-Romie, me duele.-se quejo por vigésima vez el castaño.
-en un rato se pasa, ¿quieres que me mueva?-preguntó el samoano dejando tiernos besos en la piel desnuda de su novio.
-nope, me va a doler más.
-pero si ni esta tan grande, gatito anda.-insistió el moreno moviéndose poco a poco bajo el castaño.
-pero Romie.-hizo un tierno puchero.-por favor.
-pero gatito quiero hacer pipí ¿puedes salir de encima?
El castaño bufo y se quitó de encima para que este pudiese levantarse e ir al baño.
-¿eso quiere decir que dejarás de insistir?-preguntó tímido aun sentado en la cama.
-tienes que comer gatito.-contestó el chico dentro del baño.
-me duele mucho la garganta Romie ¿por favor?
Después de lograr exitosamente completar la oración sin que se le quebrará la voz pero una sensación de cosquilleo lo inundó haciéndolo toser fuertemente.
-gatito estas muy enfermo.-una vez que salió del baño acarició el cabello de su chico, dejando caer un par de gotas en su regazo.
-Romie, dame un besito.-el moreno sonrió tiernamente sin embargo solo beso rápidamente los labios del castaño ganando una mueca en el rostro de este.
-podría ser contagioso.-se encogió de hombros levantándose de la cama.
-¡Rome!-gritó alargando la 'e' y como su voz se encontraba notoriamente mal sonó verdaderamente gracioso cuando perdió la voz, ocasionando una carcajada en el samoano quien no dudó en imitarlo.
-¡gatituuuu!-dijo simulando perder la voz en la última 'u', el castaño sintió sus mejillas arder así que atinó a cubrirse el rostro.-te amo.
N/a; mal pensaron, sucias.