Desperté al sentir una fuerte presión en mi cuello, abrí rápidamente los ojos encontrándome a Damon con ambas piernas a mis costados y con una de sus manos sujetándome el cuello con fuerza.
-Damon suéltame- Dije firme.
-Esta vez no te dejare ir maldita perra, me las pagaras-Dijo haciendo más presión aun.
-Damon soy Al-Dije sujetando su mano como si eso me ayudase de algo.
-O vamos Katherine no puedes caer más bajo?-Preguntó.
-Damon no soy Katherine, no se...-No pude terminar de hablar ya que alguien entro rápidamente sacando a Damon de arriba mío y lo estampó contra la pared, sujetándolo del cuello. Gracias a dios era Stefan.
-Stefan suéltame, porque la ayudas?-Pregunto enfurecido.
-Lo mordió el licántropo, llego a la etapa de las alucinaciones, piensa que soy una tal Katherine-Dije.
-Lo encerrare abajo- Dijo saliendo a velocidad vampírica con Damon.
Me dirigí a mi armario, agarre un pantalón de negro, una remera blanca corta y mis converse blancas . Fui al baño tome una ducha, me vestí, maquille y peine. Salí del baño, tome mi chaqueta de cuero, me asegure que tuviera dos estacas, una en cada manga y me la puse.
Baje las escaleras y me dirigí a la cocina, allí se encontraba Stefan. Pase por su lado fui a la heladera y tome lo primero que encontré, una simple manzana, le di una mordida, pase nuevamente por al lado de Stefan ya estaba por salir de la cocina cuando...
-Necesito que te quedes aquí con Damon, necesito encontrar una cura- Dijo.
-No me quedare aquí Stefan, tú te quedas y lo cuidas, yo iré por la cura-Dije saliendo rápidamente.
Salí de la mansión y me subí a mi nuevo auto. Tome mi celular y llame a Davina, una vieja amiga de Nueva Orleans. De mientras que el celular sonaba, acelere el auto saliendo de la mansión Salvatore justo cuando Stefan se acercaba al auto.
-Alcómo estás?-Se escuchó del otro lado de la línea.
-Bien y tú?-Pregunté.
-Sigo encerrada en esta aburrida iglesia, necesitas algo?- Preguntó.
-Si, necesito que localices a Nicklaus-Dije.
-Mikaelson?-Preguntó como si estuviese loca.
-Al grande y único-Dije con sarcasmo.
-Estás loca...
-Davina lo necesito y rápido-Dije cortándola.
-Okey, en cuanto tenga su ubicación te la envió-Dijo y corte.
Estacioné el auto y termine de comer mi manzana, hasta que mi teléfono sonó.
*Mensaje*
Davina: Klaus esta en el departamento de Alaric.
Encendí el auto y lo lleve a fondo hasta el departamento de Ric, no se que haría si algo le pasara.
Baje del auto, subí el ascensor y me dirigí a su puerta, entré sin más, encontrándome a Elena o tal vez a Katherine y a un hombre de cabello claro con unos hermosos ojos de un verde indefinido.
-Déjame adivinar, eres Nicklaus Mikaelson?-Pregunté.
-El grande y único amor-Dijo él con un hermoso acento británico.
-Por fin tengo el placer de conocer a mi ex cuñado-Dije sonriente.
-Mmm adivino eres la novia de mi pobre hermanito Kol, no es así?-Dijo sonriendo arrogante.
-La misma- Dije, me contuve de reclamar por Kol, Damon no tiene mucho tiempo, podría atacar a alguien.
-Y bueno querida Alanna, si mal no recuerdo, que hizo que llegaras a mi?-Preguntó.
-Necesito tu sangre Klaus, solo un poco-Dije.
-Entiendes que no puedo ir por el mundo donándole mi sangre a todo el que se le plazca y menos teniendo tantos enemigos-Dijo caminando por la habitación.- Porqué debería dartela?
-Bueno verás un lindo lobito mordió a un amigo y necesito la cura-Dije pasando mi mano por los muebles.
-Imagino que mi hermano te contó sobre la cura. Te la daré, pero debo recibir algo a cambio.
-Pide lo que quieras, haré todo lo que esté a mi alcance.-Dije, al momento que puse un pie en este departamento supe que tendría que hacer algo por él.
-Quiero que me acompañes en mi búsqueda de licántropos, además de que quiero que el viaje sea divertido.-Dijo sonriendo.
-Esta bien, déjame entregarle la cura a mi amigo e iré contigo.-Dije caminando hacia él.
Tomo un frasco, mordió la palma de su mano y vertió la cantidad necesaria de sangre.
-Gracias-Dije alzando la mano para tomar el frasco pero el lo retiro.
Se dirigió a la Doppelgänger y la miró fijamente a los ojos.
-Katherine vas a acompañar a Al a llevarle la cura a su amigo-Dijo usando la hipnosis, a lo cual Katherine asintió.- Confío en tu palabra Alanna -Dijo entregandome la cura. Asentí mirándolo a los ojos, tome la cura y me fui junto a Katherine.
Cuando salimos del edificio me dirigí a mi auto.
-Bueno un placer conocerte-Dijo dando la vuelta y siguiendo su camino.
-Lo mismo digo perra-Dije.
En un abrir y cerrar de ojos me había estampado contra el auto, tomándome por el cuello.
-Mira maldita, un vampiro ya destrozo mi antiguo auto y tu no le harás ni un rasguño, asique te marchas o te mato? Tu decides-Dije sonriendo.
Sonrío y junto con su sonrisa aparecieron las venas debajo de sus ojos, acerco sus colmillos a mi cuello. De un rápido movimiento saque una estaca de mi manga derecha y se la clave por la espalda a la altura del corazón, su cuerpo callo al suelo en forma de cadáver. Mire a un lado y al otro asegurándome que nadie hubiera visto aquella escena, tome un brazo de Katherine y la arrastre hasta que llegue a la cajuela del auto, la abrí y la tire dentro. Subí a mi auto y me dirigí rápidamente a la mansión Salvatore.
Estacione el auto y entré a la mansión encontrándome con Stefan en la sala.
-Stefan ve a mi auto y desaste de lo que tengo en la cajuela-Dije pasando por su lado dirigiéndome a las escaleras.-Digamos que atropelle a una perra-Aclaré.
Stefan salió a hacer lo pedido, subí las escaleras y me dirigí a la habitación de Damon, allí me encontré a Elena a punto de darle un beso a Damon.
-Elena, se que no me conoces pero me puedes dejar un momento a solas con Damon?-Pregunté.-Oh lo siento no sabia que interrumpía-Dije inocente.
-Tranquila no pasa nada, supongo que eres Alanna, estuvo preguntando por ti todo este tiempo.-Dijo saliendo de la habitación.
Me acerque a Damon y me senté en el borde de la cama mientras que con mi mano acariciaba su hermoso cabello negro.
Destapé el frasco, pasé mi mano por detrás de su cabeza ayudándolo a beber.
-Conseguí la cura para ti Damon-Dije sonriendo.
-Muchas gracias Al-Dijo con sus parpados pesados.-Lamento haberte atacado.
-No Damon, gracias a ti, por salvarme del accidente, de tu hermano, del hombre encapuchado y por conseguirme otro auto cuando no tenias por que.-Dije-Eres un gran hombre, no importa lo que digan de ti eres perfecto tal y como eres, no eres autodestructivo ni nada de eso, aceptas tu naturaleza, no vas por la vida asesinando gente, bueno no siempre.-Ambos reímos-Se quien quieras ser, que nadie te cambie Damon-Me incorporé y bese su mejilla-Te quiero Damon, tal y como eres. Lo de esta mañana no es nada.
-Por que esto suena a despedida?-Pregunto aún con su voz débil.
-Porque es una, volveremos a vernos Salvatore -Dije saliendo rápidamente de su habitación.
Escuche a Damon llamarme pero lo ignoré, aún se encontraba débil como ara detenerme.
Salí de la mansión y me encontré a Stefan regresando con una pala en la mano.
-No se como conseguiste matar a Katherine, pero gracias-Dijo llegando frente a mi.
-No hay de que Stef, ya le di la cura a Damon, dale sangre, aún esta débil-Él asintió- Adiós Stef, nos veremos pronto.-No sabia cuanto tiempo sería pronto, solo espero que no demasiado.
-A donde vas?-Preguntó.
-Conseguí la cura, quien me la dio quería algo a cambio, estaré bien.-Dije.
-Quien te dio la cura?-Preguntó.
Me acerqué a él y lo abracé.
-Eso no importa ahora, no me busquen-Dije en su oído y sin darle tiempo a reaccionar rompí su cuello, de lo contrario me seguiría.
Subí al coche y regresé al departamento de Alaric.
Estacione el auto y entré a su casa.
-Aquí me tienes Klaus-Dije.
-Y Katherine?-Preguntó con una sonrisa.
-Descubriendo que hay del otro lado-Dije mirándome las uñas como si nada.
-Me hiciste un favor-Dijo aún sonriendo.
-De nada cariño-Dije guiñandole un ojo.-Donde esta mi tío?-Pregunté.
-Quien es tu tío?-Preguntó alzando una ceja.
-Alaric, el dueño de este apartamento-Dije obvia.
-La última vez que lo vi estaba en la casa de los Gilbert, desde que mate a su novia vive allí-Dijo.
-Por dios Nicklaus, ya tenía una vida miserable como para que sufriera esto-Dije enojada.
-No me interesa en absoluto-Dijo.
-Eres un egocéntrico -Dije gritándole.
-Te di la maldita cura, no hagas que me arrepienta-Gritó.
No contesté.
-Bueno ya basta de tonterías , nos vamos.-Dijo tomando su bolso y saliendo.
-A donde?-Pregunté.
-A buscar una manada de licantropos para convertirlos en híbridos-Me informo.
-Necesito mi ropa-Dije.
-Dime donde esta, yo voy por tus cosas y tu me esperas en el Grill-Dijo.
-Esta en casa de los Salvatore, ni un solo rasguño a ellos entendido?-Dije y asintió con una sonrisa maliciosa.
Subí a mi auto, tomé mi telefono y llame a Damon.
-Donde diablos estas?-Dijo un Damon enojado.
-Eso no importa, Klaus esta de camino a la mansión, no va a hacer nada malo, solo no lo hagan enfadar.-Dije.
-Cómo sabes de Klaus? Por favor vuelve me tienes preocupado no se que haría si te pasara algo-Dijo triste.
-No puedi, lo siento no me busquen, sigan su vida y cuídense-Corte la llamada mientras una lagrima rebelde bajaba por mi mejilla, la limpie rápidamente y estacioné frente al Grill.
Entré y tome asiento en la barra.
Pedí una botella de Bourbon y me puse a pensar. No solo estaba mal por dejar a los Salvatore, sino por lo de Ric, lo amo como si fuese de mi sangre y que este con los Gilbert me pone los celos a mil, ademas de que todo este tiempo me mintió, dijo que no estaba en Mystic Falls cuando no era cierto.
Sentí la campana de la puerta sonar, tal vez no sea tan mala idea irme ahora, Ric tiene su vida yo solo necesito mi vampirismo y por ahora estoy bien así, con mi humnidad.
Me giré y vi al sexy híbrido original dirigiéndose hacia mi, tal vez no sea mala idea olvidarse un poco de todo y abrirme a conocer a Klaus.
Al fin de cuentas, que tan malo podría ser?