...Who whil survive? (TWD)

Door ElChicoDeQueens

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"No era una trampa, tenían elección: Eran aliados, o comida." Terminus no fue un santuario, tampoco una comun... Meer

Capitulo uno: Terminus.
Capitulo dos: No hay santuario.
Capitulo tres: Rastreados
Capitulo Cuatro: No soy Judas.
Capitulo cinco: La cruz sobre el vidrio
Capitulo seis: Albergue.
Capitulo siete: Consumidos.
Capitulo Ocho: El reflejo sobre el vidrio.
Capitulo 9:Destierro
Capitulo once: El alto precio de sobrevivir.
Capitulo doce: Coda.
Capitulo trece: Los muertos vivientes.
Capitulo catorce: Mecanismo.
Capitulo quince: Destrozados.
Capitulo dieciséis: Por fin.
Capitulo diecisiete: Alexandria.
Capitulo dieciocho: Viejo amigo, vieja alucinación.

Capitulo diez: Hospital General de Atlanta.

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Door ElChicoDeQueens

Capitulo diez: Hospital General de Atlanta.

-¿Jessica?

No quería acercarse a su cuerpo. Ni siquiera tenía deseo alguno de tocarle el cuello para ver si tenía pulso, tampoco se sentía con voz para pedir ayuda que jamás llegaría.

Se sentía peor que un niño asustado. No tenía idea de que hacer al momento de que se giro a ver a su acompañante y esta no se movió.

Sus manos temblaban como si estuviese en el polo norte, estaba tan pálido como la leche y tan rígido como un águila esperando a su presa. Estaba asustado, sentía un golpe en el pecho de solo girarse cada dos por tres intentando auto convencerse de que Jessica estaba bien.

Tenía que estarlo.

De un momento a otro, aquella parálisis que llegaba al principio del susto, desapareció, y ahora era más bien una clase de desesperación con efecto retardado.

Se quito el cinturón de seguridad haciéndose aun más daño, y entre jadeos, comenzó a maldecir en voz alta mientras acuchillaba varias veces la aparatosa bolsa de aire que tenia presa a Adamit.

Estaba furico con aquel idiota que no había tenido tiempo de repararla. Molesto por no haber sido él quien estaba ahí, en el mismo lugar que Jessica.

Después de varios segundos de desquitar su ira con la bolsa de aire, la empujo hacia el tablero y el pánico le volvió a calar los huesos nuevamente. Era como si hubiese comenzado de nuevo...el temor lo tenía noqueado, su nivel de miedo era tan alto que le oprimía los pulmones como si le colocaran vidrios.

Temblando, se coloco enfrente de Adamit y le sacudió repetidas veces con lentitud, como si así fuese a despertar de la nada.

Tenía una herida no tan grave en la cabeza, era bastante parecida a la que Daryl se hizo al golpearse contra el vidrio al caer. El cuello estaba en una posición bastante incómoda mostrando una gran hematoma en el pecho y parte de la clavícula.

-Jessica.

Inconscientemente, Daryl tomo su mano acariciándola lentamente con su pulgar.

¿Por qué carajos no le respondía?

No estaba jugando. Esto no era un jodido juego... ¿Dónde estaba lo divertido? El no lo veía.

Con su mano libre, lanzo hacia otro lado el cinturón de seguridad de Adamit, haciendo que lo único que la mantenía medio sentada, desapareciera. Lentamente, Daryl la tomo en brazos, y entre cogeos, la deposito sobre el sucio suelo de la ambulancia.

Había sido un idiota en haberla dejado sentarse ahí. Si tan solo le hubiera cedido el asiento del copiloto...

Instintivamente, coloco su oído sobre el pecho de Jessica y espero en silencio. Maldecía mil y un veces el temblor excesivo en sus manos. Le jodia de coraje escuchar mas sus estúpidos lloriqueos, que los latidos de la chica. Tenía que calmarse para poder ayudarla...si ella despertaba y lo veía llorando, ¿Qué diría?

De forma estúpida, se quito el chaleco y su chaqueta para colocárselos a la chica como almohada y comenzó a ver de izquierda a derecha intentando encontrar algo para detener la poco notable hemorragia en su sien.

Sus temblorosas e inútiles manos dieron con las vendas y el alcohol. Era una pérdida de tiempo intentar colocar algo de líquido sobre los algodones sin que se soltara a temblar como si tuviese un ataque de nervios.

Con mas ansias, tiro alcohol sobre la herida de Jessica y empezó a limpiar con lentitud recorriendo sus mechones hacia atrás mientras que, con su mano libre, le tocaba el cuello intentando desesperadamente encontrar pulso.

Nuevamente, sus temblores no ponían de su parte. Tenía la vista nublada y a penas distinguía el rostro de Adamit, sus oídos chirriaban en un sonido que lo aturdía.

Se sentía un completo inútil al no poder ni siquiera colocar un vendaje bien. Bastante idiota al no poder sentir el pulso de Jessica...se sentía un iluso en pensar que ella estaría bien. Ella no tenia pulso, debía dejarlo de lado.

Frustrado, con ganas de gritar y maldecir a los cuatro vientos, se tiro hacia atrás y se echo a rastras hasta dar con la pared de la ambulancia...lo más lejos de Jessica.

¿De dónde coño sacaría coraje para rematarla?

No, joder...No debía pensar en eso.

Ella, Jessica Caster, estaría bien. Era una jodida persona dura, lo era.

Pero, si no tenia pulso...si no lo encontraba, ¿Cómo suponía que estaría bien? ¿Cómo?

Se llevo sus rodillas hacia el pecho y ambas manos al rostro, esperando. Intentando cubrir su llanto con la jodida positividad, parar las lágrimas que tenia sin ver a Jessica.

Intentaba controlar sus temblores y armarse de valor.

"Joder, no seas un puto débil. Te necesita."

Con el paso del tiempo, su llanto fue bajando el tono. Sus manos se volvieron duras del coraje y sus ojos se oscurecieron al igual que el día.

No dormiría ahí, no dejaría a Jessica ahí.

Con los brazos tensos del coraje inexplicable que sentía, se levanto rodeando a Adamit y comenzó a llenar su bolso con sueros, vendas, alcohol, y un polvoriento botiquín que había en algún rincón.

Se coloco bien la bolsa, dejo en el bolsillo su cuchillo y tomo delicadamente a su acompañante en brazos.

Mientras la alzaba, vio su magullado rostro...lo delicados que eran sus labios, la forma en la que sus pestañas parecían cubrirla como un ángel y lo linda que se veía a pesar de estar cubierta de plomo, tierra y sangre seca.

E, instintivamente, se sintió como si le hubiesen golpeado el estomago. Como se le revolvían las entrañas de nervios inexplicables que lo frustraban siempre que estaba cerca de ella.

Su corazón, que iba débil ante su perdida, se acelero como un zumbido cuando los labios del cazador se acercaban a los de ella.

Tímidamente, como no queriendo, los rozo.

No fue un movimiento brusco, como todo lo que hacía. Incluso fue bastante fofo al suspirar cuando por fin dejo descansar sus labios sobre los de Adamit.

No entendía un carajo.

Había llorado como un niño por varias horas, acariciando la mano de Jessica, intentando que ella se levantara como nueva, siendo sarcástica e insistiéndole en que extrañaba la música. Ahora, estaba cargándola colocando sus labios sobre los tibios de Adamit...sintiendo que todo zumbaba, que no era un sueño más. Como aquellos raros que había tenido.

Y sintió miedo cuando logro identificar de que se trataban aquellas putas abejas en su estomago. Sintió impotencia al mostrarse tan débil...

Pero también sintió algo más: La respiración de Jessica.

Lenta, pausada y dolorosa en cada exhalación. Viva.

Se separo de ella como si le dieran toques, y pateo la puerta con fuerza, dando un salto, corriendo entre las desgastadas calles de Atlanta moviendo a Adamit cada vez que podía...Como la primera vez que la llevo hacia La Prisión.

***

La oscuridad le golpeaba el rostro con insistencia. Era frustrante estar varias horas viendo todo negro, y medio despertar sintiendo sus parpados sin luz alguna que molestara. Sentía el cuerpo como una piedra, incluso le dolía respirar de forma lenta...tenía miedo de ahogarse en cualquier momento.

Entre su ensueño de dolor, distinguió una mano tomando la suya.

Era una mano gruesa, bastante rasposa por la fortaleza de sus nudillos, con partes de tierra aun en ellas. Era una mano que acariciaba la suya repetidas veces...

¿Cuánto tiempo llevaba Daryl haciendo aquello?

No recordaba mucho.

Vagamente, pensó en algunos sucesos de ayer y se propuso exprimir su mente al máximo.

En su mente divagaban más voces y gruñidos, que imágenes en general. También recordaba un dolor punzante en la cabeza, dolor que hasta ahora sentía...toda su mente eran voces y punzadas en aquel momento.

Sabía que Daryl le estaba hablando, pero no distinguía que era exactamente lo que decía. Escuchaba su voz como si estuviese debajo del agua, también sentía la mano de el arquero temblar a intervalos, como si estuviese hipando de... ¿Llanto?

¿Por qué lloraba? Ella estaba bien. Jodida, pero bien.

Se sintió molesta consigo misma por haber asustado al arquero de esa forma, con un dolor extraño en el pecho distinto a sus golpes...que palpitaba y se sentía tanto bien, como mal.

Frustrada por estar en una situación como aquella, intento mover sus manos, sus piernas, brazos...algo.

Un gruñido de dolor se escapo de sus labios al querer incorporarse inútilmente.

Daryl, que estaba concentrado viendo su rostro, se aparto de Jessica como si le estuviesen creciendo hongos en el cuerpo. Adamit movía lentamente brazos y piernas, como si fuesen de papel. Gruñía siempre que intentaba alzar la cabeza...como un errante, un muerto viviente mas.

El arquero alzo su cuchillo con las manos temblorosas intentando armarse de valor para atravesar a su nueva asesina con el cuchillo...enemiga que se acercaba a rastras de él, que movía sus manos torpemente buscando carne, ya no buscando comentarle algo...si no, como alimentarse.

Se tapo el llanto con su mano libre, apretando aun más el cuchillo que sostenía. Joder, parecía un niño llorón...estaba harto de escudarse llorando. Detestaba llorar, detestaba el dolor que Adamit le provocaba en el pecho.

La mano de Jessica le tomo su pierna, y el, resignado, bajo el cuchillo agachando la cabeza.

-Mátame de una vez, maldita sea. – Murmuro echándose a llorar aun más fuerte.

En lugar de sentir una mordida, algún rasguño o gruñido desesperado, Daryl escucho la delicada voz de Jessica.

-D...Daryl, ¿Viste que la ambulancia decía...hospital general de Atlanta? – Adamit soltó una risita ronca. – Yo tenía razón.

Acto seguido: Su cabeza cayó al suelo y sus manos se relajaron soltando un suspiro.

El arquero, estupefacto, tomo a Adamit entre sus brazos y le acuno con los ojos cristalinos. Cansado del llanto, muerto de dolor y angustia que poco a poco desaparecía.

Acerco a Jessica hacia su pecho y respiro su olor por varios momentos.

Cuando finalmente el nudo en su garganta se relajo, el susurro:

-No vuelvas a asustarme asi, ¿De acuerdo?

Aquella promesa, no duraría tanto.

**

Desde aquel momento, Daryl no dejo sola a Jessica un solo segundo.

Para Adamit era común despertarse después de muchas horas y ver el rostro de Daryl frente al suyo mientras le colocaba un improvisado suero, le cambiaba el vendaje, o incluso le hacia comer unas cuantas cucharadas de sopa fría.

La misión se retraso dos días y medio, para ser exactos. Jessica despertó aquella mañana abriendo los ojos mas de media hora, incluso hablo y pidió comida entre susurros.

El arquero, que había recuperado algo de color al ver que Adamit se termino casi toda su sopa, le dio la espalda y se dirigió a la ventana.

-No comas tan rápido.-Ordeno secamente.

Desde que había despertado, Daryl solo se limitaba a curarle las heridas y gruñirle que debía estar recostada.

Fue bastante extraño despertar a mitad del día con Daryl abrazándola colocando su mata castaña sobre su pecho, como ansioso por escuchar cada latido. Le sonrojo la forma en que la veía, como si estuviese conteniéndose de saltar como resorte...parecía que había muerto y ahora estaba en una dimensión distinta, una donde le habían robado a aquel Daryl que hacia bromas sobre vibradores.

Adamit alzo la vista hacia Daryl y el cambio su mirada hacia la ventana, escondiendo su rostro con ayuda de sus mechones.

-No has comido. – Murmuro Jessica después de un largo silencio.

El arquero, que estaba jugando con su cuchillo, paro de hacerlo al instante y se giro a ver a Adamit, con más valor.

-No tengo hambre. Ahora come.

La mirada que el arquero ponía sobre Jessica era fulminante, llena de coraje inexplicable y de impotencia. Parecía que en cualquier momento se levantaría y comenzaría a gritarle un montón de sartas e insultos.

Sin embargo, también parecía que en cualquier momento se soltaría a llorar mientras le abrazaba, como recordaba vagamente cuando despertó...

Adamit se inflo el pecho de valor y negó, levantándose con dificultad con su lata de comida entre manos.

-Jessica, no...

Sus piernas eran cual vidrio, ardían en cada mínimo movimiento que hacía. Punzaban como si le estuviesen atravesando con un chuchillo, le hacían soltar gemidos de dolor en cada paso mientras, el arquero, pendiente de sus movimientos, se levantaba se su lugar apretando los puños fulminando a Adamit con la mirada.

No podría acercarse a ella sin temblar. Ya no sabía si era por miedo o por el zumbido en su corazón, sus ojos, tan fríos como aquella noche en que perdió a Merle, la miraban pesadamente de pies a cabeza. Frustrado, débil como nunca...con ganas inmensas de soltarse a llorar sobre su pecho y hacer lo mismo que hizo en la ambulancia.

El, Daryl Dixon, en un mundo como ese...no podía permitirse que su corazón latiera así, de la misma forma en que latía el de Jessica mientras cojeaba estúpidamente extendiéndole la lata de comida. Misma lata con la que el arquero deseaba desquitar toda la rabia y el temor acumulado.

Jessica doblo levemente las piernas a punto de caerse, y Daryl movió las manos instintivamente dando dos pasos para darle a entender que la atraparía, que era una estúpida por no quedarse en cama y seguir indicaciones.

Sin embargo, ella seguía de pie sonriéndole con las mejillas sonrojadas mientras le extendía la lata de comida. Un comportamiento que hacía sentir estúpida a Jessica.

El arquero mantenía la mirada clavada en el suelo siendo presa de los sentimientos que lo atrapaban, cerrando los ojos para evitar explotar en cualquier momento...rogando a un Dios, si es que lo había, que su corazón parara de latir tan rápido, que el odio no fluyera tan constantemente.

Y lo hizo.

Un golpe seco y rápido directo en la lata de comida, sus gruñidos mientras tomaba a Adamit de los hombros y agachaba la cabeza, fuera de sí. Sin saber exactamente si estaba por besarla o por empujarla lejos de él...lo más lejos para que no sintiera el corazón arder así.

-D...Daryl...

-¿Sabes cuánto tiempo estuve llorando como un marica por qué no despertabas? – Susurro apretándole más fuerte los hombros, ignorando olímpicamente su dolor agudo en los hematomas.

Los ojos de Adamit se aguaron sin explicación alguna. Sentia el dolor agudo en sus hombros, pero era más doloroso el tono de voz que tenia Daryl en aquel momento...tan ajeno a todo.

-Lo siento. – Susurro intentando buscar su mirada.

-No sientes una mierda.

Acto seguido, soltó a Jessica abruptamente. Tanto, que se balanceo peligrosamente, y para no caer, se agarro de uno de los muebles más cercanos.

-Joder, ni siquiera pude dormir por dos noches. ¡No despertabas, maldita sea! ¡Por un carajo...! Y...y te despiertas a mitad de la noche... ¡Como una puta niña jugando...! Y me dices que... ¿¡Que tenias razón!? ¿¡Solo esa gran mierda!?

Adamit agacho la mirada tomando su hombro. No recordaba nada de lo que Daryl decía, ni una mínima pisca de lo mencionado.

-Yo....yo no...

-¡No! ¡Nunca sabes nada! – Le espeto con los ojos cristalinos.

Jessica, que en ese momento tenía los ojos abiertos como un gato en la penumbra, espero hasta que el semblante de Daryl se calmara para soltarse del mueble con cuidado, sabía que no le haría daño...que simplemente estaba cabreado por pura preocupación que estaba soltando como una válvula.

El arquero comenzó a moverse por toda la habitación en círculos. Iba de aquí para allá con las manos ansiosas y la cabeza gacha, como cuestionándose lo que iba a decir.

-Cuando... ¡Cuando fue aquella vez del supermercado, te deje atrás! ¡Cuando enfermaste, solo me descuide unas horas! ¡Unas putas horas!

Daryl vio a Jessica a los ojos un par de segundos y este comenzó a tocarse la sien haciendo señas en ella.

-¡Cuando casi te atravieso la cabeza con una flecha, te deje en sola en la prisión! ¡Joder!

Adamit cerró los ojos ante el sonido sordo que hizo un jarrón al caerse. Daryl había golpeado uno con fuerza cuando este se le cruzo en medio, y parecía jamás acabar.

-¡Me fui cuando la prisión cayo, y después, cuando volvi, estaba ese idiota sobre de ti!

-Daryl...

-¡No me puedo permitir descuidarte un solo segundo! ¿Lo sabes? – Exclamo el arquero con los ojos aun mas aguados, su voz sonaba ronca. Era más como la de un niño pequeño, que como la de un hombre molesta.

-Esa...esa vez, en Terminus, te deje atrás unos cuantos pasos...-El arquero rio amargamente, dándole la espalda a Jessica – So...solo me descuide un poco y cuando me gire...

Daryl guardo silencio.

Adamit recordaba perfectamente aquello. Las armas de alto calibre apuntándole a la cabeza a ella y Carl, sus manos arriba esperando a que le diesen un balazo...

El arquero alzo una mano como espantando una mosca y gruño al sentir las lagrimas deslizando por su rostro. Joder...

-Yo, en la ambulancia...creí...No respirabas. Intente oír tu pulso mucho tiempo y...y luego pensé que haría si despertabas convertida...Te deje atrás, ¿Lo recuerdas? Me dijiste que extrañabas la música, y yo me comporte como un idiota...-Daryl negó. –Luego, al verte con la bolsa de aire asfixiándote, pensé "Lo último que le dije, fue que no desperdiciara balas. Lo último que hice, fue adelantarme y darle la espalda..."

Los ojos de Adamit se cristalizaron nuevamente, observando el esfuerzo sobre humano que hacia Daryl por no soltarse a llorar.

Pero todo ese esfuerzo se había ido al carajo. El arquero había soltado un par de lágrimas que se deslizaban por sus mejillas; avergonzado, le dio la espalda a Jessica y suspiro, intentando regular su respiración...ahogar sus sollozos.

-Ya perdí a Merle. –Suspiro Daryl. – Esa niña Sophia, Hershel...perdí a Beth. Yo...Yo no quiero perderte a ti.

No pudo seguir más.

Jessica se había lanzado a su cuerpo de manera inesperada, enroscando sus brazos sobre su cuello con delicadeza y respirando sobre su pecho causándole cosquillas en todo el cuerpo.

Daryl, que no esperaba aquello, se quedo quieto varios segundos en shock. No procesaba el hecho de que Jessica lo abrazara de aquella manera, como si juntara todas sus partes rotas de poco a poco y las uniera todas...dejándolas casi nuevas.

E, inesperadamente, le respondió el abrazo con fuerza soltándose a llorar.

Adamit abrazo aun mas fuerte a Daryl, era como si un oso estuviese abrazando a una ramita.

-Tuve miedo.-Confeso el arquero después de un rato abrazados- T-tuve miedo...

La chica hundió mas su cabeza entre los mechones de su cabeza cerrando los ojos, los cuales, también estaban llenos de lágrimas.

Daryl lloraba fuerte, ahogaba sus sollozos sobre la sien de Jessica...concentrándose en su olor, en que ahora estaba ahí con él y no postrada en una cama.

-Lo siento. – Murmuro Adamit con voz cortada. – Perdóname...

Cuando los sollozos del Arquero se fueron apagando, el abrazo perdió más fuerza y tanto Jessica como Daryl se habían separado. No fue a una distancia prudente, de hecho, solo lo hicieron para recostarse sobre esa gran mata de cobijas y periódicos.

Jessica sabía que Daryl tenía un buen tiempo sin dormir. Sus ojos, que estaban más apagados de lo normal, resaltaban mas por sus nuevas ojeras y el cansancio se le notaba en cada movimiento que hacía.

Así que ahora Adamit se recostó al lado de Daryl, y esta vez, ella espero a que el durmiera y lo cuido. Se quedo toda la tarde abrazándolo como a un niño, pensando en la nueva parte del arquero que había visto...

Jamás le había mirado dormir de aquella forma, mucho menos llorar. Lo más cercano a una muestra de sentimientos fue aquella vez que le coloco la chamarra sobre los hombros, y eso fue mucho para Adamit.

Descuidadamente, comenzó a pasar sus largos mechones hacia atrás, pesando en que el sucio cabello de Daryl ya necesitaba un buen corte...que también requería de un gran descanso sin estrés para recuperar la ligereza de su rostro, y que, al igual que ella, seguramente el también estaba harto de un mundo así.

No supo por cuánto tiempo paso abrazando a Daryl, tampoco en qué momento su corazón empezó a zumbar...pero ahora, en ese momento, ya no sentía el miedo que había tenido hace algunos días. Se sentía bien, jodida de todo el cuerpo, pero sonreía entre los mechones del arquero, acariciando sus mejillas con la nariz y sus labios con la barbilla.

Era tanta paz, que no podía durar tanto.

"No vuelvas a asustarme así, ¿De acuerdo?"

Y con todo el dolor del mundo, esa promesa se quebró.

Se quebró cuando Jessica dejo a Daryl dormido, se quebró cuando se alejo de el besando distraídamente su frente vendada, y se hizo pedazos cuando camino hacia aquel alarmante ruido que se escuchaba cerca de ellos.

****

Y vienen cosas peores, dice la biblia...

¡Volví demasiado rápido! :D

¿La razón? DESEABA escribir esto desde que comencé a escribir la historia. Espero les haya gustado: D ¡Nos leemos luego!

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