*Narra ____*
Sus palabras me congelaron.
Negué repetidas veces.
- No, eso... eso no
- Claro que puede ser- aseguró.
- Debo irme- exclamé esquivándolo, mi mente estaba muy confundida.
Él no se interpuso, lo cual agradecí.
Mi mente vagaba tratando de recordarlo, necesitaba saber que había pasado con él antes.
Llegué al departamento y de inmediato fui a mi recámara, me recoste en la cama y suspiré hondo.
Necesitaba respuestas.
Miré el techo frustrada.
Mi mente aún no procesaba éste día.
Alexander llegaría algo tarde, ya que él también había conseguido un trabajo, así que tenía mucho tiempo para reflexionar.
Me senté para acomodarme mejor.
Seguramente sólo lo vi alguna vez y es por eso que dice haberme conocido.
Resonó en alguna parte de mi cabeza.
Jos, Jos, claro, él debe saber.
Tomé mi teléfono y sin dudarlo le marqué.
*Llamada telefónica*
- Linda ¿Sucede algo? - se escuchó del otro lado de la línea.
- Demasiado- murmuré.
- Pero... ¿Qué pasa?
- Alonso, él es lo que pasa. Jos... ¿Él y yo nos conocíamos antes?
El silencio inundó la línea.
- Jos- llamé.
- ¿Por qué quieres saber eso?
- ¿Eso es un sí?
- Está bien, sí. Él y tú ya se conocían.
Asentí.
- Gracias- fue lo último que pronuncié antes de colgar.
*Fin de la llamada telefónica*
Me tiré nuevamente hacia atrás recostándome.
Suspiré frustrada.
Miré a mi derecha, en mi buró había una caja. Era la caja que estaba en mi antigua casa, recordé vagamente lo que contenía y traté de sonreír.
Me acerqué para tomarla y la abrí con lentitud.
Habían algunas fotos, las primeras eran mías y de Jos.
Comencé a sacar cada una y sonreír al recordar aquellos tiempos.
Miré nuevamente dentro y reí al ver que aún seguía ahí mi lista.
La abrí con cuidado y comencé a leer.
Lista de deseos y sueños.
Pasar más tiempo con mamá y papá. √
Averiguar el nombre del chico de pestañas de nenuco. √
Observar a santa. √
Viajar a Europa <3. √
Besar al nenuco. √
No olvidar nunca a Megan. √
No olvidar nunca a Jos. √
Salir con Jos. √
Preguntarle a Jos el secreto para tener sus pestañas. √
Estudiar en el extranjero. √
Qué me canten una canción :3 o por lo menos que me la dediquen D: √
Usar el vestido que me obsequió mi madre. √
Ser novia de Jos.
Casarme con Jos.
Comencé a reír un poco, cuando la había escrito realmente estaba muy enamorada de Jos y había cumplido técnicamente casi todos los puntos.
Me alegra saber que finalmente había logrado lo que me propuse de pequeña.
Giré la hoja y del otro lado había dos más...
Volver a México.
Olvidar a Alonso.
La letra era mucho más entendible, ya que las anteriores las había escrito cuando apenas sabía escribir.
Me deconcerté.
¿Por qué debía olvidar a Alonso?
Continué observando lo que había dentro.
Hasta que encontré una foto, mi corazón latió con fuerza.
Me era difícil respirar.
Era una foto de Alonso.
Parecía estar recostado en las piernas de alguien, su cabello caía sobre su rostro de una manera jodidamente sexy, lucía increíblemente perfecto.
Pero...
¿Por qué tenía yo esa foto?
Será él...
No.
Negué a mis adentros.
Pero lo que había dentro de la caja me intrigó aún más.
Había bastantes fotografías y ambos estábamos en ellas, él sonreía y yo lo imitaba.
En esas fotos lucía más pequeño de lo que ahora es.
Fruncí el ceño ante lo que estaba ocurriendo.
Guardé las otras cosas en la caja y me recosté.
Suspiré hondo y cerré mis párpados.
Debía decirme todo, Alonso tenía que decírmelo todo.
Me levanté de golpe, tomé un suéter y un bolso pequeño, no podía esperar a verlo, debía saber quién era él, qué sucedió en el pasado.
[....]
Caminé velozmente durante varios minutos, no me percaté del momento en el que ya estaba frente a la casa de los Villalpando.
Dudé un poco en tocar el timbre, pero al final terminé haciéndolo.
Las manos me temblaban.
La puerta se abrió dejándome ver el rostro que aún no me era posible recordar, aquel que tenía las respuestas que necesitaba.
Sus ojos me miraron de una manera que no lograría describir.
- Hola, ¿Q-Qué haces aquí?- exclamó aún sorprendido y con algo de nerviosismo.
- Vine a hablar contigo, de verdad lo necesito- murmuré bajando mi rostro.
- Hace algo de frío. Ven, adelante pasa- me indicó.
Asentí e hice lo que me pidió.
- Amor, ¿Quién es?- resonó esa voz en toda la casa.
Y con ello mi corazón se rompió poco a poco.
Lorena.
¿Cómo podía ser Alonso tan hipócrita?
- Es ___, Lorena- respondió el ojiazul algo nervioso.
- ¿Qué?- gesticuló de inmediato la pelirroja, poniéndose de pie y dirigiéndose hacía nosotros.
- Que soy yo Lorena- sonreí falsamente.
- Cariño- Columba se acercó a mí y beso mi mejilla. Tenía una gran sonrisa en su rostro- No sabes cuanto me alegro de que estés aquí- exclamó alegre.
Lorena se tensó y me miró de mala gana.
- ¡_______!- el grito invadió el lugar, minutos después vi a Braulio corriendo en mi dirección.
Me abrazó y besó repetidas veces mis mejillas.
- Te extrañé muchooo- murmuró sin dejar de abrazarme.
Sonreí efusivamente, adoraba a este pequeño.
- Brau que te parece si vas con Lorena y le muestras lo que hiciste hoy en la escuela- habló amablemente Columba.
- No mami, yo quiero ir con ella- el pequeño se aferró a mí.
Lorena rodó los ojos.
- Anda Brau, será divertido- exclamó tratando de sonar amable la pelirroja.
Braulio no dejó que ella lo tocara y se colocó detrás de mí.
- Mami, quiero estar con ____- murmuró.
El corazón se me derretía.
- Será mejor que regrese a casa amor- ella se acercó y depositó un beso en sus labios.
Alonso se alejó rápidamente.
- Adiós Lorena- Columba sonrió.
- Adiós- se limitó a decir el pequeño aún detrás de mí.
- Adiós suegrita linda- la abrazó.
Y minutos después Alonso se encontraba despidiéndola en la puerta.
- Te digo un secreto- susurró Braulio acercándose a mí.
Asentí.
- No me cae bien, no entiendo por qué mi hermano está con ella- ambos reímos.
- Brau, no digas eso- desordené su cabello.
- Es la verdad- volvió a reír.
Segundos después salió corriendo del lugar.
- Así que quieres hablar- murmuró detrás de mí aquel hombre.
Me giré para quedar frente a él.
- Ya te lo había dicho ¿no?- mencioné sin darle tanta importancia.
Bajó la cabeza.
- Subamos a mi habitación, ahí estaremos más tranquilos- señaló las escaleras y comenzamos a subirlas.
Una vez que estuvimos dentro de su recámara él tomó asiento, mientras yo recorría el lugar con la mirada.
- Y, ¿me dirás el motivo de tu visita?- cuestionó impaciente.
Asentí lentamente.
- ¿Fuiste tú el que me rompió el corazón?- pregunté sin pensar.
No lo miré, pero imaginé su reacción.
- ¿D-De qué hablas?- tartamudeó.
- Encontré fotos de nosotros, Alex me contó acerca de el chico que me había roto el corazón ¿Eres tú ese chico?- insistí.
- Soy el chico que te amó como a nadie- miré su reflejo en el espejo y a través de él nuestros ojos hicieron contacto.
Giré en busca de mirarlo de mejor manera.
- ¿Por qué nunca lo dijiste?- hablé desconcertada.
- Decir ¿Qué? ¿Qué fuiste, eres y serás el amor de mi vida? ¿Para qué? Para que no me creas- reclamó.
- Necesito que me lo digas todo, sin rodeos, sin mentiras, quiero oírlo todo- aseguré.
- Supongo que no tengo nada que perder- murmuró bajando su rostro.
Me acerqué y me acomodé a su lado.
- Por favor, dímelo todo- acaricié su espalda con delicadeza.
- El día en que te vi, jamás lo olvidaré. Por azares del destino tuve que ir al Starbucks más cercano, entré y ahí estabas tú. Lucías tan hermosa. Estabas acompañada de otra chica y una señora. No podía evitar mirarte. Tú te dedicabas a reír; hasta que nuestros ojos hicieron contacto y me sonreíste. Después te vi desaparecer por aquella puerta y me sentí impotente al no poder acercarme a ti y saber que probablemente nunca te volvería a ver- suspiró- Pero eso no era lo que el destino nos tenía preparados. Llegó el tiempo de volver a la escuela, era el primer día de clases y caminaba por los pasillos de ésta. Por accidente choqué con alguien y fui afortunado al darme cuenta de que eras tú quien estaba frente a mí. Y ésta vez no te dejaría ir tan fácilmente. Nos presentamos y me sentía muy feliz, al fin sabía tú nombre y tenía la esperanza de poder ser tu amigo. Me encantó el hecho de saber que a la vez estaría en el mismo grupo que tú y así podría ganarme tu amistad. El tiempo pasó, siempre nos íbamos juntos a la salida, nos hicimos muy amigos pero comencé a sentir algo extraño, algo que no había experimentado antes. Quería conquistar tu corazón- sonrió- Después llegó Jos- rió- Como olvidar la primera vez que lo vi, me enfadé tanto, él y tú estaban abrazados y ese día ambos íbamos a salir. Me asusté porque creí que él era tu novio y sentí gran impotencia al saber él podría ser quién ocupará tu corazón. Debo admitir que ese día "celos" era mi segundo nombre. Después de eso me aclaraste que él era tu amigo de toda la vida y eso me tranquilizó un poco, pero sabía que Jos no te veía sólo como una amiga. Lo sabía porque la manera en que te miraba era única, lo sabía porque así era como yo te veía. Temí perderte y por ello hice una estupidez, me fui con Megan e intenté darte celos. Por ello casi te pierdo, pero afortunadamente todo se arregló después. Te había preparado algo y ese mismo día te lo mostré, la canción que te compuse. Me habías contado acerca de tu lista y quería poder cumplir algo de ella así que escribí esa canción. Estabas tan contenta, si tu eras feliz, yo lo sería también.
Tomé su mano y la apreté con fuerza, pequeñas lágrimas viajaron por mis mejillas.
Estaba recordando.
- Así pasó el tiempo, sólo éramos amigos. Tenía miedo de que si te decía lo que sentía mi amor no fuera correspondido- suspiró- Aproveché una noche, ese día habría un concurso en la escuela y había compuesto otra canción para ti. Jos también lo había hecho y eso fue un golpe duro, al menos para mí. Esa noche los nervios me invadían, pero era una manera de tratar de decirte lo que me hacías sentir. Salí a buscarte puesto que no te había visto, te seguí hasta tu casa. Y fue ahí donde decidí decirte lo que sentía. Jamás imaginé que me corresponderías, temía perderte. Días después te pedí formalmente que fuéramos novios y aceptaste. Fue en la rueda de la fortuna- sonrió y apreté aún más su mano- Pasé los mejores días de mi vida a tu lado, adoraba el hecho de poder besarte cada vez que quisiera y abrazarte, protegerte. Hasta que pasó lo inesperado, había sufrido una lesión así que debía tener un yeso en el pie y eso me impedía ir a la escuela. Ibas a verme a diario, a cuidar de mí. Ahí fue cuando supe que te amaba y te lo dije- algunas lágrimas comenzaron a viajar por las mejillas del ojiazul, apretó su mandíbula con fuerza- Una amiga de Megan, llamada Lucy me metió muchas ideas en la cabeza. Me dijo que tú estabas muy cariñosa con uno de mis mejores amigos y eso me enfadó. Estaba muy celoso así que iría a verte sin avisarte en cuando no tuviera mi yeso. Lucy me llevó a la cafetería y te vi...- su voz tembló- Te vi besándolo.
Recargué mi rostro en su hombro, sollozaba en silencio.
Estaba recordando todo, sabía que era lo que venía.
- La furia me invadió y no me detuve al ir a buscarte, te insulté innumerables veces. Creí que habías jugado conmigo. Maldita sea, fui tan tonto- murmuró sollozando- No quise escucharte y ese fue mi error. Te perdí. Era lo que más temía y pasó- llevó sus manos a su cabeza frustrado.
Me dediqué a llorar en silencio.
- Estaba cegado, creí las mentiras que todos decían y no quise escucharte. Estaba muy dolido. Los últimos días en la escuela fueron los más largos sin ti. Me hacías tanta falta... pero mi orgullo era muy grande. Un día después de salir de la escuela mi amigo fue a buscarme, me aclaró todo. Dijo que él, Megan y Lucy habían planeado todo. Que había sido él quien te había besado. Me lo contó todo. Pero ya era demasiado tarde. Sin pensarlo dos veces tomé mi auto me dirigí a tu casa para arreglarlo todo, pero tú ya no estabas ahí. Lloré tanto, lloré como cuando un niño pierde su tesoro más preciado. Quería derribar la puerta y buscarte por toda la casa. Una de tus vecinas me dijo que te habías ido y supe que te había perdido nuevamente.
- ¿Qué pasó después?- intenté ocultar el estado en el que me encontraba.
- Pasé un tiempo muy duro, no quería ver a nadie, me negaba a comer y sólo estaba en mi habitación. Tenía nuestras fotos en mi pared y siempre que las veía lloraba de nuevo. No quería olvidarte, no quería olvidar lo feliz que había sido a tu lado, no quería hacerlo... Pero tenía que- suspiró- Guardé todas nuestras cosas y todo lo que pudiera hacerme recordarte en una caja. Le pedí a mi madre que la guardará e intenté seguir con mi vida. Era lo que me quedaba. Después de un tiempo Jos me comentó la idea de hacer el grupo y acepté porque creí que así lo vida sería menos aburrida, además de que era mi sueño. Conocí a Lorena y ella me dio una alegría que no había tenido desde lo que sucedió. Jamás te olvidé, tu recuerdo siempre estuvo y estará conmigo. Pero cuando te volví a ver... volví a sentir cosquilleos en el estómago. Quería arreglarlo todo. Y entonces me enteré de tu accidente. Que habías perdido la memoria. Me sentía aún más impotente, saber que tu no recordabas todos los momentos que habíamos pasado juntos me hizo sufrir. Creí que podía ser sólo tu amigo, pero cada vez que te tenía cerca quería besarte y decirte tantas cosas, hasta que lo hice. Y te besé. Supe entonces que todo lo que una vez sentí por ti aún estaba dentro de mí. Y que jamás se iría. Sin importar nada ni nadie.
Me acerqué para abrazarlo, comencé a sollozar mientras las lágrimas recorrían mis mejillas.
- Alonso, lo he recordado todo. Me haz hecho recordarlo hada- intenté sonreír.
De inmediato se separó de mí; me miró sorprendido y con sus ojos rojos.
- ¿R-recordaste?- a penas y pronunció.
Asentí intentando limpiar el rastro de las lágrimas.
- Sabía que eras especial. Mi corazón te recordaba- tomé su mano- Sin importar lo que ocurra después te diré lo que siento. Escucha. Alonso tú siempre serás el hombre que más he amado y amaré en toda mi vida, lo que pasamos, todos esos momentos, las risas, las locuras e incluso las peleas. Siempre me hiciste feliz. Le diste color a mi vida- apreté su mano- ¿Sabes qué es lo más extraño de todo esto?- negó- Que a pesar de no poder recordarte me volví a enamorar de ti. Es decir- solté una risita- Me he enamorado dos veces de usted Señor Villalpando- su rostro reflejó una sonrisa- Lo que sucedió antes fue un malentendido, tiempo después me di cuenta de que te necesitaba conmigo, pero me resigné al hecho de no volverte a ver. Me siento tan feliz de saber que cumpliste tu sueño, y que sin darme cuenta de alguna manera estuve aquí para verte cumplirlo. Sé que no es el mejor momento para decirlo pero... Me alegro de saber que pudiste volver a ser feliz.
Alonso frunció el ceño.
- ¿A qué te refieres?- exclamó desconcertado.
- A que pudiste volver a ser feliz con Lorena- intenté sonreír.
- Lorena no es tú- se acercó a mí, tomando mi rostro entre sus manos.
- Pero Lorena es tu novia- murmuré asustada.
Sabía lo que planeaba hacer Alonso.
- Lo siento, pero ahora que has recordado no puedo contenerme...
Y sin pensarlo dos veces unió nuestros labios.
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Aún no termino de procesar éste capítulo 🌚😭💕
Perdón por la tardanza mis niñas hermosas 🌚✋💓
Espero que les guste este capítulo :3
Me puse sentimental :'(
Las amo ❤