejillas.

-Gracias, Armin.

El muchacho asintió mientras se sentaba en la cama a su lado, mirándola fijamente. Ella estaba con su cabello rubio recojido como siempre y lo observaba con sus ojos tan azules como los suyos. Al instante se percato de que ella tenía el ramo de flores con su brazo completamente vendado y llevaba todavía una muñequera en la mano derecha.

-¿Cómo sucedió? –cuestiono aguantando para no gritar al ver lo mucho que se había lastimado.

Annie sonrió levemente, disfrutando aquel dramatismo de Armin puesto que siempre exageraba demasiado.

-Solo me disloque el hombro, y el codo –explico con aburrimiento- la muñequera es lo de menos, en unos días me la sacaran es lo que tenía antes de que te vayas. Creo que por un mes y medio estará vendado mi brazo. 

-¿Te duele? –cuestiono titubeando a la par que miraba con cuidado las lastimaduras en aquella palida piel.

-No demasiado –se encogio de hombros- Pensé que llegarías en unos días.

Armin se rascó la nuca nervioso.

-Hanji regresó hace un tiempo pero me quedaban terminar unos detalles con Nifa y Moblit pero...

-Oh, no me digas que lo hiciste –gruño Annie con el ceño fruncido.

Armin chistó.

-Claro que deje todo cuando me enteré que habías salido herida, me importa más tu salud que un estúpido caso.

Las mejillas de Annie tomaron un intenso color carmesí mientras cerraba los ojos intentando tranquilizarse para poder seguir hablando.

-Llegue hace unas horas, deje unos documentos con Erwin y vine directo para aquí –al caer en cuenta que se olvidaba de algo, la miro molesto- ¿Por qué no me dijiste que estabas hospitalizada?

Annie levantó una ceja con fastidio.

-¿En serio, Armin? –cuestiono sin salir de su asombro- no es la gran cosa.

-No te menosprecies, Annie –dijo tímidamente y sonrojado.

-¿Quién te lo dijo? –cuestiono ella intentando cambiar de tema. 

-Hanji, y los demás. 

-Pensé que vendrías a ver primero a Mikasa -menciono cambiando de tema nuevamente. 

Armin rio, dejando salir una pequeña carcajada la cual Annie apreciaba en silencio.

-Pues Eren me echara apenas llegue, o no se querrá ir de su lado –dijo con la mirada perdida mientras apoyaba su mano sobre la de Annie- luego iré a verla, primero quería verte a ti.

-Me prefieres antes que a la loca, eso es muy bueno. 

El joven Arlert se rascó la nuca nervioso debido al apodo que usaba para referirse a Mikasa. Desde niñas nunca se llevaron bien pero no esperaba que la rivalidad haya persistido tanto tiempo sin verse.

-Duerme, Annie.

-¿Qué? –cuestiono perpleja.

-No finjas conmigo, odias los hospitales y cuando estas sola no puedes dormir. Se que lo relacionas con al muerte de tu madre –le dio unos cortos mimos en la mano mientras le sonreía con dulzura- tranquila, me quedare contigo hasta que despiertes.

Annie sonrió sinceramente, relajándose y sintiéndose a gusto con tener a Armin nuevamente a su lado.

....

-¡No seas infantil, Mikasa! –grito Eren mientras le daba un fuerte golpe en la cabeza a una ruborizada azabache que lo observaba de reojo puesto que se encontraba incomoda.

-Puedo comer sola –gruño dejando entrever lo mucho que la avergonzaba aquella situación.

-Si, claro, y yo soy rubio natural.

-Hablo en serio –indico Mikasa ofendida mientras se cruzaba de brazos y lo fulminaba con la mirada.

-Yo también, incluso Armin es cantante y Jean es un...

Mikasa rodó los ojos y, con las mejillas coloradas, abrió la boca esperando a que Eren la alimentara. Se sentía una niña pequeña por lo que se negó al principio, pero Eren no dejaba de insistir.

-Ves, no era tan difícil –menciono Eren mientras le sonreía a la muchacha.

El castaño estaba perdido observándola. Le gustaba hacerlo ya que podía ver y observar cada pequeño cambio de Mikasa. Se había percatado de que a pesar de lo cambios físicos ella seguía siendo la misma muchacha de siempre y eso le gustaba, sentir que no había cambiado lo relajaba demasiado.

Eren la había extrañado a horrores, la necesito mucho durante todos esos años. De hecho él siempre quiso ser policía pero cuando Mikasa desapareció ese deseo se intensifico para poder encontrarla.

Pero al instante apretó los puños con fuerza, apoyando el plato junto a los cubiertos en la pequeña mesa de noche.

-¿Eren?

-¿Qué sucedió durante todos estos años? ¿Por qué nos dejaste, Mikasa?

Al escucharlo, Mikasa palideció. No esperaba que se lo dijera y menos de esa manera pero sabia que no tardaría en hacerlo. Ella bajó la mirada avergonzada, sintiéndose enojada consigo misma por tener que mentirle a una persona que significaba tanto para ella.

La puerta de la habitación se abrió bruscamente por lo que ambos voltean para ver de quien se trataba. Eren se puso de pie al reconocer que eran Levi, Hanji y Mike, miembros de la policía.

-Es la hora del almuerzo –aclaró a la defensiva el castaño.

-Idiota –gruño Levi secamente, fulminándolo con la mirada por un segundo.

Eren hizo una mueca de horror al verlo, pensando que podían ir a buscarlo para castrarlo por faltar tanto al trabajo pero notaba que ninguno de los tres lo miraba sino que su atención estaba en Mikasa.

-¿Qué sucede?

-Mikasa Ackerman estas arrestada por complicidad con el asesinato de treinta personas sin contar a aquellos que le proporcionabas una droga que es completamente ilegal en el país –menciono Hanji seria, con un semblante completamente profesional que se perdió al instante cuando grito y le pegó un codazo a Levi.

-¿Qué mierda quires, fenómeno? –gruño fastidiado.

-¡Tienen el mismo apellido!

Mike rio levemente mientras se acercaba a Mikasa, quien ya estaba sentada y con la mirada perdida.

-¿Al menos puedo vestirme?

-Hanji, quédate con ella –ordenó secamente Levi luego de haberla golpeado en la frente por actuar de esa manera en una misión.

-¿Qué esta pasando? –preguntó Eren desorientado mientras miraba de un lado al otro, sintiendo que le faltaba el aire.

-¿Acaso no escuchaste los cargos? –gruño secamente Levi mientras se daba media vuelta y se encaminaba hasta el estacionamiento para espera allí a Hanji.

El castaño le dedico una fugaz mirada a Mikasa quien lo ignoraba, no queriendo verlo, demostrando lo culpable y avergonzada que se encontraba.

-¡Capitán Levi! –grito Eren como loco mientras lo seguía, estaba molesto y demasiado ya que todo parecía una mala broma.

....

-¡Esto no tiene sentido! –gruño el joven Jaeger completamnte fuera de sí mientras entraba a la comisaria siguiendo a los demás- ¡Exijo ver las pruebas!

-Tu no eres su abogado, idiota, no seas un mocoso.

Todos los miembros de la estación estaban en shock al ver lo que pasaba. Eren nunca le hablaba de esa manera a su superior pero ahora parecía poseído siendo otra persona. El castaño apretó los puños con fuerza mientras desviaba la mirada notando como en la entrada del pasillo estaban sus compañeros de promoción completamente pálidos, observando como Mikasa era llevaba hasta la sala de interrogatorios.

Armin entró corriendo a la estación de policías puesto que cuando quiso ir a ver a Mikasa se encontró con un Eren corriendo como loco en el hospital. El rubio tomó a su amigo del brazo queriéndolo calmar para que no haga ninguna locura.

-¡Cálmate Eren! –grito nervioso mientras lo tironeaba hacia atrás- piensa que si actúas de manera precipitada quizá no te dejen verla o escuchar el interrogatorio –susurro queriéndolo hacer entrar en razón.

-Pero Mikasa es inocente... -menciono en un pequeño susurro.

-Eres un policía, Eren, no un mocoso estúpido. Deja de confiar ciegamente en la gente porque esta no será la primera decepción que te lleves entonces.

-¡Levi deja de ser tan cruel! –grito Hanji mientras caminaba por el pasillo todavía sujetando firmemente a Mikasa.

-¡Capitán! –saludó Petra entre jadeos mientras avanzaba hacia su superior. Ella estaba agitada y el rostro manchado de sangre, de hecho su uniforme estaba bastante sucio.

-¿Qué mierda te sucedió, Petra? –gruño entre dientes al ver el estado de la muchacha, un malestar creció en su pecho por lo que frunció el ceño al verla. 

-Oh, no es nada, solo un pequeño problema con el translado de la familia de Nile pero...

Levi chasqueo la lengua al escuchar otro grito de Hanji.

-Luego me dices, vuelve a tu trabajo.

-¡Capitán Levi! –grito Eren siguiéndolo mientras Armin iba detrás de él todavía pegado a su brazo.

Al ver como Levi la ignoraba, Petra sintió un nudo en el estomago. Ella frunció el ceño mientras bajaba la mirada demasiado triste mientras contaba mentalmente las razones para no asesinar a nadie que se encontraba a su alrededor.

Ella lo quería, pero él parecía no importarle su presencia. 

-Petra, una vez que te limpies el uniforme serás digna esposa mía –habló Auruo a sus espaldas, estando en las mismas condiciones que su amiga- tú...

-¡Cállate de una vez! –chillo ella dándose vuelta y pegándole un fuerte puño en el estómago.

A grandes zancadas Petra se encamino hasta los vestidores para poder cambiarse de uniforme mientras soltaba una gran cantidad de maldiciones estando completamente furiosa.

...

-No hablare, prefiero ir presa.

Levi gruño furioso al escucharla, no sabia de que manera hacerla hablar. Esa mocosa era muy parecida a él por lo cual estaba completamente molesto.

-Estas perdiendo el tiempo conmigo.

-Y la poca paciencia que tengo, mocosa –gruño fastidiado.

-¡Capitan Levi! –grito Eren entrando a la habitación estando agitado mientras sentía como Mike y Armin lo tironeaban para sacarlo de la habitación. Él miro a Mikasa y añadió- ¡Confiesa de una maldita vez! ¡Di que eres inocente! ¡Por favor, Mikasa!

Ella sintió sus ojos humedecerse, cosa que Eren notó. Ella no iba a decir algo que era mentira, por lo cual el castaño se decepciono al instante.

-Perdoname, Eren.

Erwin se levantó de su silla, la cual estaba junto a Levi, y se encamino hasta la puerta colocando su mano sobre el hombro de Eren quien se estremeció.

-Levi –lo llamó sin mirarlo- deja que Mikasa hable con Hanji, ven un segundo.

El azabache obedeció con una mueca de malas pulgas mientras seguía a su amigo quien caminaba junto a Eren fuera de la oficina. Una vez que los tres se encontraban solos en el pasillo, Levi tomó al castaño de los hombros y lo acercó a su lado dándole un fuerte golpe en la boca del estomago con su rodilla. Cuando él cayó al suelo, Levi le dio otro golpe pero esta vez en su rostro haciendo que Eren grite de dolor.

-Deja de actuar de esta manera, mocoso.

-Estas siendo imprudente, Eren, y aquí no trabajamos de esa manera –menciono Erwin mientras tomaba aire intentando calmarse a si mismo y pensar en frió- intentaremos luego volver a hacer hablar a Mikasa –miro al castaño quien se ponía de pie, tomándose el rostro y escupiendo sangre de su boca- si quieres ayudarnos te dejare estar en el interrogatorio. Pero piensa antes de actuar, Eren.

-¿Eso es todo, Erwin? -inquirió Levi. 

Él negó.

-¿Cómo salio el translado de la familia Dawk?

Levi gruñó por lo bajo al recordar el estado en el cual se encontraba Petra. No sabia que era lo que le molestaba mas, si haberla expuesto a esa tarea la cual parecía sin riesgos o que ella le hablara con una gran sonrisa en el rostro ignorando lo lastimada que aparentaba estar. Además le molestaba aquel sentimiento que tenía por protegerla, no entendía porque parecía quererla a su lado. 

-Ire a verificar eso, Erwin.

....

-Has estado todo el día pensativa, Petra –menciono Erd demostrando la preocupación por su amiga mientras la observaba fijamente, notándola perdida. Al ver que no obtenía respuesta, el muchacho le pegó un leve codazo llamando su atención- Petra...

-¡Si, si! –contestó ella riendo, como si entendiera de que hablaban, para luego bajar la cabeza estando arrepentida al notar que él la serio- Lo siento.

Erd rio.

-No me estabas escuchando.

Ella negó con la cabeza, confirmando lo que él pensaba.

La puerta de la oficina se abrió por donde entraron Gunther, Auruo y el capitán Levi, quien iba con unos informes en mano manteniendo su semblante serio. Al ver como ellos llegaban la muchacha desvió el rostro avergonzada.

-¿Qué sucede entonces? –menciono Erd intentando entender la situación, has estado rara desde que estábamos en el bar anoche.

< Todo sucede. Estoy preocupada, el tema de los estudios me tiene completamente pensativa. Ademas me encuentro harta de que me miren con pena o dolor porque tuve que seducir a Nile, ya estoy cansada. No fue nada del otro mundo y me miran con pesar. > pensaba triste para luego desviar su atención por unos segundos hasta su capitán < Como si fuera poco Levi no se inmuto por eso ni por nada. No lo entiendo. De a momentos siento que podríamso tener algo juntos, quiza no la gran cosa porque el no parece quererme o desearme si se puede decir. Agh.¡Ya esta comprobado! ¡Él no me quiere! ¡Llegue herida y no le importo un poco siquiera!. >

-¿Qué ocurrió, Ral? –cuestiono el Capitán Ackerman acercándose hasta ella- ¿Cómo fue el traslado?

Ella se mordió los labios fuertemente para evitar bufar con enojo.

< Encima como si fuera poco todo el santo día ha marcado una distancia entre nosotros, como si yo no la supiera. Entiendo que es mi superior, pero el primer día él me quiso besar luego de las duchas y ayer yo simplemente le dije lo que pensaba... Un momento, ¿Acaso lo ahuyente por decirle eso? ¡Ay por dios! ¡Que desastre! ¡Aunque es injusto! ¿Él puede hacer lo que quiera pero yo no? > se lamentaba con pesar mientras ensanchaba los ojos con miedo, pero cuando notó que él la observaba con una ceja levantada ella negó con la cabeza.

-¿Acaso estas sorda?

Petra frunció el ceño en respuesta.

-Solo un poco cansada, Capitán.

Levi chasqueo la lengua, volviendo a revisar sus documentos mostrándose inexpresivo como casi siempre.

-Hubieras ido a descansar en vez de pasar la noche en ese estúpido bar.

Al escucharlo, ella lo fulmino con la mirada y automáticamente se levantó viéndose seria pero se la notaba triste.

-No se preocupe, Capitán, no va a interferir con mi trabajo –dijo con fastidio comenzando a dar unos pasos hasta la salida- El traslado salió de maravilla.

-Eso quería escuchar –aclaró Levi seriamente, sin despegar su vista de su papeleo, y ni siquiera volteando a mirarla una vez más.

Petra bajó la mirada cansada, odiaba confundirse como también detestaba completamente que él actuara de esa manera con ella.

< En la marina esto no pasaba > se hablaba a sí misma, pero luego su frente se sombreo de negro estando furiosa consigo misma < Claro que no, nunca me acosté con un superior. ¡Maldita fiesta! ¡Maldito alcohol! > pensaba triste mientras salía de la habitación

-Oi, Gunther –llamó Erd ya del otro lado de la habitación- ¿No que Petra esta rara?

Él asintió.

-Capaz es porque tuvo que pasar intimidad con Nile, ese maldito –gruño en voz baja- Tuvimos que golpearlo más...

-¡Oi! –grito Levi dándose vuelta de su silla y fulminándolos con la mirada, viéndose sombrío- Dejen de hablar, cierren su puta boca y pónganse a trabajar que para los chismes de la oficina ya esta Hanji.

-¡Si señor! –contestaron ambos al instante.

Auruo observó toda la escena sin entender muy bien lo que pasaba y suspiro levemente, notaba como Levi estaba gruñendo por lo bajo maldiciendo a más no poder.

-Se ve que el capitán tampoco tiene un buen día... -menciono el joven Bossard viéndose pensativo.

....

Petra estaba saliendo de la comisaria con una clara mueca de cansancio y preocupación en su rostro. La muchacha se había quedado terminado su papeleo, ya que el día anterior le había ofrecido su ayuda al capitán y tuvo que hacerlo esa misma noche.

Suspiro con tristeza y se acomodó mejor la chaqueta negra que llevaba. Antes de salir ella se había ido a cambiar, por lo que ahora llevaba una pollera negra junto con medias largas del mismo tono y una remera manga larga azul por debajo de su abrigo.

-Has tardado, Petra –le dijo una voz a su espalda por lo que ella se volteo asustada y comenzó a buscar su arma.

Sus compañeros al verla tan paranoica rieron al instante, para luego Erd acariciarle la cabeza dulcemente a su amiga.

-¡Me han asustado! –chillo indignada y colorada por aquella rápida reacción, es que ya se encontraba acostumbrada.

-Lo sentimos –menciono Gunther parando de reírse y le dedicó una sonrisa- Te estábamos esperando.

-¿Eh?

-Quería que vengan a cenar Julie y conmigo–explico Erd con una mueca de simpatía en su rostro al mencionar a su novia- Invite a Auruo pero es el cumpleaños de su padre.

-Oh, lo siento Erd pero yo... -Petra comenzó a buscar las palabras correctas, la verdad es que quería estar sola un tiempo y poder relajarse completamente. En realidad ella no estaba solo preocupada por lo que se relaciona con la comisaria. Tomó aire y explicó- Tengo que llamar a mi abuelo, se hacía unos estudios importantes y estoy bastante preocupada, de hecho ayer no pegue un ojo en toda la noche por pensar en él. Si llegó a darle mal algún resultado yo dejare el trabajo.

Erd y Gunther ensancharon levemente sus ojos al escucharla, ella sonaba triste además de preocupada y eso podían verlo también en la mirada suplicante de Petra.

-Tranquila, enana, no te precipites –dijo Erd sonriente a la par que Gunther asentía detrás suyo.

-Al menos deja que te llevemos a tu casa.

Petra se negó al instante, moviendo su cabeza de un lado al otro con rapidez negando a la idea del moreno.

-Gracias, chicos, pero preferiría caminar un poco. Estuve encerrada bastante en la oficina, no quiero volver a meterme entre cuatro paredes al menos no por un rato.

Ambos muchachos estuvieron a punto de chistar pero tuvieron que desistir al escuchar como sonaba el teléfono de Petra. La muchacha comenzó a rebuscar en su bolso, sacando su móvil y contestando al instante.

-¡Hola Ojii-san! –menciono intentando sonando feliz como siempre y al instante se despidió de sus amigos con la mano, y comenzó a cruzar la calle con la intención de sentarse en el banco de la plaza de enfrente.

....

Levi salía con muy pocas pulgas de la oficina. Estaba irritado y con muy poco humor, de hecho era su peor dia de la semana. El muchacho gruño enojado al caer en cuenta que todavía tenia que llegar a su casa y cenar, dos cosas que le molestaban ya que él era un pésimo cocinero.

El azabache caminaba con dirección al estacionamiento del edificio pero una risa le llamo la atención ya que le resulto muy familiar, sabia que se trataba de Petra. La busco con la mirada y se dio cuenta de que no se confundió, caminando en parque se encontraba la joven Ral soltando unas pequeñas risas.

Iba a ignorarla y volver a su casa pero no quería dejarla sola y tan tarde en la noche, sabia que ella podía defenderse de cualquier cosa pero eso no le importaba, después de todo Petra era su subordinada y él no dejaría que le pasara algo, menos cuando podía evitarlo.

¿A quien engañaba? La idea de pasar un tiempo con ella le agradaba aunque se odiaba a la vez. Levi se sentía un adolescente hormonal, queriendo estar con ella y a la vez alejándola de su lado. No sabía que era lo que en verdad quería. 

A paso lento se encamino hasta el parque, cruzando la acera con una expresión de molestia, mientras metía las manos dentro de su pantalón lo que le daba un aspecto desinteresado.

-Pues espero que nos veamos pronto, de verdad extraño mucho tus abrazos –mencionaba la chica sonriente- ¡No digas esas cosas! –indico sonando enojada- Si te hubieran dado mal los exámenes yo hubiera dejado el trabajo, no dudes de eso –gruño.

Al escucharla, Levi no pudo evitar sentirse sorprendido por esa declaración ademas por el tono de voz de Petra podía notar que la muchacha no mentía. Ella estaba con un brazo sobre su cadera y el otro teniendo el celular pegado a su oreja.

Él chasqueo la lengua al percatarse en que ella dijo que pensaba dejar el trabajo, ademas no tenia idea de con quien mierda hablaba y eso le ponía los nervios de punta.

Se encontraba celoso.

Ja.

¿Quién lo diría?

-Te quiero, Ojii-san –se despidió Petra.

Levi quiso soltar una carcajada y golpearse mentalmente al escuchar con quien hablaba la muchacha. Ahora que sabia que se trataba de su abuelo todo tenia sentido, la joven Ral menciono que él era la única familia que tenia.

Pero, de todas maneras, Levi se sentía egoísta al molestarse porque ella podía irse.

-Luego hablamos –indico Petra volteándose para irse del lugar pero al ver quien se encontraba detas suyo se quedo quieta- Si, adiós... -menciono sonando nerviosa.

-No has visto un fantasma, cambia esa cara mocosa –gruño enojado y cruzándose de brazos.

-¿Por qué? –cuestionó Petra luego de guardar su móvil en el bolsillo, ella lo miraba de una forma demandante, queriendo que le explique la situación- ¿Por qué se ha comportado como un patán todo el día? –dijo enojada- Entiendo que es mi superior, usted hace que no me olvide de eso –susurro- pero, ¿Acaso está enojado conmigo? 

-Puedes dejar la jodida formalidad de lado, Petra.

-¿Con que razón? –cuestiono ella tajante- es mi superior, lo trato como merece.

Levi se rascó la nuca nervioso, odiando este tipo de situaciones con todo su maldito ser. Respiró levemente para luego pensar de una forma meticulosa su respuesta.

-La situación me sobrepaso, supongo, tampoco te pongas tan sentimental Petra que no ocurrió ningún improvisto para que actúes de esta manera. 

Ella se mordió la lengua para no chistar.

-¿Cómo fue el tiroteo?

La muchacha lo miró sorprendida mientras asentía con cuidado pensando seriamente en la familia de Nile. Se trataba de su mujer, Mary, la cual estaba embarazada y dos niños pequeños Will y Kate. Los dos niños se vieron fascinados con Petra, de hecho le preguntaban muchas cosas al ser policía.

-Mary entendió al instante que debían irse cuando nos vieron llegar, de hecho luego me confeso que notaba que su esposo se encontraba distante, raro y nervioso –explico Petra luego de pensar en todo lo ocurrido aquel día- cuando salimos se ve que habían ido a buscarlos como Nile dijo. Salieron heridos pero no logramos detener a ninguno, no se si habrán muerto –contesto sinceramente- uno de los niños salio herido, Will, por eso tardamos tanto.

-¿Cómo se encuentra? –cuestiono seriamente Levi al percatarse que no había ningún dato de que los hayan acompañados al medico pero por el relato de su subordinada sabia que algo al incomodaba.

-Bien, lo acompañe al médico mientras Auruo se llevaba a su madre junto a su hermana al hotel pactado con Mike y Erwin.

Ella se veía incomoda, algo la preocupaba y Levi podía notarlo.

-¿Qué sucede?

Al escuchar como habló tan cerca suyo, Petra se sobresalto. 

Levi estaba mucho mas pegado a su lado, por lo que la muchacha lo miró fijamente a los ojos. Aquella cercanía hizo que ella tragara saliva con dificultad para luego retener el aire en sus pulmones, tenía una mezcla de sentimientos sin ser clara de lo que ocurría. Mientras que Levi tenía en claro que la quería a su lado. 

-Hice una promesa que no se si podré cumplir.

-¿De que hablas, Petra?

El teléfono de Levi comenzó a sonar por lo que, bastante molesto, le hizo una mueca a la pelinaranja para que esperara así podía contestar. Una vez que lo hizo un fuerte grito de Erwin se escucho del otro lado de la línea por lo que Levi frunció el ceño.

-¿Qué mierda? –cuestiono tajante mientras prestaba atención a lo relatado por su amigo, ante la mirada atenta de Petra- Tiene que ser una jodida broma –mascullo- llamare a los demás, con Petra estamos cerca. Si, Erwin.

-¿Qué ha sucedido? –pregunto en un hilo de voz la joven Ral teniendo un mal presentimiento.

-Nile se ha escapado mientras lo trasladaban hacia los tribunales –gruño secamente Levi mientras notaba como los ojos de Petra se ensanchaban y abría la boca con asombro, buscando bocanadas de aire- ¿Petra?

-Yo le prometí a Will que nada malo le pasaría a su padre.

-¿Por qué hiciste eso? –cuestiono tajante Levi notando como el rostro de la muchacha demostraba preocupación.

-Porque me hubiera encantado que alguien hubiera ayudado a mi madre –indico sin pensar bien en sus palabras, estando perdida en sus pensamientos.

Ambos comenzaron a dirigirse en silencio hasta la comisaria mientras que por separado le indicaban a los demás que vuelvan por lo que estaba pasando. Caminaban a paso firme y demostraban nerviosismo.

Cuando llegaron a los vestidores, antes de separarse, Levi la tomó de la muñeca a la pelinaranja.

-¿Qué sucede, Capitan?

-¿Siempre me llamaras de esa manera?

Petra dudo en la respuesta pero no era momento de perder el tiempo por lo que se mostró seria.

-Si –contesto en un pequeño susurro- ¿Algo más, señor?

Él asintió, sintiéndose extraño por lo que iba a decirle.

-No hagas nada imprudente, Petra, no quiero que salgas herida.

Ella lo observó durante unos cortos segundos y se ruborizo. Debido a la cercanía Levi pudo notarlo, y Petra quiso responderle pero pequeños balbuceos salían de sus labios. El azabache la tomó de cintura acercándola mucho más a su lado mientras que ella aguantó la respiración por aquel accionar sorpresivo.

-Siento haberte mandado con Nile.

Petra seguía mirándolo fijamente, con su corazón latiendo con fuerza mientras notaba como Levi se acercaba mucho más a sus labios y ella no se alejó, sino que hizo exactamente lo mismo.

-Por favor, capitán... -menciono dudosa mientras lo miraba a los ojos, estando embobada con aquel color gris que la cautivaba- no me mire con pena usted también, no sucedió nada extraño, solo un casto beso sin sentido.

-Entonces espero que este no signifique lo mismo –menciono seriamente antes de juntar sus labios con los de Petra.

....

¡Kyaaaaa! Yo grite de emoción, que decirles.

Al fin termine este capitulo. 

Me faltaba tanta inspiración, quite escenas, cree nuevas, fue un desastre pero me encanto como quedo.

Espero lo hayan disfrutado.

¡Buen fin de semana! 

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