MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.

Capitulo 124

El coche que llevaria a Bárbara a la Iglesia estaba listo, estaba nerviosa, tomó su ramo de Flores, su vestido blanco era hermoso, largo, el cabello rizado, la gente del servicio se quedó asombrado de su gran belleza, Antonio estaba con Eduardo quien también moria de nervios, tanto que difícilmente podía acomodar su corbata.

Eduardo: me siento como un adolescente.

Antonio: pero si ya llevas casi dos años con ella.

Eduardo: si, pero esta vez será Dios el testigo de nuestra unión.

Antonio: listo, ya termine tu corbata, debemos irnos, recuerda que el novio llega primero, y una de las sirvientas me dijo que Bárbara ya estaba lista.

Eduardo: si pero quiero verla primero.

Antonio: no puedes ver a la novia antes de la boda, es mala suerte.

Eduardo: ahhh, es verdad, entonces vamos.

Eduardo y Antonio salieron para la iglesia, junto a ellos una de las sirvientas de más confianza con los bebés que al igual que sus padres se veían espectacular.

Los invitados estaban en la Iglesia, Eduardo, en el altar, seguía tan nervioso, Antonio afuera esperando que Bárbara llegara para llevarla al altar, Los Elizalde también estaban presentes bueno, Anibal y Gonzalo, Liliana estaba de viaje con Miguel, y Santiago ya estaba en Italia con Aurora y su hijo, y Fernanda, era obvio que no asistiría, pues el hombre que años atrás había sido su esposo, se estaba uniendo a otra mujer, no podía resistirlo.

Tomasa: le pasa algo señora Fernanda?

Fernanda: no Tomasa, estoy bien, saldré a dar una vuelta.

Fernanda subió a su auto y recorrió caminos, calles, sitios que le recordaban a Eduardo, su alma estaba llena de dolor, de frustración, después de dos largos años no había superado perder su gran amor .

Fernanda: creo que mejor voy, pero sin que nadie me vea, hasta que no vea a Eduardo con mis propios ojos del brazo de Bárbara como su esposa no asimilaré que de verdad lo perdí para siempre, mi mente y mi corazón necesitan estar en paz.

Fernanda se desvió del camino y condujo hacia la iglesia que estaba algo retirada.

Bárbara respiro profundo, Antonio la tomo del brazo.

Antonio: estás lista?

Bárbara: si.

Antonio: todo saldrá bien, el sueño de ser bendecidos por Dios hoy se hará realidad.

Bárbara: lo sé! Y no sabes lo feliz que estoy, Dios me llenó de muchas bendiciones después de todo el daño que cause.

Antonio: pero del que te arrepentiste, ahora eres una mujer con alma buena.

Bárbara: me hubiera gustado que Aurora y Santi estuvieran acompañándome hoy, pero no se pudo.

Antonio: están de corazón, vas a ver que pronto podras volver a verlos, no vayas a llorar que luego se te corre el maquillaje.

Bárbara: no lloraré te lo prometo,Gracias por adoptarme como tu hermana, no sabes cuanto te quiero.

Antonio: no tienes nada que agradecer, desde que te vi, supe que te ganarías mi corazón y aunque no nos unen lazos de sangre, para mi eres y serás mi hermana, te quiero mucho.

Antonio abrazó a Bárbara, le dio la bendición y entraron a la iglesia, en cuanto ya estaban adentro de la misma se escuchó la marca nupcial, Eduardo estaba a unos cuantos metros, pudo apreciar su belleza, sus ojos se llenaron de lágrimas de Alegría, a medida que se acercaban al altar, Bárbara no podía dejar de sonreír, su corazón latía rápidamente de emoción y sus manos temblaban.

Al llegar donde Eduardo...

Antonio: Eduardo, te entrego a Bárbara, la hermana que toda la vida quise tener, cuídala, amala pero sobre todo hazla muy feliz.

Eduardo:dedicaré mi vida a ella y a nuestros hijos.

Antonio se retiro, Eduardo tomo las manos de Bárbara y las beso.

Eduardo: te ves tan hermosa!

Bárbara: y tu tan guapo!! Te amo tanto.

Eduardo: y yo a ti.

La ceremonia religiosa dio inicio, atentamente Eduardo y Bárbara escucharon la palabra de Dios que bendeciría su unión.

Gardenia entró a la habitación de Jacinto y Margarita, entre sus cosas vio una pistola, sin dudarlo, la tomo y la guardo en su bolsa.

Gardenia: no te vas a salir con la tuya, Bárbara Greco, asi tenga que acabar con tu vida no te vas a casar con Eduardo, si no es mío, no será de nadie.

Gardenia tomo un taxi y le pidió, la llevara a la iglesia.

Fernanda entro a la Iglesia, traía lentes oscuros para disimular lo mucho que había llorado, paso desapercibida entre los invitados.

Sacerdote: Eduardo aceptas como esposa a Bárbara?

Eduardo: yo Eduardo ", te acepto a ti Bárbara como mi esposa, me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la prosperidad y prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Sacerdote: y tu, Bárbara, aceptas a Eduardo como tu esposo?

Bárbara: Yo Bárbara te acepto a ti Eduardo como mi esposo, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la prosperidad y prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Sacerdote: bien, si alguien conoce algún impedimento para que esta feliz pareja no contraiga matrimonio que hable ahora o calle para siempre.

Fernanda sintió el impulso de hablar, pero supo que las cosas no cambiarían, asi que se detuvo.

Sacerdote: repito, hay algún impedimento para que esta pareja se una con el santo sacramento del matrimonio?

Gardenia entro a la iglesia y con mucha seguridad, respondió ...

Gardenia: yo!! No permitiré que te cases con esta mujer.

Los invitados la voltearon a ver aterrados...

Eduardo: que haces Gardenia?

Gardenia: Impidiendo que te cases con esta mala mujer.

Bárbara: tu otra vez.?.

Gardenia: cállate, estúpida!desgraciada, no permitiré que eches a perder mi vida con Eduardo.

Eduardo: Entiende que yo la amo a ella, no a ti.

Gardenia:tu no te vas a casar con ella, lo oyes? No te casarás.!!

Gardenia saco de su bolsa una pistola..

Eduardo: baja la pistola Gardenia,puedes lastimar a alguien.

Gardenia: no me importa, pero no te vas a casar con esta mujer Por que en este preciso momento voy a matarla.

Eduardo: no te atrevas a disparar...

Eduardo corrió a Bárbara y se puso él frente a Gardenia.

Eduardo: a Bárbara no la tocas.

Gardenia: sabes perfectamente que jamás te haría daño.

Eduardo: entonces baja el arma y no te metas en problemas.

Jacinto: Gardenia, hazle caso a Eduardo, baja el arma.

Gardenia: no! Hasta que acabe con ella.

Gardenia apunto hacia Eduardo.

Gardenia: si para acabar con esta mujer tengo que pasar por encima de ti, lo haré te prefiero muerto antes que en sus brazos.

Gardenia estaba lista para apretar el gatillo.

Bárbara y Eduardo estaba tomados de la mano.....