CAPITULO 7.
James P.O.V.
Esta niñata me saca de mis casillas, ¡estúpida Jennifer! En los seis años que llevo en Howarts jamás me habían mandado al despacho de la directora, sí que me habían puesto faltas obviamente, pero, ¿mandar al despacho de la directora? Jamás. Encima el primer día de colegio, ya me estoy imaginando la bronca de mis padres… ¿Cómo se atreve a insultar a mi familia así como así?, que sabrá ella de familias… La verdad es que me impresiono todo lo que sabía para ser una huérfana, hija de muggles que acaba de descubrir el mundo mágico.
La primera vez que la vi se me hizo extrañamente familiar, pero ahora que la conozco… ¡¡SE ME HACE MÁS FAMILIAR!! ¿Cómo es posible? Su cabello largo, moreno y ondulado, junto con sus precioso ojos marrones me recuerdan a alguien. Es muy guapa, pero soy incapaz de verla como a cualquier otra chica. Soy incapaz de verla como una chica guapa más, es como si fuera una prima o algo así. Sin hablar su forma de expresarse, parece que supiera cómo sacarme de mis casillas. Hay pocas personas que me enfaden tanto….
De repente la voz de la directora me saco de mis pensamientos:
-Pasen y siéntense. – su voz dura me hizo olvidar todo lo que venía pensando durante el camino por los pasillos.
Nos sentamos y yo estaba muy nervioso, pero en cambio Jennifer estaba totalmente relajada solo la faltaba subir los pies a la mesa. Me ponía de los nervios su aire despreocupado, pero esta de donde se había escapado.
-Estoy muy disgustada con vosotros dos jamás pensé que dos miembros de mi antigua casa pudieran montar… ¡TAL ESPECTACULO! –se notaba que estaba realmente enfadada.
-Fue ella quien empezó- dije a modo de excusa
- ¿En serio, como puedes ser tan chivato? Eres un niñato malcriado, que no sabe solucionar sus propias peleas. Y para tú información, fuiste tú el que se puso como loco y empezó a apuntarme con la varita- dijo ella haciendo que me cabreara más.
-¡Insultaste a mi familia!
-¡BASTA YA! – grito la directora impidiéndola replicar- Os comportáis como auténticos críos. 25 puntos menos para Gryffindor por cada uno. - ¿50 puntos menos? Parecía que eso si que había afectado a mi compañera, quien no tardo en replicar.
-¿50 puntos menos? Directora no puede perjudicar al resto de nuestros compañeros porque este estúpido no sepa callarse la boca –ahí estaba otra vez su estupidez… -Castíguenos a ambos si quiere limpiando las cocinas o lo que sea. Pero, no perjudique al resto. –Intente abrir la boca para oponerme a lo que está loca estaba diciendo, pero ella al notar que yo iba a hablar me tapo la boca con la mano y siguió hablando- O incluso me ofrezco a hacer el trabajo que sea por ambos, a mi no me da miedo mancharme las manos, pero él tendrá miedo de romperse una uña… -Me impresiono que se ofreciera, ¿tanto la preocupaba perjudicar al resto? Aunque lo del final sobraba.
-Jennifer su gesto la honra, mas la decisión está tomada y los puntos ya han sido sustraídos. Ahora, señor Potter puede retirarse, quiero hablar de algo más con su compañera. –me levanté y me fui. Bueno más bien me quede esperando a la puerta quería saber el porqué de la actitud de Jennifer.
Jennifer P.O.V.
James se fue y yo me quede callada mirando a la directora, la verdad no entendía porque debía quedarme y el que hubieran jodido a otros por mi culpa me desquiciaba.
-Jennifer, quería hablar contigo porque como bien sabes has entrado directamente en quinto, pero aún así hemos de hacerte unas pruebas…
-¿Algo así como un examen de nivel?- pregunte yo mientras en mi mente se formulaba la duda de si debía contarle que era capaz de hacer magia con y sin varita porque Fred me había enseñado (con varita, lo de que también lo pudiera hacer sin ella lo había dejado mudo).Al final decidí que no lo haría, no sabía cómo se tomaría el hecho de que pudiera hablar con un muerto.
-Sí, algo así. Por eso vas a participar en las pruebas de acceso al torneo de los tres magos.
-Pero, si yo no tengo la edad…
-Por supuesto, no es para que participes no podrás echar tú nombre al trofeo, pero será una buena prueba. ¿Te parece bien?
-Por supuesto, me parece genial. –me levante lista para irme, pero la directora me paro mientras me decía.
-Una cosa más, Jennifer. ¿A que ha venido el numerito ese del comedor?-no lo dijo en forma de amenaza sino como una simple duda.
-No, era un numerito. Yo exprese mi opinión y ese zopenco no se la tomo a bien.
- ¿Sabes que si necesitas hablar estoy aquí verdad? –dijo en un tono maternal que me removió el estomago, desde la muerte de Daniel, nadie se había preocupado así por mí, aparte de Fred, pero él al ser un fantasma no era lo mismo.
-Por supuesto, directora. No se preocupe. –dicho eso me marche.
Al salir por la puerta me sorprendí al ver al Zopenco allí plantado.