—¡Oh Jimin! — escucho la voz ronca de Hoseok mientras una sonrisa falsa se apodera de su boca, el miedo crece y palpita dentro de mi cuerpo cuando él, finalmente, mueve su cuerpo para quitarse de encima. Sin importar nuestra amistad, nuestros secretos, todas esas cosas que hacemos por el otro, hyung nunca podrá tener más o la misma relevancia en sus acciones y opiniones sobre las de Jimin cuando se trata de mi. Él y yo, lamentablemente lo sabemos.— Perdón, no sabía que...
¿Cómo terminé en una situación así? Entre un hombre agresivo y uno que no puede hacer más que soportar.
—Déjalo así Hoseok. Taehyung, querido.— veo su sonrisa hipócrita mientras, ese caminar tan conocido se apodera del espacio, ese cuerpo, menudo y con más masa corporal que el mío se desliza por la oficina con un solo objetivo: llegar hasta mí.— ¿Dónde estabas metido mi amor? — su voz falsamente risueña se mete por mis oídos como una balada cuando lo veo acercarse, inclinarse y finalmente, dejar un beso amargo sobre los labios.
Un beso que no es más que el inició para el desastre, uno que acabará conmigo tarde o temprano.
—Y-Yo...
Mi corazón se va a salir en cualquier momento.
¿Qué hice con mi vida para temer tanto?
—¿Hoseok, te importa si me llevo a mi esposo? En realidad, no creo que te importe, tu sabes... — su tono se eleva lentamente mientras ladea la cabeza para mirarlo con egocentrismo, confirmando eso que los tres sabemos sin necesidad de palabras. El escalofrío se mete por mi piel cuando mi esposo estira la comisura de sus labios en esa sonrisa que conozco tan bien, esa que, hace años, era la perdición en mi vida. El motivo de muchas cosas que no debí hacer.—Tengo una reunión y debo llevar a mi esposo, ya sabes como son las reunión con los jefes, si vas acompañado con alguien lindo de ver ellos te toman en cuenta sobre los demás. Sin ofenderte, Taehyungie.
—Bueno... Está bien, no hay ningún problema.—Los escucho hablar un poco con falsa modestia cuando en el fondo de mi ser pienso que en cualquier momento se van a matar entre ellos. Golpeándose como si de animales se tratase.
—Bien .—siento sus dedos moverse lentamente en armonía junto a su mano hasta que, en medio de palabras de vacías, da con mi nuca.— Vamos amor, debemos arreglarnos.— las imágenes, las escenas que tanto pavor me producen regresan poco a poco cuando él tiende su mano para levantarme, lo siento respirar y no pasa mucho hasta que gira el rostro, tocando con cierto cariño que alguna vez tuvo. Con ese sentimiento que en algún momento, ilusamente me hizo pensar que podría tener ese amor que deseaba, lograr ese ideal de un felices por siempre.
Trago con fuerza mientras me permito recordar aquel chico; ese adolescente de ojos pequeños y sonrisas grandes, con ese diente torcido y esas manitas regordetas que me permitían consentirlo. Recuerdo sencillamente a ese Jimin de hace tanto, cuando no teníamos demasiadas preocupaciones o presiones. Recuerdo todo eso cuando él acerca su rostro al mío, desviándose hasta dejar su boca sobre mi oído.
—Despídete.
Lo escucho gruñir con amargura por lo bajo para luego, y de esa forma que ahora debo soportar, sentirlo separarse de golpe. El nudo sigue presente mientras lo veo estirar su mano en dirección a Hoseok, deseándole un feliz día a la espera de mi cuerpo.
¿En qué momento dejamos de ser nosotros mismo?
—Lo mismo digo.— la tensión es tan grande que incluso se puede cortar.
—Y-Yo... Hasta luego Hoseok hyung. Nos veremos luego.— trago con dificultad cuando Jimin pasa su mano por mi cintura.
—Jimin quería preguntarte algo.— le escucho decir a mi mejor amigo.
—Dime querido. ¿Necesitas algún favor?
—Mi madre hará una pequeña reunión hoy por la noche ¿Te importaría si te robo a Taehyung-ah por la noche? Mi madre lo quiere como un hijo y ya sabes...
—Estaría encantado, pero temo decirte que no puedo.— Mentira.— La reunión de hoy es larga y saldremos algo tarde. Con gusto, será en otra ocasión.
—No hay problema, mañana en la noche también ser hará otra, así que están invitados.— ¿Qué?
—Gracias pero no será posi...
—Está bien, están invitados los dos.— sonrió y se acerco.— Hasta mañana Taehyung.—revolvió mi cabello en ese gesto que tanto aprecio le tengo y sin más, lo siento dejar un besito en mi mejilla.
Hyung, soy hombre muerto.
[...]
—¿Estás listo? —gritó desde la planta baja.
—S-Si.— chillo apresurado intentando atarme la corbata. ¡A la mierda! No se ve mal hoy en día andar sin ese trozo de tela insignificante.
—¡MUÉVETE! — gritó molesto, una segunda vez. Dejo la corbata a un lado antes de echar un último vistazo para salir de la habitación, cuando Jimin-ah dijo que tendríamos una reunión con sus jefes no estaba mintiendo. Honestamente, esperaba que fuese una excusa.
Al llegar a casa lo primero que hizo Jimin fue subir a bañarse y arreglarse, obviando por completo ese tema que pensé tocaría apenas pasáramos la puerta principal, pero no. El sólo hizo eso, anunciando que al salir de la ducha debería vestirme y arreglarme con ese traje vino que escogió para mí.
—¡Mueve ese culo! — el miedo me corroe poco a poco cuando lo veo girar de golpe, gritándome.— No puedo esperar toda la vida por ti. ¡MUÉVETE KIM TAEHYUNG!
Algo anda mal aquí.
Jimin-ah no grito, no me insulto más de lo normal cuando regresamos y, a pesar de compartir el viaje en auto desde el hospital, simplemente se limitó a crear un silencio incómodo. Él no me miro ni toco en ningún momento.
—¿Dónde será la reunión? —pregunto desde el asiento del copiloto, ignorando el frío de la noche que desea meterse por debajo de la ropa.
—En el salón especial del Hilton.—soltó. — Dios, eres tan lento Taehyung... No eras tan inútil cuando éramos novios — indignante. —Eres tan inútil...A veces, de verdad, me gustaría golpearte cuando estás durmiendo.
—¿Q-Qué?
No de nuevo.
—¡Aparte de inútil también sordo! — Gritó. — Te juro por dios que a veces no sé porque mierda me case contigo, Taehyung — un cuchillo directo en el pecho. Me lastima, me lastima mucho y a el sencillamente no le importa. No le importa nadie que no sea él o su trabajo. — Eres solo un estorbo ¡No necesito un esposo que no sepa hacer una mierda! Si empiezas a llorar Taehyung, me va a importar una mierda la reunión y vamos a regresar a casa. Te daré una puta razón para llorar... ¡Deja de hacerlo Kim Taehyung!
¿De verdad dijo todo eso? ¿De verdad...soy solo un estorbo?
Es... Es... Es despreciable.
—Cuando regresemos a casa tendremos una larga charla Taehyung ¿Dónde mierda estuviste toda la puta noche? — gruñe una vez más cuando el auto se detiene en el semáforo. Esa luce pequeña y redonda de color rojo parece ser más que solo eso, parece ser el punto que marcará otro recuerdo amargo.
—Y-Yo salí con...con l-los chicos.
—Deja de llorar — ordenó mientras de reojo, veo su ceño fruncido y sus manos apretando el volante. Él realmente se está conteniendo. — No quiero que piensen que te pego, imbécil. No pienso llegar contigo hecho un desastre,con ese montón de mocos y lágrimas en la cara. ¡Compórtate como un adulto!
¿Dónde quedó el otro Jimin? Ese chico romántico y coqueto que nunca me diría algo como eso. Ese que más de una vez fue motivo de felicidad... ¿Acaso hice algo mal? entiendo que tal vez deje que Hoseok me tocara un poco, más allá de lo que implica una amistad, pero no es justo que Jimin-ah me trate de esta manera.No lo es, además él ni siquiera sabe que Hoseok y yo nos damos besitos.
Hay muchas cosas que Jimin no sabe.
Al salir del ascensor, siento ese sabor amargo en la boca, ese sentimiento desagradable y de rechazo cuando mi esposo estira su mano en dirección a la puerta, abriéndola y dejándonos ver un hermoso y gigantesco salón.
Una reunión más que no podré disfrutar.
—¡Jimin-ssi! — giro para ver al hombre canoso, ese hombre al cual conozco desde hace unos años, el mismo hombre canoso que Jimin llama jefe. — Qué bueno que viniste.— sonrió.
—Hola señor Min, es un placer estar aquí esta noche. Muchas gracias por tomarse la molestia de invitarnos ¡Cierto! Ya lo conoce, es mi esposo. — sonrío amargamente formando parte de ese espectáculo innecesario, ese en el cual todos se alagan, todos de idolatran y felicitan por ser los reyes del mundo.
—¡Oh Taehyung! ¿Cómo esta mi chico favorito? — preguntó.
-Bien señor Min, ¿Cómo se encuentra usted? – lo último que quiero esta noche es que también me griten por no ser amable.
—Bien pequeño niño...Dime Jimin ¿Cómo estuvo el contrato con Cheol?
Me tomo la libertad de admirar el lugar cuando mi esposo y su jefe comienzan a caminar, adentrándose más al salón mientras, por obligación, sigo tras ellos como un perro faldero. Esto no se supone que sería. Lo que estábamos esperando, o bueno, lo que yo estaba esperando era algo totalmente distinto. Se supone que cuando Jimin-ah me lleva a una de sus reuniones no me aleja de él en ningún momento, todo lo contrario, me toma por cintura y me presenta con todos como su marido, un bonito trofeo al cual tiene en casa. Reconozco algunos de los rostros de los compañeros de trabajo de Jimin mientras, a lo lejos, muy cerca de la mesa de licores diviso ese cuerpo; alto con esa cabellera negra. ¿Qué hace aquí?
Miro de reojo a mi esposo, sumido en su charla con su jefe y algunos amigos, alagándose mutuamente hasta llegar a ese punto en el cual ni siquiera notan mi existencia.
Silenciosamente me separo de él para ir en dirección a aquella cabellera que conozco desde hace mucho.
—Hola señor de Min.
—¡Por dios, ¿Cuántas veces debo decir que mi apellido es Jeon?! ¡Jeon! Maldit... ¡Ay por dios! olvida lo que escuchaste...
—¿Y con esa boquita comes?
— ¡Jódete hyung!... Carajo, olvida eso también. ¿Cómo amaneciste? No te vimos cuando despertamos.
Cuanta dualidad.
—Bien, con algo de resaca... ya sabes.— si claro. — Hoseok me llevó a casa, tu sabes como es Jimin cuando estoy mucho tiempo fuera. — No tienes ni la más mínima idea de lo que es capaz.
—Claro, Yoongi es así cuando estoy mucho tiempo fuera de casa. Todo posesivo, todo enano y malhumorado... Es una cosita... Por cierto ahora que lo recuerdo, ¿No escuchaste gemidos ésta mañana? No creo estar loco, sé que olvido cosas y a veces me pierdo sin razón alguna pero puedo jurar que escuche a alguien gemir.
— No, no escuché nada, a lo mejor es tu imaginación Jungkook.
Mierda, esto me pasa por ser ruidoso en la cama...Bueno, técnicamente no tuvimos sexo. Digamos que fue una probadita de la vida, si, eso fue.
—Tal vez ya estoy delirando... En fin, hyung anda por ahí, ya sabes, siendo él, todo patoso y torpe pero es un poco difícil encontrarlo con su tamaño tan pequeño... Sabes Taehyung hyung, me gusta la flexibilidad de Yoongi, puedo hacer que se doble casi por completo, te juro que una vez pensé que lo había partido por la mitad, dios su cuerpo se ve tan delicado... Es una cosita en toda la expresión.
—No sabia que mi desempeño sexual es un tema de conversación en este tipo de lugares... — veo sus ojos de bambi abrirse de forma chistosa y no puedo evitar recordar cuando Jimin y yo eramos adolescentes, con esos chistes candentes y fuera de lugar. Con esas peleas que era más un juego de coquetería... Cuando él y yo eramos distintos. — Tu y yo tendremos una larga charla Jeon Jungkook.
—Hola cielito mío. — Lo escucho decir ese mote chistoso antes de dejar un beso en la mejilla de su novio.
—No tendremos sexo en los próximos meses, Jeon Jungkook— gruñó.
—Repítelo hasta que te lo creas glúteos hermosos. — Dios, estos dos son un desastre. ¿Cuánta ocurrencia cabe en el cuerpo de Jungkook?
—A veces me pregunto cómo es que no se han matado entre ustedes.
—Porque si él me mata no se va a aguantar y se va a matar también solo para ir a joderme en el infierno. — gruñó YoonGi en medio de un puchero muy chistoso para su edad. — Hablando de todo ¿Dónde coño te metiste está mañana?
—Fui a casa.
—Ya veo... Taehyung, ésta mañana alguien estaba gimiendo por todo lo alto como si estuviera recibiendo el mejor sexo en su vida con un grandioso macho tres piernas ¿Escuchaste algo por casualidad?
Nueva nota mental: No gemir más nunca en la puta vida.
—N-No... debe ser imaginación tuya.
—No lo creo. — sonrió con diversión.— Escuche muy bien cuando esa persona pidió más.
—¡HEY JUNGKOOK! — Jeon, sin problema alguno, gira para hablar con ese hombre de traje oscuro, dejándonos a Yoongi y a mi solitos.
—Sigo insistiendo que debe ser tu imaginación.
—No lo creo... La próxima, asegúrense de cerrar la puerta con seguro Taehyung. Si hubiera sido Namjoon o alguno de los chicos que los hubiera visto nada bueno hubiera salido de eso ¿Lo entiendes? — susurro sonriendo con complicidad. — Además, se ve que ese hombre sabe lo que hace ¿Desde cuándo ustedes dos...ya sabes, follan a gusto?
—Y-Yo... Ah... N-No, digo, Hoseok y yo no follamos. — Es cierto, solo nos besamos y nos toqueteamos un poquititito por encima de la ropa, o nos frotamos levemente cuando nos damos besitos y se sube un poco la calentura pero eso nada más que eso. — Eso solo fue... — ¿Qué le digo? ¿Un favorcito? ¿Un saludo de buenos días? Nah, no creo que un saludo de buenos días entre dos mejores amigos sea con uno de ellos penetrándole el ano al otro con los dedos mientras están en una casa ajena.
—¿Solo fue? — insistió. — Dilo con confianza no los voy a juzgar, tal vez los demás sean tontos pero yo no, sé muy bien que ustedes se miran con algo más que una amistad... Como si tuvieran algo muy grande entre ustedes. — Bueno sí, Hoseok tiene algo muy grande y grueso entre sus piernas y ajnfk ¡Mierda debo concentrarme! No es hora para morbosear Kim Taehyung.
—Fue...algo...
—¡Listo! ¿En qué estábamos? — salvado por Jungkook.
— ¿Alguno de ustedes conoce a un tal... Baek?
—¿Un tal qué? — dijo Jungkook algo confundido. — ¿Estábamos hablando de eso?
—Baek... No me preguntes todo el nombre porque no tengo ni puta idea de cómo se llama ¿Lo conoces?
—No... La verdad no me suena de ningún lado. ¿A ti te suena de algún lugar, mi amor? ...Oye glúteos hermosos te hice una pregunta. — chasqueó los dedos frente al rostro de Min.
—Y-Yo... yo tampoco se dónde vive — ¡Te tengo!
—Escúpelo Yoongi.
—Y-Ya dije que no.. ¡Oh, alguien dijo mi nombre! Y-yo...Y-ya... Adiós — balbuceó.
—Mi cosita no sabe mentir... — sonrió Jungkook mirando a la misma dirección por donde se fue Yoongi. — ¿Quién ese es tal Baek? Acaso tienes un amante ¿Un nuevo noviecito? ¿Algo... casual? Cuéntamelo todo hyung...
—Creo que Hoseok está comprometido.
—¡QUÉ!
—Que creo que Hoseok est...
—¿De qué hablan? — ¿Ahora si se acordó que tiene un esposo?
—Nada. — respondo, inevitablemente, lo más cortante posible cuando su mano se toma la libertad de moverse por debajo de la tela de mi camisa.
—No parece ser nada... ¿De qué estaban hablando Jungkook?
—Bueno... En que... En que ¡Ay diosito soy yo!... Hyung no me mires así, hablamos sobre proponerle matrimonio a Yoongi.
—¡¿Qué?!
—Si bueno...— ¡Mierda esta hablando en serio!— Ya creo que es hora de dar el otro paso y Min me lo ha insinuado en algunas ocasiones así que le pedí a Taehyung consejos para ello.
—¡Te felicito hombre! — Jimin le dice con ese tono alegre mientras se acerca para darle un abrazo. — Ya venía siendo hora. Espero nos inviten a la boda.
—Prometo ayudarte en todo lo que me sea posible. —¡Min se va a casa!
—Lo sé, pero ahora iré a buscar a mi pequeña cosita. Disfruten la fiesta chicos, por cierto, mañana tendremos una reunión de amigos en casa de la mamá de Hoseok no lo olviden. — Fue lo último que dijo antes de darse la vuelta para ir por su novio, a disfrutar de la reunión de abogados.
—Vamos amor... — escucho ese mote cariñoso mientras veo a Jimin frente a mi cuerpo, con esa bonita sonrisa sincera mientras tiende su mano en mi dirección. ¿Quién entiende a este hombre? — Hay más personas que te quiero presentar... — susurró, tomando mi mano para caminar al centro del salón, no sin antes decir eso que fue el sabor amargo.
A veces, solo a veces, me pregunto si de verdad conozco a mi esposo. Si de verdad sé quién es Park Jimin.
— No te emociones, no irás a esa estúpida reunión mañana en la noche.
*
*
¿Cómo que no va para la party? ¿Nos damos putazos o qué, Mimi?
Preguntas;; ¿Mimi es malo realmente o Tete juega con él? ( ͠° ͟ʖ ͡°)
Eso y más en los próximos capítulos.
Bai.