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#40. ¿Qué siento?
Tan solo habían transcurrido unos cuantos minutos de silencio, pero suficientes para que el sol se escondiera detrás de todo ese mar. No paraba de pensar en: ¿Qué hacer? Y sobre todo: ¿Debería hacer algo? Pero no pensaba con claridad. Acababa de besar a Mason y no es como si fuera nuestro primer beso, pero fue diferente. Fue uno lleno de sinceridad. Los demás solo estaban llenos de deseo. Eran rápidos y acababan en cuanto lo deseaba pero la diferencia de este fue que cuando nos besábamos yo no deseaba que acabara.
Y entonces supe por fin qué decir.
-Mason... -pero las palabras se desvanecieron como polvo en mi cabeza, ya no sabía qué le iba a decir. Tan solo porque me miró a los ojos, sus ojos café miel, hicieron que me olvidara de lo que le iba a decir y me inclinara hacia él tomándolo del cuello y hundiendo mis labios en los suyos-.
-Taylor. –Jadeó mi nombre en mis labios-.
Este beso contenía sinceridad, pero sin embargo la mitad era deseo. Mason me agarró del cuello y ahora yo moví mis manos a su abdomen y sentí sus músculos. Mason dejó de besarme en los labios para bajar a mi cuello, tiré mi cabeza hacia atrás para darle más espacio. Luego volvió a mis labios pero lento. Ese beso fue muy corto. Y ahora solo juntó nuestras frentes y me miró a los ojos con su reconocida mirada penetrante. Luego de solamente mirarme a los ojos, me besó la frente y me abrazó. Al alejarse me susurró algo al oído.
-Dame una oportunidad –me besó el lóbulo de la oreja y un escalofrío recorrió mi espalda-.
Luego un tono de mensaje sonó, era mi móvil. Al verlo tan solo bloqueé la pantalla. Era de Ryan. Pero al ver que no le contesté mandó otro. Y cuando me decidía entre responderle o no, llamó.
Era notorio que Mason se había dado cuenta de qué era, y no sabía si había visto la pantalla o lo había deducido.
-Contesta –murmuró-.
-No lo haré –respondí mirando la pantalla y esta se bloqueó automáticamente porque la llamada se cortó-.
-Tu novio debe de preocuparse, ya ha pasado más de media hora –habló tranquilo pero su lenguaje corporal expresaba otra cosa, expresaba que estaba tenso. Justo cuando le iba a responder algo... volvió a llamar.
Entonces contesté, mirando hacia el lado opuesto.
-Ryan –Contesté-.
-Taylor. ¿Dónde estás? Estaba preocupado... una gran caminada ¿No crees? –Ambos sabíamos que yo estaba mintiendo-.
-Sí... yo... ocupaba un poco de aire –Ryan suspiró-.
-No quiero que suene como acusación, pero sé que estás con Mason, es obvio, ninguno está en la casa. Vamos Taylor cuéntame... probablemente no me digas que ibas a ir con él a algún lado porque sabes que no me agrada pero... yo soy tu novio y... Taylor. Por favor dime si tienes que hablar conmigo porque sé que hemos estado distantes desde lo que le dije a Mason y probablemente estén hablando de ello en este momento. Pero ya te dije que lo siento y lo dije enserio. Dime si tienes que hablar de algo conmigo... ¿Sigues ahí?
-Sí –no supe que decir pero tenía que decir algo rápido-. Sí, sí tengo que hablar contigo de algo.
-Bien... creo que entiendo –su voz se fue apagando hasta que cortó-.
Me quedé viendo la pantalla y un susurro de "lo siento" me interrumpió cuando iba a hablar. Entonces lo miré con el ceño fruncido. Abrí la boca para hablar pero nuevamente me interrumpió.
-Siento haberme cruzado en tu vida –dijo y tomó mi cara entre sus manos-. Creo que esto no puede ser. Lo... yo... lo siento Taylor.
-No digas eso, no te atrevas a decir eso –fruncí más el ceño-.
-Taylor mírate, tienes novio. Eres hermosa, inteligente y te das a respetar. Yo, en comparación contigo, soy un desastre y no digas que no es cierto porque hasta yo lo admito. Lo siento, Taylor. Y Taylor... creo que tengo algo que contarte sobre mi madre... -Ladeé mi cabeza comprendiendo lo que me decía, y admito que me halagó-.
-¿Qué es? –Pregunté-.
-Ah... yo... -se secó las palmas en sus muslos-. Esto...
-No tienes que contarme. Está bien –pasé mi mano por su espalada-.
-Yo quiero contarte es solo que...
-No te salen las palabras, conozco ese sentimiento –su respiración se agitó mientras me miraba a los ojos sentía que iba a llorar... un segundo ¿Mason llorando? No, no lo creo-.
Se levantó pero en vez de seguirlo a él, tan solo lo seguí con la mirada.
-¿Me contarás?
-Cuando esté listo. Perdón por eso... También perdón por lo que hice –murmuró al final, no supe a qué se refería-.
Ya era tarde para preguntarle porque se había ido.
¿Qué mierdas pasó hace menos de 10 minutos? ¿Qué mierdas hice? Tengo novio y me confesé a Mason.
Sentía que el nudo en mi garganta crecía. Y los ojos me ardieron cuando no dejé salir a las lágrimas. Me quemaban los ojos pero no podía llorar. No por él, no por esto.
| Mason |
Me alejé a paso rápido y tan solo me di cuenta de que unas lágrimas cruzaban mi cara cuando un viento frío me chocó. Tan solo quería devolverme a la cabaña con Taylor, pero no podía, no podíamos llegar juntos. Ahora solo quería abrazarla y que mis brazos la calentaran. Quería escapar con ella... irnos lejos... y alejarnos del mundo. De su padre... del mío... de su hermano y de todos nuestros amigos, aunque fueran nuestros amigos... en este preciso momento no estaban siéndolo. Lo sabía aunque no lo demostraran. Porque si decíamos que nos gustábamos mutuamente la cosa se pondría fea.
No quería lastimarla, pero con tan solo estar cerca de mí le hacía daño. No quería que gracias a mis problemas le pasara algo.
No podía acercarme a ella hasta que no quedara en paz con Dereck y su gran grupo de apostadores.
(...)
| Jackson |
Mientras desayunábamos, sentía la mirada de Katherine sobre mí, supongo que era porque habíamos dejado algo a medias unas... 3 veces. Y no, nada sexual, pero no, tampoco la había besado con las ganas inmensas que quería de hacerlo.
En la mesa hablaban Cameron, Matt, Taylor y Ryan. Hablaban muy animado de no-sé-qué cosas y reían de otras no-sé-qué cosas, Zoe estaba muy concentrada en la comida y yo intentaba concentrarme en eso. Pero Kath me miraba constantemente. Mason, quien se encontraba a mi lado me dio un codazo cuando Kath no miraba, lo miré de reojo y me indicó con el tenedor hacia Kath, asentí, admitiendo que sabía que ella me miraba y el me dio una sonrisa vacilona y le comenzó a hablar a Kath.
-Oye Kath... -ella lo miró con las cejas levantadas y comida en su boca-. Una pregunta. ¿Quién crees que debería dar al primer paso a una relación? Talvez no a una relación, pero si a algo... sencillo.
-¿A qué se debe tu pregunta? –Kath se mordió el labio inferior-.
-Una pregunta cualquiera –se encogió de hombros-. ¿Te incomoda? –Alzó una ceja-.
-¿Por qué me incomodaría? –Dijo Kath-.
-¿Entonces por qué no respondes? –Le pegué un rodillazo para que dejara la conversación-. ¿Entonces eres tú el incómodo? –Se rio solo-.
-¿Qué? –Solté-. Yo ni estaba en la conversación –fruncí el ceño-.
-Ahora lo estás. Respóndanme ambos –hizo un baile con sus cejas-.
-Yo pienso que hombre o mujer... quien se atreva primero... supongo.
-¿Y tú Kath?'
-El hombre... no es que sea algo machista... solo digo que sería más romántico. Más especial para el inicio de una relación. Solo digo... -y volvió a su comida y el resto del desayuno no me miró de nuevo-.
Cuando recogíamos los platos tuve una idea bastante bizarra de besarla. Mencioné que quería más refresco, la verdad es que no quería. Pero ella sí, entonces fuimos a la cocina y ella tomó de la boca de la botella y me lo tendió, yo negué con la cabeza sonriendo, cuando terminó de tragar lo que había tomado abrió la boca para hablar pero no la dejé. Tomé su cara entre mis dos manos y la besé. Le tomó por sorpresa pero luego de unos segundos me siguió el beso.
Dejé mis manos donde estaban pero me separé un poco. Sonreí al ver su sorpresa.
-Te quiero... -dije-. Sé que esto no va a funcionar pero de todos modos quería intentarlo.
-También te quiero, Jack. Y sí, talvez tengas razón, talvez esto no funcione porque vives en nueva york. Pero... besas muy bien –seguido de eso pasó sus brazos alrededor de mi cuello y me besó-.
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