Eduardo: eres tu Gardenia?
Gardenia: Eduardo, que alegría verte otra vez.
Gardenia abrazó a Eduardo.
Eduardo: y cuando regresaste? Como esta Jacinto, Margarita?
Gardenia: regresamos hace un par de días y pues vine a hablar con la señora Fernanda, hace dos años antes de ir a estudiar me prometió un empleo.
Eduardo: me alegro mucho por ti, seguro así será.
Gardenia: y ella esta?
Eduardo: no lo sé.
El celular de Eduardo sonó.
Eduardo: disculpa.
Si, en esas estoy, si, ya voy de salida, en la casa hablamos.
Eduardo: Gardenia fue un gusto verte, debo irme.
Gardenia: un gustazo Eduardo.
Eduardo: me saludas a Jacinto y Margarita.
Eduardo se fue, y Gardenia lo observo detenidamente mientras se alejaba, era evidente que todavía sentía algo por él, desde niña había soñado con ser su esposa, pero él sólo la veía como una amiga.
Florecita apareció y saludo a Gardenia, hablaron de muchas cosas, pero Flor por alguna razón omitió sobre la relación de Eduardo y Fernanda aun después de que Gardenia no paraba de preguntarle.
Eduardo llego a casa y Bárbara estaba terminando de darle pecho a Jose Miguel, pues ya Valentina había comido y estaba dormida en su cuna.
Eduardo: como esta la mujer más hermosa del mundo?
Bárbara: hola mi cielo, como te fue en la empresa? Todo bien?
Eduardo: si, sin embargo traje algunos documentos que quiero revisar contigo, y como están nuestros bebitos?
Bárbara : bien, la nena ya comió y duerme profundamente y este caballerito apenas está terminando.
Eduardo se acercó a la cuna de Valentina y le dio un beso en la frente, luego se acercó a Bárbara que estaba sentada en uno de los sillones de la habitación dando de comer a Jose Miguel.
Eduardo: y crees que dejen algo para mi,? " dijo burlonamente"
Bárbara rió.
Jose miguel se quedo dormido, Bárbara se acomodó el brassier y le pasó el bebé a Eduardo para que lo acostara en su cuna.
Eduardo: ya cenaste?
Bárbara: no, te estaba esperando, además Antonio y Aurora no tardan en llegar, te parece si los esperamos?
Eduardo: esta bien.
Bárbara: cuando entraste olvidaste algo.
Eduardo: que?
Bárbara: un beso.
Eduardo sonrió y sin vacilar la besó y abrazó.
Bárbara: eso me gusta,ven vamos al comedor seguro ya llegaron.
Cuando bajaron al comedor, ya estaban sirviendo la cena.
Mientras cenaban Aurora les dio la noticia que se regresaría a vivir con Santiago, pero esta vez no sería en la hacienda, al parecer él había comprado un departamento, aunque a Bárbara le dio tristeza entendia que era lo mejor.
Bárbara: hija me alegro mucho por ti, pero prométeme que vendrás seguido a visitarnos con santi.
Aurora: claro mamá, puedes ir a visitarnos cuando quieras, bueno todos.
Eduardo: por supuesto que iremos Aurora, no hay duda.
Antonio: ahí estaremos.
Aurora: ay mamá cuando se vayan a los Estados Unidos los voy a extrañar mucho.
Bárbara: y nosotros a ustedes, pero pueden ir a visitarnos cuando quieran.
Aurora: me retiro, santi tiene sueño y debo terminar de hacer las maletas.
Bárbara: te ayudo?
Aurora: si mamá gracias.
Bárbara tomo en brazos a Santiago y junto a Aurora subieron a arreglar las maletas, mientras Eduardo y Antonio se quedaron tomando un café y conversando sobre la empresa.
Bárbara: ya se durmió.
Aurora: si, contigo se duerme más fácil que conmigo.
Bárbara: así son los niños.
Tardaron un buen rato terminando de arreglar las cosas.
Aurora: mamá y ya definieron la fecha en que se irán para los Estados Unidos?
Bárbara: supongo que será en un mes, tenemos que dejar todos los asuntos de Lactos listos.
Aurora: ya entiendo.
Se quedaron platicando un buen rato, de madre a hija, Eduardo entro a su habitación preparado para tener una noche llena de pasión con Bárbara después de la interrupción de la mañana.
Bárbara: Eduardo?
Eduardo: mi amor te estaba esperando.
Bárbara: y eso por que?
Eduardo: si mal no recuerdo en la mañana dejamos algo inconcluso, lo recuerdas?.
Bárbara: es cierto, nada más déjame poner la pijama.
Eduardo: pero si igual te la voy a quitar, no creo que sea necesario.
Bárbara: para mi si mi cielo, ponte cómodo, ya regreso.
Bárbara entró al baño y se puso una de sus pijamas más sexy roja, se miro un par de veces al espejo, arreglo un poco su cabello y rocio su cuerpo de uno los perfumes que enloquecían a Eduardo, cuando la puerta se abrió vio a Eduardo mirando a tra vez de la ventana de la habitación.
Bárbara: ya estoy lista.
Eduardo dio media vuelta y ahí estaba ella tan seductora, se acercó y con suavidad le fue quitando la bata que traía sobre la pijama a la vez que le besaba el cuello y ella acariciaba su cabello, Bárbara lo empujó, Eduardo cayó sobre la cama, y ella se subió sobre el, empezó a besarlo mientras él pasaba su mano por sus piernas y su trasero, ella desabrochaba los botones de su camiseta, entre besos rodaron sobre la cama un buen rato cuando se escuchó un llanto,Bárbara se detuvo.
Eduardo: que haces?
Bárbara: tengo que ir a ver que pasa con los bebés.
Eduardo: seguro están bien, ven acá.
Bárbara: están llorando.
Bárbara se levantó de la cama, se puso la bata y salió de la habitación, Eduardo se quedó inmóvil su parte más intima había aumentado su tamaño nuevamente.
Eduardo: otra ves no!!
Bárbara entró a la habitación, tomo entre sus brazos a Jose Miguel, Eduardo apareció al ver que se estaba tardando, tomo a Valentina, los dos tuvieron que arrullarlos un buen rato probablemente les molestaba la tormenta que estaba empezando.
Bárbara: creo que se asustaron por los relámpagos.
Eduardo: tu crees?
Bárbara: si, llevémoslos a nuestro cuarto.
Se acomodaron en la cama dejando en el centro a los Bebés, por suerte no tardaron mucho en quedarse dormidos.
A la mañana siguiente llegaron a Lactos como de costumbre, cada uno se encerró en sus respectivas oficinas, Gardenia entró a la oficina de Fernanda por lo del nuevo trabajo, ella le dio indicaciones de su nuevo puesto, sería a partir de ese día su mano derecha.
Gardenia: señora Fernanda muchas gracias por el trabajo.
Fernanda: no hay de que Gardenia ,si tienes alguna pregunta ya sabes donde encontrarme.
Gardenia: como no señora Fernanda.
Gardenia entró a la oficina de Eduardo con la excusa de preguntar si necesitaba algo.
Gardenia: entonces no necesitas fotocopias, o quieres un café, algo?
Eduardo: no Gardenia muchas gracias.
Gardenia se le lanzó y lo abrazó, Eduardo no pudo rechazar aquel abrazo, la quería como una hermana, pero para su mala suerte Bárbara venia a buscarlo para darle una de las carpetas ya listas para el traspaso de Lactos, y al abrir la puerta de la oficina se encontró con la desagradable escena, situación que le pareció bastante incómoda.