Patito Feo Segunda Temporada ~ (Harry Styles y tu)

Capitulo 32

— ¡Esto no debe ser cierto! —le grité a Harry ya en el descanso, él solo miraba a un punto fijo, seriamente. Por lo que pude ver estaba igual que yo de sorprendida, la universidad no admitía chicos en está temporada, sólo si eran casos especiales. Algo más que me había sorprendido de que ella estuviera acá.
— Estoy igual que tu, princesa. Muy sorprendido. —ahora si me miraba, me acerque a él y quede entre sus piernas.
— ¿Cuando nos dejará tranquilos? —enterré mi cabeza en su cuello y él me abrazo fuertemente. Suspiro pesadamente.
— Quizá no viene a jodernos la vida _______, quizá se ha cansado. —me separo de él con una risa irónica.
— ¿Crees que Taylor ha dejado todos los rencores conmigo. —él asiente levemente.— Harry, Taylor jamás cambiará, seguirá jodiéndome la vida cuando tenga ganas y sé le plazca ¿has notado como nos ha mirado?
— Sí, lo he notado. —afirmo él.— no estés preocupada mi amor, si sé llega acercar a alguno de los dos, tendremos que ponernos alerta.
— ¿Por qué no antes? No podemos estar como si nada con ella en está universidad. —ahora suspiró cansado y me miró, él sabía que yo tenía razón.
— Esta bien, estemos alerta. —le sonreí de lado y lo besé cortamente. Sentí una mirada sobre mí y me giré a ver de quien se trataba, era Karen. Le sonreí y me acerque a besar a Harry, ahora, con más pasión que otras veces, demostrandole, que Harry, era mío.

Mi teléfono había sonado, me separé un poco de Harry y lo conteste, era Jenny. Yo me había quedado sin saldo y le había mandado un mensaje para que me llamará, que era urgente.

— ¿Qué es lo que pasa, guapa?
— Taylor está aquí. —solté de golpe.
— ¿Me estás jodiendo? —pregunto impresionada.
— Claro que no ¿acaso no has visto que ella falta allá?
— Es que ella no va en esta universidad _______.
— ¿Cómo que no va allí?
— Que no va acá, sé salió apenas comenzó el año, según había escuchado se había ido a estudiar a España, pero no sé nada más.
— Pues no se ha ido a España, si no, ha venido para acá. —murmure. Harry me abrazo por la espalda y puso su boca en mi cuello, solté una pequeña risa.
— ¿Qué pasa? ¿De qué te ríes?
— De nada. —trate de sonar seria, apartando a Harry de mí. — me tengo que ir Jen, hablamos luego.
— Claro, Chris está latoso, también tengo que colgar. —bufé, hace días que Chris estaba igual. Me despedí de ella y me dirigí a Harry, quien me miraba sonriente.
— Ni hablar por teléfono me dejas. —rió y me atrajo hacía él, justo cuando nuestros labios se iban a tocar, la campana que avisaba que la clase comenzaba sonó — ups. —dije inocentemente, está clase no la compartía con él, desafortunadamente. Me escabullí de sus brazos y comence a correr a Literatura, el profesor era demasiado puntual y si no llegaba a tiempo me quedaría fuera de clases.

No iba mirando por donde corría. Y choque con alguien, por suerte, ambos pudimos mantener el equilibrio.

— ¿Qué no ves por donde vas, *beep*? —levante mi cabeza al escuchar su voz, deja vù.
— Lo lamento, voy apurada. —la esquive y seguí caminando, no tenía ganas de discutir con ella, ni ahora ni nunca.
— ¡______! —la voz de mi amigo sonó a mis espaldas, le sonreí cuando llegó a mi lado. — me tienes abandonado. —dijo ofendido. — ¿no te acuerdas de tu mejor amigo de Nueva York?
— Claro que sí, lo lamento, es que tengo muchas cosas en la cabeza.
— Oh, no jovencita, no me vengas con cuentos baratos; es por tu novio que me tienes así. —sonreí sin esconderlo, tenía razón.
— Bueno, perdón. Además, también me teneis abandonada tu, no lo niegues.
— Adam no es hombre de una sola dama. ¿No has visto la morena candente que ha llegado? —lo miré severamente, él me miro extrañado. — ¿Por qué me miras así?
— ¿No hablarás de Taylor, cierto?
— ¿Taylor se llama? wow, hasta el nombre está... —lo interrumpí mirándolo seriamente. — ¿me he perdido de algo?
— ¿No te acuerdas del nombre de mí más grande "enemiga"? —me miró pensativo y luego abrió los ojos de par en par.
— ¡No me jodas! —gritó levemente. — ¡¿Ella es?!
— Si, Adam, ella es. —dije cansada.
— Vale, ella, fuera de mi lista, inmediatamente. —le sonreí levemente. — ¿qué hace acá? —me preguntó.
— ¿Qué hace acá? No lo sé, simplemente no lo sé.
— Aunque no lo entiendo, no sé que tanto problemas teniais en el bachiller, ambas están para comerse, sin excepción. —nuevamente lo miré seria, él rió con ganas y entro seguido de mí al salón.
— ¿Estás de coña? Porque sí es así, paso de tus bromillas, estoy cansada.
— Vale, vale, dejo la broma. Pero lo último, no tienes nada que envidiarle. —me guiño el ojo derecho y se sentó a mi lado, rodee los ojos a su vez, hombres.