Patito Feo Segunda Temporada ~ (Harry Styles y tu)

Capitulo 48

– Camina, _____. –me dice, pero no puedo, me quedo mirándola fijamente sin hacer nada, ella hace lo mismo.– _______. –me susurra al ver que yo comienzó a dar pequeños pasos a ella.

– Lo lamento... –me dice y veo como trata de ahogar un sollozo.– de verdad lo lamento... yo no quería que esto pasará... yo...

– Pero ha pasado. –le digo enfadada.– ha pasado y ahora por vuestra culpa la vida de Harry pende de un hilo. –mi voz se quiebra con cada palabra.

Harry había despertado, pero eso no quería decir que estubiera fuera de peligro, lo sabía.

– Nosotras... nosotras pensábamos que tú venías en el auto. Sólo quisimos asustarte. Pero el auto perdió el control y cuando quisimos detenernos fue demasiado tarde. –ella estaba llorando y yo sólo la miraba seriamente.–

– ¿Por qué lo habéis hecho? ¿Qué os he hecho yo? –le preguntó, ella se me queda mirando y limpia sus lágrimas con el brazo que no tenía nada.

– Porque tenéis lo que nosotras queríamos. –y de inmediato lo entendí. Tenía a Harry, ellas estaban completamente obsecionadas con él.– pero he caído en la cuenta, con lo que ha pasado creo que es suficiente. Podéis estar tranquila, que ya no te molestaré más.

No sabía si creer completamente en sus palabras, pero se veían sinceras. Yo sólo asentí con la cabeza y miré a Jenny para comenzar a caminar, no tenía nada más que decirle.

Sonrió un poco al llegar a la habitación donde se encontraba Harry. De nuevo podría ver aquellos hermosos ojos y volver a escuchar su voz.

– Ahora nos han dado unos minutos más de visita, Anne ha entrado hace poco, luego podréis entrar tú. –me dice Chris y me abraza por los hombros. –mis ojos se llenan de lágrimas... no de dolor, ni de tristeza, si no, de emoción.– ¿Por qué lloráis? ¿No deberíais estar contenta?

– Lo estoy. –le digo.– lo estoy... y mucho. –él acaricia mi mejilla y me sonríe.

Mi corazón se acelera al escuchar como la puerta se abre. Anne sale de ella con lágrimas en los ojos, igual que las mías, de emoción.

– Podéis entrar. –me dice solamente. Su tono de voz me ha desconcertado. Veo como camina hacía algún lugar y desaparece. Miró a los chicos preocupada.

– Vamos, entra. –cierro los ojos fuertemente y me dispongo a entrar nuevamente a aquella habitación.

Al entrar le veo como mira hacía la ventana y como su pecho sube y baja lentamente. Camino a paso ligero sin que se noten.
Me quedo observándolo encantada, aún no se ha dado cuenta de mi presencia. Tomo su mano y él me mira al instante, un poco asustado. Algo sucedía.

– ¿Quién eres?

Me pregunta, y mi corazón, se para.