Tomando notas al lado de Hitoka-senpai estaba yo, inmersa en mis pensamientos y totalmente concentrada, cuando un grito agonizante me descoloca súbitamente. Por saltar demasiado alto, no tener cuidado en la caída y chocar contra Sho-chan y Kei-chan, Ryuu-chan tuvo un esguince.
- ¡Ay Demonios! - Gritó él - ¡Maldición! - Y todo tipo de injurias fueron dichas a todo pulmón.
Dai-chan se apresuró a pedir el botiquín a Kyoko-senpai - ¡Shimizu tráelo de inmediato! - Acompañada de Hitoka-senpai, ellas fueron a traerlo. Mientras más tardaban, más gritos y más nervios.
Sho-chan pidiendo disculpas, Kei-chan mostrándose algo preocupado, Tobio-kun molesto y culpando a ambos, Yuu-kun tratando de tranquilizar a Ryuu-chan, y yo no me movía del sitio donde estaba. Tomé algo de valor para acercarme, pedí permiso a Asahi-kun y pude ver el tobillo de Ryuu-chan.
- No es tan grave, solo debemos masajearlo, vendarlo fuertemente y va a pasar el dolor - dije calmadamente - Koushi-kun ¿Puedes ayudarme a cargarlo? Necesito llevarlo a ese banco ¡Que alguien traiga hielo!
Como mi finalidad en este equipo se reduce a hacerlos sentir incómodos y la de ellos a hacerme sentir incómoda, para cumplir esto todos se quedaron viéndome con extrañeza y un poco petrificados, mientras tratando de hacer algo por Ryuu-chan estaba yo, bastante nerviosa.
- ¡No se queden mirando y háganle caso! - Gritó Ittetsu-sensei -
Para el momento en el que Hitoka-senpai y Kyoko-senpai volvieron, Ryuu-chan estaba más tranquilo y con menos dolor, diría que estuvo completamente curado al momento de ver a la asistente veterana.
Vendé fuertemente su tobillo y secándome el sudor de la frente exclamé:
- Okay Ryuu-chan, para mañana estarás como nuevo. Al llegar a casa solo descansa ¿Está bien?
- ¡Waaaaaaaaaa! ¡Michiru-san es increíble! ¡Nosotros estábamos como baaaaaaaaa y llegó ella y pooooow!
- Sho-chan, no entiendo nada de lo que dices - el tic en la ceja volvió -
- Pero es cierto senpai - exclamó Tadashi-kun - Cómo pudo reaccionar así de rápido y además trató a Tanaka-san tranquilamente.
- Bueno... - me sonrojé un poco - Es que siempre practiqué deportes y esto de tratar esguinces y demás, pues me lo enseñó mi madre - algo apenada seguí diciendo - Diría que pasé mi infancia entre sus libros de medicina.
- ¿Siempre practicaste baloncesto senpai? - Tobio-kun preguntó -
- ¡Claro que no! Eso solo fue durante este año, yo soy más de artes marciales. Sé judo y karate, así que no se metan conmigo - dije sonriendo -
- Oye Takamine - Keishin-san puso su mano en mi hombro - ¿Qué tal si en lugar de ser nuestra 3era asistente, eres como el médico del equipo?
- ¿Eh? - Quedé algo confundida con lo que él me dijo, en verdad quería ser una de las asistentes, pero lo pensé bien, y concluí que así sería de mayor utilidad al equipo - Está bien Entrenador Keishin - asentí e hice mi reverencia característica -
- Vaya Michiru, vas a formar parte de los cuervos negros de Karasuno, aunque los médicos se vistan de blanco y sean más parecidos a los ángeles - dijo Koushi-kun -
Yo me sonrojé de pies a cabeza, no tenía idea de qué decir, hasta que Sho-chan exclamó:
- ¡El Ángel Blanco de Karasuno! Si Noya-san es la Deidad Guardiana de Karasuno, entonces Michiru-san sería como el Ángel Blanco de Karasuno - Esto solo hizo que me pusiera tan roja como el sol naciente de la bandera japonesa y que Yuu-kun sonriera alegremente.
- Esperen un momento, el uniforme es negro, el mío de ninguna manera podría ser blanco, eso no estaría bien - dije estando totalmente sonrojada, apenada y entrando en pánico -
- En realidad - dijo Kyoko-senpai - Los médicos de un equipo deben llevar uniformes blancos, es como una regla o algo así - Otra vez, Kyoko-senpai no se anda con rodeos.
Sorpresivamente no hubo tic en la ceja, sino una sonrisa de parte mía, saltos y lágrimas de parte de Sho-chan, Yuu-kun, Ryuu-chan, miradas algo confusas de Kei-chan, Tobio-kun, y tranquilidad de parte de los demás.
- Está bien - dije sonriendo, al estilo Dai-chan o Koushi-kun - El Ángel Blanco de Karasuno dará lo mejor de sí para cumplir su misión.
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Momentos antes de que la práctica terminara y los de 1er año se pongan a limpiar el gimnasio, el Entrenador Keishin se dirigió a mí y preguntó:
- Dijiste que practicabas artes marciales Takamine, pero... ¿Sabes algo sobre el volleyball?
- E... ¿Eh? - balbuceé - Bueno... no sé mucho del deporte, solía jugarlo en vacaciones familiares, cuando íbamos a la playa, pero...
Yo apesto, tenía ganas de decirlo, apesto horriblemente. Si trataba de hacer un remate, la bola iba por mi cara, si trataba de volearla, también iba por mi cara y no hablemos de mis intentos de recepciones, iban por mi cara, sí, pero al menos, la pelota no tocaba el suelo.
- Pero... - continué - Lo único que puedo hacer son servicios, mis familiares solo hacían equipo conmigo debido a eso. Los que realizo parecen ser potentes.
- ¿Conque servicios potentes? Hmm... - Keishin-san se llevó la mano al mentón y empezó a sonreír maliciosamente, con una expresión que asustó un poco, me dijo:
- Antes de que termine la práctica, realizarás uno de esos.
Tragué saliva, asentí y el tic en la ceja volvió.
Todo el equipo me estaba observando, ahí estaba yo, botando la pelota una y otra vez para calmarme un momento - Esto es malo, esto es malo, estoy muy nerviosa ¿Y si no le pego con suficiente fuerza? ¿Y si de nuevo me golpeo el rostro? - pensé yo - Tranquila, tranquila, tú puedes hacer esto, tú incomodas a la gente, no es al revés - Entonces suspiré, salté y con todas mis fuerzas lo realicé, pude notar, de nuevo, que todos se quedaron viéndome.
- ¡Lo siento! ¡Serví demasiado fuerte! ¡Ese balón fue fuera! ¡Discúlpenme! - hice una reverencia, que duró poco debido a que Sho-chan interrumpió diciendo:
- El... El... ¡El Gran Rey! - gritó -
- ¿Eh?
- ¡Senpaaaaai! ¡Enséñeme a realizar el servicio de Oikawa-san! - gritó Tobio-kun -
Un montón de signos de interrogación llenaron mi cabeza y lo único que alcancé a decir fue:
- ¿Eh?
- ¡Los de 1er año! ¡Apresúrense a limpiar el gimnasio! ¡Pueden regañar a Takeda-sensei si nos quedamos más de lo debido - dijo Dai-chan -
- No les hagas caso senpai - Chikara-kun puso su mano en mi hombro derecho y sonrió amablemente - Los de 1ero son un poco impresionables.
- Michiru-senp... Eh... Michiru-san... Puede venir a cambiarse si quiere - dijo Hitoka-senpai -
- Eh... Claro senpai, no te preocupes - le respondí con una sonrisa -
Al sonreírle, Kyoko-senpai rió un poco y luego dijo:
- ¿No es agradable que haya una chica más en el equipo? - Y miró a Hitoka-senpai -
- ¡Claro que sí! - respondió alegremente la asistente más pequeña.
- El mundo está en paz - dijeron al unísono Yuu-kun y Ryuu-chan.
Al volver de los vestidores, estando a punto de cerrar el gimnasio, Tobio-kun se acercó a mí, corriendo violentamente.
- ¡Seeeeeenpaaaaaaai! - me tomó de los hombros y empezó a moverme - ¡Enséñeme cómo hacer ese servicio!
- Oye... ¿Acaso quieres morir? - dije con un aura amenazante -
- ¡Pero es cierto! Michiru-san debió haber visto al Gran Rey para servir igual que él - dijo Sho-chan.
- ¿Qué es eso del Gran Rey? ¿Servir como él? ¿Qué demonios están diciendo?
- ¿Es que acaso el Rey no quiere hablar de su senpai? - dijo Kei-chan - Si quieres, yo puedo explicártelo.
- Bien dicho Tsukki - dijo Tadashi-kun.
- Cállate Yamaguchi -
- Lo siento Tsukki -
- Kageyama, debido a su estilo de juego, es llamado Rey de la cancha. El armador del Aoba Josai, es Tooru Oikawa y aunque solo por Hinata es llamado Gran Rey, sus habilidades sobrepasan las de Kageyama - paró por un momento - En síntesis, el primero es un dictador y el segundo un mandatario benevolente.
- ¡Tsukishima maldito! - gritó Tobio-kun.
- Sigo sin entender - suspiré.
- Pues, te lo explicaré yo Michiru-san - Asahi-kun se puso al lado mío -
- Eres un poco formal Asahi-kun, puedes decirme Michiru, ambos estamos en 3er año - dije esto mientras sonreía -
- Es cierto lo que dice, eres muy formal - Dai-chan habló - Eso no combina con tu apariencia de "salvaje" - dijo haciendo énfasis en lo último -
Esto pareció afectar a Asahi-kun, quien de la... ¿vergüenza? Se puso azul.
- Ehem... - tosió Asahi-kun para poder continuar - El Rey de la cancha fue el sobrenombre de Kageyama debido al modo de juego que tenía en secundaria baja -
- Así que es porque Tobio-kun juega increíblemente - interrumpí.
- No es por eso. Sí, él es un prodigio del volleyball, pero solía ser individualista a la hora de un partido, ese es el porqué del apodo, un dictador en el campo de juego -
- ¿Y qué es eso del Gran Rey, Asahi-kun?
- Así es como Hinata llama a Oikawa. Tooru Oikawa, al igual que Kageyama, es un armador y además, el mejor de la prefectura. Su arma secreta es un poderoso servicio, especializado en robar puntos.
Aunque presté atención a todo lo que Asahi-kun me contaba, no pude evitar pensar que, al igual que Dai-chan y Koushi-kun, él tenía una bonita sonrisa.
- ¿Es que todos aquí tomaron cursos para sonreír o algo así? - pensé.
- Oigan, Yacchan, Shimizu, ¿Quieren acompañarnos a comer algo? - les preguntó Koushi-kun.
- No podré, tengo quehacer - Kyoko-senpai no se anda con rodeos
- ¡Lo siento mucho senpai! ¡Tengo que preparar la cena! ¡Mi madre llegará temprano hoy! - dijo Hitoka-senpai.
- ¡Ah! No se preocupen, será la próxima ¿Y tú Michiru, nos acompañas?
- Eh... Claro Koushi-kun - dije levantándome de una de las gradas de donde estaba.
Asahi-kun, que seguía al lado mío también se levanta y me dice:
- Recién es tu primer día aquí en Karasuno y ya vas a llegar tarde a casa Michiru ¿No te van a regañar o algo así?
- ¡No! ¡Qué va! Mis padres casi nunca están en casa cuando llego, es que salen algo tarde de sus trabajos.
- ¡Eso es muy triste! ¡Seguro te sientes sola todos los días! - Dijo sollozando Sho-chan, quien llegó acompañado de los otros chicos de 1er año.
- Ya estoy acostumbrada, no te preocupes por mí - sonreí.
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Al terminar de comer, me despedí de los chicos y emprendí el camino a casa. Mientras caminaba sentí como si alguien estuviera siguiéndome, así que al voltearme para corroborarlo, me sorprendí al ver que Ryuu-chan y Yuu-kun estaban tras mío.
- ¿Qué diablos? ¡Sus casas no quedan por aquí! ¿Por qué me están acompañando?
- Es nuestro deber proteger al Ángel Blanco de Karasuno - Yuu-kun dijo - ¡Además estoy agradecido por salvar la vida de Ryuu!
- Senpai... Usted hace que el mundo esté en paz - Ryuu-chan habló con un tono serio.
- ¿Eh? ¿De qué demonios hablan ustedes dos?
- Cuando Kyoko-san sonríe... Los pájaros trinan, los sedientos beben, los hambrientos se sacian, la pobreza es erradicada... El mundo está en paz - dijo Ryuu-chan.
- Ryuu... - Yuu-kun estaba con lágrimas en los ojos.
- ¿Por qué me dicen esto? ¿Por qué no se lo dicen a la senpai? ¿Qué tengo que ver con la paz mundial? O lo que sea.
- Yacchan y tú, senpai... Ustedes... Hacen que la sonrisa de Kyoko-san sea posible - Ambos decían esto con lágrimas de alegría -
- ¿Qué tiene que ver esto con lo otro? ¿Qué es esa forma de hablar? ¿Cómo es que hablan con las chicas?
- Nosotros... No somos dignos de dirigirles la palabra a las chicas bonitas - dijo Ryuu-chan, mientras Yuu-kun asentía.
- Vaya, entiendo - dije - Oigan... ¿Qué tratan de decirme?
- Senpai, tú llegaste como si nada y de repente volteaste todo. No pensaste que éramos maleantes, no tuviste miedo de Asahi-san, actuaste rápido para sanar a Ryuu y haces servicios estupendos ¡Eres como la versión femenina de Daichi-san!
- E... está bien Yuu-kun, claro - Si él tuviese un don, sería el de causar repetidamente el tic en mi ceja - pensé.
Terminada esta conversación, ambos siguieron acompañándome. El camino que tomé era el mismo que recorrí para llegar por la mañana a Karasuno, pero igual, había algo raro, y eso no me dejaba tranquila. Nos tuvimos que detener súbitamente porque había tres personas que obstruían el paso.
- Oigan, oigan ¿Por qué la prisa? - dijo uno de los hombres, el que se encontraba en el medio.
- Necesitamos llegar a casa. Con su permiso - dije.
- La señorita parece algo apurada ¿Es que no quiere disfrutar del momento? - dijo el hombre de la derecha.
- ¡Senpai! - gritó Yuu-kun -
- Ya déjennos en paz... No estoy de humor para tratar con escorias como ustedes - dije con molestia.
- ¿Así que la gata tiene garras con las que rasguñar? Oye pequeña ¿Qué te parece si hacemos un trato - El del medio puso su mano en mi hombro.
- ¡Michiru-senpai! Ya déjela desg...- Ryuu-chan fue interrumpido por una mirada mía -
- Vaya, así me gusta, el trato es este: Estos dos hombres sujetan a tu novio y al chico de primaria, yo te sujeto a ti y así podremos revisar si tienen alguna cosa que pueda valer algo - dijo con una sonrisa - Si es que no se oponen, no los lastimaremos -
- Primero - lo interrumpí - Ryuu-chan y yo no estamos en una relación, mi novio vive en Kanagawa y juega al baloncesto. Segundo: Yuu-kun no es un chico de primaria. Tercero: Quítame tus sucias manos de encima -
En ese momento miré a los chicos de 2do y les dije:
- Ustedes dos, ni se les ocurra pelear aquí -
Cuando iba a otra preparatoria, un capitán de un club al que asistía solía decir que, los deportistas no deben mancharse las manos peleando, eso es cosa de los inadaptados que practican artes marciales. Ryuu-chan y Yuu-kun son unos espléndidos deportistas, por esa razón no iba a dejarlos disputar una lucha contra esos tipos.
El hombre del medio, se quedó observándome por un momento. Cuando estaba a punto de articular lo que iba a decir, le di un puñetazo en la cara y cayó al suelo. En ese instante los tipos restantes se abalanzaron contra mí.
- ¡Maldita zorra! - gritó uno - ¡Vas a pagar por lo que le hiciste!
A esos les di una patada en... Ahí abajo. Sin embargo, ellos pudieron levantarse y pretendían atacarme, para zafarme, le propiné un golpe en el estómago al de la izquierda y un cabezazo al otro, este último movimiento me fue enseñado por Hana-kun. El tipo del medio parecía haberse recuperado, pues pudo incorporarse y en ese momento intentó agredirme con un cuchillo.
- Eres un idiota si piensas que eso funcionará conmigo - le dije - Y él también se ganó una patada ahí abajo.
Seguí caminando como si nada y entonces recordé un pequeño gran detalle.
- ¡Neeee-saaaaan! ¡Estuviste increíble! ¡El Ángel Blanco de Karasuno sí que patea traseros! - decían ambos.
- E... Esperen, puedo explicar esto. Esperen otra vez ¿Qué es eso de nee-san? ¡Yo no soy una Yakuza! ¡Por favor no cuenten a nadie lo que vieron aquí!
Estaba totalmente desesperada, pero cuando me llamen nee-san mañana, iba a tener que inventar algo.
- Es por eso que no le tuviste miedo a Asahi-san ¡Tú das más miedo que él! - Gracias Yuu-kun, eso me halagaba -
- ¡Enséñeme a dar esos golpes nee-san! - gritaba Ryuu-chan.
- Oigan, solo acompáñenme a casa, mañana hablamos sobre esto ¿Está bien? - El tic que había aparecido en la ceja, también lo hizo en el labio inferior -
Cuando llegué, no pude evitar pensar en todo lo que sucedió hoy, desde mi excesiva formalidad con Yui-san hasta los golpes a esos tipos - Demonios... - dije - Y esto fue solo el primer día.
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¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches!
Es un gusto volver a escribir para todos/as ustedes, les agradezco infinitamente por seguir esta historia.
No hay día fijo de actualización, cada vez que lo hago es porque mi corazón me lo pide(?
Si Noya o Tanaka me salieron algo OoC, solo díganmelo.
Y ya saben, cualquier cosa que quieran acotar, pueden hacerlo en los comentarios ¡No sean tímidos! *guiña el ojo*
*Reverencia al estilo Michiru* Muchas gracias por seguir esta historia ¡Nos leemos pronto!