Raven
Desperté gracias a la alarma que puede escucharse por todo el orfanato y como era de esperarse me levante para poder tomar mi toalla y caminar a las duchas del orfanato. El orfanato donde vivo es como el mismo infierno, pero hay una chica que hace que sea aún más desagradable vivir aquí y como en cada historia esta tiene dos chicas que le acompañan en todo lugar y hacen que se salga con la suya.
¿Cuál es mi historia? Me llamo Raven, tengo catorce años de edad los cuales recién cumplí, me encanta la música, es mi pasión, mi cabello es de color morado con pequeños toques de guinda.
Mis padres murieron hace ya varios años en un accidente aéreo, tenía tres años cuando ambos se casaron y para cuando fue su luna de miel, no fue un buen día para salir de viaje. Mi tía debía tener mi custodia pero jamás le gustaron los niños, se supone que debo tener una casa, ir a una escuela como cualquier otra chica pero no, me tocó estar en esta vida, llevo ya 12 años internada en este orfanato, y no es fácil vivir aquí, no solo tengo que convivir con personas que ni siquiera me caen bien sino que estoy sola, no tengo amigas.
Cuando termine de bañarme salí y me vestí en la misma regadera haciendo que mi ropa se mojara un poco, regrese a mi dormitorio y camine con las miradas de las chicas encima de mí, sabía que estaban pensando lo mismo de que me había tardado demasiado, pero había suficiente regaderas para que ellas hubieran entrado y tomasen su baño.
Salí del dormitorio para ir a la cafetería del orfanato hoy era día de comida Italiana, lo cual solo eran fideos con carne, tome mi bandeja y deje que me sirvieran la poca comida que siempre suelo consumir, termine y busque una mesa entre las otras, aunque preferí solo sentarme en la mesa de la esquina, sola, sin molestar a nadie.
Mientras disfrutaba de la pasta y la salsa que quedaba en mis labios aquella chica que me hacía la vida imposible se acercó hasta estar a mi lado, Holly es un año mayor que yo es rubia/castaña y se podría decir que llego aquí un año antes que yo, todo el tiempo trataba de ignorarla a ella y a sus otras dos amigas pero cada vez se hacía más difícil.
—¿Sabes qué es lo malo de todo esto Camila? Qué aún sigo viendo a bobas por aquí, entiéndelo Raven, nadie quiere adoptar a una chica como tú — dijo con voz irritada, ignore cada una de sus críticas y seguí comiendo por mi propia cuenta —. Como quieras, mejor vámonos, no quiero gérmenes merodeando en mi sopa.
Dicho esto se fue dejándome sola, terminé de comer rápidamente cuando vi que la cafetería comenzaba a llenarse de niñas, deje mi bandeja en donde es su lugar y salí hacía el dormitorio donde al entrar busque mi cama y tomé mi reproductor de MP3 que había metido a escondidas en mi última visita a la ciudad, tome los audífonos y mi guitarra negra, baje al jardín del orfanato y me senté debajo de un roble que estaba alejado del patio en donde el resto se encontraba charlando y jugando.
—Atención alumnos, hoy es día de visita así que por favor quiero sus mejores caras y vestidos el día de hoy, con suerte una de ustedes podrá tener hoy una nueva familia y vida, y señorita Raven... Por favor, haga lo posible por no hacer caras — habló la voz chillona de la directora Wakefield.
Si, ella es otra de las razones por las cuales este lugar es un jodido infierno. Me coloqué los audífonos y toque con mi guitarra los acordes de la canción Over My Head de la banda Sum 41.Seguí tocando debajo del roble sin importarme lo que fuera a suceder esta misma tarde.