Jennifer Lily Potter

capitulo 16. Os contaré sobre Daniel....

    CAPITULO 16.

Al acabar de cenar, me fui con Clara y Sophie a los sillones de la entrada, pues a ninguna le apetecía subir aún a las habitaciones. Además de que ellas parecían tener algo muy importante que preguntarme, supuse que sería sobre mi “relación” con Malfoy, pero para mi sorpresa su pregunta fue:

-¿Se puede saber cómo hiciste para pasar las pruebas tan bien? –pregunto una intrigada Clara.

-Tan bien no, a la perfección. Nadie ha logrado hacer las pruebas también como Jenny.-rebatió Sophie.

-Es simple, estoy en buena forma física.

-De eso nada, muchos de los que han participado estaban en buena forma física y no han hecho lo que tú. –dijo Sophie.

-Eso es, nadie ha conseguido salir sin llevarse ningún golpe.

-Solo hay que saber esquivarlos.

-Entonces, la pregunta es ¿cómo has aprendido a esquivar golpes de esa manera?

-Aprendiendo a pelear. –en ese momento ambas se quedaron con la boca abierta y muy sorprendidas. –veréis donde yo vivía si no sabías esquivar y dar golpes te machacaban.

-Pero, ¡eres una chica!

-¡¿Y por eso no puedo saber pelear?! Las chicas pueden hacer lo mismo que los chicos. –dije algo ofendida.

-No, no es a eso a lo que nos referimos. – se apresuró a decir Clara

-Es que los chicos no pegan a las chicas, eso es algo sabido.

-Cuando vives en el peor barrio de los suburbios eso no importa.

-Bueno, pero, ¿cómo aprendiste?

-A base de golpes, pero sobre todo gracias a mi hermano Daniel.

-¿Daniel? Nunca nos has hablado de él. – preguntó Sophie.

-Él en realidad no es mi hermano, pero para mí lo era, aunque la sangre no nos uniera, se ha portado conmigo mejor que nadie y eso lo convierte en mi hermano.

-Te entiendo. Pero, ¿cómo es que no le has mandado ninguna carta aún? –pregunto Clara.

-Porque Daniel murió el año pasado. –conteste con una sonrisa triste y un nudo que se empezaba a formar en mi garganta.

-Lo siento mucho Jenny, no lo sabíamos.-dijo Sophie claramente incomoda.

-No pasa nada, yo no os lo había contado, no podíais saberlo.

-Si no quieres hablar de esto, está bien.

-No tranquilas, vosotras queríais saber cómo aprendí a pelear y yo os lo contaré. –Y así fue como comencé a contarles toda la historia de Daniel, desde que nos conocimos y como lo hicimos (exceptuando la parte de los maltratos por parte del “monstruo”).

-¿Entonces te fuiste con un completo desconocido? –dijo una incrédula Sophie.

-No tenía un lugar mejor al que ir y él me daba buena espina.

-Podía haberte hecho cualquier cosa.

-Supongo que no lo pensé. –dije mintiendo, la verdad es que si lo había pensado, pero también sabía que no podía ser peor de los que había vivido.

-Bueno da igual sigue –dijo Clara antes de que Sophie volviera a preguntar, esta estaba claramente interesada en la historia.

-Así que me fui con él. Al principio desconfiaba y mantenía las distancias pero poco a poco fui cogiéndole cariño y confianza. Aunque en el momento en que supe que de verdad le importaba fue un día en el que sin querer me metí en una bronca y él salió a defenderme a la mínima. Ese mismo día le dije que debía enseñarme a pelear, al principio no estaba muy por la labor, pero tras contarle mi historia al completo accedió.

 << Lo primero que me enseño fue a escapar, según él lo mejor era que no me metiera en demasiados líos. Por lo que me enseño a escalar vallas, saltar coches… No sé, un poco de todas las situaciones a las que me podría enfrentar. Pero cómo huir no siempre sirve (además de que no me gusta huir de los problemas) me enseño a pelear, empezando por esquivar golpes, para seguir aprendiendo a golpear e inmovilizar. >>

-Por eso cuando James te intentó pegar lo esquivaste tan fácilmente. –dijo Clara interrumpiéndome.

-Eso es –dije con una sonrisa, al recordar la cara de James cuando esquivé su golpe.

-Menudo imbécil, ¿cómo se le ocurre intentar pegarte? –dijo una asqueada Sophie. Pero antes de que ninguna le conteste continúo. –Da igual, sigue con tu historia no quiero hablar de ese estúpido.

-Está bien, con todo el tema de enseñarme a pelear nuestra relación se hizo mucho más fuerte. Confiábamos plenamente el uno en el otro y él a pesar de tener tres años más que yo, me contó toda su vida, es decir, ambos nos sinceramos con el otro como nunca lo habíamos hecho con nadie. Era como un hermano mayor para mí, y él me veía como la hermanita pequeña a la que tenía que cuidar. Ambos pasábamos todo el día juntos, y hacía que todo lo que antes me había hecho sufrir pasará a un segundo plano y me sintiera feliz. Junto a él podía ser yo misma y eso lo agradecía, confiaba tanto en él que le conté lo de la magia.

-¿Qué? –dijeron ambas a la vez. –eso está prohibido.

-¿Y quién me lo iba a impedir? Nadie sabía de mi existencia. –replique tranquilamente. - ¿Queréis ver una foto de él? –pregunte cambiando de tema.

-Sí –contestaron como niñas, las enseñe una foto en la que salíamos los dos juntos. Él a mi lado con uno de sus brazos sobre mis hombros y ambos con una gran sonrisa. Al verla ambas exclamaron:

-¡¡Qué guapo!!

-¡Esta buenísimo!

-¡Y qué ojazos! – yo solo me reía, pues todas las chicas pensaban igual de Daniel , porque era realmente guapo, pero para mí solo era mi hermanito mayor. Para mi suerte llegó la hora de queda y tuvimos que irnos a las habitaciones, pues solo me quedaba contarles como murió y eso era algo que no me apetecía revivir.

Subimos por las escaleras las tres juntas, y en el momento en el que Sophie se iba se giró, me abrazó y dijo:

-Gracias por contarnos algo tan importante para ti.- Dicho eso se fue corriendo, yo me quede con una sonrisa y seguí subiendo junto a Clara.