capitulo 6. La pelea

7.8K 411 33
                                    

CAPITULO 6.

-Alumnos como ayer les informe, hoy tengo para ustedes una gran noticia se trata de… el torneo de los tres magos. –un murmullo envolvió todo el comedor, a causa de la sorpresa, aquel torneo hacía años que no se celebraba en Howarts. – Por favor cálmense, -al no conseguir nada grito: -¡¡SILENCIO!! – todo el mundo se calló al instante no era habitual que la profesora gritara.-Gracias, entiendo que esta noticia os asombre, puesto que no se celebraba un torneo de los tres magos en Howarts desde hace muchos años, pero... –antes de que pudiera continuar un alumno la cortó diciendo a sus amigos:

-Desde antes de la gran guerra contra quienes vosotros sabéis. – en ese momento no pude hacer otra cosa que contestarle:

- Después de tantos años, ¿y sigues teniendo miedo a llamar a Voldemort por su nombre? –un gran silencio reino, por lo que yo continúe – Por Merlín, ¿ni siquiera eres capaz de llamarle Tom Riddle? – la cara de muchos alumnos paso de pánico a incomprensión – Porque ese era su autentico nombre… ¿Digo yo que ninguno pensaría que se llamaba Voldemort de verdad? ¿Qué clase de madre loca llamaría a su hijo Voldemort?

-¡¡Quieres dejar de repetir ese nombre!! – grito alguien, pero no supe quien era aun así contesté.

-Fue vencido hace años, antes de que nosotros naciéramos siquiera -dije en un medio grito

-Es verdad, ella tiene razón mi padre le mató – dijo mi hermano James antes de que alguien más me gritara.- No tenemos porque temerle más, ÉL ESTA MUERTO.

-James tiene razón Harry Potter fue el héroe que nos salvó. –dijo otra voz

- ¡Oh! Si todo un héroe –dije en tono irónico.

-¿Perdona? – pregunto James con un tono de irritación.

-Lo que has oído guapo, yo no creo que tu “papi” –lo dije con toda la rabia que llevaba acumulada –sea ningún héroe, más bien creo que es un imbécil, hipócrita…

-¡¡Cállate!! – grito levantándose de la mesa y apuntándome con su varita.

-NO. Él en realidad no hizo mucho, para empezar, fue el amor de su madre el que lo salvo y no él, la heroína era ella, pero el nombrado en los libros él.

-Lucho contra Voldemort durante todos sus años de colegio.

-¿De verdad fue él el que lucho contra Voldemort? –dije levantándome y dando un paso hacia él ignorando la varita con la que me apuntaba al pecho- ¿Acaso no fueron sus amigos Ron Weasley y Hermione Granger los que le salvaron en todas las ocasiones? Pero, ¿acaso están ellos nombrados en los libros, o fueron ellos los que salieron en los periódicos? Si no fuera por ellos, tu “papi” ahora estaría muerto…

-Pero, ¿acaso no fue él quien mato a Voldemort? – dijo rojo de la rabia y dando un paso hacia mí de modo intimidante, haciendo que yo me cabreara y le mirara con la cabeza en alto.

-Claro, pero después de que Ron y Hermione le ayudaran a encontrar los estúpidos Horrocruxes, y no olvidemos que si no fuera por Neville Longbotton quien mato a su serpiente, jamás lo habría conseguido.

-Para odiarlo tanto sabes muchas cosas de él, ¿no serás una especie de fan loca? Porque te diré que te queda un poco grande… -dijo con tono de burla, eso hizo que me enfadara más de lo que ya estaba. Di un paso adelante y con toda la fuerza que logre juntar le di un puñetazo en la cara, al encogerse levanté la rodilla derecha y le di un buen golpe en su miembro viril. Lo que hizo que soltara una parrafada de maldiciones y que todo el comedor comenzará a murmurar, más yo los ignoraba sin apartar la vista de la cara descompuesta de James.

-Y que te quede claro imbécil- dije mientras daba otro paso acercándome a él – si por mi fuera él estaría muerto. En ese momento su cara se volvió a poner roja de la ira y olvidando todo su dolor lanzo su puño directo a mi cara, por supuesto mis reflejos fueron más rápidos y no llego a tocarme. (Había aprendido a pelear hacía muchos años contra gente más alta) Antes de que le pudiera devolver el golpe todos mis primos se levantaron, lo agarraron y lo separaron de mí.

-Tienes suerte de que me hayan agarrado, porque si no te habría borrado esa sonrisa de la cara. –soltó en forma de gruñido.

-En realidad el que ha tenido suerte has sido tú, si no fuera por tus primos ya estarías llorando, niñato malcriado. Da gracias a que tienes a tu familia para defenderte. – dije en tono de suficiencia

- ¡¡Tú que sabrás de familia maldita huérfana!! – dijo a voz en grito. Cogí un vaso de zumo y se lo lance a la cara, para después decirle:

-Para tu información mis padres no están muertos, pero ojala lo estuvieran. – antes de que él pudiera volver a contestar la directora hablo, más bien gritó:

-Ya basta, Jennifer, Potter baja esa varita. Y siéntense todos de una vez, jamás pensé que esta noticia los alteraría tanto. Para acabar les diré que para el sábado 23 de octubre vendrán los alumnos y alumnas de los colegios Beuxbatons y Durmstrang. Además de que este año tendrán que pasar una serie de pruebas físicas para poder apuntarse y como siempre solo podrán los alumnos de sexto y séptimo. Dicho esto que comience el desayuno. Potter, Jennifer después del desayuno les esperó en mi despacho.

-Vaya, Jennifer parece que no vas a poder apuntarte… -dijo James en tono de burla, “este chaval no aprendía, tendría que haberle roto la nariz” me dije a mi misma.

-Tranquilo Potter, no lo pretendía, pero me parece que tú tampoco podrás.

-¿ah no, y se puede saber por qué señorita sabelotodo?

-¿Aparte de imbécil, también eres sordo? Dijo que se necesitan pruebas físicas y tú ni siquiera has sido capaz de dar un mísero puñetazo y mucho menos de evitarlo. Menuda joyita que se llevara la que te aguante… - dije en tono irónico. Su cara se había vuelto a poner roja de la furia pero esta vez no contestó.

El resto del desayuno paso silencioso en la mesa de Gryffindor, pude notar más de una mirada de odio puesta en mi, obviamente yo las ignoré todas. En cambio, en el resto de las mesas no se comentaba otra cosa que el torneo y la pelea.

Al acabar el desayuno James y yo nos dirigimos al despacho de la directora quien nos esperaba hecha una furia…

Jennifer Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora