DANIELLA
Después de esa nota me quede un poco en shock. Me intenté relajar escuchando algo de música y así pasé la tarde hasta que ya eran las diez de la noche.
Iba a entrar al baño a ponerme el pijama cuando mi móvil empieza a sonar, observo la pantalla y es un número desconocido. Seguro es Nina desde el móvil de su tía.
Llamada telefónica:
-¿si?- respondí
A través de la otra línea solo se oía la respiración de alguien. El miedo caló mis huesos,seguro es él...
-León por favor si eres tú para con esto...- antes de seguir se escucha una voz fría y distante.
-no bonita no soy León.-hizo una pausa mientras yo escuchaba atentamente aterrada.-soy peor,así que ahora ven conmigo.-colgó inmediatamente.
Fin de llamada
Algunas piedras impactaron en mi ventana. Temerosa abrí la ventana y me asomé. Vi una sombra en el jardín,era un chico,con una sonrisa siniestra que me horrorizó. Era el chico del centro comercial.
Hizo unos gestos con la mano indicando que quería que fuera. Me alejé de la ventana y negué repetidas veces. Me volví a asomar y él ya no estaba. Eso no me tranquilizaba,me ponía peor. Llamé rápidamente al 112 pero cortó la línea.
Bajé corriendo las escaleras y antes de que el llegara cerré la puerta de la cocina,pero fue más rápido y antes de poder cerrar con seguro la puerta del jardín él entró sonriendo.
Se fue acercando a mi lentamente disfrutando de cada segundo de mi sufrimiento.
Vi el bolso de Rose y enseguida me alegré, Rose es precavida y siempre lleva gas pimienta. Cuando lo tenía a un par de centímetros de mí me acerqué corriendo a por el bolso. Me tomó de la cintura tirándome al suelo junto al bolso. Cogí el gas pimienta y se lo eché en los ojos.
-¡Ah!¡maldita perra!-gritó y se llevó las manos a los ojos dejándome libre.-¡vas a pagar por esto zorra!- intentó levantarse.
Subí corriendo las escaleras y entré en el primer cuarto que encontré, la sala de juegos. Vi un bate de béisbol y sin duda lo cojí para defenderme, me escondí detrás de la puerta entreabierta.
Escuché sus pasos pesados,rompiendo todo a su paso. Si digo que estoy aterrada me quedo corta. Cada segundo se hace eterno esperando mi muerte. Segundos agonizantes escuchando sus pisadas cada vez más cerca de mi. Aprieto más el bate pesado y veo que abre un poco la puerta y observa el interior.
-No huyas,tarde o temprano te encontraré...- antes de que pudiera decir algo más le di con todas mis fuerzas con el bate en su ancha espalda.
Ilusa de mi pensando que perdería el conocimiento. ¡Idiota, dale en la cabeza!
El chico giró lentamente cegado de ira,con los puños apretados, joder que miedo, se acercó a mí violentamente.
Intenté golpearlo de nuevo pero este fue más rápido y paró el bate. Lo tiro al otro lado de la habitación y antes de poder hacer algo su puño se estrelló en mi nariz,en la cual se instaló un intenso dolor, empezó a fluir de esta bastante sangre,seguro me la rompió,pero eso ahora no importa.
-¡Zorra!-me gritó y me empujó violentamente al otro lado de la habitación, caí sobre la alfombra y él me dio una patada en el estomago.-me encargaré de venderte al más asqueroso,zorra!- Entonces el me quería vender y no matar.
¡me quiere vender!
Me cogió del cabello y me volvió a tirar brutalmente y esta vez me di con la mesa ratonera de cristal. Mi cabeza empezó a doler y empecé a ver todo borroso. La mesa se había roto y todos los cristales se clavaban en mi piel debajo de mí. Quería mantener mis ojos abiertos pero no podía cada vez veo los objetos más distorsionados.
Caigo en la inconsciencia en los brazos de el chico desconocido...
...
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