Patito Feo Segunda Temporada ~ (Harry Styles y tu)

Capitulo 46

– ¿Harry? –miré la maquina la cual sonaba y luego lo miré, no respiraba.– no Harry... por favor no...

Comencé a moverlo desesperada.

– ¡No! –grité fuertemente.– no me puedes dejar sola Harry, no, por favor. –sollocé y lo moví ahora un poco más despacio.– ¡ayúdenme! ¡Por favor! ¡Ayúdenme! –grité hacía la puerta.– ¡Chris! ¡Anne! ¡Jenny!

Rápidamente entraron enfermeros y doctores, seguidos de ellos aquellos a los cuales yo estaba llamando.
Chris me abrazo fuertemente y me jaló para salir de la habitación.

– No Chris... no. –le grité intentando quedarme dentro de la habitación, necesitaba saber que Harry estaba bien.– déjame con él... déjame con él. –le pedí.

– Debemos salir ______, no hagas esto más difícil. –me dijo.

Yo acabe por rendirme y lanzarme al piso al salir.

– No se puede ir... no puede dejarme aquí, no puede dejarme sola Chris... –le murmuré cuando estuvo a mi lado, no dijo nada, sólo se dedico a abrazarme. Los sollozos por parte de Anne se escuchaban, al igual que los míos por toda la solitaria sala.

Pasaban los minutos y no sabíamos nada, médicos y enfermeros entraban y salían apresurados.

– ¡Se nos va! Traigan oxigeno. –mi corazón se congeló al escuchar a aquel médico decir aquello. Me levanté rápidamente y trate de entrar nuevamente.

– No puede entrar aquí señorita. –dijo una enfermera impidiéndome el paso.

– Por favor... dejeme entrar, dejeme entrar. –le pido. Y siento como unos brazos intentan sacarme de la habitación.– ¡No! –jadeo y sigó luchando.– ¡Debo estar con él! ¡Suéltame Chris! –sabía que era él quién me estaba agarrando.–

– Debe salir señorita, por favor. –escuchó como otra me dice, pero no puedo, no puedo dejar que algo le pase y quedarme como si nada, o no estar allí el momento en que su pulso vuelva y pueda abrir los ojos.

Sigo luchando y sigo y sigo y no me detengo y debo estar allí y tomar su mano y nadie dirá lo contrario y algunas se rinden y vienen otras. Un pinchazo en mi brazo fue lo último que sentí.


– ¿Harry? –digo en un gemido.
Estaba en una sala blanca y tenía unos tubos puestos en mis brazos, toco mi cara, puedo sentir lágrimas secas en mis mejillas y un fuerte dolor de cabeza. Me levantó y me tambaleó un poco, abro la puerta y Chris, Jenny y Anne se encuentran con la cabeza a gachas. Mi corazón comienza a palpitar rápidamente, temiendo lo peor.

– Chris. –susurro. Él levanta la mirada y se acerca a mi para abrazarme pero yo me separó un poco y le miró a los ojos.– ¿Qué paso? –mi voz se quiebra y mis ojos se nublan.

– Han podido estabilizarlo, ha sido solo un susto. –me dice.
Suspiró, puedo respirar en paz un poco, caminó lentamente y me siento a un lado de Anne, aquella droga que me habían inyectado aún no se pasaba del todo.

– Todo estará bien. Él estará bien. –siento como me susurra.

Es impresionante como aún después de todo lo que está pasando se mantenga tan fuerte, pero sólo es por fuera, sé que por dentro está mucho peor que nosotros.

La espera se hace larga. Mi madre me ha llamado ya dos veces preocupada. Le digo que me encuentro en el hospital y mi voz se quiebra y me pongó a llorar al decirle lo que pasaba, ella me dice que me quede tranquila, que nada le pasará y que luego vendría al hospital para darme apoyo.

Ya es de noche, Jenny y Chris habían ido a comprar algunos cafés y algo para comer. Anne se había quedado dormida y yo esperaba a que el doctor saliera nuevamente de la habitación.

Pero me había quedado dormida y luego, ya era de día, era de mañana, talló mis ojos y me encuentro con mis amigos dormidos y Anne con una sonrisa sin mostrar los dientes.

– ¿Ha pasado algo? –le preguntó.

Ella me sonríe un poco y me dice lo mejor que me han dicho alguna vez:

– Ha despertado.