Nueva York.
Siendo las tres de la tarde en la oficina del dueño y director de la constructora Waterman, el señor Garamaru Waterman quien se encontraba viendo los diseños de sus trabajadores pues como cada año participaría en el concurso de la mejor constructora a nivel mundial.
- ¡Nada me sirve! - lanzo todos los diseños al suelo, la secretaria solo se encogió de hombros ¿ella que podía hacer?
- ¿Quiere que les pida nuevos diseños?
- No, dile a Hakudoshi venga. - hablo molesto.
- Como ordene señor. - salió de la oficina y se dirigió a la cafetería donde estaba Hakudoshi -. El señor Waterman quiere verlo en su oficina.
- Enseguida voy. - la secretaria dio media vuelta y se retiro.
Hakudoshi se levanto despidiéndose de sus compañeros de trabajo, se dirigió al ascensor y subió a la ultima planta, una vez que estuvo frente a la oficina toco la puerta,
- Adelante. - se escucho la voz de Garamaru.
- ¿Quería verme?
- Pasa y cierra la puerta. - Hakudoshi asintió e hizo lo que él le pidió, una vez que estaba de pie frente al escritorio Garamaru volvió a hablar -. Toma asiento.
- ¿Es necesaria tanta formalidad? Padre.
- Guarda silencio que te pueden oír. Aun no deben saber que eres mi hijo y futuro sucesor de la empresa.
- ¿Por qué?
- Por que lo estado pensado mucho y necesito que viajes a Tokio.
- ¿Eso para qué?
- Por que eres el único en lo que confió para este trabajo. Escucha bien por que solo lo repitiere una vez. - Hakudoshi asintió -. Como sabrás llevamos tres años ganando el segundo lugar ¿todo por qué? Por que la Constructora Taisho se lleva el primer lugar y eso ya no lo tolero más, por culpa de ellos hemos perdidos muchos clientes ya que prefieren viajar hasta Tokio para hacer trato con ellos. Lo que quiero que hagas es muy simple... - Hakudoshi solo escuchaba atento lo que su padre le decía.
- Una pregunta ¿Este año de que deben presentar proyecto?
- De un edificio el cual sea para refugio de animales o para niños de la calle. Ya sabes el que gane será construido.
- Entiendo ¿Cuando tienes que presentar tu proyecto?
- De tres a cuatro meses aun no están establecidas las fechas. ¿Harás lo que te estoy pidiendo?
- Puede ser muy peligroso.
- No lo será, además en cuanto tengas lo que te pedí te puedes regresar.
- Esta bien lo haré.
- Recuerda que nadie debe saber que eres mi hijo ¿quedo claro?
- Sí.
~~~~~
Tokio. 11:00 pm
Después de un largo día de trabajo Sesshomaru Taisho se dirige a su casa para descansar. Al llegar sus padres salían a una cena de negocios.
- Creí que llegarías mas temprano. - hablo su padre al verlo llegar.
- Tenia unos pendientes que arreglar. - hablo serio mientras subía a su habitación.
- Ok, nos vemos mañana. - Sesshomaru no respondió solo termino de subir las escaleras y fue a su recamara donde se quito el saco y lo lanzo a la cama, tomo su toalla y pijama y se dirigió al baño para tomar una ducha.
Una vez que termino bajo a la cocina para prepararse un sándwich y después irse a dormir.
- ¿No prefiere que le cocine algo? - hablo Kaede la ama de llaves y cocinera de la casa. Sesshomaru negó, pues ¿para que la hacia cocinar? si solo cenaba un sándwich vegetariano y un vaso de jugo de naranja.
Kaede al verlo preparar su cena salió de la cocina sabia que a él no le gustaba que lo estuvieran observando mientras comía algo que muchos veían extraño pero ella que lo conocía desde pequeño no se le hacia para nada extraño. De hecho muy raras ocasiones acompañaba a su familia a comer o cenar y en las mañanas mientras él salía a correr ella le prepara su ensalada y jugo de naranja para su desayuno que a veces solo tomaba el jugo pues ser el vicepresidente de la compañía de su padre era algo cansado que requería mucha responsabilidad ya que era la mano derecha de su padre. Era él primero en irse en las mañanas y él ultimo en llegar por la noche.
- Buenas moches. - hablo una vez mas Kaede al verlo dirigirse a su habitación.
- Buenas noches. - hablo él con su voz seria, ella ya estaba también acostumbrada a la seriedad de él, a veces pensaba que ella lo conocía mejor que sus propios padres.
Llego de nuevo a su habitación y reviso su móvil, varias llamadas perdidas de Abi una chica con la que llevaba una relación en secreto por dos años, pues aun no se sentía confiado de sacarla la relación a la luz, además de que su padre le pidió que no tuviera ninguna relación pues al ser hijo de quien era estaba en la lista de los solteros mas cotizados de la cuidad y eso a Inu-no le beneficiaba de cierta manera. No le devolvió la llamada ya hablaría con ella al día siguiente.
También tenia llamadas perdidas de su amigo Naraku. A él si le devolvería la llamada, era él único con el que podía hablar sin desconfianza de que dijera algo.
- Hasta que respondes. - hablo Naraku del otro lado de la línea.
- ¿Que es lo que quieres? - no pudo evitar bostezear haciendo notorio su cansancio.
- Te llamaba para invitarte unas copas, ya sabes ver chicas y charlar un rato.
- Sabes que no bebo entre semana. - respondió frío.
- ¿Cual entre semana? Es jueves.
- Hoy no. - hablo con sinceridad lo único que quería era acostarse y dormir.
- Esta bien solo por hoy lo dejare pasar. - el peli-plata no respondió sentía que los párpados le pesaban.
- Voy a colgar. - le aviso para que no se quedara hablando solo como a veces lo hacia.
- Nos vemos. - ambos colgaron.
Sesshomaru reviso la alarma y después dejo el móvil en el mueble aun lado de la cama, acomodo su cama y entro al baño para lavar sus dientes y sujetarse su larga cabellera plateada así podría dormir mejor. Regreso a la habitación y se acostó tapándose con las cobijas para minutos después quedarse completamente dormido.
~~~~
En otro lugar en Tokio.
Cinco de la mañana.
La alarma sonaba, la mano se asomo de entre las cobijas y busco el reloj para apagar esa ruidosa.
- Cinco minutos más. - susurró para ella mientras se acomodaba de nuevo en su cama, pero antes de que pudiera volver a dormir los fuertes toquidos a la puerta la exaltaron un poco.
- Ya es hora niña. - se escucho del otro lado de la puerta.
- Voy. - respondió aun somnolienta. Cerro los ojos con fuerza ¿por que la hacían levantarse tan temprano? si a la universidad entraba a las ocho, luego recordó que tenia que ir al gimnasio una hora todos los días inclusive fines de semana.
No es que le molestara acompañarlos al gimnasio le agradaba ya que era la única hora del día en la que convivía con sus padres, pues al llegar de nuevo a casa, ellos se alistaban y se iban a trabajar y no los volvía a ver hasta otro día en la madrugada. Por ello desde cumplió quince años le pedía a su nana que le hablara a esa hora.
Con pesadez se levanto de la cama la cual acomodo las sabanas y cobijas sabia su nana lo haría pero no le gustaba que ella hiciera todo, aun que ese fuera su trabajo le gustaba ayudarle cuando podía. Una vez que termino de hacer su cama camino hacía el clóset y saco su ropa de deporte en color negro y blanco, se sujeto el cabello en una coleta alta, salió de la habitación y se dirigió a la sala donde estaban sus padres listos para irse.
- Buenos días. - saludo ella con una sonrisa.
- Buenos días. - saludaron ellos al mismo tiempo.
- Es hora de irnos. - hablo su padre tomando su mochila.
Ellas hicieron lo mismo tomaron sus mochilas en las cuales llevaban una botella con agua, unas toallas para secarse el sudor y pues sus móviles. Salieron de la casa y subieron al auto de Seikai -padre de Rin- y se dirigieron al gimnasio.
- ¿Qué tal la universidad? - pregunto la madre Midoriko.
- Bien, me he acoplado bien a los horarios.
- Eso es bueno, recuerda que debes de tener excelentes calificaciones. - hablo severamente Seikai.
- Lo sé padre. - ya estaba por terminar el primer año de su carrera y hasta ahora le preguntaban.
- ¿Algún novio? - pregunto curiosa Midoriko, Rin bajo la mirada sonrojada antes de que pudiera responder su 'padre hablo.
- Nada de novios. Tiene que concentrase en sus estudios y nada mas, recuerda que algún día ocuparas mi lugar en la textilera.
- No se preocupe, de igual manera no tengo novio ni lo planeaba tener hasta que terminara mis estudios.
- Perfecto.
Rin miro por la ventanilla y suspiro, había alguien que le atraía pero sabia bien que no podría decírselos. Una vez que llegaron al gimnasio se dispusieron a hacer sus rutinas sin hablar ni nada, ellos eran de llevar una vida sana, hacían ejercicio y buena alimentación. Rin solo se conformaba con verlos una hora todos los días aun que a veces le daban ganas de ya no ir, pero una vez escucho a su padre decir que estaba muy contento por que ella decidía llevar una vida como la de ellos.
Cuando volvieron a casa ella se dirigió a su habitación para ducharse y alistarse para la universidad, cuando bajo sus padres ya se habían ido.
- Aquí esta su desayuno. - hablo su nana poniendo su desayuno sobre el comedor. Era ensalada y un jugo de naranja -. Su madre pidió que comiera esto - le dio un pan tostado con mantequilla Rin no lo pensó dos veces cuando tomo el pan y lo comió dejando de lado la ensalada eran pocas las veces que podía disfrutar de un pan tostado.
- Que delicia. - hablo al terminar.
- Aquí esta su almuerzo. - le extendió una bolsa y Rin la recibió.
- Gracias nana. - le dio un beso en la mejilla y subió para lavar sus dientes, tomo sus cosas para irse -. Nos vemos. - se despidió.
- Que te vaya bien. - Rin le sonrió y salió de la casa. Subió a su auto y se fue por su amiga Kikyo.
- Buenos días. - saludo Kikyo al subir al auto ya que el de ella estaba descompuesto.
- ¿Qué tal?
- Bien, estaba viendo que quizás me compre otro auto.
- ¿Qué sucederá con el otro?
- Quedo irreparable. - Rin solo negó pues ella aun tenia su auto que le habían regalado cuando cumplió 16 y Kikyo cada dos o tres meses cambiaba de auto.
Se fueron a la universidad, ambas estudiaban lo mismo, el padre de Kikyo trabajaba con el padre de Rin de ahí fue donde ellas se conocieron y comenzaron a tener una amistada que ya tenia varios años.
- Te están esperando. - hablo con burla Rin al ver a uno de los pretendientes de Kikyo.
- Y a ti también. - hablo con mas burla al ver al otro chico.
Bajaron del auto y caminaron hacia la entrada donde estaban dos chicos esperándolas.
- Que hermosa esta la mañana. - hablo un joven de unos 20 años moreno, ojos azules y cabello negro atado en una trenza que llegaba hasta su cintura. Miraba fijamente a Rin.
- Hola Bankotsu. - saludo ella y después volteo a ver al otro chico para saludarlo -. Hola Inuyasha.
- Hola Rin - saludo el peli-plata mientras se acercaba a Kikyo -. Esto es para ti. - le dio una rosa roja.
- Muchas gracias. - dijo ella al recibir la rosa, Rin los miraba con emoción a los ojos de ella hacían linda pareja aun que ella aun no aceptara salir con él.
- Rin. - le hablo Bankotsu y ella dejo de ver a su amiga para voltear a ver al moreno.
- Dime.
- Veras este sábado mi padre inaugurará otro nuevo antro y quisiera que fueras conmigo.
- Bueno yo... - iba a decir que no cuando Kikyo llego.
- Anda Rin di que si. - Rin se quedo pensando en verdad sí quería ir pero estaba segura que sus padres le negarían el permiso por eso decía que no le gustaban las fiestas.
- Lo pensare. - respondió después de varios segundos, Bankotsu sonrió al menos eso era una esperanza pues ella sabia bien el interés que él sentía por ella e inclusive a ella le atraía pero por no hacer enojar a sus padres solo lo trataba como amigo.
Después de esas invitación todos se fueron a sus respectivas clases.
~~~~
Mientras tanto en la oficina de Sesshomaru, él se encontraba revisando algunos planos que su padre le pidió que revisara y les hiciera las correcciones en caso de necesitarlas. Tomo el café que se encontraba a un lado el cual su secretaria le acaba de llevar ya que tenia toda la mañana ahí. Tocaron la puerta varias veces.
- Pase. - hablo mientras su mirada seguía en su trabajo, escucho la puerta abrirse y después cerrarse sabia que era una mujer pues los tacones resonaban en la habitación.
- ¿Por qué no respondiste mis llamadas? - hablo la mujer situándose frente a él recargándose sobre el escritorio.
- Tenia mucho trabajo. - respondió serio sin mirarla.
- Hace mucho tiempo que no estamos juntos. - ronroneo acercándose mas a él. Sesshomaru levanto la mirada y antes de que pudiera decir algo ella lo beso y él correspondió, últimamente había tenido tanto trabajo que había dejado de lado sus necesidades carnales.
Se levanto de su silla y comenzó a aventar los planos al suelo y ella solo reía, la tomo de la cintura y la paso por encima del escritorio.
~~~~
Hakudoshi se encontraba saliendo del aeropuerto, ya su padre le había dado indicaciones e inclusive le dijo que una persona que estaba trabajando en la Constructora Taisho le ayudaría a infiltrarse sin que nadie se diera cuenta de quien era él realmente. Se dirigió aun hotel al cual ya había hecho reservación.
Una vez que se instalo llamo a la persona que le dijo su padre quien le dijo que hablarían mas tarde para decirle como es que él entraría a trabajar ahí. Como tenia tiempo libre se durmió un rato pues el horario era diferente.
Cuando despertó salió para ir a buscar un auto y a comer algo. Llego a una cafetería le pareció un buen lugar para comer así que bajo y se dirigió al pequeño establecimiento. Estaba tan embelesado viendo el lugar, había viajado mucho pero nunca había ido allí. Se detuvo al escuchar un grito de alguien que ya estaba en el suelo.
- Perdón no me fije. - hablo él rápidamente mientras le extendía la mano para ayudarle a levantarse.
- Descuida yo también venia distraída. - se levanto gracias a la ayuda de él, levanto la mirada y Hakudoshi se quedo boquiabierto.
- ¿Cómo te llamas? - pregunto viendo esos ojos de color chocolate, su cabellera castaña que caía como cascada hasta su cintura, su piel blanca como la nieva pero no se veía fría si no todo lo contrario.
- Rin. - susurró un poco avergonzada la sentir esos ojos color lila obsérvala de pies a cabeza.
- Un placer conocerte Rin, - le extendió la mano la cual Rin recibió para dar un ligero apretón -, mi nombre Hakudoshi Takashi. - decidió llevar el apellido de su madre el cual muchos no conocían.
- Igual. - le dio una media sonrisa mientras soltaba su mano.
- ¡Rin! - grito Kikyo quien ya estaba adentro de la cafetería y llevaba rato esperándola.
- Tengo que irme.
- ¿Vas a la cafetería? - ella asintió -. Yo también, entremos juntos. - ella parpadeo varias veces y comenzó a caminar y él a seguirla.
Una vez que entraron Kikyo se acerco para decirle que ya tenia una mesa para ella, después de presento con Hakudoshi quien las invito a comer, ellas no aceptaban ya que no lo conocían pero él les dijo que estaba ahí por asuntos de negocios y que no conocía a nadie, al final terminaron los tres en una mesa comiendo juntos.
Rin comía ensalada mientras ellos comían hamburguesas no pudo evitar que se le hiciera agua la boca.
- ¿Por qué no pides una? - pregunto Kikyo.
- Así estoy bien.
- ¿Apoco eres de esas chicas plásticas que cuidan en exceso su figura? - pregunto Hakudoshi pues al verlas se notaba que veían de buena familia.
- No. - respondió Rin de inmediato.
- Demuéstralo. - hablo Hakudoshi poniendo su hamburguesa que acaban de llevarle en frente -. A lo que yo veo no eres de esas chicas pero a veces las apariencias engañan.
Rin trago, en verdad quería una, pero hacia ya tiempo que había comido papas fritas a escondidas de sus padre y tal parecía que estoy tenían un sensor por que se dieron cuenta de inmediato y eso que se había lavado los dientes varias veces. Sin pensarlo mas tomo la hamburguesa entre sus manos para después dar una gran mordida.
Cerro los ojos disfrutando de ese sabor, sin darse cuenta se la termino toda. Después siguieron hablando un poco mas para conocerse, intercambiaron numero de celular y cada quien se fue por su camino, bueno Kikyo iba con Rin.
- Se ve que le gustaste. - hablo Kikyo con una sonrisa antes de bajar del auto.
- Claro que no.
- Rin, no te apartaba la mirada de encima, esta guapo lo admito ¿apoco no lo ves guapo? - Rin negó -. Anda no te hará mal aceptar que alguien esta guapo.
- Si esta guapo. - hablo rápidamente y Kikyo sonrió.
- Nos vemos mañana. - bajo del auto -. No se olvide pensar en la invitación que te hizo Bankotsu. - le guiño el ojo y corrió hacia la entrada de su casa.
Rin suspiro con pesadez y se fue a su casa, subió directo a su habitación y se puso a hacer sus tareas, esperaría a que sus padres llegaran y les pediría permiso, claro no les diría que un chico la invito les diría que fue Kikyo.