Querida Pintora;
Nunca pensé llegarte a gustar, May.
¿Desde cuándo la persona que me gusta le gusto? ¡Esto es magia!
No sé que decirte, o escribirte...
Mi padre me contó que si quería algo luchara por él, pero nunca me dijo cómo.
Mi madre, por otro lado, me dijo que si lo amaba, lo dejara ir.
Pero es difícil dejarte ir, ¿lo sabes? y no puedo luchar por ti, porque no eres ningún trofeo.
Quería merecerte, de tal manera que decidí mantenerte fuera de mi vida, pero era difícil no notar tu presencia, y más alejarte de mí.
Soy un estúpido, lo sé, me lo han dicho muchas veces. Pero usaría mi estupidez para hacerte feliz.
Siempre que pasaba por el pasillo que está fuera de la Sala de Pintura y la Sala de Música, no podía pensar el hecho de que tú estabas ahí, recargada en la puerta con tanta naturaleza y simpleza que me hacían sentir nervioso. Nunca te miré, tenía miedo que no te agradara por algo tan simple. Creí cosas malas de ti.
Lo siento.
Nunca pensé que esconderías un corazón tan noble y cálido en una mirada tan seria e indiferente. Tampoco pensé que ocultaras tus sentimientos en una hoja de papel... Me sorprendes cada día más, lo juro.
La verdad ya no sé que decir, digo, esto es lo tuyo, escribir. Lo mío no, no soy bueno expresando mis sentimientos con palabras, sólo con notas.
Bueno, ¿no crees que un músico metido en su mundo y una pintora descomprendida harían bonito equipo? ¿Quisieras ser mi novia?
Sé que somos diferentes, pero, Dios, tú eres la nota que faltaba en mi melodía.
Un feliz: Músico.
Pd: Lindo cuaderno de dibujo.